lunes, 20 de noviembre de 2023
Otra vez los del Cervantes piensan en hacer caja y los especialistas argentinos les dicen "minga"
jueves, 13 de abril de 2023
Más de lo mismo, pero planchadito planchadito, según el estilo del diario El País, de Madrid
martes, 28 de marzo de 2023
La versión oficial y la verdad ($) de la milanesa
lunes, 16 de mayo de 2022
"A los machistas ni agua"
El siguiente fragmento, corresponde a una entrevista más larga, para el diario La Nación, que Diana Fernández Irusta realizó con el poeta Luis García Montero, durante su breve paso por Buenos Aires.
–¿Cómo trabaja el Cervantes en relación con la diversidad?
–La mejor manera de respetar la diversidad del español es decir que se habla tan bien en el Río de la Plata como en Bogotá, o tan bien en Salamanca como en Sevilla; en cada sitio se enseña según se habla. Acabamos de publicar un libro titulado Lo uno y lo diverso, que recuerda los ensayos de Ángel Rosenblat, que fue un señor que nació en Polonia, se vino a trabajar exiliado a Buenos Aires, y aquí trabajó con Amado Alonso. Hablaba de la unidad y la diferencia; está publicado en Espasa Calpe. Es un libro donde distintos escritores hablan de la variedad de nuestra lengua. Una lengua como el español, que tiene más de 500 millones de hablantes, solo puede mantener su unidad y su sentido si respeta los matices de la diversidad. La gran apuesta es mantener la unidad respetando la diferencia. Eso quien lo tuvo muy claro fue Andrés Bello, el escritor y filólogo latinoamericano, que era un gran defensor de las guerras de independencia, porque era un liberal y fue un militante independentista. Una vez conseguidas las independencias latinoamericanas, escribió una gramática para uso de americanos, en la que decía, bueno, ahora defendamos la gran riqueza cultural que supone compartir un idioma que es uno de los grandes idiomas del mundo.
–En la Argentina, y en España también, el lenguaje inclusivo viene generando un debate muy ríspido. ¿En qué zona de la discusión se ubica usted?
–Como director del Instituto Cervantes, lo tengo muy fácil: los dueños del idioma son los hablantes, yo no tengo nada que decir. Y que cada uno hable como considere mejor. Otra cosa será la Academia de la Lengua Argentina, o la Academia de la Lengua Española, pero yo, como director del Cervantes, me limito a escuchar cómo habla la gente. En ese sentido, creo que el idioma está unido a la sociedad y que la transformación de la sociedad va transformando al idioma. Pero como viejo militante, estoy muy acostumbrado a que muchos discursos que son nuestras virtudes acaben convirtiéndose en nuestros peores defectos. Yo empecé a militar contra el franquismo en el partido comunista –y que no se olvide que el partido comunista desarrolló una lucha contra el franquismo que tuvo mucho que ver con la conquista de la democracia–. Ahora, visité por primera vez los países del Este a principios de los 80, y vi que la virtud de luchar por una sociedad justa puede acabar en un disparate tiránico. Sigo defendiendo mis ideas socialistas, pero me niego a que deriven hacia la falta de libertad. Pues mira, en este tema creo que la lengua es un espacio público y me interesa defender los espacios públicos frente a las sectas y la voluntad apropiadora, de privatización, de los espacios públicos. ¿Qué tiene que ver esto con lo que me has preguntado? Bueno, yo discuto con los míos, que son los feministas y las feministas; creo en los discursos de igualdad, creo que el lenguaje debe ser inclusivo para recoger los avances de la sociedad. Digo “amigos y amigas” porque hay gente que no se siente incluida de otra manera. Me encanta que se diga “presidenta”. Busco la manera de no decir “los derechos del hombre” porque es más fácil decir “derechos humanos”. Todo eso lo defiendo y lo practico. Como me vas a preguntar si yo creo en la palabra “amigues”, pues te digo que me parece una cosa donde los míos se están equivocando. Lo mismo que hubo gente que se convirtió en secta defendiendo el socialismo que yo defendía, creo que se están equivocando. Con respeto absoluto, porque entiendo su lucha. Sobre todo creo que es una ocurrencia de una elite que corre el peligro de fragmentar ese bien público y común que es la lengua. Pero insisto: es una discusión que mantengo más con los míos que con los machistas. A los machistas, ni agua.
jueves, 3 de octubre de 2019
García Montero fue a Montevideo, leyó y dijo
jueves, 25 de julio de 2019
Embelecos fraguados en Madrid
Recordemos que Guinea Ecuatorial, colonia española hasta 1968, capturó el interés de la administración postfranquista por ser el único país que podría considerarse hablante de castellano del África subsahariana. La Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (aecid) financió los centros culturales españoles (Bata, 2001; Malabo, 2003), los colegios españoles, las sedes de la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y más de 70 centros de la Asociación de Centros Católicos de Guinea Ecuatorial (accege) que, repartidos por todo el territorio nacional, imparten en español enseñanzas propias de educación primaria y secundaria. Y si nuevamente nos preguntamos por qué, la respuesta es fácil: la experiencia de América latina permite imaginar que el Estado-empresa español puede colonizar África aunque el idioma compañero del imperio no tenga hablantes. Parafraseándolo a Borges, son embelecos fraguados en Madrid.
en Europa y EEUU
Al respecto, Juan Pablo de Laiglesia, secretario de Estado de Cooperación Internacional para Iberoamérica y el Caribe, también presente en la comparecencia ante los medios, ha destacado como “línea de acción prioritaria” potenciar “el panhispanismo y la ibericanización del Cervantes”. Además, ha hecho hicanpié en que la apuesta por expandirse en África está alineada con los objetivos del Estado, pues el continente es “es una de las grandes prioridades de la política exterior española”.
MENOS RECORTES
Tras años de recortes presupuestarios por parte del Gobierno durante la crisis económica, desde el Instituto Cervantes mantienen la esperanza de que, una vez se forme el nuevo Ejecutivo y se aprueben los Presupuestos Generales del Estado, “se contemple una subida que iguale al Cervantes con otras instituciones hermanas que hay en Europa”. García Montero ha recordado que la institución autofinancia la mitad de sus gastos gracias a ingresos derivados de matrículas, certificaciones, clases o subvenciones internacionales para realizar actividades culturales.
Junto a los Presupuestos, al director también le preocupan los recortes en la plantilla del Cervantes que en los últimos años ha vivido “una situación similar a la de las universidades españolas”, con vacantes que se han quedado sin cubrir. Ha reclamado que “para poner en marcha nuevos centros como el de Dakar o Los Ángeles necesitamos una ampliación de cupo para poder contar con más profesionales”.
jueves, 11 de abril de 2019
Habla el actual director del Instituto Cervantes
jueves, 25 de octubre de 2018
"El español no pertenece a la marca España"
no le pertenece a España