martes, 9 de diciembre de 2025

Hanna Nordenhök, escritora y traductora sueca

El pasado 1er. de diciembre, Darío Alemán publicó en El País, de Madrid, una extensa entrevista con la escritora y traductora sueca Hanna Nordenhök. De esa entrevista, se reproduce a continuación la parte más pertinente para los lectores de este blog.

"No puedo escribir y traducir a la vez"

Además de narradora y poeta, Hanna Nordenhök es traductora del castellano al sueco (nada menos que la lengua del Nobel). Entre los autores que ha traducido están Fernanda Melchor, Emiliano Monge (ambos de México), Andrea Abreu (España), Alia Trabucco (Chile) y Samanta Schweblin (Argentina). Para ella, la traducción es una suerte de procedimiento alquímico, sobre todo cuando se enfrenta a obras cargadas de localismos, como podrían ser Temporada de huracanes de Melchor, o Panza de Burro de Abreu.

“En cuanto a la traducción, pienso ahora en la palabrota”, dice Nordenhök. “En sueco hay jerga y palabrotas, pero no son tan comunes en el habla cotidiano como pueden serlo, por ejemplo, en Veracruz. Entonces, el reto está en lograr que el lector sueco sienta el ambiente de la obra. Hay que inventar palabras y recrear un equivalente al espíritu del libro original. Por supuesto, se investiga mucho para eso. Sin embargo, hay matices del lenguaje que inevitablemente se pierden un poco, y esto es algo que debe aceptarse cuando se traduce. Pero también se ganan cosas. Se trata, al final, de una negociación con el lenguaje”.

–¿Y cómo llevas tu oficio de poeta y narradora con tu trabajo de traductora?
–Me pasa que no puedo escribir y traducir a la vez. Cuando entro en el universo de un libro, ya sea mío o de otra persona, necesito hacerlo totalmente y dejarme llevar. Tengo amigos y colegas que llevan ambas cosas al mismo tiempo, pero yo no podría.

–¿Crees que ambos trabajos se relacionan? ¿Influye la traducción en tu escritura?
–Traducir te permite explorar tu propio idioma. Cuando traduzco, exploro rincones de mi idioma que tal vez no visitaría por mí misma. Esa es una herramienta que me sirve como autora, por supuesto.

–Tanto la traducción como la escritura de ficción te permiten conocer el panorama de la literatura hispanoamericana y la sueca. ¿Cuáles dirías que son los elementos que los distinguen hoy en día?
–No hay dudas sobre el hecho de que existe un componente más social y político en la literatura en castellano, sobre todo en América Latina, donde hay sociedades cargadas de conflictos. En Suecia, sin embargo, abundan los escritores que escriben sobre la vida de la clase media desde la clase media, y ese tema a mí no me interesa mucho. Literariamente, me atrae lo real, lo complejo del ser humano y los problemas del mundo actual, a los que, por cierto, mi país no escapa. En Suecia, hoy tenemos a la extrema derecha en el gobierno y es enorme el poder que ha alcanzado el crimen organizado. El mundo sigue teniendo la idea de una Suecia que es un modelo idílico, un paradigma de la socialdemocracia, pero ahora esa es una imagen rota.

lunes, 8 de diciembre de 2025

"No sería extraño que el próximo paso sea que comiencen a cerrar bibliotecas”


El pasado 5 de diciembre, Daniel Gigena publicó en La Nación, de Buenos Aires, un artículo donde da cuenta del cierre de la principal distribuidora de libros en castellano de los Estados Unidos. En la bajada se lee: "La empresa proveía ejemplares a escuelas y bibliotecas estadounidenses de localidades con gran población hispana; las ventas cayeron más de un 30% en los últimos dos años."

Cerró Lectorum, la mayor y más antigua distribuidora de libros en español de Estados Unidos

Actualmente en Estados Unidos, hablar y leer en español resulta complicado. Por recortes de fondos en programas de escuelas y bibliotecas estadounidenses que adquirían libros en español y bilingües (español-inglés), cerró la distribuidora de libros Lectorum, con sede en Nueva Jersey. Comunicaron que a finales de diciembre cesarán sus operaciones. Tenía más de sesenta años de actividad y, para varias editoriales hispanoamericanas, que se verán afectadas, era una puerta de entrada al mercado estadounidense.

El jueves pasado, Lectorum hizo una gran subasta de liquidación de unos 700.000 ejemplares, en español y bilingües. El principal motivo del cierre han sido los cambios en la financiación federal de las compras de libros en español para las escuelas estadounidenses de localidades con gran población hispana, lo que provocó una enorme caída en las ventas de Lectorum.

Según declaró el presidente y director ejecutivo de Lectorum, Álex Correa, a Publishers Weeklylas ventas cayeron un 30% este año, “en una industria que ya trabaja con márgenes reducidos”, acotó. Por décadas, Lectorum fue un proveedor clave de las escuelas de Estados Unidos, llegando a alcanzar el 60% del negocio de los libros escolares y el 70% de los libros infantiles. Después de la pandemia, los ingresos de la empresa se estabilizaron en unos doce millones de dólares anuales, pero el cambio de política educativa en Estados Unidos (que provocó una caída en las compras) agravó la situación de la empresa.

Correa atribuyó el cierre de la empresa al recorte presupuestario y a otros motivos, como la depreciación del dólar, que aumentó el valor de los libros importados (que Lectorum traía de otros mercados, entre otros, el argentino), la mayor competencia de editoriales estadounidenses que venden libros en español a precios más bajos y la reducción de los márgenes de los distribuidores, esto último, dijo, debido a que los grandes grupos editoriales ofrecen menos descuentos a sus competidores.

Lectorum, que también se había convertido en una editorial, publicaba libros infantiles bilingües y en español (como la serie protagonizada por la cerdita Mercy Watson) y funcionaba como agente de ventas de MakeMake, la distribuidora de libros electrónicos con sede en Colombia que trabaja con bibliotecas y escuelas. Correa dijo que esperaba que este servicio continuara “sin interrupción”. El catálogo de Lectorum contaba con doscientos títulos.

Antes de convertirse en distribuidora y editorial, había sido una librería ubicada en la calle 14 de Manhattan. En 1996, Scholastic la compró, y en 2009, la adquirieron los hermanos Álex y Fernando Correa. Lectorum tenía como “socios estratégicos” a editoriales españolas como Anaya, Juventud, Salamandra, Siruela, Jaguar y Planeta; Ekare de Venezuela, Progreso y Fondo de Cultura Económica de México, Panamericana de Colombia y Adriana Hidalgo, Kalandraka, Edelvives y V&R de la Argentina, entre muchas otras.

En su cuenta de Facebook, el exeditor y exagente literario argentino residente en España, Guillermo Schavelzon, que visitará en 2026 la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires, escribió: “Las políticas del gobierno de Donald Trump pretenden ignorar que en ese país viven 68 millones de ciudadanos de origen ‘hispano’, muchos de ellos no solo nacionalizados, sino con varias generaciones allí. Durante décadas, diversos programas federales de educación compraban libros en español para los colegios de alta presencia de inmigrantes o castellano hablantes. Que tuvieran materiales de enseñanza y lectura en español era -en contra de lo que se está diciendo ahora- algo que los educadores consideraban esencial para su integración. Si semejante inmigración fue posible (en un país donde toda la población tiene origen inmigrante), es porque Estados Unidos los necesitaba para crecer. Lo curioso es que los sigue necesitando, como indica la tasa de desempleo entre ciudadanos de origen hispano, que es muy baja”.

Para Schavelzon, la política de Trump, de “América (solo) para los americanos” (MAGA), impulsó la cancelación de esos programas en las escuelas a las que asisten hispanohablantes y ocasionó el cierre de Lectorum.

Con un pronóstico sombrío, Schavelzon concluye: “Pero no es solo una cuestión del idioma español: hace poco quebró la bicentenaria Baker & Taylor, la principal abastecedora de libros en inglés a bibliotecas de todo el país, que cierra este fin de año por, dejando 580 empleados sin trabajo ni indemnización, y sin poder pagar a sus proveedores, entre los que estaba Lectorum. No sería extraño que el próximo paso sea que comiencen a cerrar bibliotecas”.


viernes, 5 de diciembre de 2025

Y hablando de Barcelona, una ola de indignación nacionalista y promesas de escraches a latinoamericanos que acepten ser becados


La noticia salió en todos los diarios españoles. La versión que se publica abajo corresponde a Libertad Digital y fue publicada por Pablo Planas el pasado 1 de diciembre. En ella se habla de una nueva beca para escritores de lengua castellana, sin importar su origen, que propone el Ayuntamiento de Barcelona.

El alcalde de Barcelona crea una beca para escritores hispanoamericanos y el separatismo anima a "escracharlos"

El alcalde de Barcelona, el socialista Jaume Collboni, ha anunciado en la Feria Internacional del Libro (FIL) de la ciudad mexicana de Guadalajara la creación de una beca dotada con 80.000 euros para invitar a autores hispanoamericanos a la capital catalana en un programa denominado "Narra Barcelona". Collboni, así como el presidente de la Generalidad, Salvador Illa, participan en la FIL porque Barcelona es la ciudad invitada en esta edición, a pesar de que las políticas lingüísticas de los socialistas coinciden punto por punto con las separatistas en la marginación del español.

Sin embargo, el anuncio de la beca ha causado una ola de indignación entre determinados autores en catalán caracterizados en la mayoría de los casos por su vinculación con el separatismo. De nada ha servido que Collboni haya nombrado una comisionada para velar por la imposición del catalán en las actividades del Ayuntamiento o que se haya sumado al "Pacte Nacional per la Llengua", una especie de acuerdo entre administraciones, sindicatos, patronales y asociaciones catalanistas de diversa índole (Òmnium, ANC y demás clásicos del procés) cuyo objetivo es extender el catalán en detrimento del español.

Según el Ayuntamiento, "'Narra Barcelona' es una residencia internacional de escritura con la que se quiere fortalecer el vínculo histórico, cultural y lingüístico entre la ciudad y los escritores y escritoras latinoamericanos y del Caribe. El nuevo proyecto, impulsado por el Ayuntamiento con la colaboración del Consorcio de Bibliotecas de Barcelona y Casa Amèrica Catalunya, permitirá a un autor o autora de prestigio en el continente americano vivir durante tres meses en Barcelona para establecer un diálogo con la ciudad y producir una obra inédita inspirada en su experiencia".

La idea municipal es que Barcelona se convierta en una especie de "laboratorio narrativo". En su comunicado, el Ayuntamiento explica que "la designación de los autores y autoras participantes se realizará mediante un proceso de selección colegiado a partir de un dictamen emitido por una comisión integrada por representantes del ICUB (Instituto de Cultura de Barcelona), del Consorcio de Bibliotecas de Barcelona y de Casa Amèrica Catalunya que será elevado al alcalde a propuesta del concejal de Cultura e Industrias Creativas".

Los agraciados recibirán una beca de 80.000 euros que "contempla desde el desplazamiento desde el país de origen a la edición, traducción al catalán y distribución de la obra, pasando por el alojamiento durante el período estipulado y el apoyo necesario para el desarrollo del proyecto literario".

Según los cálculos del gobierno municipal, 16.000 euros serán para desplazamiento, alojamiento y manutención durante tres meses. Otros 20.000 se considerarán honorarios del autor o autora y 43.000 se asignarán a "producción, traducción al catalán, distribución y comunicación".

Semejante bicoca ha provocado una airada reacción de algunos escritores en lengua catalana, canalizada en parte a través de la "Associació d'Escriptors en Llengua Catalana" (AELC), que ha emitido un comunicado en el que señala que "convocar una beca que excluye a los autores de los Países Catalanes (sic) agrava la situación actual de precariedad profesional de nuestros escritores. Además, la noticia no permite inferir qué idiomas tendrán prioridad para acceder a la beca. Cualquier convocatoria que menosprecie las lenguas indígenas de América del Sur y Mesoamérica, y obviamente el catalán, no hará sino insistir en los procesos de minorización que sufren estas lenguas".

Esta entidad censura que se trate de una medida no consensuada con ellos por lo que "insta al Ayuntamiento de Barcelona a retirarla y a dedicar íntegramente la dotación prevista a la creación en lengua catalana, una lengua que no cuenta con más instituciones que las catalanas para garantizar su fomento, difusión y continuidad".

Nacionalistas sulfurados
Personajes como Jordi Cabré, el sobrino del exalcalde Xavier Trias, se han echado las manos a la cabeza en la red social X. "Collboni ha decidido insultarnos cada semana", ha asegurado. Otro habitual de los medios públicos y subvencionados catalanes, Bernat Dedéu afirma que Collboni "copia" a Isabel Díaz Ayuso "para castellanizar más nuestra ciudad". Hay quien habla incluso de la necesidad de echar a los socialistas por ser "cómplices de un genocidio lingüístico y cultural" y quien acusa al alcalde de "ligarnos a un Estado que es la prisión y la destrucción de nuestro pueblo".

Escraches contra los becados
En esa misma línea de la "Cataluña de acogida", el periodista y exdiputado de la CUP Antonio Baños ha escrito en su cuenta de X lo siguiente: "¿Pero qué cojones? Más vividores castellanos para explicar cómo viven los indígenas que no reciben nada por hacer cultura en catalán. Más turistas, no. Boicot a la beca Dellaostia. ¡Queremos duros para el catalán, no para imperialistas castellanos! Al primero que venga, escrache".

Lo de la beca "Dellaostia" hace referencia a la heladería argentina de Barcelona que fue boicoteada por el catalanismo este pasado verano porque una de sus dependientas no entendió a la pareja de un cargo de ERC que le pidió un helado de "maduixa", fresa en catalán.


jueves, 4 de diciembre de 2025

"Fomentar el reconocimiento y la visibilidad de los traductores como figuras esenciales en la circulación global de la literatura"

La noticia fue publicada en InfoBAE, sin autor ni referencias de origen, el pasado 2 de diciembre. En ella se habla del 
I Fòrum Internacional de Traductors de Literatura Catalana a otras lenguas, que tendrá lugar en Barcelona, a fines del año que viene.

Barcelona acogerá el I Foro internacional de traductores de literatura catalana en 2026

Barcelona acogerá en noviembre de 2026 el I Fòrum Internacional de Traductors de Literatura Catalana a otras lenguas, ha anunciado este martes en Guadalajara (México) el presidente de la Generalitat, Salvador Illa, en un encuentro con editores catalanes desplazados a la Feria Internacional del Libro (FIL).

El foro tendrá lugar del 23 al 26 de noviembre organizado por el Institut Ramon Llull (IRL) en colaboración con el Institut d'Estudis Catalans (IEC) y el Centre de Cultura Contemporània de Barcelona (CCCB, donde se celebrará), para convertir a Barcelona en punto de encuentro de traductores de literatura catalana de todo el mundo.

En su discurso ante los editores catalanes, Illa ha asegurado que este foro será un reconocimiento a los traductores y un "empujón" para que las traducciones de obras catalanes lleguen a lugares donde no lo hace ahora.

Durante 4 días se reunirán 150 profesionales procedentes de distintos países y combinará sesiones plenarias, talleres prácticos, debates sectoriales y encuentros con autores y editores, actividades culturales abiertas al público, para actualizar conocimientos, fomentar el intercambio de experiencias y fortalecer la red internacional de traductores de literatura catalana.

El foro quiere ser un catalizador para nuevas traducciones, proyectos y alianzas del sistema literario y editorial catalán con el internacional, y fomentar el reconocimiento y la visibilidad de los traductores como figuras esenciales en la circulación global de la literatura.

MUY BIEN" EN LA FIL DE GUADALAJARA
El presidente de la Generalitat ha asegurado que la presencia de Barcelona como invitada en la FIL de Guadalajara "está yendo muy bien" y que se está dando una imagen de ciudad y de país que mira al futuro con ambición.

Ha dicho que el sector editorial tiene retos pero ve "mucha unidad" en el sector, aspecto que no tan habitual en otros ámbitos económicos, y ha resaltado el compromiso de los editores con aspectos como las bibliotecas y la educación.

Illa ha dicho que el Govern está comprometido con la cultura, y es "razonablemente optimista" con los Presupuestos catalanes de 2026, señalando que el camino hacia el 2% destinado a la cultura no tiene marcha atrás.

De su paso por la FIL extrae lecciones como que es importante que Catalunya tenga ambición, sin caer en la arrogancia; la necesidad de que haya más cultura y lectura en el contexto actual; que Catalunya sea abierta y salga al exterior, y la constatación de que Barcelona y el Govern son "imbatibles" si van de la mano.

JAUME COLLBONI Y SÒNIA HERNÁNDEZ
El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, ha explicado que la ciudad acudía con todo a la FIL, para mostrar su potencial creativo, y en una primera valoración a mitad de la FIL, asegura que han conseguido "todos los objetivos".

La consellera de Cultura de la Generalitat, Sònia Hernández, ha resaltado la "amplia y exitosa" presencia catalana en la FIL, y ha asegurado que el Govern seguirá trabajando para promover la cultura catalana con retos como la internacionalización y la IA.

LOS EDITORES: TIXIS Y PÉRDIGO
El presidente del Gremi d'Editors de Catalunya, Patrici Tixis, ha dicho que estar en la FIL "está dando la temperatura de lo que puede venir"; ha subrayado que el sector editorial es de los más relevantes en Catalunya por su aportación al PIB, y ha añadido que se trabaja con las administraciones en aspectos como crear nuevos lectores e internacionalizar.

El presidente de Editors.Cat, Ilya Pérdigo, ha destacado el "crecimiento meteórico" de la presencia editorial catalana en la FIL, y ha remarcado los más de 100 editores en esta edición.



miércoles, 3 de diciembre de 2025

"Tomá el libro de Pessoa, traducilo"

El siguiente artículo de María Soledad Pereira, fue publicado por la revista Letras Libres, el pasado 28 de noviembre. En la bajada se lee: "En 1961, Fabril Editora publicó en Buenos Aires la primera traducción de Fernando Pessoa en América Latina, un volumen que incluía además a tres de sus principales heterónimos poéticos: Álvaro de Campos, Alberto Caeiro y Ricardo Reis. Al cumplirse 90 años de la muerte del poeta portugués, el más universal y portugués de los poetas del siglo XX, según palabras proféticas de Adolfo Casais Monteiro, recordamos aquella primicia argentina a través de la voz del propio traductor".

Fernando Pessoa en español: la primicia argentina

Conocí a Rodolfo Alonso a principios de 2019. Hablamos por teléfono primero y, a la semana, nos encontramos en su casa de Olivos, en las afueras de la ciudad de Buenos Aires. Era sábado, y yo llegué a destino minutos antes de la hora pactada. Poco después, como una aparición, se presentó, ante mí, él. Pantalón y camisa color manteca; cabelo cor da neve. Había ido a dar una vuelta y regresaba ahora, en punto, para nuestra cita de las 11. “Sostiene Pereira”, me dijo no bien me vio. Y me invitó a pasar: “Pase, pase…”.

Nos sentamos a la mesa del comedor. Yo venía en plan de conversar sobre Pessoa, en especial, sobre la colección de poemas que él había seleccionado y traducido a finales de los años cincuenta; esa novedad que dio a Latinoamérica la posibilidad de acercarse tempranamente a quien sería considerado después el mayor poeta portugués del siglo XX. Alonso conocía mis intenciones y enseguida se entusiasmó. El diálogo no fue, en absoluto, un asunto lineal. Fue –acabó siendo–, por el contrario, una aventura serpenteante. Hubo pocas interrupciones de mi parte. Salvo en contados momentos en los que lo detuve para recuperar una idea (o, acaso, el aliento) o para encaminar el hilo, lo dejé hablar. Lo que sigue es una presentación ordenada de aquella charla; no de su totalidad, sino de la parte que nos interesa. Las acotaciones entre paréntesis y las citas y testimonios incluidos procuran ampliar la información que surgió durante el intercambio.

A finales de la década del cincuenta, Alonso tenía 25 años e integraba el grupo reunido alrededor de la revista Poesía Buenos Aires. Había traducido a Cesare Pavese, que lo había deslumbrado desde muy joven, mucho más que Pessoa, y estaba enamorado de los modernistas brasileños: Drummond de Andrade, Murilo Mendes, Manuel Bandeira… Sus padres eran gallegos, y el portugués habitaba en él, como le gustaba decir, por el galaico-portugués familiar.

En Fabril (por Compañía General Fabril Editora), un tal Aldo Pellegrini, pionero del movimiento surrealista en el Río de la Plata (además de médico y poeta), dirigía la colección “Los poetas”, de tapas duras, hermosa; una colección animada, al decir de Alonso, por un afán pretencioso: traducir al español las voces más destacadas de la poesía universal; voces que, hasta ese momento, eran, en nuestro idioma, prácticamente desconocidas. Así, en ese contexto y con ese fulgor en mente, Pellegrini se acercó a Rodolfo y le encomendó traducir a Giuseppe Ungaretti y también a Fernando Pessoa (encargo u oportunidad que a Alonso le permitiría después desplegar su talento poético y afirmarse como incesante traductor del autor portugués). Alonso, que era un primerizo, pero sobre todo un osado, aceptó. “Nadie conocía a Pessoa, o muy pocos lo conocía en realidad –dice hoy–. Pessoa era casi un desconocido, no solo entre nosotros, sino también en Portugal. Yo mismo lo conocí cuando Aldo me lo pidió. Y no me dijo, como podría suponerse: ‘Tomá el libro de Pessoa, traducilo’, porque él no tenía ese libro ni nadie.

Lo primero que hizo fue buscar en las librerías de Buenos Aires. Hurgó en vano aquí y allá. Finalmente, o tal vez milagrosamente, consiguió los primeros volúmenes de Ática, el grupo editor que había comenzado a reunir y a lanzar en Portugal la obra de Pessoa: poemas dispersos que habían visto la luz en revistas de su tiempo y otros inéditos, provenientes de documentos guardados por el propio autor. “Me resulta gracioso decirlo –confiesa Alonso–, pero lo cierto es que conseguí todo eso de milagro”.

En el grupo Poesía Buenos Aires había un integrante extranjero, Milton de Lima Sousa; Alonso lo llamaba el poeta más desconocido del Brasil. Fue él quien le envió, dedicados, los primeros volúmenes de Ática (organizados por João Gaspar Simões y Luiz de Montalvor, entre 1942 y 1946). Con esos tomos en mano, Rodolfo hizo una selección y se puso a trabajar.

Mientras él trabajaba en Buenos Aires, Octavio Paz, que había oído hablar de Fernando Pessoa por primera vez en París, una noche del otoño de 1958, a través de la poeta búlgara Nora Mitrani, preparaba, a principios de los años sesenta, su propia traducción. Como me dijo alguna vez Jerónimo Pizarro, uno de los más exigentes y dedicados estudiosos de la obra del poeta portugués: “Yo creo que Rodolfo y Octavio Paz trabajaron casi en simultáneo. Los veo como a dos contemporáneos, así el libro del uno se haya publicado poco antes que el libro del otro”.

Los poemas de Pessoa y algunos estudios críticos relacionados con su obra comenzaban, en cualquier caso, a despuntar en el mundo de habla hispana. En 1957, el español Ángel Crespo había seleccionado, traducido al castellano y publicado en forma de libro poemas de un único heterónimo: Alberto Caeiro. Y, dos años antes, en 1955, el argentino Ramiro de Casabella había encarado, a pedido de la revista Poesía Buenos Aires, la traducción de “Aniversario”, un poema del heterónimo Álvaro de Campos.

A decir del investigador argentino Mario Cámara, la llegada de Álvaro de Campos a la revista se dio gracias a las conexiones artísticas que promovían sus integrantes, y el poema se publicó acompañado de una larga nota, en absoluto adicional, sino tan relevante como el poema mismo, firmada por Raúl Gustavo Aguirre, el fundador y editor de Poesía Buenos Aires. Aun así, ni Paz ni Alonso se acercaron a Pessoa a través de estos trabajos. Alonso lo hizo a partir de los volúmenes de Ática; el nobel mexicano, quien estaba al tanto de las publicaciones españolas, a través de las traducciones de Mitrani, en francés, seguidas de las de Armand Guibert.“Su lectura me reveló a un gran poeta, casi desconocido entre nosotros –escribió Paz en ‘El desconocido de sí mismo’, ensayo que sirve de preámbulo a su antología poética de 1962–. Poco a poco descubrí que existía un reducido círculo de lectores de Pessoa, disperso en todo el mundo; Viera da Silva me prestó la Obra poética, en la edición de Río de Janeiro; conseguí el tomo de ensayos de Adolfo Casais Monteiro; más tarde, no sin dificultades, adquirí los volúmenes de la edición portuguesa. Casi sin darme cuenta, empecé a traducir algunos poemas de Álvaro de Campos. Insensiblemente pasé a los otros heterónimos. […] Mis traducciones no son un trabajo de erudición, sino el fruto espontáneo, tal vez un poco agrio, del fervor”.

Aunque Alonso solía repetir con gracia y también con razón que la antología de Fabril Editora era, en rigor, un gol argentino e insistía, además, en arrogarse –legítimamente, claro– el rótulo de primer traductor de Pessoa en América Latina, hubo dos factores a los que podría atribuirse la falta de una asimilación generalizada de este acontecimiento prominente (y, en consecuencia, el hecho de que aún persista cierta falta de claridad respecto de cómo desembarcó Pessoa en el ámbito hispanoamericano): en principio, el escaso énfasis de la crítica en la prensa local, es decir, en Argentina; segundo, la irrupción, en forma casi paralela, de la traducción de Paz, editada y publicada por la Universidad Autónoma de México.

“Fue un éxito silencioso –dice Rodolfo recurriendo ahora a un atinado oxímoron para describir el efecto suscitado en Latinoamérica por la primera antología suya–. En poco tiempo, sin promoción ni publicidad, casi en secreto, hubo que hacer sucesivas reediciones”.

En Portugal, en cambio, la noticia argentina prendió y fue públicamente celebrada por María Aliete Galhoz, infatigable promotora de la investigación pessoana: “Rodolfo Alonso nos restituye un poeta a través del amor de otro poeta”, dijo.

(Años después del encuentro en Olivos y de un modo bastante inesperado, yo mismatuve la suerte de presenciar algo de lo que aún perduraba, y acaso perdura, de aquel entusiasmo sesentero. En abril de 2024, mientras recorría una exhibición de libros de la biblioteca particular de José de Almada Negreiros puestos en diálogo con los de Fernando Pessoa, en la Casa Fernando Pessoa, en Lisboa, vi tras el cristal un ejemplar de la traducción de Rodolfo Alonso, publicado en 1961 por la Compañía General Fabril Editora, ejemplar que ostentaba una larga y enérgica dedicatoria de Galhoz a Almada Negreiros: “Ao Mestre Almada, este libro que diz da grande força que querem já negar a Pessoa. Ao Mestre Almada que nunca teve mais que carinho pela glória sombria de seu amigo-companheiro ainda hoje. Ao Mestre Almada que nunca sujou a alma com inimigos”).

En 2005, la Editorial Argonauta de Buenos Aires, en manos de Mario Pellegrini, el hijo de Aldo, publicó una versión revisada del volumen de 1961, versión que volvería a imprimirse en agosto de 2022.

“Aquí y allá, en todo el universo de nuestra lengua –dice Alonso en este nuevo prólogo–, aquella edición argentina de Pessoa fue conquistando a sus lectores casa por casa, uno por uno, individualmente, por la propia potencialidad de sus textos, de sus poemas, y de una forma tan indeleble que todavía hoy –me consta– se lo conserva en bibliotecas privadas como un acontecimiento y en el corazón y la memoria como un entrañable compañero: íntimo, personal y de huella perdurable”.

Aquel sábado de enero, me despedí de Rodolfo pasada la una. Días después, me envió un correo con el asunto en letras mayúsculas: SEÑALES DE VIDA. “Cara María Soledad: / Fue un gusto recibirte, tan gentil y amable / Sólo espero que mi irrefrenable charla no haya dejado preguntas sin contestar. Siempre a tus órdenes”. 

martes, 2 de diciembre de 2025

"Pequeña vanagloria del argentino recalcitrante"

Damián Tabarovsky, en su columna del diario Perfil, del domingo 30 de noviembre, reflexionó sobre dos poemas e hizo el elogio de dos traductores, uno español y otro mexicano.

Dos poemas

Así comienza Un poema no escrito de W.H. Auden: “Mientras espero tu llegada mañana, me encuentro pensando Yo te amo: entonces me viene el pensamiento: Me gustaría escribir un poema que expresara exactamente lo que quiero decir cuando pienso estas palabras”. El poema es de 1960, un momento de transición en su obra. Auden ya no es el optimista militante de su primera época en Inglaterra, pero todavía no es el poeta que coquetea con cierta abstracción en su estadía en Estados Unidos, ni mucho menos el nuevamente crítico de su vuelta final a Inglaterra en su libro póstumo Gracias, niebla (“ningún sol estival logrará nunca/disipar la total oscuridad/vertida en los periódicos”). Transición es una palabra extraña, y si bien sus sinónimos son evolución, metamorfosis o conversión, para mí tiene más que ver con incerteza, incertidumbre, e incluso descubrimiento. Ese no saber se instala en el poema de Auden, poema en prosa, escrito en cincuenta párrafos, en el que en los cuarenta y nueve restantes se intenta vanamente dar respuesta a ese deseo loco de formular un pensamiento con exactitud. Pero expresar exactamente lo que se piensa es imposible. En el último párrafo Auden reconoce la derrota: “Así que ese poema quedará sin escribir”. Y luego, resignado, agrega: “Eso no tiene importancia. Mañana tu llegarás; si yo estuviera escribiendo una novela de la que ambos fuéramos personajes, sé exactamente cómo te saludaría en la estación: adoración en el ojo; en la lengua bromas y obscenidades. Pero ¿quién sabe exactamente cómo te saludaré? ¿La Dama Bondad? Vaya, es una idea. ¿No podría uno escribir un poema (algo desagradable, quizás) sobre ella?”

Cambiando de tema (¿pero venía hablando de algún tema?) la traducción del poema de Auden es de Javier Marías, publicada por la editorial española Pre-Textos. Es una traducción excelente. Un lugar común de la pavada nacional consiste en pensar que fuera de Argentina no se hacen buenas traducciones, que las traducciones hechas en España, Colombia o México son ilegibles. Pequeña vanagloria del argentino recalcitrante. Cualquiera que lea la traducción de Marías de Autorretrato en un espejo convexo, de John Asbhery, comprobará que es mucho mejor que las varias traducciones argentinas del mismo poema que circulan por ahí. Otro tanto ocurre con Briggflatts y otros poemas, de Basil Bunting, traducido por el mexicano Aurelio Major para la editorial Lumen. El libro es extraordinario, la traducción también. Habitualmente se asocia a Bunting con el objetivismo norteamericano, un poco como si fuera el único inglés de ese grupo de estadounidenses. Algo de eso es cierto, pero también es cierto que Bunting expresa una singularidad en ese grupo, una posición personal. Algo propio que podría enunciarse así: mientras que W.C. Willams piensa que “no hay ideas sino en las cosas”, Bunting vendría a expresar la inadecuación entre las ideas y las cosas. Y ese pequeño matiz es precisamente el que explora Major en su traducción. Major toma la decisión de profundizar esa inadecuación entre las cosas y el sentido de las cosas: “Construir para la mujer, los hijos,/los primos, los primos segundos/una casa para recibir invitados.//Alguien como yo no tiene sirvientes ni amigos/en el estado actual de la sociedad/¿Si no construyera para mí/para quién lo haría entonces?”