martes, 24 de junio de 2025

Una editorial dedicada al mar

El pasado 17 de febrero, Valeria López, en el sitio EFE: Verde, de España, publicó la notica de la fundación de Almayer, una editorial dedicada a temas vinculados con el mar.

Almayer, nueva editorial sobre temática marina en español

El mar, con un especial énfasis en la náutica y los navegantes, es el gran protagonista de la nueva editorial Almayer, especializada en libros sobre temas marinos en español, tanto de ficción como no ficción y que desembarca con Tara Tari, de la navegante francesa Capucine Trochet, y con Vida sumergida un ensayo de la bióloga marina, Catalina Velasco.

El sello tiene como objetivo dar voz a autores y autoras con una pasión especial por los océanos, por las historias sumergidas que atesoran y por el respeto y la defensa de su biodiversidad, explica la editorial en un comunicado. Así, el mar y sus navegantes serán los protagonistas de su catálogo.

Tommy Pelluz es el fundador y editor de Amayer, más conocido por ser cofundador de Domestika y por su trabajo como fotógrafo de Condé Nast. En el equipo también están Liliana Muñoz como editora, crítica literaria y especialista en redes sociales, y Enric Jardí, director de diseño y colaborador en otros proyectos editoriales como Grupo Planeta o Random House.

Almayer se inspira en el sello francés Arthaud para dar al mercado español una colección activa y de referencia en relatos de viaje, regatas y aventuras en velero. Comienzan con 'Tara Tari' para darle lugar a la novedad, pero no descartan la reedición de clásicos.

El primer libro de la editorial es la traducción de Tara Tari, el nombre del velero de pesca de Bangladesh hecho con yute y materiales reciclados y compañero de aventuras de Capucine Trochet.

En el relato, la reconocida navegante evoca su viaje por Cabo Verde y el océano Atlántico que le ayudó a hacer paces con su diagnóstico de síndrome de Ehlers Danlos, herencia genética y causa de sus sufrimientos permanentes.

Tara Tari es su primer libro, y ganador del Prix Albatros 2020, originalmente publicado por la editorial francesa de aventuras, Arthaud.

La nueva edición de Almayer tendrá un prólogo de Paula Gonzalvo, navegante y una de las mayores divulgadoras náuticas de la actualidad.

Así, el libro recupera la odisea física y espiritual de Capucine Trochet que culmina con este relato de su extraordinaria experiencia marítima como símbolo de libertad, perseverancia y amor por el mar.

Tara Tari estará disponible en las librerias desde este mártes 18 de febrero.

En Vida sumergida, disponible a partir del 4 de marzo, Catalina Velasco se sumerge en las frías aguas de Chile para hacer un llamamiento al cuidado de la biodiversidad marina por su papel contra la crisis climática.

La bióloga marina y divulgadora científica instagrammer, explora las complejas interacciones entre los ecosistemas marinos gracias a sus exploraciones en National Geographic y su trabajo como cofundadora de Fundación Mar y Ciencia.

El ensayo cuenta con un prólogo del biólogo y explorador español Manu San Félix e ilustraciones de la mexicana Bárbara de la Garza.

Almayer publicará este mayo otros títulos como el ensayo Moverse con el agua de Hannah Stowe, bióloga y navegante, y la novela histórica Saltblood de Francesca de Tores

lunes, 23 de junio de 2025

Una celebración de la ignorancia


El pasado 20 de junio, un tal Manuel Morales publicó en La Nación, de Buenos Aires, un artículo, presuntamente reproducido de El País, de Madrid, en cuya bajada se lee: "La RAE presentó una obra ampliada y actualizada respecto a la de 2005, que agrega 362 entradas sobre neologismos y extranjerismos". Este festejo colonial nos equipara una vez más a los españoles y a sus serios problemas educativos en lo que a la lengua se refiere.

Comer un brauni, ir al espá, hacer lobi: llega la nueva edición del Diccionario panhispánico de dudas

“Que veinte años no es nada”, decía el tango "Volver", que popularizó Carlos Gardel. Sin embargo, en asuntos de la lengua, en dos décadas hay palabras que nacen, otras mueren y también están las que modifican su significado, lo que genera indecisiones entre los hispanohablantes a la hora de escribirlas o pronunciarlas: ¿hay que escribir delicatessen con dos eses o con una? Pues para resolver esa clase de cuestiones acaba de publicarse la nueva edición del Diccionario panhispánico de dudas (DPD), ampliada y actualizada con respecto a la anterior, que se lanzó en 2005. Esta obra, editada por Taurus, está auspiciada por la Real Academia Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), que reúne las 23 corporaciones del español que hay en el mundo.

La primera edición del DPD “se vendió bien y tuvo repercusión, además de ser también la primera obra académica panhispánica”, ha dicho el miembro de la RAE y director de la obra, Salvador Gutiérrez Ordóñez, durante la presentación del diccionario este jueves en Madrid, en la sede de la RAE. Aún habrá que esperar para que todo esté recogido en la web de este diccionario.

En esta edición hay unas 7.000 entradas, de las que 370 son nuevas, y de estas, 362 son neologismos y extranjerismos. “Además, se da más presencia a la voz americana del español”, ha subrayado el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, quien ha resumido la historia del DPD. “Para la primera edición se empezó a trabajar en 1998, se constituyó un registro de las dudas más habituales que se planteaban a las academias, se utilizaron los libros de estilo de los medios de comunicación y la obra salió en noviembre de 2005”. En noviembre de 2019, durante el congreso de la Asale celebrado en Sevilla, “se acordó realizar una segunda edición”, ha añadido.

Las dudas que se resuelven son de carácter fonográfico (pronunciación, acentuación, puntuación, grafías), morfológico (plurales, femeninos, conjugación), sintáctico (problemas de construcción, concordancia, leísmo, dequeísmo) o lexicosemántico (impropiedades léxicas, calcos semánticos censurables, neologismos o extranjerismos), según la RAE.

Por ejemplo, hay quien confunde la palabra égida con hégira. La primera significa “protección o amparo” y no “mandato”, un uso que, sin embargo, se ha documentado. Tampoco se puede utilizar con el sentido de “huida o exilio”, porque para eso está el vocablo hégira, surgido para designar la huida de Mahoma de La Meca a Medina en el año 622.

El bullying es una desgracia que a veces sucede en las aulas. Sin embargo, las academias han constatado que se está imponiendo a este anglicismo la expresión en español “acoso escolar”. La mencionada delicatessen “se usa más con doble ese”, pero la adaptación gráfica que propone el diccionario para esta voz inglesa de origen alemán, que significa exquisiteces, es que se escriba con una sola ese.

Si seguimos con delicias, el brownie, bizcocho de chocolate, se puede escribir como lo pronunciamos, brauni, sin temor a ser tomados por ignorantes. Es la propuesta del DPD porque esa grafía refleja la pronunciación de la palabra original, que es lo propio del español, y no de otros idiomas. Sin salir de los dulces, hay quien dice curasán para llamar al bollo de hojaldre en forma de media luna conocido como cruasán, adaptación del francés croissant. Pues no es correcto. Hay, eso sí, un uso “minoritario y desaconsejable”, croasán.

Del francés al latín. La palabra quorum se escribe en cursiva. Sin embargo, los académicos indican que también se puede escribir cuórum, en redonda, para designar al “número de individuos necesario para que un cuerpo deliberante tome ciertos acuerdos”. También se propone lobi por lobby o campin por camping, pero, como ha subrayado Salvador Ordóñez, “lo que dice el DPD no tiene por qué triunfar”. Igualmente, ha indicado que en las palabras acabadas en consonante más i griega final, como body o ferry, se está generalizando el uso con i latina: bodi, con su plural, bodis; o ferri.

“Los extranjerismos son una constante que no se puede parar, este diccionario lo que señala es si su uso se justifica o no”, ha agregado Gutiérrez Ordóñez. “Los extranjerismos suelen aparecer primero en publicaciones científicas y en la prensa, luego hay una etapa larga, la académica, en la que se ve si se ha consolidado como uso común para añadirlo o no al Diccionario de la Lengua Española". El académico ha recordado que “la lengua española es pluricéntrica, hay diferentes normas cultas porque se habla en más de 20 países, aunque con una base común”.

El DPD también se ocupa de las dudas con los topónimos y gentilicios, sobre todo con los que provienen de lenguas no latinas. Gutiérrez Ordóñez ha hablado del topónimo de la ciudad brasileña de Río de Janeiro: se escribe con tilde y no debe pronunciarse, como hay quien lo hace por imitación del portugués, río de yanéiro.

Una diferencia cuantitativa con respecto a la primera edición es que esta vez se citan en los ejemplos de los términos recogidos “3.260 obras y 399 publicaciones periódicas procedentes de todos los territorios donde se habla español, incluyendo Filipinas y Guinea Ecuatorial”. Esto supone que se han citado 1.661 obras y 237 publicaciones periódicas más que en 2005.

La responsable del Departamento de Español al día de la RAE (creado en 1998), Elena Hernández Gómez, ha comentado otros cambios sobre el DPD anterior que ilustran la evolución de la lengua. En la primera edición se admitía que guion se escribiese con tilde, pero ahora se precisa que solo debe hacerse sin ella. O la palabra bizarro, de la que se advertía en 2005 que era incorrecto usarla con el sentido de raro o extravagante. Veinte años después esto ya es frecuente.

Diferente es lo ocurrido con el plural de máster: se dice que puede ser másteres, “más frecuente”, o masters. Los académicos pensaban en la edición de 2005 que el primero desplazaría al segundo, pero no ha sido así. Otra novedad es que en algunos países se ha registrado la palabra yoga como femenino, lo que antes no sucedía. Por otro lado, se propone usar espá por spa, para ese tipo de establecimientos de hidroterapia. “No inventamos, todo está documentado y animamos a los hispanohablantes a usar estos términos, que no separan la ortografía de la pronunciación”, ha subrayado Hernández Gómez, que ha terminado con un caso peculiar, la palabra braille, que designa al sistema táctil de escritura y lectura para ciegos. En España se suele pronunciar bráille, pero en América bráile. Los académicos recomiendan, una vez más, “acomodar en el uso grafía y pronunciación”, pero estamos ante dos pronunciaciones distintas. Como siempre, los hispanohablantes tendrán la última palabra.

viernes, 20 de junio de 2025

Con un gobierno como el actual no hay milagros

El 19 de junio pasado, Daniel Gigena, en La Nación, de Buenos Aires, hizo público una vez más el informe de la Cámara Argentina del Libro, respecto de la declinación de la edición en la Argentina. En la bajada se lee: "El informe de la cámara recoge una encuesta del sector, que registra una nueva merma en editoriales, distribuidoras y librerías, durante 2024".

Cuesta abajo: las ventas de libros volvieron a caer

En un informe de ventas del sector del libro elaborado por la Cámara Argentina del Libro (CAL) y el Núcleo de Innovación Social, se consigna que en 2024 hubo una caída generalizada en las ventas de editoriales, distribuidoras y librerías respecto de 2023 (cuando habían caído respecto de 2022). Participaron de la encuesta 94 empresas del sector: 51 editoriales, 32 librerías y 11 distribuidoras, en su mayoría de la ciudad de Buenos Aires (64%), lo que confirma el grado de concentración de la actividad, a pesar de las consignas de federalización de los últimos gobiernos.

La mayoría de las empresas encuestadas tiene más de diez años en el sector; el 46%, entre diez y 24 años, y el 10%, cincuenta años o más. En la mayoría de las empresas encuestadas trabajan aproximadamente cinco empleados (en relación de dependencia o independientes, es decir, monotributistas); solo el 2% tiene cincuenta o más empleados en relación de dependencia o monotributistas.

El 38% de las empresas encuestadas facturó entre cien y 499 millones de pesos en 2024. Las empresas con mayor nivel de facturación (entre 500 y 999 millones, y más de mil millones de pesos anuales) representan el 7% y el 15%, respectivamente, del informe.

La edición tradicional y la distribución concentran los niveles más altos de facturación; algunas superan los mil millones de pesos. La literatura infantil y juvenil, la no ficción, los libros técnicos y universitarios y, en cuarto lugar, la ficción figuran como las principales temáticas. El 31% de los sellos encuestados publicó entre 11 y 25 novedades; un 16%, entre 26 y 49 novedades y un 8%, más de 50 novedades.

Cuesta abajo
El 80% de las editoriales encuestadas indicó una caída en las ventas en 2024. El 27% informó bajas del 26% al 49%, mientras que un 9% reportó caídas superiores al 50%. Más de un tercio del sector editorial se vio afectado por descensos de más del 26% en unidades facturadas.

Asimismo, un 78% de las empresas distribuidoras declaró caídas que van del 1% al 25%, y un 11%, caídas del 26% al 49%.

Las librerías, llamativamente, tuvieron un mejor desempeño. El 68% tuvo caídas interanuales leves o moderadas y un 32% indicó un aumento en las ventas respecto de 2023.

La balanza de comercio exterior se mantuvo relativamente estable (lo que significa otro año perdido en materia de exportaciones). En 2023 y 2024, editores y distribuidores declararon que estas operaciones representaron una proporción baja de su facturación. Para la mayoría de las empresas exportadoras, estas ventas representaban una pequeña porción de sus ventas totales (del 0 al 14%). El precio poco competitivo de los libros argentinos no ayuda.

Las importaciones de libros tuvieron en 2024 un impacto limitado. El 57,9% de las empresas encuestadas importa solo libros físicos y un 31,6% importa libros y servicios de impresión (en especial de libros ilustrados e infantiles). Solo el 10,5% importa únicamente servicios de impresión. Un 48% de las editoriales encuestadas declaró que más del 40% de su catálogo está compuesto por libros importados.

Razones de una caída generalizada
Según el informe, la caída de la demanda interna es el principal problema del sector editorial: el 65% de las empresas declaró que estaba “muy afectado” por la retracción del consumo. En segundo lugar, se vieron afectadas por los aumentos de costos, en particular los vinculados a la producción (38% muy afectado) y a la distribución (33%). También el aumento del costo del papel fue señalado por un 43% como una problemática.

Otras dificultades que pesan son los retrasos en la cadena de pagos (17% muy afectado) y las condiciones o plazos de cobro (22%), que afectan la liquidez y el flujo financiero de las empresas. La falta de acceso al crédito sigue siendo una barrera estructural; mientras que un 39% es indiferente, un 18% se siente muy afectado, lo que muestra su impacto desigual según el tamaño o tipo de empresa.


“No es que se haya roto la cadena de pagos; se vienen alargando los plazos -especificó el presidente de la CAL, el editor Juan Manuel Pampín-. Al venderse todo lo consignado, no todas las editoriales podemos esperar a que los libros se vendan, los libreros liquiden y luego recibamos nosotros el pago, porque el proceso se hace muy largo. Las editoriales hacen menos libros, y entonces las librerías venden menos”.

En opinión de varios editores, las librerías encuentran “financiación barata” a partir de las consignaciones, que se liquidan por “goteo” y tarde. Las tiradas mínimas “de moda”, de setecientos u ochocientos ejemplares, no permiten que las novedades lleguen a todas las librerías.

Para las distribuidoras, la caída de la demanda interna también es el mayor problema: el 75% se declara muy afectado. Los costos operativos afectan a un 63% a la vez que preocupan los retrasos en la cadena de pagos y la falta de acceso al crédito, ambos con un 38% de menciones.

Un 67% de las librerías también señaló como principal problema la retracción del consumo, seguido por los costos de distribución, y de producción y papel afectan, aunque en menor medida: un 31% y 36% respectivamente se declararon muy afectadas. Las encuestadas admitieron estar afectadas además por los cambios tecnológicos, en referencia a la venta digital y el elevado porcentaje que se embolsa MercadoLibre con cada venta. 

Para enfrentar la crisis, las librerías apuntaron a mejorar su capacidad de venta mediante el refuerzo de canales de venta digitales y físicos. Un 25% redujo personal.

Las expectativas sobre la evolución del sector en el próximo semestre no son positivas. Más del 40% de los encuestados considera que la situación del sector del libro no será buena, mientras que el 48% considera que será regular. Solo una minoría (9%) opina que la situación será buena. Las editoriales son las más pesimistas: el 41% espera un escenario malo y un 7% lo estima muy malo. El 59% de las librerías anticipa una situación regular, pero un 34% prevé un deterioro. En cambio, el 50% de las distribuidoras estima un escenario regular y un 25% como bueno. El tiempo dirá quién acertó en el pronóstico.

jueves, 19 de junio de 2025

Una nueva "edición oficial" en inglés de Mafalda



Según la noticia sin firma, publicada el pasado 17 de junio en Diarios Bonaerenses, "El icónico personaje creado por Quino desembarcó en el mercado angloparlante. El traductor, un irlandés que vivió dos años en Buenos Aires, comparó a la historieta con clásicos como Peanuts y Calvin & Hobbes”.

Mafalda llegó a EE.UU. con la primera publicación oficial de una editorial en lengua inglesa

A 60 años de su primera aparición, el icónico personaje creado por Quino, Mafalda, desembarca por primera vez de forma oficial en el mercado angloparlante gracias a la editorial Elsewhere, especializada en literatura infantil. La traducción estuvo a cargo del irlandés Frank Wynne, quien vivió dos años en Buenos Aires y se empapó del habla porteña. No es la primera versión en inglés, pero sí la primera a cargo de una editorial del hemisferio norte, ya que desde 2001 lo intentó De la Flor.

El primer tomo de la “Mafalda” de Elsewhere Editions ya está disponible en las librerías de EE.UU. y en su sitio web a un precio -accesible para los actuales estándares- de 18 dólares, y se espera que salgan otros cuatro volúmenes próximamente.

Wynne, que traduce a su idioma a Almudena Grandes y a autores franceses, contó a la agencia EFE que descubrió a Mafalda en los años ‘80 en París y se sorprendió que allí fuera todo un fenómeno literario.

Sobre la traducción, aseguró que trató de verter al inglés el habla porteña -que además tiene seis décadas, con todo el cambio generacional que eso supone- pero que hubo algunas “bromas imposibles”.

Y puso a la historieta argentina al nivel de Peanuts y Calvin & Hobbes. Las tres tienen en común que son “libros para adultos”, aunque revistan la apariencia de literatura infantil.

Mafalda es una sátira de la sociedad que sigue funcionando hoy”, dice Wynne. “Tal vez no hay una guerra en Vietnam pero sí hay una en Gaza y otra en Ucrania”, en las que el lector puede reconocer las preocupaciones que obsesionaban a Mafalda, asegura.

Porque “Mafalda es muy política, habla de Vietnam, del capitalismo y del comunismo”, pero también es una nena con reflexiones ingenuas y amiga de sus amigos, aun cuando sean tan diferentes como la superficial Susanita, el soñador Felipe o el “galleguito” Manolito, un personaje quizás difícil de explicar al público estadounidense.

La historieta argentina vive un momento álgido: mientras la adaptación de Netflix de El Eternauta, obra de Héctor Oesterheld y Francisco Solano López, trepó a la cima de todas las listas, se sabe que la N roja prepara una serie animada de Mafalda dirigida por Juan José Campanella que podría llegar en 2026.

De siete a once
Mientras tanto, De la Flor comenzó a editar Mafalda & Friends en 2001. “Nos pedían traducciones hasta en los idiomas más insólitos, pero nunca pudimos interesar a las editoriales inglesas o norteamericanas”, contó en ese momento su fundador, Daniel Divinsky, a La Nación. Y destacó: “¡Nos decían que Mafalda se parecía demasiado a Peanuts, la tira del perrito Snoopy!”. Es curioso que ese argumento, en ese momento negativo, hoy en día se presente como parte del atractivo de la historieta.

Pero -según afirma la nota-, “desbordado por pedidos de turistas, estudiantes de inglés y fanáticos internacionales, Divinsky decidió que Mafalda ya no podía dejar de hablar la lengua de Shakespeare, por lo que la está haciendo traducir en la Argentina para luego exportarla”.

Y aseguró que “será una versión especial, con un máximo de siete tomos, porque tenemos que eliminar las referencias culturales demasiado fuertes. Y no sólo las políticas: hay que prepararla para que pueda ser disfrutada por gente que nunca en su vida ha visto un sifón”.

Casi un cuarto de siglo después de ese chiste lanzado en una entrevista, la imagen de Mafalda “volando” impulsada por el poder de los sifones fue la que eligió Elsewhere para publicitar su nueva edición.

Esos siete tomos previstos de Ediciones de La Flor se convirtieron en 11 y salieron hasta el año 2013. Todavía son relativamente fáciles de conseguir, pero habrá que ver qué pasa si la edición “oficial” en inglés se convierta en un boom editorial.

miércoles, 18 de junio de 2025

Una entrevista con la traductora Pilar Ramírez Tello

"Pilar Ramírez Tello, traductora de la saga de libros Los juegos del hambre habló para este chat de su interés en la traducción editorial, su experiencia con los libros de Suzanne Collins y el recibimiento que ha tenido su más reciente publicación: Amanecer en la cosecha”. Tal es la bajada de la nota publicada en El Espectador por Pablo Marín J., el pasado 19 de abril

Detrás de la traducción de “Los juegos del hambre”

¿Cómo eligió dedicarse a la traducción literaria?
De pequeña lo único que me gustaba hacer era leer y escribir. Mi sueño era ser escritora, pero como era una niña muy práctica, decía: “Tengo que buscar algo que me dé dinero para vivir”. En ese momento no sabía que existía la carrera de Traducción, pero mis padres me compraron un libro en el que venían todas las carreras que se podían hacer en ese momento en España. Miré y descubrí que existía Traducción e Interpretación. Se me daba bien el inglés y eso ayudaba en el proceso, entonces probé por ahí.

¿Qué la llevó a elegir la literatura juvenil y de género?
Porque era lo que me gustaba leer. Tuve suerte porque a la primera editorial a la que le envíe mi currículum se dedicaba a esos géneros y me eligieron. Empecé a trabajar con ellos a partir de ahí. En este mundo, en cuanto uno empieza a trabajar en un tema, te sigue llegando más trabajo en ese mismo campo. Antes, cuando tenía más tiempo libre, leía el libro entero, fijándome en las cosas que me iban a dar problemas, o sea palabras inventadas o algo que no me quedara claro al principio, pero que luego se aclarara. Ahora me pongo a traducir directamente. Los plazos son muy cortos, las tarifas son bajas y tienes que traducir deprisa. Llega el texto y empiezas, buscando esos detalles sobre la marcha.

¿Cómo aborda los neologismos en estos libros?
En fantasía o en cualquier tipo de ficción puede salir terminología de cualquier ámbito. Los traductores no sabemos de todo, entonces lo primero es saber si esa palabra que no conoces existe o no, porque a veces parece una cosa muy rara, que no te suena, pero pueden ser cosas de plantas o animales. En el caso de que no exista, intentas seguir el mismo camino que tomó la persona que lo creó. Normalmente, no son cosas sin sentido, sino que a lo mejor se parece a otra palabra en su idioma original o una mezcla de dos palabras. La idea es que se tenga más o menos la misma experiencia que la persona que lo lee en otro idioma.

Usted acuñó los términos “sinsajo” y “rastrevíspula” para Los juegos del hambre, ¿hubo versiones previas para estas palabras?
Sí, siempre las hubo. Son muchas combinaciones, de hecho yo me imagino que cada persona que tradujera “mockingjay” o “tracker jacker” daría con un término diferente, le daría una solución dicharlajo” (jabberjay) proviene de “jabber” que significa charlar atropelladamente, entre otras cosas. Fue una búsqueda de sinónimos y de combinaciones para ver qué sonaba mejor y que parecía más como nombre de pájaro. Consultaba con otro compañero para ver cuál era la que sonaba más natural y así llegamos a estos nombres.

La traducción entonces es un trabajo colectivo...
En parte sí. Tú estás sola con tus libros, pero siempre puedes contar con expertos a los que preguntarles si hay alguna duda sobre la terminología. Tienes colegas que sabes que son de fiar, auién es traductora, así que en ocasiones, cuando me estanco, le pregunto si se le ocurre otra forma de decirlo. No es un trabajo entero de colaboración, pero tienes apoyos puntuales.

¿Cómo mantiene el tono narrativo en la traducción?
El libro te lo va pidiendo. En los primeros capítulos estás todavía intentando conocer al autor, entonces se traduce, pero sabes que tienes que volver sobre tus palabras porque no le has captado el ritmo, el estilo y su forma de narrar. Si lo entiendes bien, si tienes un nivel bueno de traducción y en el idioma en el que lo haces, es fácil meterse en el lenguaje del autor. Hay autores que les gustan mucho las frases cortas, la lectura se siente como a golpe seco, y luego hay otros como Suzanne Collins, que les gustan hacer frases más elaboradas, entonces se siente más pausado. Algunos también usan un lenguaje mucho más juvenil, o algunos tienen un registro más coloquial o más elevado.

¿Cómo se ha sentido con la traducción de los libros de Los juegos del hambre?
Al principio lo tomé como cualquier otra traducción, porque no se sabía que iba a tener tanto éxito. Con el segundo libro estaba un poco más nerviosa, porque ya se veía que era mucha gente leyendo ese libro y en el tercero, “Sinsajo”, me sentía histérica, porque tuve veinte días para trarlo entero. Tenía que salir a la vez que el libro en inglés y tenía mucho secretismo. El último capítulo me lo dieron unos días antes de entregar porque no querían que nadie supiera cómo acababa. Fue un proceso con muchos nervios, casi no me dio tiempo de ponerme a pensar en lo que la gente iba a leer. Cuando llegué a “Balada de pájaros cantores y serpientes” fue muy bonito porque lo traduje con mi pareja, aunque también fue interesante porque teníamos entregas parciales; es decir, cada capítulo teníamos que entregarlo a la editorial. Nos revisábamos entre los dos y poníamos todo en común. A “Amanecer en la cosecha” lo recibí con mucha alegría porque pensé que Suzanne Collins no iba a publicar más libros de “Los juegos del hambre”, volver fue muy bonito, el libro me ha gustado mucho. Es muy parecido a la trilogía original, se lee muy deprisa, es muy triste y muy duro.

Con el lanzamiento de Amanecer en la cosecha, el más reciente libro de Suzanne Collins, la han reconocido como parte de la experiencia colectiva de estas obras, ¿qué ha sentido?
Mucha ilusión, porque normalmente solo se acuerdan de nosotros cuando cometemos errores, porque, como todo el mundo, los cometemos. Pero cuando no hay muchos, la gente dice “pues que bien escribe ese autor o autora”, por lo que no suelen mencionarnos mucho. Entonces que de repente se acuerden de ti y te den las gracias es muy bonito. Me siento muy afortunada de haber formado parte de la vida de tantas personas.

martes, 17 de junio de 2025

Aurelio Asiain y un libro singular

"En Muy diversas versiones, el poeta y traductor mexicano convierte el acto de traducir en una conversación lúdica y erudita con autores de todos los tiempos." Esto dice la bajada de la nota publicada por Armando Gonzàlez Torres, en Milenio, de México, el pasado 13 de junio, a propósito de un nuevo volumen de traducciones de Aurelio Asiain.

Aurelio Asiain y la traducción como tertulia poética

La traducción es una de las formas más venturosas de la conversación que busca trascender las fronteras de opacidad e indeterminación entre las lenguas. Como la conversación, la traducción es una empresa colectiva en la que participan, al menos, el traductor y el autor, así como los lectores. Muy diversas versiones de Aurelio Asiain (Grano de sal, 2025) es un libro de traducciones, directas e indirectas, así como de anotaciones y varia reflexión sobre el oficio de traducir, el arte de la poesía y los conceptos de creación y autoría.

El elenco tan variado de textos traducidos, desde el Rig Veda y Ovidio hasta los poetas ucranianos de hoy, muestra el carácter lúdico y placentero del trabajo del traductor y su renuncia a la adscripción a un solo idioma, una época o una tendencia. A diferencia del profesional que traduce sistemáticamente y por encargo, este traductor selecciona por amor o capricho y emprende una dichosa errancia.

En este convite poético convergen invitados de Oriente y Occidente (aunque resaltan las y los poetas japoneses), célebres y desconocidos, ascetas y libertinos, antiguos y contemporáneos. Sus tópicos van desde los más frecuentes y solemnes (la brevedad de la vida, la ilusoria realidad, la dualidad amor y odio) hasta los más ligeros (poemas sobre el pene u odas a la degustación de ostras y almejas) o los más inusitados y entrañables (el elogio del amor conyugal de viejos o la elegía a un bastón). Además del ramillete de versiones, este libro ofrece un conjunto de disquisiciones sobre temas y formas poéticas paradigmáticas en las diversas tradiciones o sobre distintas modalidades de traducción.

Porque la traducción requiere conocimiento de al menos otro idioma, pero, sobre todo, intuición, imaginación y arrojo. De ahí la admiración del autor por aquella estirpe de traductores que, sin miedo a la traición, buscan, más que ilusión de la literalidad estricta, la coincidencia feliz entre dos lenguas. Se trata de reconstruir el impulso y el efecto milagroso de la poesía en otro idioma, mediante los procedimientos más heterogéneos.

Asiain acecha sus poemas y se los apropia con respeto pero con audacia, dialoga con antiguos traductores o con las versiones intermediarias, rastrea parentescos lejanos y analogías sorprendentes, recrea los contextos, esboza figuras y anécdotas memorables y, a menudo, incurre en gozosos paréntesis y divagaciones. El texto traducido es un pretexto para abrir la conversación y el resultado son varias cosas: declaraciones de afinidad con un autor, desafíos técnicos e intelectuales y, sobre todo, una sabrosísima tertulia literaria.

Por lo demás, esta actividad de traducción y reflexión se convierte de manera espontánea en una preceptiva para la lectura de poesía y enseña a practicar desde la actitud simultánea de alerta y relajación de los sentidos que requiere el acercamiento al texto poético hasta la apreciación de la factura técnica o el alegre abandono a los placeres del oído.


lunes, 16 de junio de 2025

"No controla el lenguaje, solo recoge los significados, como quien cosecha"

En su columna del pasado 15 de junio, en el diario Perfil, de Buenos Aires, el escritor y traductor Guillermo Piro (foto) reflexiona sobre un problema que suelen traer los diccionarios, pero en el cual el de la Real Academia es campeón

De judíos, suecos y borrachos

Un borracho busca un manojo de llaves bajo la luz de un farol en la calle. Un transeúnte se acerca para ayudarlo y lo acompaña en la pesquisa, pero al no dar con las llaves le pregunta al borracho: “¿Está seguro de que las perdió acá?”, y el borracho responde: “No las perdí acá, las perdí en la otra cuadra, pero busco aquí porque hay más luz”. El chiste no resultaría tan amargo si no fuera porque hay gente que se comporta igual que el borracho, buscando soluciones donde las soluciones no están.


En septiembre de 2024 un juez argentino hizo un pedido insólito a la RAE (Real Academia Española): suprimir del Diccionario de la lengua española la definición de la palabra “judío” como “persona avariciosa y usurera”, alegando que tal definición configura “un discurso de odio que incita a la discriminación por motivos religiosos” y ofende a la dignidad humana. El pedido del juez roza la extravagancia o la estupidez, depende de cómo se lo mire, como puede resultar extravagante o estúpido el borracho que busca las llaves no donde las perdió, sino donde hay más luz. El diccionario (cualquier diccionario) no hace más que dar cuenta de las distintas acepciones que una palabra puede tener. El diccionario no opina: es como el agua, no tiene opiniones. No controla el lenguaje, solo recoge los significados, como quien cosecha. Arturo Pérez-Reverte, miembro de la RAE, define bien su labor: “El Diccionario de la RAE no es la policía normativa del lenguaje, sino el notario que levanta acta de cómo se utilizó y cómo se utiliza ahora el lenguaje”. En resumen: la RAE está después del lenguaje, no antes. No establece los significados, simplemente hace acopio de ellos.

Emulando al juez argentino, la embajada de Suecia en España acaba de lanzar una campaña tendiente a cambiar el significado a la expresión “hacerse el sueco”, expresión que alude a fingir que no se entiende o no se sabe para evitar responsabilidad o compromiso, y que probablemente tiene su origen en los marineros suecos que visitaban la península y no entendían una palabra de los que se les decía. Bien mirado, alguien que simula no entender lo que se le dice de algún modo imita a esos marineros (la expresión está emparentada con “hacer oídos de mercader”, cuyo significado sería el mismo que la expresión “hacerse el sueco”).

El embajador sueco en España, Per-Arne Hjelmborn opina que “hacerse el sueco” debería significar “sumarse a la transformación global necesaria para crear un futuro mejor para todos”. Un poco en broma, un poco en serio, han lanzado una campaña, apoyada por empresas suecas conocidas como Ikea, Ericsson, Scania y Volvo, para cambiar el significado de la expresión, como si las expresiones pudieran cambiarse así, simplemente pidiéndolo, o exigiéndolo, como en el caso del juez argentino.

Per-Arne Hjelmborn lanzó una petición a la RAE, como si la RAE pudiera falsear el significado de una expresión. Una propuesta que recuerda un poco al Humphrey Borgart de No somos ángeles, que al descubrir que los libros contables de un tendero no dan los resultados esperables se frota las manos y comienza a intervenirlos para hacer que tengan un aspecto más conveniente. Desconozco cuál sería el mecanismo para cambiar el significado de una palabra, pero sé que la solución no es pedírselo a la RAE. Con suerte, disponiendo de los suficientes satélites esparcidos por España que enarbolen el nuevo significado deseado, dentro de trescientos o cuatrocientos años los suecos se saldrán con la suya. Aunque tal vez hagan falta mil años.

Nunca está de más recordar el “Nocturno” de Rafael Aberti, que comienza diciendo: “Cuando tanto se sufre sin sueño y por la sangre/ se escucha que transita solamente la rabia,/ que en los tuétanos tiembla despabilando el odio/ y en las médulas arde continua la venganza,/ las palabras entonces no sirven: son palabras.”