jueves, 13 de enero de 2011

César Aira en los Estados Unidos


La noticia es vieja, pero eso, en este blog, no tiene la menor importancia. Fue publicada por P. H. R. en Público.es, el 10 de octubre de 2010. En ella se habla del posible "descubrimiento" del narrador argentino César Aira (foto: Daniel Mordzinski) por parte de los estadounidenses.

Estados Unidos ya tiene a su nuevo Bolaño

En el último Fráncfort, la editorial norteamericana New Directions buscaba con tanto ahínco al nuevo Roberto Bolaño como el resto de editoriales mundiales un nuevo escritor escandinavo. Hasta que se dio cuenta de que lo tenía en su propia casa. Ya habían editado a César Aira (Argentina, 1949) pero este año declararon consumarle como el próximo pelotazo latinoamericano en tierras estadounidenses, y eso que tienen en catálogo al propio Bolaño, Bioy Casares, Julio Cortázar, Borges, Pablo Neruda o Javier Marías.

Al autor de El error (Mondadori), (...)  le cuesta mucho ver a un lector norteamericano con un libro suyo entra las manos. "Fíjate que durante toda mi vida fui traductor, 40 años. Me especialicé en esos best seller, que ellos llaman Comercial Fiction. De alguna manera descubrí el secreto de esos libros, ten en cuenta que el traductor es un lector con microscopio que analiza palabra por palabra. Al entender cómo estaban hechas estas novelas, pude hacer todo lo contrario", explica Aira con un particular sentido del humor.

"Estaría muy agradecido por el dinero, al que nunca le digo no. Sí, soy un gran admirador de la plata, pero no haré nada por tener más", vuelve a reírse al reflexionar sobre las consecuencias de su lanzamiento en Norteamérica si la gran editorial logra su objetivo.

De momento, los lectores estadounidenses tendrán que enfrentarse a la idea clave de la obra de César Aira: el error es todo un éxito. Sus novelas no son fruto de la literatura impecable que asume el argumento como fin último. Él trabaja con el devenir, con el vaivén, con la improvisación de una historia que empieza pero puede desaparecer cuando menos se espera. "Esta imperfección es lo que ando buscando siempre. La imperfección es más fecunda, permite seguir adelante, mientras que lo perfecto y acabado se cierra sobre sí mismo", asegura.

César Aira nunca fue uno de los mejores secretos de la literatura argentina, porque se conoció su maestría desde su primera novela (Moreira, 1975). Con casi 30 novelas y una amnesia que le impide recordar las tramas de sus novelas (produce dos libros por año), llega a la cita dispuesto a hablar de la última. "Bueno, la idea del libro aparece con ese flash en el que el protagonista sale por una puerta en la hay un cartel que dice "error". Me gustó esa idea y me puse a escribir. Es, como muchas ideas mías, oscura pero sugerente. Eso es lo que trato de hacer cuando empiezo una novela: no tener un plano claro, para vagar e improvisar", resume.

Se interesa y deja de interesarse por las historias que comienza y va caminado de lado a lado según se le ocurre. Ni sabe ni le importa por qué ocurren las cosas, como que parte de la acción de El error suceda en El Salvador. Resume su técnica novelística como la admisión del error y la imperfección "para tratar de justificarlo con lo que venga por delante". De ahí que parezcan las suyas, novelas escritas por miles de manos que avanzan a impulsos.

"Para mí la literatura siempre fue el camino de la libertad", cuenta y aclara que por eso no se sintió tan cómodo con el ensayo, "porque cuando uno escribe uno tiene que sostener esas cosas, mientras que con la novela puedo disparar cualquier disparate". Insiste: "No tengo pasta de filósofo. Lo mío es la invención, no dar opiniones. Esto confirma que nunca me transformaré en un opinólogo de televisión y que nunca me darán uno de esos premios importantes, porque son para opinólogos y no para escritores".

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