En este caso, siguiendo con las mismas preguntas que se les enviaron a los traductores, editores y agentes, contestaron tres narradores de reconocida trayectora. Se les indicó previamente a cada uno que podían limitarse a contestar aquellas preguntas con las que se sintieran más cómodos. Estos son los resultados
–¿Qué sentido tienen los agentes literarios?
–Siempre pienso que es una ecuación fácil, se necesita agente cuando ya tenés contratos, propuestas, editoriales, etc. Antes no. Es muy difícil que un agente tome a un autor que no tiene ya contratos, premios o algo.
–¿En qué consiste la tan mentada fidelidad entre autores y editores?
–Sobre la fidelidad no sé nada pero, para algunos el editor, el traductor, y el agente, son como el banquero, el abogado o el contador.
Para otros el editor tiene que ser un soldado, un aliado, estar juntos en la trinchera. Yo soy de ese grupo. Pero depende del tipo de editorial, el proyecto literario, y la relación. La mayoría de los autores contemporáneos se van de las editoriales independientes en las que empezaron. Se van a las grandes.
–Considerando que a los autores les corresponde entre el 10% y el 8% del precio de tapa de los libros que publican, y a los traductores entre el 4% y el 1%, cómo se justifica que a las librerías les toque entre el 40% y el 35% y a las distribuidoras entre el 30% y el 25%, reservándose el resto a las editoriales. ¿Se puede sostener esa proporción? ¿Por qué sí o por qué no?
–Esto no lo sé, nunca entendí por qué para el autor es el 10%, pero no sabría responderla. Me parece un disparate, una injusticia, una cosa inentendible. Pero no tengo argumentos más que la certeza de que es injusto.
–¿Qué pasa con las traducciones cuando los autores cambian de editorial y se decide usar una traducción nueva?
–No lo viví, no sé cómo es el proceso, cómo se inicia, qué pasa a nivel del mercado. Supongo que podría ser como una nueva adaptación al teatro, todo el proceso de nuevo, pero conservando algo del trabajo anterior. No sé qué pasa a nivel de agentes y editoriales.
–¿Qué sentido tienen los agentes literarios?
–Tiene razón Ariana en que es difícil que un agente te tome si no tenés algo antes. Es más, conozco al menos un caso en que el agente tomó un autor solo para quedarse con sus contactos y después lo desechó. Se han vuelto tan importantes, sobre todo para conseguir que te traduzcan, que no puede faltar mucho para que haya agentes que te consigan agentes. Y en las grandes ligas ya no trabajan para editores sino para los scouts, que serían los agentes de las editoriales. No sé si tiene mucho sentido cuestionarlos, ya son parte del mundo editorial y en todo caso habría que cuestionar a los autores que los contratan. Pero si cuestionamos a los autores, ¿en nombre de quién hablamos entonces?
–¿En qué consiste la tan mentada fidelidad entre autores y editores?
–La fidelidad no puede ser a costa del autor (o autora, que quede aclarade). Y se logra con contratos ventajosos para el autor (o sea: riesgo editorial). Creo que ninguna editorial chica puede ofenderse porque un autor quiera ganar más dinero con sus libros, como un jugador que pasa a un club más grande. Y tampoco ellas son necesariamente fieles con los que no venden (y se comportan a veces, siendo chicas o medianas, como las grandes respecto a otras más chicas todavía). De nuevo: no creo que haya que caerle al autor, que ya sufrirá solito las consecuencias de pasar a una multinacional.
–Considerando que a los autores les corresponde entre el 10% y el 8% del precio de tapa de los libros que publican, y a los traductores entre el 4% y el 1%, cómo se justifica que a las librerías les toque entre el 40% y el 35% y a las distribuidoras entre el 30% y el 25%, reservándose el resto a las editoriales. ¿Se puede sostener esa proporción? ¿Por qué sí o por qué no?
–Un editor me explicó una vez por qué esos porcentajes estaban bien. No me convenció. Está claro que somos los productores de leche (cuando no las vacas) y que la guita en serio se la quedan las superlibrerías. Paradójicamente, un agente puede servir para mejorar estos porcentajes (aun quedándose con el suyo).
–¿Qué pasa con las traducciones cuando los autores cambian de editorial y se decide usar una traducción nueva?
–Si se decide usar una nueva traducción, se decidió y no hay mucho que hacer. Como traductor sos dueño (o deberías ser dueño) de tu traducción, pero no lo sos del original. De nuevo aparece el tema de la fidelidad, y creo también en esto que el autor tiene derecho a querer una nueva traducción (o a ceder ante una editorial o agente que se lo recomiendan). Igual no es lo normal, según mi experiencia. Los autores suelen ser muy agradecidos con sus traductores. Otro tema es cómo reaccionás vos como traductor si te ofrecen hacer algo que ya está hecho. En principio si al otro traductor le pagaron por su trabajo no veo obstáculos. La solución a ese dilema sería hacer contratos de exclusividad que aten un original a una traducción por una cantidad de años.
–¿Qué sentido tienen los agentes literarios?
El rol del agente es sobre todo el de negociar contratos. Ya leerlos es bastante tedioso, y negociar con la editorial ni te cuento. Ademas las editoriales al autor le discuten todo, con el agente se resignan, de hecho en muchos casos el contrato lo redacta el agente y no la editorial. El agente puede también conseguir traducciones, audiolibro, etc.; a veces hay que especificar en el contrato si este rol de agente lo comparte con la editorial, en ese caso especifican como se reparten las comisiones, dependiendo de quien consiga la edicion, traduccion, adaptacion filmica, etc.
En mi caso, mi agente no tiene demasiada independencia, todo lo que haga está sujeto a mi aprobacion.
Dependiendo de si son ediciones locales o extranjeras, en español u otros idiomas, cobra entre 15 y 20 % de comisión; pero como suele conseguir que las editoriales pongan un 15 o 20% más, el dinero no sale de mi bolsillo. Ningun agente serio cobra por adelantado, siempre es a comision de los que consigue. En mi caso, solo maneja los libros de ficcion, los de ensayo los negocio yo, y x lo tanto x ellos no cobra comision.
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