Lo
que sigue es una columna del periodista irlandés Frank McNally (foto), publicada el 1
de marzo pasado en el diario The Irish Times, de Dublín. La traducción,
laboriosa por cierto, así como las varias aclaraciones
entre corchetes, son obra de la sufrida Julia Benseñor,
Ars poética: Diario
de un irlandés sobre lo que se pierde en una traducción
A
raíz de una reciente columna que publiqué el 8 de febrero (“The Stylebookof Leviticus”),
en la que cuestioné los conocimientos históricos de los estadounidenses al
adoptar la forma “ass” [que significa, al menos, trasero, burro y tonto] como
versión más refinada del término anglosajón “arse”, un lector me remitió a allpoetry.com,
un sitio de Internet con sede en California.
Este
sitio se presenta como el sitio de poesía “más grande del mundo”. Allí se
publican poemas de todas las épocas. Entre los numerosos clásicos que contiene,
está la obra épica de Patrick Kavanagh, The
Great Hunger [El gran hambre].
Se trata de un sombrío retrato de la
Irlanda rural de 1942 vista a través de las palabras y el pensamiento de un campesino
soltero llamado Patrick Maguire. Pero a los efectos de lo que nos ocupa, el
fragmento en cuestión es aquel en el que Maguire, tal como se cita en este
sitio de Internet con asteriscos y todo, dice lo siguiente: “Is that Cassidy’s *** out in my clover? Curse
o’ God/ Where is thatdog?” [El *** de Cassidy está sobre mis tréboles? Desgraciado/¿dónde
se metió ese mastín?”
La
palabra que falta es “ass” y, tal como
lo revela una atenta lectura del poema, Kavanagh hace referencia a la variedad
de “ass” que tiene cuatro patas y sabe rebuznar. O sea, asno y no ano.
Para
ser todavía más claro, el asno se está comiendo los tréboles de Maguire; de allí,
su deseo de mandarle al perro para espantarlo.
En
cambio, el editor de la poesía decidió que la palabra se refería a la anatomía
humana, por lo que supongo que el espectro del trasero de Cassidy —sobre los
tréboles o donde fuese— podría resultar un tanto alarmante. Podríamos perdonar
el puritanismo. Salvo que The Great
Hunger es uno de los pocos poemas clásicos —tal vez el único— que incluye ambas acepciones de la palabra
que empieza con "a". Y en el caso de la otra acepción, Kavanagh fue mucho más
explícito. Para ilustrar la estrecha visión del mundo que tiene el protagonista,
el poeta dice que la mayor felicidad de Maguire era “limpiarse el trasero/en el
pasto perenne/en la orilla de un arroyo estival”. Y adivinen qué. Esa palabra
no fue censurada por el sitio californiano de Internet. No hay ni un“ano...terisco”
en su lugar.
¿Podría
ser que hoy día la antigua ortografía de la palabra no se conozca en California
y entonces, al no reconocerla, sospecharon que se trataba de algún implemento de
granja? Cualquiera sea el caso, escapó a las tijeras del“censor de temas profanos”,
que dada la historia etimológica parece irónico.
Mientras
tanto, los fanáticos de Kavanagh tal vez se están preguntando si este sitio web
incluye algunos de sus poemas que hablan de asnos.
Qué
barbaridad, no los encontré. Por el momento sólo cabe imaginar qué haría el
editor californiano con un verso que empieza diciendo “Nos llevamos prestado el
dinero del *** de Kerr”.
Corresponde
aclarar que hay cierto debate sobre si fue el espíritu puritano lo que llevó a
la divergencia entre arse y ass. Esta posibilidad es congruente con
la tendencia norteamericana al eufemismo,como llamar “restroom” [literalmente, sala de descanso] al baño público. Pero la
historia se enreda con la cuestión del acento rótico (que pronuncia la /r/)yno
rótico (que no la pronuncia). Así que no estoy seguro.
Si
originalmente ass era un intento por
usar una palabra más decorosa, los estadounidenses ahora se han ido al otro
extremo después de haber adoptado una referencia anatómica todavía más
específica: asshole [literalmente,
“orificio del ano”; figurativamente, estúpido].
En
un libro sobre el tema publicado hace unos años, Ascent of the A-Word, Geoffrey Numberg sugirió que esto era una
consecuencia indirecta de la Segunda Guerra mundial. Traída de Europa por los
soldados norteamericanos, la palabra asshole se
cuela en la literatura a través de Norman Mailer y luego es popularizada por
las feministas de la década de 1970, que la usaban “para embestir contra la insensibilidad
masculina”.
Pero
claramente los soldados norteamericanos no pueden haberla aprendido de los
franceses. Ninguna de las dos especies de “la palabra que empieza con a” tiene algún
significado en Francia, razón por la cual
los padres de un entrenador de fútbol que ahora vive en Londres pudieron
bautizarlo con el nombre Arsène, sin
preocuparse de lo que pudieran decirle sus compañeros de escuela.
Tengo
incluso un ejemplo más patente de la diferencia que hay entre el inglés y el
francés: en el último encuentro internacional de rugbiers sub-20 que tuvo lugar
la semana pasada en Donnybrook, los fans irlandeses y mayoritariamente jóvenes que
me rodeaban en la tribuna se divirtieron a más no poder con el nombre de uno de
los equipos visitantes:Faraj Fartass [literalmente, trasero flatulento].
Que
fuese un wing rápido que parecía
impulsarse a fuerza de gases no hacía más que aumentar la diversión. Así que
fue gracioso cuando hizo el primer try a
favor de Francia. Y todavía seguía siéndolo cuando anotó el segundo. De haber marcado
un triplete —cuando Irlanda a duras penas consiguió una ajustada victoria—, seguro
habría acabado con el buen humor de los hinchas locales.
Por
suerte no pasó.
De
todos modos, pensé que había sido una suerte que al joven Faraj le hubiese
tocado ir a la escuela en un país francófono. De hecho, para un escolar de allá,
la verdadera desgracia es llamarse Peter. Al poner el acento en la primera "e", el
verbo resultante es el equivalente francés de“tirarse pedos”. Y si alguna vez
tenés planes de intimar con una francesa, es mejor que sepas que el sustantivo de
peter es pet... con una "t" silenciosa pero letal.