viernes, 30 de septiembre de 2016

En octubre, Alejandro Dujovne visita el SPET

En la próxima reunión del SPET, que tendrá lugar el miércoles 5 de octubre a las 18:30 en el Salón de Conferencias del IES en Lenguas Vivas (Carlos Pellegrini 1515), nuestro invitado Alejandro Dujovne disertará sobre “La traducción en ciencias socialesy la circulación internacional de las ideas en Argentina”. Se trata de avances de investigación en el marco del proyecto internacional dirigidopor Gisèle Sapiro (EHESS) y en su capítulo argentino por Gustavo Sorá (CONICET)

Con esta exposición continúa el ciclo “Investigaciones en traducción: enfoques traductológicos y no traductológicos” (Ciclo II / 2016).

Alejandro Dujovne (Córdoba, 1978) es doctor en ciencias sociales e investigador de CONICET (CIS-IDES-CONICET). Es co-director de la Maestría en Sociología de la Cultura y Análisis Cultural del IDAES-UNSAM. Es fundador y co-coordinador del Núcleo de Estudios sobre el Libro y la Edición en  el IDES. En 2014 publicó Una historia del libro judío. La cultura judía argentina a través de sus editores, libreros, traductores, imprentas y bibliotecas (Buenos Aires, Siglo XXI editores). En la actualidad participa de distintos proyectos internacionales y locales relativos a cuestiones de circulación internacional de las ideas, edición y traducción. Ha dictado cursos de posgrado sobre historia y sociología de la cultura, los intelectuales, el libro y la edición, en distintas universidades argentinas.

Lectura sugerida:
-Alejandro Dujovne, Heber Ostroviesky, Gustavo Sorá: “La traducción de autores franceses de ciencias sociales y humanidades en Argentina. Estado y perspectivas actuales de una presencia invariante”, en Bibliodiversity, Journal of Publishing in Globalization, Gisèle Sapiro (ed.): Translation and Globalization, febrero de 2014 (artículo disponible en línea; número completo disponible en línea aquí).


A quienes confirmen su asistencia también podemos enviarles la lectura sugerida por correo.

jueves, 29 de septiembre de 2016

Premios: lo concreto al servicio de lo simbólico

Por alguna extraña razón, el Administrador de este blog –ocioso y malintencionado como es– estaba leyendo el prontuario de algunos impresentables premios nacionales españoles a la traducción –para no hablar de los premios “Esther Benítez”, a los que muchos dicen (en voz baja, claro) que son todavía peores– y tratando de recordar quién había escrito sobre el significado de esas distinciones, se topó con esta vieja columna de Andrés Ehrenhaus, publicada en El Trujamán, allá por el 29 de octubre de 2014.

A favor de la premiación

He hablado mucho en contra de los premios (no, no es un nuevo y ambiguo artículo sobre Cortázar) y a pesar de que tengo numerosos amigos premiados, no por ello los considero mejores traductores ni me merecen más respeto o estima de los que me merecían antes de que les cayera el lauro. De hecho, gran parte del respeto y cariño que les tengo se fundamentan en que como mucho les ha tocado un premio o dos, que al fin y al cabo está bastante más cerca de no tener ninguno que de tener varios. Pero si por mí fuera, se los quitaría ya mismo (no así la dotación económica, que es como el dinero que uno gana en el juego y hay que darle un curso particular si no se quiere irritar al hado). Ya lo he dicho, decía: no tiene más mérito ser un buen traductor que un buen barrendero o un buen taxista, y que yo sepa a estos profesionales no les toca nunca un Premio Nacional, un Premio de la Crítica, un Premio Fulano o un Premio Sultano. ¿Y desde cuándo un determinado traductor es tanto mejor que otros cientos que jamás serán premiados, o una traducción tanto mejor que otras miles, algunas de las cuales son imposibles de valorar para un jurado al uso? Venga ya. Sé que hay quien defiende el aspecto promocional de estas cosas, quien asegura que brindan la ocasión de hacer más visible una profesión tan pobrecita y desvalida como esencial e imprescindible. Puede ser. Aunque es un argumento ostensiblemente defendido por los galardonados, no vamos a negarle cierto viso de razón. La gente le presta más atención a un traductor laureado que a un traductor sin laurel; vamos, una atención enorme.

Pero no descartemos el argumento tan frívolamente. Un premio, más aun si es un premio bien dotado económicamente y tiene detrás un aparato de promoción editorial comilfó, otorga indiscutible relevancia a la obra en cuestión y cierto atractivo y caché, a veces brevérrimos, a su favorecido. Lo cual redunda sin duda en beneficio de la Profesión: lo concreto al servicio de lo simbólico. Porque, ¿dónde reside el prestigio de un premio? ¿En su inapelable objetividad, en su honestidad, en su ecuanimidad, en su justiciero tino? ¿En la institución que lo otorga, en la inmarcesibilidad del jurado, en su dotación después de impuestos, en el marco en que se entrega? ¿Es importante el dispendio? ¿O lo es más la salubridad de la selección? ¿O la condición del premiado? En fin, sea como sea, dejemos de complicarnos la vida. Hay premios y, según parece, y aunque no se sabe hasta cuándo, seguirá habiéndolos, así que vamos a aprovecharlos. ¿Que no premian a los taquilleros de los peajes, a los camilleros, a los conductores de metro? Pues peor para ellos. Que lo peleen, tendrán todo nuestro apoyo. Entretanto, nosotros a lo nuestro.

He releído el primer párrafo y tengo la sensación, si no la entera seguridad, de que huele a despecho. No hace falta ser una luminaria del psicoanálisis poslacaniano para advertir que es un párrafo cocido lentamente a la mísera lumbre de la envidia. Confesémoslo. Es decir, confiéselo yo: no me han otorgado nunca ningún premio. No sólo de traducción; de nada. Como mucho algún segundo o tercer premio o una mención en un concurso de dibujo de la escuela primaria. Y ahí se acaba todo. Tengo, ya lo he dicho, amigos, incluso grandes amigos o amigos muy queridos, que no sólo tienen un premio sino dos, tres, cuatro. Merecidos, sin duda. Y meritorios. Yo, en cambio, me tengo que conformar con acudir, si es que se me invita, a la sonada celebración y felicitarlos de todo corazón, porque más allá de que les envidie amargamente la premiación, al fin y al cabo acaba imponiéndose el cariño mutuo. Somos seres humanos, ¿no? De modo que me propongo, brevísimamente y en este último hálito de texto que me queda, limpiar con amoníaco la mancha verdosa del resentimiento y tratar de encontrarle alguna justificación ética al artefacto galardónico, que seguro que la tiene y que basta con que limpie la pátina de rencor que empaña mis pupilas para poder verla con nitidez y generoso ecumenismo. Pero el párrafo se acaba y temo. Temo porque me he aplicado colirios, he utilizado productos de limpieza nuevos y tradicionales, vinagre (que dicen que puede con casi todo), alopatía, homeopatía, aromaterapia… Una de dos: o me carcome la envidia o los premios de traducción no hay por dónde agarrarlos.

No conozco traductor honesto que no acabe la mejor de sus traducciones plagado de dudas y aliviado por haberlas resuelto de la única y cándida manera en que se resuelve un problema de mala solución: jugando a la aporía de que ya no es un problema sino, publicación mediante, tan solo una sombra del pasado. Que un premio borra. ¡Epa! ¡Pero si acabo de dar con la respuesta! Bueno, ya puedo dormir la siesta del fauno más tranquilo. Vivan los premios.


miércoles, 28 de septiembre de 2016

Mesa redonda sobre traducción, convocada por la Academia Argentina de Letras


José Luis Moure y la Academia Argentina de Letras, que él preside, iniciando las I jornadas de Letras y Educación, invitan a asistir al encuentro “Los problemas de la traducción” a realizarse el 30 de septiembre a las 15:30hs, Día del Traductor, en la Sala "Leopoldo Lugones" de la institución, (Sánchez de Bustamante 2663, C.A.B.A).

Participan:

Jorge Fondebrider (escritor y traductor del inglés y del francés, fundador del Club de Traductores Literarios de Buenos Aries)

Alejandro González (traductor del ruso, docente universitario de la Universidad de San Martín, y fundador del Instituto Dostoievsky)

Mohamed El-Mouradi (traductor e intérprete del árabe en la Mezquita Rey Fahd y profesor de la Cátedra Libre de Estudios Árabes de la U.B.A.)

martes, 27 de septiembre de 2016

Algunas de las razones por las que es importante no dejarle a España la posibilidad de imponer la norma madrileña en el extranjero: el caso francés

Con firma de Gabriela Cañas, El País, de Madrid, publicó el siguiente artículo sobre el interés de los franceses por el castellano. Fue el 23 de septiembre pasado. “Se dispara la demanda tras la reforma educativa, que ha adelantado el aprendizaje de una segunda lengua extranjera”, dice la bajada y es para pensar.

Francia necesita con urgencia 1.000 profesores de español

Los colegiales franceses suelen optar por el inglés como lengua extranjera, pero a la hora de elegir un segundo idioma se decantan por el español. Esta situación, que viene de lejos, es más patente durante este curso que acaba de comenzar. La reforma de la secundaria en Francia, que se ha empezado a aplicar este mes, ha adelantado la enseñanza de una segunda lengua extranjera viva a primero de secundaria (Cinquième en Francia) y ello ha disparado la demanda. Los expertos calculan que Francia necesita con cierta urgencia mil profesores suplementarios, a añadir a los 20.000 existentes, y, de hecho, ya se están produciendo contrataciones por decenas.

La reforma del colegio acometida por la ministra de Educación Najat Vallaud-Belkacem, fue muy contestada por algunos sectores educativos porque tiene por objetivo reducir el aprendizaje de lenguas muertas para elevar el de las vivas. Menos horas lectivas de latín y griego en favor del inglés o el español. Desde este año, los alumnos del equivalente al español primero de secundaria tienen ya 2,5 horas semanales de una segunda lengua extranjera. La reforma pretende aumentar en 54 horas la enseñanza de una segunda lengua durante los tres años de la secundaria a partir del Cinquième, es decir, a partir de los once años habitualmente.

En Francia, el número de alumnos que eligen el español se ha triplicado en la última década hasta alcanzar los 2,7 millones de estudiantes. Es la segunda lengua más estudiada después del inglés (5 millones). Muy de lejos le sigue el alemán (800.000), a pesar de las ayudas de Berlín. “Nosotros no tenemos ese apoyo”, dice Ahmed Haderbache, presidente de la Asociación Francesa de Profesores de Español. Dicho apoyo tiene una razón política. La reforma de la ministra generó incluso un pequeño problema diplomático porque suponía cuestionar los acuerdos de 1963 por los cuales se estableció un mínimo de alumnos franceses que debían aprender el alemán y viceversa. El conocimiento mutuo del idioma es una forma de reforzar la amistad franco-alemana. El Gobierno de Berlín llegó incluso el año pasado a pedir la retirada de dicha reforma.

España, por el contrario, no fomenta con fondos oficiales la enseñanza del español en Francia, se queja Haberbache y confirma una fuente oficial. En principio, lograr un puesto de profesor no parece complicado. Basta con ser licenciado (ahora es haber acabado un master) y enviar el currículo al rectorado del departamento en el que el candidato quiera desarrollar su labor. De esa manera, se puede lograr un puesto interino que solo se consolidará cuando tres años después se supere una oposición en la que se demuestre conocer los fundamentos de la enseñanza de la lengua.

Los sueldos no son altos. Según Haderbache, un profesor gana una media de 1.500 euros netos al mes, mientras que el salario mínimo en Francia está en los 1.466 euros brutos. Con varios años de docencia se pueden superar los 2.000 euros. La demanda actual de profesores ha disparado el número de personas que se dedican a la enseñanza tras haber tenido que dejar otros empleos y que no están por tanto suficientemente formados.

Según algunos análisis realizados en el mundo educativo francés, los alumnos franceses optan por la lengua de Cervantes porque tienen una buena imagen de los españoles y porque la consideran la puerta para América Latina.


lunes, 26 de septiembre de 2016

Convocatoria al IV Taller & foro de traducción y edición de literatura infantil y juvenil,


IV Taller & foro de traducción y edición de literatura infantil y juvenil, en Buenos Aires, Argentina. Del 9 al 12 de noviembre de 2016. Convocatoria abierta hasta el 15 de octubre.

Looren América Latina  (el programa para Latinoamérica de la Casa de Traductores Looren) y Fundación TyPA convocan a traductores, editores y especialistas de literatura infantil y juvenil a reunirse en un nuevo encuentro intensivo en torno a la traducción. El espacio contará con la participación de profesionales invitados de Argentina y del extranjero, y se realizará en cooperación con FILBITA, el festival de literatura infantil de Buenos Aires.

Se ruega leer detenidamente  las bases y ver adjunto el formulario de postulación.

Participación gratuita con selección previa. Una vez confirmada la participación, la misma es vinculante durante las tres jornadas y media que dura el encuentro. Algunas de las actividades se integran a la programación de FILBITA.

Con el apoyo de la fundación Avina Stiftung y de Fondo de Cultura Económica Argentina. Acompaña la Asociación Argentina de Traductores e Intérpretes (AATI). 


sábado, 24 de septiembre de 2016

Semana veintidós del repudio al convenio entre la U.B.A.,la UNAM, la Universidad de Salamanca, el Instituto Cervantes y Telefónica de España

El éxito de la convocatoria para repudiar el convenio que le otorga valor universal al Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española, propuesto por el Instituto Cervantes y un consorcio de universidades de España y Latinoamérica, demuestra que la movilización de la comunidad intelectual de la lengua castellana está lejos de haberse agotado. Esta semana, la número veintidós desde que empezamos, actualizamos la lista de firmantes ya que,  diariamente siguen llegando adhesiones de todo el espectro de la lengua. Por lo tanto, seguirá abierta la recolección de firmas de todos aquéllos interesados en dejar sentado en este blog su repudio ante un pacto realizado de espaldas a la sociedad.


Como ya se ha explicado, no sólo han firmado la nota que se reproduce a continuación escritores, traductores, correctores, editores, intelectuales en general (historiadores, sociólogos, antropólogos, arqueólogos y periodistas, además de directores teatrales y actores), sino también un gran número de profesores de Literatura Española e Hispanoamericana, lingüistas, filólogos y lexicógrafos, que desempeñan sus tareas en  universidades argentinas y extranjeras. Acaso ellos están mejor capacitados para entender el problema que los contadores, veterinarios y dentistas que votaron positivamente el acuerdo en una sesión del Consejo Superior de la UBA…  quince días posterior al anuncio oficial del Instituto Cervantes en el Congreso de la Lengua de Puerto Rico.

La solicitada y la lista estarán disponibles para quien desee consultaras y, eventualmente, sumarse. Para hacerlo sólo tiene que enviar un mail a clubdetraductoresliterarios@gmail.com


Solicitada

Los abajo firmantes, escritores, intelectuales, docentes, investigadores y artistas del universo de la lengua castellana, queremos manifestar nuestro absoluto repudio al Memorándum de Entendimiento, un conjunto breve de artículos, con el cual la UBA se integra al convenio firmado entre el Instituto Cervantes, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de Salamanca, que pretende otorgarle al Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (SIELE) valor universal y hegemónico. Consideramos que se trata de  una grave intromisión en la independencia lingüística de Latinoamérica, así como de un perjuicio a los intereses políticos y comerciales de la región.


A
Martín Abadía, Cecilia Abdo-Ferez, Enrique O. Abeya-Gilardon, Eleonora Acosta, Mónica Acosta, Gabriela Adamo, Lucas Adur, Silvia Aguilera (Chile), Cecilia Aguirre (Brasil), Claudia Aguirre, Osvaldo Aguirre, Abel Ahumada, Laura Alcoba (Francia), Diego Alfaro Palma (Chile), Fernando Alfón, Javier Almeida, Mariano Altamirano, Matías Allende Contador (Chile), Adriana Amante, Susana Anaine, Jotaele Andrade, Maria Teresa Andruetto, Daniela Ansa, Angelika Antonio Rubin, María Amelia Arancet Ruda, Graciela Aráoz, Fernanda Aren, Teresa Arijón, Elvira Arnoux, Jaime Arrambide, Alessio F. Arredondo,  Adriana Astutti, Alejandra Atadía, Jorge Aulicino, Florencia Ávalos, Márgara N. Averbach,
B
Claudia Bacci, Cecilia Bajour, Miguel Balaguer, Alejandro Balazote, Lidia M. T. Rádis Baptista (Brasil), Florencia Baranger-Bedel, Magnolia Brasil Barbosa do Nascimento (Brasil), Pablo Bardauil, Julina Barembuem (Francia), Ian Barnett, Carolina Bartalini, Alcira Bas, Carlos Battilana, Matías Battiston, Gustavo Beade, Eric Beaumatin (Francia), Roberto Bein, Natalia Belenguer, Sonia Bello, Bárbara Belloc, Asher Benatar, Laura Benítez, Julia Benseñor, Daniela Bentancur, Diego Bentivegna, Gladys Berisso, Angel Berlanga, Emilio Bernini, Eduardo Berti, Concepción Bertone, Pablo Betesh, María de los Ángeles Bianchi, Ana Lia Biderman, Sonia Bierbrauer, Mónica Billoni, César Bisso, Sonia Blank, Andrea Bohrn, Elisa Boland, Karina Bonifatti, Piedad Bonnet (Colombia), Juan Bonilla (España), María Angélica Bonilla, Manuel Borrás (España), Claudia Borzi, Pablo Braun, Jorge Brega, Matías Bruera, Jorge Bustamante García (México/Colombia), 
C
Marcelo José Cabarcas Ortega (Colombia), Gabriela Cabezón Cámara, Rubén Faustino Cabrera, Susana Cabuchi, Javier Calvo, Silvia Camerotto, Silvana Campanini, Magdalena Cámpora, Marco Antonio Campos (México), Sibila Camps, Martín Caparrós, Anália Capdevila, Pablo Caramelo, Marina Cardelli, Sandra Carli, Sandra Carrazzoni, Penélope Cartelet, Elizabeth Casals,Fabián Casas, Fernanda Castelano Rodrigues (Brasil), Alejandro Castro, Nora Catelli, Maite Celada (Brasil), Marcelino Cereijido (Argentina/México), Rocío Cerón (México), Valeria Cervero, Gabriela Cetinas, Sergio Chejfec, Matías Chiappe (Japón), Ricardo Chiesa, Micaela Chirif (Perú), Luis Chitarroni, Federico Ciamberlini, Ángela Ciocca, Susana Civitillo, Oliverio Coelho, Marcelo Cohen, Monona Cohen, Sara Cohen, Andrea Cofán, Javier Cófreces, Vanina Colagiovanni, Nicolás Coletto, María del Carmen Colombo, Gabriela Comte, Oscar Conde, Carlos Roberto Conde Romero (México) Estela Consigli, Jorge Consiglio, Sandra Contreras, Lucila Cordone, Luciana Cordo Russo, Claudina Corel (Francia), Silvio Cornú, Juan David Correa (Colombia), Sylvia Costa, Beatrice Couteau, Flor Cresta, Américo Cristófalo, Claudio Crivelli, Marcela Croce, Adriana Cristina Crolla, Graciela Cros, Esther Cross, Anna Crowe (Escocia),
D
Julián D'Alessandro, Paola D’Angelo, Guillermo David, Jan de Jager (Argentina/Holanda), Santiago de Miguel, Pablo De Santis, Juan de Sola (España), Juan José Delaney, Claudia Del Blanco, Silvia Delfino, Laura Demaría (EE.UU.), Valentín Díaz, Mariana Di Cío (Francia), Ariel Dilon, María Teresa D'Meza (Cuba), Mariana Dimópulos, María di Stefano, Ignacio Di Tulio, Ángela Lucía Di Tullio, Leonora Djament, Jordi Doce (España), Nora Domínguez Rubio, Leandro Donoso, José Arlindo Dos Santos (Brasil), Elsa Drucaroff,
E
Víctor Ego Ducrot, Andrés Ehrenhaus, Laszlo Elderyi (Uruguay), Neide Elias (Brasil), Alejandra Elichabe, Verónica Engler, José María Espinasa (México), Carolina Esses, Juan José Estévez,
F
Geneviève Fabry (Bélgica), Sylvia Falchuk, Adrián Fanjul, Ángel Faretta, Cristina Farías, Adriana Fernández, Nancy Fernández, Zulema Fernández, Álvaro Fernández Bravo, Javier Fernández Miguez, Inés Fernández Moreno, Martina Fernández Polcuch, Gustavo Fernández Walker, Alex Ferrara, Santiago M. Ferro, Horacio Fiebelkorn, Tamara Figueroa, Judith Filc (Estados Unidos), Diego Fischerman, Graciela Foglia (Brasil), Laura Fólica, Jorge Fondebrider, Diego Forte, Larisa Fostinone Locoselli (Brasil), Ana Franco (México), Silvana Franzetti, Daniel Freidemberg, Silvina Friera, Leonardo Funes, Alejandra Furfaro,
G
Pablo Gaiano, Carlos Gamerro, Lélia Gándara, Flavia García (Canadá), Inés García Botana, Antonia García Castro, Gabriela García Cedro, María Blanca García Gandolfo, Emilio García Wehbi, Marietta Gargatagli, Inés Garland, Florencia Garramuño, Teresa Garufi, Miguel Gaya, Jorge Geffner,  Francisco Gelman Constantin, Nicolás Gelormini, Alicia Genovese, Analía Gerbaudo, Mabel Giammatteo, Pablo Gianera, Federico Gianotti, Daniel Gigena, Sol Gil, Abel Gilbert, Paula Giménez Zapiola, Gabriel Giorgi, Mónica Girón, Andrea Giunta, Marisa Godoy, Myriam Leonor Godoy Arroyo, Graciela Goldchluk, Víctor Goldstein, Alejandro González, Betina González, Horacio González, Jonio González, Neide Maia González (Brasil), Rafael Goñi, Inés Grimland, Ezequiel Grimson, Lucía Grodsinsky, Paula Grosman, Irene Gruss, Roberto Guareschi, Leila Guerriero, Richard Gwyn (Gales),
H
Fabián Haim, Claudia Hartfiel, Liliana Hayat, Liliana Heer, Dolores Hernández, Itziar Hernández (España), Patricia Hernández, Frida Herz, Alejandro Horowicz, Luis Francisco Houlin Dintrans, Claudia Hortas,
I
Ricardo Ibarlucía, Carla Imbrogno, Pablo Imen, Pablo Ingberg, José Insúa, Fabián Osvaldo Iriarte, Pola Iriarte (Chile), Jorge Isaías,
J
Carlos H. Jacobo, David Jacobson, Natalia Jakubecki, Alexandra Jamieson Barreiro, Ana María Jaramillo (Colombia/México), Darío Jaramillo Agudelo (Colombia), Noé Jitrik, Silvia Jurovietzky,Mario Jursich (Colombia),  
K
Tamara Kamenszain, Laura Kaplan, Alejandra Patricia Karamanian, Alejandro Kaufman, Edna Inés Kelly, Sergio Kiernan, Guillermo Korn, Alberto Kornblihtt, Laura Malena Kornfeld, Eduardo Kragelund, Christian Kupchik,
L
Juan Manuel Lacalle, Nora Laffont, Mónica Lago, Patricia Lálage del Vall, María Lanese, Gabriela Lapalma, Alicia Laplace, Cecilia Lasa, Alejandra Laurencich, Daniela Lauria, Denise León, Mara Faye Lethem (Estados Unidos),  Mauro Libertella, Daniel Link, Jorge Locane (Alemania), María Rosa Lojo, María Pía López, Eugenio López Arriazu, Carlos López Beltrán (México), Pura López Colomé (México), María López García, Ana María Lorandi, Diego Lorenzo, Carolina Lozada (Venezuela), Gabriel Lozano, Marcela Lucero,
M
Bruna Macedo de Oliveira (Brasil), Ariel Magnus, Silvia Maldonado, Alejandro Manara, Adriana Carolina Manes, Laura Mangold, Héctor Manni, Elena Marengo, Lucas Margarit, Marilú Marini, Leticia Martí, Daniel Martínez, Uriel Martínez Venegas (México), Claudia Masín, Carlos Masotta, Cecilia Mata, Ana Silvia Mazía, Mirtha Paula Mazzocchi, Ana Mazzoni, Víctor Manuel Mendiola (México), Ricardo Mendoza Rademacher (Chile), Andrea Menegotto, Haydée Noemí Menna, Tununa Mercado, Mercedes Merino, Silvana Meta, Alejandra Mierez Revilla, Eduardo Milán (Uruguay), Gabriela Minsky, Ignacio Miret, Federico Mirré, Javier Mocarquer (Estados Unidos), Cristian Molina, Oscar Luis Molina Sierralta (Chile), Rodrigo Molina-Zavalía, Sylvia Molloy, Fabián Mónaco, Rafael Mondragón (México), Mario Montalbetti (Perú), Graciela Montaldo, Jorge Monteleone, René Montero Montano (México), Miguel Ángel Montezanti, Virginia Monti, Fabio Morábito (México), Miguel Ángel Morelli, Yolanda Morató (España), María Moreno, Juan Carlos Moreno Cabrera (España), Graciela Morgade, Julieta Mortati, José Luis Moure, Vicente Muleiro, Fabricio Müller, Debi Mundani, Hugo Murno,
N
Adelaide Navarret, Juana Nicolaou, Gustavo Nielsen, Michel Nieva, Daniela Nigro, Valentina Noblia, Alicia Noceti, Alejandro de Nuñez,
O
Julieta Obedman, Alejandra Obermeier, Elena Luján Odriozola,  Gladys Ojea, Ana Ojeda, Leonardo Oksman, Sebastián Olaso, Alejandro Olazabal, Mercedes Olcese, Lucrecia Orensanz (México), Diana M. Ortega, María Gabriela Ortiz, Pablo Ortiz (Estados Unidos), Alexandra Ortiz Wallner (Alemania), Elsa Osorio, Araceli Otamendi, Sonia Otamendi, Rafael Felipe Oteriño,
P
Melisa Palferro, Cecilia Palmeiro, Lucas Panaia, Tamara Padrón Abreu, Andrea Palet (Chile), Marcia Paraquett (Brasil), Aldo Parfeniuk, María Teresa Pascual, Sandra Pasquini, Hilda Paz, Joana Peaguda, Karina Pelech, Ingrid Pelicori, Diego Peller, Marina Inés Pepe, Graciela Périssé, Claudia Pérez, Cecilia Pérez de Micou, Paula Pérez Alonso, Romina Eva Pérez Escorihuela, Graciela Perosio, Lucas Petersen, Miguel Ángel Petrecca, Maria Pibernus, Gabriela Clara Pignataro, María Cristina Pinto, Claudia Piñeiro, Nancy Viviana Piñeiro, Silvina Poch, Judith Podlubne, José Maria Poirier, Antonio José Ponte (Cuba/España), Ángela Pradelli, Graciela Progano, Marita Propato, Ana Pruis, Agnieszka Julia Ptak,  Mercedes Pujalte, María Lucía Puppo,
Q
 Juan Carlos Quintero-Herencia (Puerto Rico),
R
Alejandro Raiter, María Laura Ramos, Graciela Rapaport, Olga Regueira, María Cristina Renard, Fernando Rendón (Colombia), Jorge Revsin, Alicia Silvia Rey, Esteban Javier Rico, Cynthia Rimsky (Chile), María Florencia Rizzo, Armando Roa Vial (Chile), Daniela Rodríguez Gesualdi, Victoria Rodríguez Lacrouts, Blanca Alberta Rodríguez Vázquez (México), Alejandra Rogante, Waldo Rojas (Chile), Luis A. Rojas Herrera (Chile), Marta Rojzman, Mariana Romo Carmona (Estados Unidos), Gonzalo Roncedo, Hernán Ronsino, Mirta Rosenberg, Silvina Rotemberg, Fernando Rouaux, Gabriela Alina Roveda Peluffo, Cora Rozwadower-Grätzer (Francia), Julio Patricio Rovelli López, Mario Rucavado Rojas, Silvia Adriana Rucci, Natalia Ruhl, Facundo Ruiz, Pablo Martín Ruiz (Estados Unidos), Ricardo Ruiz, Andrea Russo, 
S
Guillermo Saavedra, Julia Sabena, Lori Saint-Martin (Canadá), Ina Salazar (Perú/Francia), Amalia Sato, Alejandro Schmidt, Scott Sadowsky (Chile), Julia Saltzmann, Elisa Salzmann, Daniel Samoilovich, Cristina Santoro, Beatriz Sarlo, Vivian Scheinsohn, María Jimena Schere, Gabriela Schon, Federico Schuster, Francisco Segovia (México), Pablo Seijas (Argentina/Francia), Gabriel Seisdedos, Gabriel Senanes, Silvia Senz Bueno (España), Jessica Sequeira (Estados Unidos), Matías Serra Bradford, Marina Serrano, Pedro Serrano (México), Nora Sforza, Lorna Shaugnessy (Irlanda), Ana María Shua, Luciana Sierra, Alberto Silva Castro, Gastón Sironi, Paulo Slachevsky (Chile), Perla Sneh, Ricardo Soca, Ada Solari, Margarita Solli, Marcial Souto, Mikel Soto Nolasco(País Vasco), Rafael Spregelburd, Eduardo Stupía, Julieta Sueldo Boedo (Brasil), Jorgelina Sureda, Maristella Svampa, Mariano Sverdloff, Santiago Sylvester, Alberto Szpunberg, Mónica Szumurk,
T
Sergio Tanoni, Alejandro Tantanian, Carles Tàvec, María Tellechea, Federico E. Testoni, Diana Theocharidis, María Emilia Tijoux, Mario Tomé, Sandra Toro, Jorge Torres Zavaleta, Diego Trelles Paz (Perú), Silvina Trica-Flores (Estados Unidos), Roxana Trucco, Lilia Tubia,
U
Lidia Unger, Pablo Usabiaga, Teresa Usandivaras, Alejandra Uslenghi (Estados Unidos), Leandro Uteda,
V
Luisa Valenzuela, Gustavo Valle (Venezuela), María Esther Vázquez,  Graciana Vázquez Villanueva, Diana Vega, Ana Vellegal, Luciana Velloso, Santiago Venturini, Carmen Verlichak, Pedro Ignacio Vicuña (Chile), Gabriela Villalba, Inés Villanueva, Claudio Villarreal, José Javier Villareal (México), Minerva Margarita Villareal (México), Silvia Villegas, Juan Villoro (México), Elena Vinelli  Marcela Visconti, Miguel Vitagliano, Carlos Vitale, Martín Vitton, Nadia C. Volonté,
W
Miguel Wald, David Wapner, Gerardo Wehinger, Astrid Wenzel, Guadalupe Wernicke, Tamara R. Williams (México / Estados Unidos),  Laura Wittner, Leandro Wolfson, Marcela Woods,
Y
Daniel Yagolkowsky, Débora Yánover, Jorge Hernán Yerro (Brasil), 
Z
Horacio Zabaljáuregui, Graciela Zanini, Paula G. Zarza, Enrique Zattara Hernández, Amelia Zerrillo, Pablo Zdrojewski, Katharina Zinsmeister, Verónica Zondek (Chile), Ana Zone, Paula Zucherelli,  Julia Zullo, Patricio Zunini. Gabriela Mariel Zunino.


Universidades e instituciones educativas a las que pertenecen los firmantes

Universidad Autónoma de Entre Ríos (Argentina)
Universidad Católica Argentina (Argentina)
Universidad de Belgrano (Argentina)
Universidad de Buenos Aires (Argentina)
Universidad de San Andrés (Argentina)
Universidad del Salvador (Argentina)
Universidad Nacional Arturo Jauretche (Argentina)
Universidad Nacional de Córdoba (Córdoba, Argentina)
Universidad Nacional de La Plata (La Plata, Argentina)
Universidad Nacional de Lanús (Argentina)
Universidad Nacional de Mar del Plata (Argentina)
Universidad Nacional de Rosario (Rosario, Argentina)
Universidad Nacional de San Luis (San Luis, Argentina)
Universidad Nacional de Tres de Febrero (Argentina)
ENSLV "Sofía E. Broquen de Spangenberg" (Argentina)
IES en Lenguas Vivas "Juan Ramón Fernández" (Argentina)
Instituto Cultural Argentino de Lenguas Vivas (Tucumán, Argentina)
Instituto Superior de Formación Docente 3 (San Martín de los Andes, Argentina)
Instituto Superior de Formación Docente y Técnica N°83  (Solano-Quilmes)
Instituto Superior de Profesorado n.° 8 "Alte. Guillermo Brown" (Santa Fe, Argentina)
Universidade Federal da Bahia (Brasil)
Universidade Federal da Integraçao Latino-Americana (Brasil) 
Universidade Federal Fluminense (Brasil)
Universidade Federal de São Paulo (Brasil)
Universidad Católica de Chile (Chile)
Universidad de Chile (Chile)
Universidad Jorge Tadeo Lozano, sede Caribe. Cartagena (Colombia)
Universidad Autónoma de Nuevo León (México)
UNAM (México)
Universidad de Montevideo (Uruguay)
Universidad de la República (Uruguay)
New York University (Estados Unidos)
Providence College (Estados Unidos)
UC Davis (Estados Unidos)
University of Maryland (Estados Unidos)
Tufts University (Estados Unidos)
Ministère de l'Immigration, de la Diversité et de l'Inclusion de Québec (Canadá)
Université du Québec á Montreal (Canadá)
Humboldt-Universität zu Berlin (Alemania)
Universidad Libre de Berlín (Alemania)
Universidad Autónoma de Madrid (España)
Universitat Pompeu Fabra (Barcelona / España)
Université de Caen-Normandie (Francia)
Université de Lille 3 (Francia)
Université Sorbonne Nouvelle Paris III (Francia)
Université Catholique de Louvain (Bélgica)
Tokyo University (Japón)

Adhesiones Institucionales

Centro PEN Argentina
Sociedad de Escritores y Escritoras de Argentina (SEA)
Fundación Victoria Ocampo
Programa de Estudios Latinoamericanos Contemporáneos y Comparados
Diccionario Latinoamericano de la Lengua Española(http://untref.edu.ar/diccionario/)
Archivos del Sur

viernes, 23 de septiembre de 2016

Señora, baje el dedo que le va a dar frío

El 20 de septiembre pasado, en El Trujamán, la página diaria que el Centro Virtual Cervantes, del Instituto Cervantes, dedica a la traducción, María Teresa Gallego, sin nombrarme –y acaso porque yo sí la he nombrado en más de una ocasión– escribe: “Una novela se lee de una forma. Esa misma novela se lee de otra, cuando se está realizando, sobre ella o sobre la obra de su autor, un estudio histórico o literario o filológico (aunque en este último caso no se podrá partir de una traducción, lógicamente) o una tesis doctoral. En ninguno de los casos —ni lectura placentera de la novela ni estudio— creo que proceda, cuando de una obra de ficción traducida se trate, un aparato ingente de notas del traductor. El estudioso y el estudiante y el doctorando ya buscarán las oportunas bibliografía y documentación acordes con sus necesidades. Y al deleitado lector le da exactamente igual, por poner un ejemplo al azar, el año exacto del trazado de la calle de París cuyos adoquines usaron los jóvenes revolucionarios de Hugo para levantar su barricada o si las banderas de la época eran de vichí o de percalina, precisiones ociosamente eruditas que interrumpirán al ya mencionado lector en su ascenso a la barricada, tirando de él hacia abajo, hacia el pie de la página, privando así a ésta de su carácter de trampolín y atándole un bloque de hormigón a los tobillos. Eso si no lo zambullen a traición en fragmentos de la correspondencia del escritor en determinado año, convirtiendo de paso la acción en curso en aventura interrupta”.
No contenta con levantar el dedo imperativo para dictaminar cómo debe proceder el lector –al que en párrafos previos nombra “lector español”, como si hubiera un solo tipo, ibérico, repetido y con una cabeza idéntica, sin aclarar si se refiere exclusivamente al de España o a cualquiera que sea usuario de lengua castellana–, agrega: “Dicho lo cual, los traductores y las editoriales son muy libres, por descontado, de poner en los mostradores de las librerías lo que deseen. Pero lo que no me parece de recibo es que quinientas notas en las cuatrocientas páginas de una novela se aleguen como mérito y sean motivo de jactancia por la obra propia y desprecio por la ajena, como oímos a veces en labios de ciertos traductores exegéticos de obras de ficción clásicas que se arrogan el discutible derecho de digerírselas al lector. Tanto más cuanto que unas cantidades ingentes de notas no garantizan una buena traducción, pero sí le dan al traductor un inoportuno protagonismo, que no le corresponde, y cortocircuitan el flujo entre escritor y lector, impidiendo a éste la relación personal con aquél, siendo así que hacerla posible es la misión esencial, por no decir exclusiva, del traductor literario”.
Como no quiero cortocircuitarle nada a nadie, y menos el flujo, me veo en la obligación de responder. Señalo entonces que en la página 30 del Prólogo de mi traducción se declara con toda claridad: “ésta es una edición anotada; vale decir, una nueva traducción de la obra acompañada expresamente por un gran número de notas que permitan, eventualmente, una mejor comprensión no sólo de la historia, sino también de la cultura y las condiciones de la época en que transcurre, la forma en que  fue contada, los problemas que Flaubert truvo que sortear para escribirla, lo que la crítica ha dicho sobre cada momento de este libro a lo largo de los últimos ciento cincuenta y siete años. Todas esas notas responden a muy diversas bibliografías y tienen diferentes propósitos. Por un lado, repiten lo que a lo largo del tiempo han consignado en diferentes ediciones de la obra y en distintos estudios sobre ésta algunos de los mayores especialistas en Flaubert y en Madame Bovary. Como podrá verse, sus nombres han sido respetuosamente incluidos en cada ocasión. Por otro, remiten a lo que el propio Flaubert decía –en su Correspondencia, en los carnets de escritura– a medida que iba escribiendo la novela. Luego, indica qué pasajes fueron suprimidos por la Revue de Paris, medio en el que la novela se publicó por entregas antes de su definitiva publicación en libro. Finalmente, en aquellos casos en que no se consigna la fuente, las notas surgen de la labor del traductor. Estas últimas, muchas veces derivadas de la utilización de diccionarios como el de la Academia Francesa o el de Émile Littré, así como de enciclopedias, libros de historia y textos dedicados al estudio de la historia cultural, intenten reponer para el lector actual el marco de referencias correspondiente a los lectores contemporáneos a la aparición de la novela”. En síntesis, no se le oculta a nadie la índole del libro, ya que en la página 9 del Prólogo declaro: “esta nueva traducción y sus muchas notas pretenden dar cuenta no de una, sino de un notable número de maneras de leer Madame Bovary, desde su publicación a la fecha, justificando así su reputación de gran clásico de la literatura”. Y aclaro esto porque sé que no todos tenemos una misma cabeza y, por lo tanto, porque entiendo que no hay una única manera de leer. Por otra parte, tiendo a suponer que si a alguien no le interesan las notas, puede saltearlas. Dicho llanamente, no está obligado a leer lo que no quiera leer. Es más, si el lector no lee mis notas, no me enojo, como sí parece enojarse la señora Gallego de que las haya puesto.  
Hasta 2014, fecha de la publicación de mi versión de Madame Bovary, en la lengua castellana existían 58 versiones de la obra, distribuidas entre la Argentina, Colombia, Chile, España y México. Desde entonces, si mis cálculos no son incorrectos, se sumaron 9 versiones más. Pese a las muchas reediciones, no todas esas versiones están disponibles. Por caso, La señora Bovary, oportunamente traducida por Tomás de C. Durán y publicada en 1900 en Barcelona –que de ninguna manera debe ser confundida con La señora Bovary, traducida por María Teresa Gallego y publicada en 2012 en Madrid–, sólo se consigue en bibliotecas o, con suerte, en librerías de viejo. Cada una de estas versiones tiene su correspondiente traductor y cada uno de esos traductores, sus aciertos y limitaciones, tal como señalo en el prólogo de mi propia versión. Allí digo: “hoy en día, todo traductor que quiera honrar al original en la lengua a la que traduce, podrá considerar y acaso servirse de versiones anteriores”. Y cuando hablo de servirse de las versiones anteriores, no solamente lo hago para agradecer aciertos, sino también para evitar errores. Por caso, el traductor español Juan Bravo Castillo –él mismo autor de una muy buena versión de Madame Bovary, publicada en 1993 en Madrid–, en el excelente artículo “Madame Bovary et ses versions a l’espagnol”, disponible on line, estudia y critica, no sin cierta aspereza, varias de las traducciones españolas que preceden a la suya. Los errores que señala son groseros y corresponden a algunas versiones por mucho tiempo consideradas canónicas, posiblemente porque quienes así las juzgaban tal vez no leían en francés y se dejaban embelesar por la reputación literaria de los traductores, muchos de los cuales tampoco ponían notas allí donde éstas podrían haber sido de alguna utilidad, para no alterar la sagrada relación entre el autor y el “deleitado lector”, categoría curiosa porque cada cual busca su deleite, solaz y consuelo donde quiere o puede. La primera reacción que muchos tuvieron fue pensar que Bravo Castillo cometía una infamia porque tal parece es de mal gusto denunciar la falta de probidad de los colegas. En realidad, lo que él hizo fue ofrecer un servicio invalorable a los traductores que vinieron después y que, gracias a su esfuerzo, no cayeron en los mismos errores que él denunció. Dicho en otros términos, Bravo Castillo no respetó el esprit de corps del mundo traductoril rindiéndole pleitesía a viejas glorias que no lo merecían, sino que tuvo en cuenta tanto a los futuros colegas como al lector para que unos y otros leyeran mejor.
Ahora bien, en el caso de una obra que tiene tantas versiones al castellano como Madame Bovary es posible que la traducción sola no baste, que haya quienes deseen sumar algo más, un valor agregado que ayude a leer mejor o de otra manera. Esto, en el caso de los clásicos, se hace casi siempre en el propio idioma. Por caso, la versión de Folio que en Francia manejan tanto escolares como universitarios, sin olvidar al público en general, es la de Jacques Neefs, uno de los grandes especialistas en Flaubert. Su versión anotada es la que ha servido de referencia a traductores del mundo entero, tanto para aclarar problemas de índole cultural –hablamos de un libro que refiere usos y costumbres de los franceses de hace un siglo y medio–, como para comparar con las sucesivas versiones que Flaubert publicó, hasta llegar a la edición de Charpentier & Cie, que fue la última publicada en vida del autor. Muchas versiones de Madame Bovary que se publicaron en el mundo entero siguen las notas de Neefs. Algunas lo declaran abiertamente y otras lo esconden, como si las notas fueran de los propios traductores. Tal es la importancia de la labor de Neefs que incluso su prólogo ha sido abiertamente citado y, en el caso de la edición de Penguin Random House, reproducido íntegramente, para sorpresa del mismo Neefs que en ningún momento fue consultado y quien se enteró del hecho sólo cuando yo se lo mostré en París, en diciembre del año pasado. Dejando de lado lo que haya decididio y hecho el editor, el responsable de esta última versión es Mauro Armiño, un excelente traductor español, quien eligió sumar a su versión de la novela varios fragmentos que Flaubert en su momento había descartado, pero que, en una reciente edición francesa, se volvieron a incluir en la obra. En síntesis, un valor agregado.

Más modestamente, la señora Gallego, en su momento, optó por titular La señora Bovary a la novela que todo el mundo conoce como Madame Bovary. En eso –en eliminar las marcas que indican que esta novela francesa es una novela francesa– consiste su principal valor agregado. Algo simple, como parece ser, en líneas generales, todo el pensamiento de la traductora. Lo dije en una reciente entrevista que me hizo el diario El País, de Montevideo, y que reproduje en este blog: “Hay una traducción bastante pobre a la que, en un alarde de ingenio, bautizaron  La señora Bovary. Al hacer eso, esta hija de campesinos normanda pasa a ser una comadre madrileña, lo cual sólo contribuye a agregar exotismo a algo que el original no tiene. La acción no transcurre en Madrid. Cambiar el madame por ‘señora’ quita la marca necesaria en toda traducción para que el lector sepa que es justamente eso: algo que fue escrito en otra lengua y que da cuenta de cosas que le pasaron a gente en otra parte. Entiendo que la universalidad de un texto no puede ser reemplazada por gracejo de poca monta”.
Quisiera aclarar aquí que lo del “gracejo de poca monta” tiene que ver con la costumbre un tanto pesada y prepotente que nos suelen imponer muchos españoles cuando siembran el discurso con las supuestas perlas del refranero español, algo de lo que, entiendo, los hispanoamericanos hemos logrado liberarnos, gracias a los esfuerzos de Jorge Luis Borges, tan aclamado en España. A la señora Gallego, que justamente tiende al refranero, no le gustó, y por eso, porque se quedó con la sangre en el ojo, pero no tiene el coraje de referirse a mí con nombre y apellido, titula su nota “Churros y meninas”, para aclarar enseguida, por si hiciera falta, que el refrán original habla de “churras y merinas”. El chiste –si es que así puede considerarse– le sirve para terminar su columna diciendo: “Así que no confundamos. Un traductor no es un exégeta (salvo en un contexto religioso y, por tanto, manipulador), su cometido no es lucirse ni protagonizar la mitad de las páginas del libro y un churro no es una menina”. O sea, luego de haber dictaminado antes cómo debe ser un lector y cuál tiene que ser su lectura, ahora se pone a discursear sobre qué cosa tiene que ser un traductor. Con lo cual, volvemos a imaginar que todos los traductores tienen que tener una misma cabeza, probablemente la suya. La vida, hélas, es más compleja que lo que probablemente desee Madame Gallego. De hecho, parafraseando la “Oda escrita en 1966”, de Borges, nadie es Madame Bovary, pero todos la somos.      

jueves, 22 de septiembre de 2016

La poeta alemana Monika Rink visitó el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires y habló, entre otras cosas, sobre traducción de poesía

Invitada por el Instituto Goethe de Buenos Aries, Monika Rinck visitó ayer el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires, donde habló sobre traducción de poesía. Lo hizo, acompañada por Silvana Franzetti, su propia traductora al castellano, y con traducción simultánea de Martina Fernández Polcuch.

La presentación puede verse y escucharse en el siguiente enlace:
https://www.youtube.com/watch?v=IuGwAEsUz80

Monika Rinck (Zweibrücken, 1969) fue ganadora en 2015 del premio Heinrich von Kleist (el importante galardón literario en lengua alemana, que también ganaron figuras como Bertolt Brecht, Heiner Müller, Ernst Jandl, Alexander Kluge, Ferdinand von Schirach o Katja Lange-Müller).  Una de las voces indiscutibles de la poesía alemana contemporánea, además de escribir, traduce del húngaro en dupla con Orsolya Kalàsz, lleva adelante proyectos de cooperación con músicos y compositores y, “de vez en cuando” –dice–, enseña en la Universidad de Artes Aplicadas de Viena. Rinck  estudió literatura comparada, filología alemana y estudios de religión en Bochum, en Berlín y en la Universidad de Yale, New Haven, y hoy vive en la capital alemana. Prolífica escritora, desde 1989 viene publicando en diferentes editoriales. Honigprotokolle [Protocolos de la miel] es su último libro de poesía, que fue publicado por kookbooks en 2012 y recibió el premio Huchel. En 2015, la misma editorial publicó Risiko und Idiotie


Silvana Franzetti (Buenos Aires, 1965) es poeta y traductora. Vive y trabaja en Buenos Aires. Publicó Edición bilingüe (Vox, 2006) y Mobile (Libros de Tierra Firme, 1999); los libros objeto Telegrafías (La Marca, 2001) y Mentiras (Berlín 1+1=11, 2010), en colaboración con Mariana Bustelo y Roberto Equisoain respectivamente, y las plaquettes Cuadrilátero circular (Casa de la Poesía, 2002; Dársena 3, 2007) y Destino de un hombre agitado (Seis sellos, 1994). Realizó montajes de sus textos poéticos en instalaciones y videopoemas. Tradujo, entre otros poetas alemanes contemporáneos, a Hilde Domin, Reiner Kunze, Monika Rinck y Volker Braun, los dos últimos disponibles en www.lyrikline.org. Una traducción de la obra de Volker Braun se encuentra en preparación para su publicación en la editorial El jardín de las delicias.

miércoles, 21 de septiembre de 2016

En septiembre, Andrea Pagni visita el SPET

En una reunión especial del SPET, que tendrá lugar el lunes 26 de septiembre a las 18:30 en el Salón de Conferencias del IES en Lenguas Vivas (Carlos Pellegrini 1515), nuestra invitada Andrea Pagni disertará sobre “Historia de la traducción y género en América Latina. Cortázar traductor de Gide”

Andrea Pagni es profesora de literatura latinoamericana en la Universidad de Erlangen-Nürnberg, Alemania. Sus áreas de investigación son la literatura de viajes y la historia de la traducción literaria. Ha publicado, entre otros, una monografía sobre viajeros argentinos a Francia y franceses a Argentina en el siglo XIX (Post/koloniale Reisen, Tubinga, 1999), y editado los volúmenes colectivos América Latina, espacio de traducciones (Caracas 2004 y 2005), El exilio republicano español en México y Argentina (Madrid/Frankfurt a.M. 2011), y junto con Gertrudis Payàs y Patricia Willson Traductores y traducciones en la historia cultural de América Latina(México, UNAM, 2011); en prensa se encuentra un volumen colectivo coeditado con Annette Keilhauer: Refracciones / Réfractions. Traducción y género en las literaturas románicas / Traduction et genre dans les lttératures romanes. Ha traducido a Kleist, Kafka, Hoffmann y Rilke al castellano. Integra el consejo editorial de la revista Iberoamericana y es miembro fundador de la Asociación Latinoamericana de Estudios de Traducción e Interpretación (ALAETI).

Lecturas sugeridas

-André Gide, El inmoralista, trad. de Julio Cortázar, Buenos Aires, Argos, 1948.

-Theo Hermans (2010 [2007]), “The Translator’s Voice in Translated Narrative”, en Mona Baker (ed.), Critical Readings in Translation Studies. London/New York: Routledge 2010, 193-212.

-William J. Spurlin, “Queering Translation”, en Sandra Bermann / Catherine Porter (eds.), A Companion to Translation Studies. Wiley Blackwell 2014, 298-309.

-Gabriela Saldanha, "Style in, and of, Translation", en Sandra Bermann / Catherine Porter (eds.), A Companion to Translation Studies
Wiley Blackwell 2014, 95-106.

-Mona Baker, "Towards a Methodology for Investigating the Style of a Literary Translator", en Target 12: 2 (2000), 241-266.



A quienes confirmen su asistencia les enviaremos por correo electrónico las lecturas que tenemos disponibles.