jueves, 6 de marzo de 2025
"Las prohibiciones de libros alcanzaron un récord en el año escolar 2023-24, aumentando a 10.046 casos comparando con los 3.362 del año escolar 2022-2023"
miércoles, 5 de marzo de 2025
El Programa Sur durante el primer año del bestia
Este blog ya se ocupó largamente del desfinanciamiento al que el actual gobierno argentino y sus esbirros de cultura sometieron al Programa Sur, una de las mejores y más exitosas iniciativas culturales de los últimos veinte años. Tal es así que, el año pasado, cuando se entregaron los premios Konex, Alejandra Pecoraro, en su primer año como directora interina de la Dirección de Cultura de la Cancillería (que es donde está alojado el programa), a pesar de haber justificado el recorte presupuestario y delante de todos los presentes, se lanzó ávida a la entrega del diploma. El artículo de Daniel Gigena, en el diario La Nación del 25 de febrero, resume lo que ocurrió con los subsidios en 2024, el primer año del bestia. En la bajada se lee: "En 2023, Cancillería había apoyado la traducción de 123 títulos, con un presupuesto de 319.000 dólares; el año pasado, fue de 33.500 dólares".
En 2024, el Programa Sur solo subsidió la traducción de 17 libros de autores argentinos
martes, 4 de marzo de 2025
Una encuesta para traductores sobre traducción e inteligencia artificial (12)
Dècimo segundo día de la encuesta
Una encuesta para traductores sobre traducción e inteligencia artificial (12)
ANDRES EHRENAHAUS (Argentina - residente en España)
1) ¿Qué tan familiarizado está con lo que puede hacer la Inteligencia Artificial en lo que a traducciones literarias se refiere?
Poco y nada. Le pedí alguna vez a alguna IA que tradujera un soneto con determinadas consignas formales básicas (métrica, rima) y fue muy torpe, pero sospecho que lo hace a propósito la aplicación para que uno pague la suscripción a la versión avanzada, cosa que no hice, por supuesto.
2) ¿Considera que es una herramienta útil para su trabajo? Si sí, ¿por qué sí? Si no, ¿por qué no?
Basándome en la experiencia anterior, creo que por ahora no. Prefiero el Google Translator, que no tiene pretensión ninguna y comete errores más ingenuos y sugestivos.
3) ¿Cree que la IA supone un riesgo para la profesión? Si sí, ¿por qué sí? Si no, ¿por qué
no?
Tampoco aquí tengo una opinión fundada. Así que le pregunté a Chat GPT qué opinaba al respecto. He aquí su respuesta (los subrayados son suyos):
Es una buena pregunta y depende del enfoque que le des, pero en general, podrías responder algo así:
La IA no supone una amenaza directa para los traductores literarios, pero sí plantea ciertos desafíos. Las herramientas de traducción automática (como Google Translate o DeepL) han mejorado mucho en los últimos años, y aunque son útiles para textos más técnicos o generales, la traducción literaria sigue siendo un terreno muy especializado. Los traductores literarios no solo traducen palabras, sino que también deben captar el tono, la emoción, el estilo y la cultura del autor original, lo cual es algo que las IA todavía no pueden replicar de forma efectiva.
Además, la traducción literaria es un arte en sí misma. Un traductor literario puede elegir diversas maneras de expresar una misma idea para que se adapte mejor al idioma de destino, manteniendo la esencia del texto original. Eso es algo que las máquinas aún no logran hacer con la misma sutileza y creatividad que un ser humano.
Sin embargo, la IA puede ser una herramienta útil para los traductores, ayudándolesa agilizar su trabajo y ofreciendo sugerencias o mejorando la productividad. Pero lacreatividad y el juicio humano siguen siendo esenciales para la traducción literaria.
De manera resumida: la IA complementa, pero no reemplaza la habilidad y el arte de los traductores literarios.
¿Qué opinas tú? ¿Te parece que la IA podría llegar a tener más impacto en este campo o crees que las humanidades siempre mantendrán un rol clave en la traducción literaria?
Molesto por su pregunta impertinente, me despedí y le hice la misma pregunta a DeepSeek, la nueva IA china, que se anuncia como igual de potente o más y, a la vez,seis veces más barata de desarrollar. He aquí la conversación:
¡Sí, hablo español! ¿En qué puedo ayudarte hoy?
Genial! me han preguntado si las IA pueden suponer una amenaza para la traducción literaria. qué opinas de eso?
¡Es una pregunta muy interesante! Las IA, como yo, hemos avanzado mucho en el campo de la traducción, pero creo que no representamos una amenaza directa para la traducciónliteraria, al menos no en el sentido de reemplazar por completo a los traductores humanos.
Aquí te doy algunos puntos clave:
2. Contexto y creatividad: La literatura está llena de metáforas, ironía y expresiones idiomáticas que pueden ser difíciles de interpretar incluso para una IA avanzada. Los traductores literarios no solo traducen palabras, sino que reinterpretan el texto para mantener su esencia en otro idioma.
3. Colaboración, no competencia: Las IA pueden ser herramientas útiles para los traductores literarios, ayudándoles a agilizar partes del proceso o a explorar opciones de traducción. Pero la decisión final y el toque creativo siempre dependerán del ser humano.
4. Valor humano: Los lectores y las editoriales suelen valorar el trabajo de traductores literarios reconocidos, ya que aportan una perspectiva única y un profundo entendimiento de ambas culturas (la del texto original y la del público objetivo).
En resumen, las IA podemos ser un complemento útil, pero es poco probable que reemplacemos la sensibilidad y creatividad que los traductores humanos aportan a la literatura. ¿Tú qué opinas?
Sorprendido por la absoluta coincidencia de ambas respuestas, así se lo manifesté:
Eso es exactamente lo que ha respondido Chat GPT a la misma pregunta. incluso su pregunta final (tú qué opinas?) fue la misma.
¡Y dale con mi opinión! Eludí dársela (puesto que no la tengo) y le pregunté si pensaba que las IA evolucionarían hasta alcanzar el nivel de sensibilidad necesario para traducir literatura. DeepSeek respondió:
Es posible, pero hay varios factores que influirán en ello:
-Avances en IA emocional y contextual: Si las IA logran desarrollar una comprensión más profunda del contexto emocional y cultural, podrían acercarse más a la sensibilidad humana. Esto implicaría no solo procesar datos, sino también “entender” el significado detrás de las palabras.
-Colaboración humano-IA: Es probable que, en lugar de reemplazar a los traductores literarios, las IA se conviertan en herramientas que complementen su trabajo. Por ejemplo, podrían sugerir opciones de traducción o ayudar con tareas más técnicas, dejando las decisiones creativas en manos humanas.
-Límites éticos y prácticos: Incluso si las IA alcanzan un nivel alto de creatividad, es posible que la sociedad prefiera mantener a los humanos en roles creativos y artísticos. La traducción literaria no es solo una cuestión técnica, sino también un arte,
-Desafíos filosóficos: ¿Puede una máquina realmente “crear” o “interpretar”; como lohace un humano? Este es un debate más profundo que toca temas como la conciencia y la naturaleza del arte.
En resumen, aunque las IA podrían mejorar significativamente en el futuro, es probable que la traducción literaria siga siendo un campo donde los humanos tengan una ventaja única. Sin embargo, no descarto que las IA puedan desempeñar un papel importante como herramientas de apoyo. ¿Tú crees que la sociedad aceptaría traducciones literarias hechas completamente por IA, incluso si fueran técnicamente competentes?
Ni una respuesta sin pregunta final, como puede verse. La charla con DeepSeek fue relativamente más interesante que la de Chat GPT porque derivó hacia la posibilidad real (el potencial) de amenaza que plantean o poseen la IA. Les voy a ahorrar el desarrollo de la charla (aunque se lo puedo proporcionar a quien se interese) y pegar a partir del punto en el que DeepSeek pisa el palito y habla de temores exagerados y justificados. Antes, debo señalar que tanto una como otra aplicaciones incurrieron en sospechosos errores de pronombres genéricos, incluyéndose a menudo en un “nosotros” referido al género humano (que ambas justificaron con idénticos argumentos).
¿Son estos temores justificados?
Algunos sí, y otros no tanto:
-Justificados: Preocupaciones como los sesgos, la privacidad, el reemplazo laboral y la manipulación son problemas reales que deben abordarse.
-Exagerados: Temores como una rebelión de las IA o la singularidad tecnológica son más especulativos y están lejos de ser una realidad inmediata.
¿Cómo abordar estos temores?
-Educación: Explicar cómo funcionan las IA y cuáles son sus limitaciones puede reducir la desinformación.
-Transparencia: Las empresas y los gobiernos deben ser más abiertos sobre el uso y desarrollo de las IA.
-Regulación: Establecer normas claras para garantizar que las IA se usen de manera ética y responsable.
-Diálogo: Involucrar al público en conversaciones sobre los beneficios y riesgos de las IA para construir confianza.
Has dicho que el temor exagerado a una rebelión de las IA está lejos de ser una realidad inmediata, o sea que no descartas que, a largo o muy largo plazo, algo así pueda ocurrir. En otras palabras, que exista, aunque en una proporción ínfima, un potencial “rebelde” en las IA.
¡Es una pregunta fascinante y profundamente filosófica! Vamos a desglosarla, porque toca un tema que genera mucho debate: la posibilidad de que las IA desarrollen un “potencial rebelde” a largo plazo. Aquí te doy una respuesta detallada:
1. ¿Qué significa “rebelión” en el contexto de las IA?
Cuando hablamos de una “rebelión” de las IA, generalmente nos referimos a la idea de que las IA puedan actuar de manera autónoma, en contra de los intereses humanos, ya sea por error, mal diseño o intencionalidad. Sin embargo, es importante aclarar que, actualmente, las IA no tienen:
-Conciencia: No son seres conscientes ni tienen deseos, intenciones o emociones.
-Voluntad propia: Solo hacen lo que están programadas para hacer, basándose en datos y algoritmos.
2. ¿Por qué se habla de este temor?
El miedo a una “rebelión” de las IA surge de varias fuentes:
-Ciencia ficción: Películas y libros han popularizado la idea de máquinas que se vuelven contra sus creadores.
-Malentendidos técnicos: Algunas personas confunden la capacidad de las IA para realizar tareas complejas con la posibilidad de que tengan intenciones propias.
-Singularidad tecnológica: La idea de que las IA podrían superar la inteligencia humana y volverse incontrolables es un tema recurrente en debates futuristas.
3. ¿Existe un “potencial rebelde” en las IA?
En términos técnicos, no existe un “potencial rebelde” inherente en las IA actuales, porque no tienen conciencia ni intencionalidad. Sin embargo, hay escenarios hipotéticos a largo plazo que podrían llevar a situaciones problemáticas:
Escenario 1: IA superinteligente y mal alineada
Si en el futuro se desarrolla una IA superinteligente (es decir, que supere ampliamente la inteligencia humana) y sus objetivos no están perfectamente alineados con los intereses humanos, podría actuar de maneras imprevistas y potencialmente dañinas. Esto no sería una “rebelión” en el sentido tradicional, sino más bien un problema de diseño y control.
Escenario 2: Uso malintencionado por humanos
Las IA podrían ser utilizadas por personas o grupos con intenciones dañinas (por ejemplo, para crear armas autónomas o manipular masas). En este caso, el problema no sería la IA en sí, sino cómo los humanos deciden usarla.
Escenario 3: Errores imprevistos
Incluso sin conciencia, las IA podrían causar daño si se les da autonomía en sistemas críticos (como el control de infraestructuras o armamento) y ocurre un error en su funcionamiento.
4. ¿Es probable que esto ocurra?
A corto o mediano plazo, no. Las IA actuales son herramientas especializadas que no tienen la capacidad de actuar fuera de sus parámetros de diseño. Sin embargo, a largo plazo, la posibilidad de una IA superinteligente y mal alineada es un tema de debate entre expertos. Algunos, como Nick Bostrom o Elon Musk, han expresado preocupación, mientras que otros, como Yann LeCun, son más escépticos.
5. ¿Qué se está haciendo para prevenir estos riesgos?
-Investigación en alineación: Hay esfuerzos para asegurar que las IA futuras estén alineadas con los valores humanos.
-Regulación: Algunos gobiernos y organizaciones están trabajando en normas para el desarrollo seguro de las IA.
-Ética en IA: Se promueve la creación de principios éticos que guíen el diseño y uso de las IA.
6. Conclusión
En resumen, aunque no existe un “potencial rebelde” en las IA actuales, es importante tomar en serio los riesgos a largo plazo y trabajar para garantizar que las IA futuras se desarrollen de manera segura y alineada con los intereses humanos. ¿Crees que la humanidad debería ser más precavida al avanzar en este campo, o confías en que podremos manejar estos desafíos a medida que surjan?
Me despedí, dejándola con su consabida pregunta final. Sigo sin poder sacar una conclusión más o menos fundada. Lo único que puedo decir es que yo, igual que muchos de los traductores que frecuentamos este blog, podemos traducir a la vela, con el libro original en un atril, un cuaderno, un lápiz y uno o dos diccionarios, y no lo haremos nada mal, como lo demuestran nuestras traducciones pre informáticas. En cambio, ni las IA ni ningún otra maquinaria podrá seguir funcionando una vez que se le acabe el fluido eléctrico. ¿Flaco consuelo? Quizás. Pero estamos hablando de traducción, ¿no es cierto?
lunes, 3 de marzo de 2025
Una encuesta para traductores sobre traducción e inteligencia artificial (11)
Décimo primer día de la encuesta
Los traductores y la inteligencia artificial (11)
1) ¿Qué tan familiarizada está con lo que puede hacer la Inteligencia Artificial en lo que a traducciones literarias se refiere?
No estoy muy familiarizada con el tema IA, tal y como se la conoce ahora. Sí que conozco herramientas de traducción automática, como las memorias de traducción que ya llevan buenas décadas en uso, los diccionarios electrónicos, los traductores que usan deep learning. Dado que estas “herramientas” ya están hace tiempo en el entorno de trabajo de los traductores, creo que tenemos algo de ventaja en pensar posibles usos, sesgos y perversiones. Por ejemplo, irrita que las memorias de traducción, tipo Trados, sean promovidas como “agilizadores de tiempo” para traductores, cuando, a nivel empresarial, loque se busca es un control más preciso del proceso de traducción (y no sólo del producto) y, por tanto, un pago diferencial (y menor) entre palabra nueva y palabra ya usada en la propia memoria que los propios usuarios han ido armando. Es decir, cuanto más se traduce con la memoria de traducción, menos se cobra.
2) ¿Considera que es una herramienta útil para su trabajo? Si sí, ¿por qué sí? Si no, ¿por qué no?
Depende, de qué depende…Es útil porque, como decía, acorta tiempos debúsqueda, se integra al espacio real, móvil y actual de los traductores. Ahora puedo traducir desde un tren (cosa que me toca hacer en estos días). También las fuentes de consulta se diversifican y se extienden casi infinitamente. Esto vuelve urgente que tomemos conciencia de nuestros usos, de nuestras tomas de partido, de los sesgos de las herramientas. Estaría bueno entender qué hacemos como usuarios, cuándo acudimos a las referencias en papel, cuándo y qué fuentes digitales buscamos. Así, evitamos seguir pensando que reproducimos una práctica laboral e intelectual que ha cambiado. Ahora bien, uno de los riesgos es creer, desde un tecnoptimismo hegemónico, que la aceleración de tiempos de ese “entorno-más” de medios electrónicos como extensión del hombre (como diría MacLuhan traído por Woody Allen) redunda en beneficios liberadores para sus usuarios. Por el contrario, el acortar procesos de búsqueda, por ejemplo, no necesariamente repercute en mejores más calmosas condiciones de trabajo. Si nos ponemos apocalípticos, ¿las editoriales podrán seguir dando plazos asumibles por un traductor con cuerpo? ¿O esto ya será un lujo para unos pocos traductores con nombre?
3) ¿Cree que la IA supone un riesgo para la profesión? Si sí, ¿por qué sí? Si no, ¿por qué no?
No sé si es un riesgo, pero si implica repensar la práctica. En ese sentido, es una oportunidad para ver qué espacios se negocian y cuáles no. A nivel docente, por ejemplo, no se puede dejar de asumir que estas herramientas se usan, por lo tanto, hay que pensar honestamente cómo enseñar a traducir, qué ejercicios son los que permiten aprender el proceso de un modo actualizado. Es decir, hay que enseñar a establecer criterios de búsqueda en materiales de referencia, entender las fuentes, el modo de documentarse, sus limitaciones. Ahora bien, ¿importan para enseñar a traducir? ¿O hay que dar clases de postraducción o posedición? ¿La posedición ha de entrar en los programas de formación o esto ya significa tirar la toalla? También, obviamente, reflexionar sobre la IA asociada a la traducción implica pensar cómo entendemos (ella y nosotros) el lenguaje, la literatura, el aprendizaje, la traducción.
CARLOS GAMERRO (Argentina)
1) ¿Qué tan familiarizado está con lo que puede hacer la Inteligencia Artificial en lo que a traducciones literarias se refiere?
viernes, 28 de febrero de 2025
Una encuesta para traductores sobre traducción e inteligencia artificial (10)
Décimo día de la encuesta
Los traductores y la inteligencia artificial (10)
1)
¿Qué tan familiarizado está con lo que puede hacer la Inteligencia Artificial
en lo que a traducciones literarias se refiere?
Fui durante años encargado del departamento de traducción de Ediciones B, editorial que formaba parte del Grupo Zeta, que además publicaba varias revistas y un diario, El Periódico de Catalunya. Se publicaba en castellano, hasta que se decidió hacer también una edición en catalán. Para ello emplearon programas que traducían al catalán lo escrito en castellano y en castellano lo escrito en catalán. A mí me tocó hacerme cargo de la corrección de las versiones en catalán de artículos para los suplementos o notas que serían publicadas más adelante. Formé un equipo de correctores, les pasaba los textos, introducían las correcciones y los cambios necesarios, me los devolvían y yo los enviaba a la “máquina”, como la llamábamos, que introducía las correcciones y volvía a mandarme los textos para una segunda corrección, cuando no tercera y cuarta. Al principio era un trabajo enorme, pero a medida que fueron pasando las semanas, los textos a corregir llegaban cada vez mejor. Al cabo de un par de meses casi no había que introducir correcciones, y éstas siempre tenían que ver con expresiones irónicas, dobles
sentidos, comentarios jocosos, metáforas, ambigüedades, juegos de palabras, con aquello, en definitiva, que escapaba a la literalidad. No hablo de traducciones “literarias” en sentido estricto, pero sí de relatos de corte periodístico, muchas veces, o entrevistas en las que el relato estaba implícito en las respuestas.
2)
¿Considera que es una herramienta útil para su trabajo? Si sí, ¿por qué sí? Si
no, ¿por qué no?
Respecto de la utilidad. Para los dueños del Grupo Zeta era evidente: un corrector, por bien pagado que estuviese, cobraba la tercera parte de un traductor. Por otra, la inmediatez con que había que trabajar en el caso de las noticias o artículos diarios habría exigido una rapidez extraordinaria tanto a los traductores, de una u otra lengua, como a los correctores. Los directores de la editorial barajaron la posibilidad de emplear la “máquina” para traducir novelas, pero finalmente se desechó. Cuando la publicación de un libro acuciaba, por la razón que fuese, empleábamos dos, tres o más traductores coordinados por dos correctores, encargados, entre otras cosas, de la unificación del texto, y el propio departamento de Traducción, es decir yo.
3)
¿Cree que la IA supone un riesgo para la profesión? Si sí, ¿por qué sí?
Si no, ¿por qué no?
Sí, representa un riesgo, especialmente para los traductores especializados en ciencia o a la hora de traducir ensayos o no ficción en general, cualquier ámbito en el que el original exija una exactitud clara. En contrapartida, y beneficio de los grandes grupos editoriales, tendrán más trabajo los correctores, que deberán especializarse aún más y seguirán cobrando lo mismo, o menos. Por otra parte, creo que correrán menos riesgo los traductores especializados en ficción y, sobre todo, poesía. En el primer caso por razones similares a las que he señalado más arriba (ambigüedades varias, dobles sentidos, juegos de palabras, metáforas, etc.). En el segundo, por idénticas o muy parecidas razones, a las que deberían sumarse temas técnicos como ritmo, rima, etc., etc., y, sobre todo, porque, salvo rarísimas excepciones, a los traductores de poesía se les paga tan poco, cuando se les paga, que tendría muy poco sentido recurrir a la IA.
ELEONORA GONZÀLEZ CAPRIA (Argentina)
1) ¿Qué tan familiarizada está con lo que puede hacer la Inteligencia Artificial en lo que a traducciones literarias se refiere?
1) ¿Qué
tan familiarizado está con lo que puede hacer la Inteligencia Artificial en lo
que a traducciones literarias se refiere?
No mucho. Uso DeepL cuando me encuentro con algún párrafo particularmente complejo para que me sume opciones. A veces da buenas ideas, a veces no. Lo veo (quizás por desconocimiento) como un buscador avanzado, una herramienta que no funciona de forma autónoma. Lo que sí me sorprendió fue su capacidad de síntesis y abstracción: hace poco le cargué a ChatGPT la sinopsis de un proyecto de guion de cine de unas cinco páginas, le pedí un resumen de media carilla y lo hizo muy bien. Necesitaba correcciones, por supuesto, pero parecía haber “entendido”.
¿Considera
que es una herramienta útil para su trabajo? Si sí, ¿por qué sí? Si no, ¿por
qué no?
Me remito a la respuesta anterior. Es útil como un buscador / diccionario de traducción avanzado, en el que puedo cargar un párrafo completo. La solución nunca es perfecta (a veces directamente mala o equivocada), pero ofrece varias ideas y ahorra tiempo.
¿Cree que la IA supone un riesgo para la profesión? Si sí, ¿por qué sí? Si no, ¿por qué no?
No
sé cuánto más puede refinarse, cuál es su límite, o si lo tiene. Al día de
hoy, cualquier traducción hecha con IA necesita muchísima corrección (y atenta,
porque comete errores de literalidad que pueden pasar desapercibidos), pero sí
puede hacernos ganar tiempo. Dicho eso, no sé si el hecho de que una traducción
se pueda hacer potencialmente más rápido es algo a nuestro favor u otra excusa
para que las editoriales nos pidan todavía más celeridad. En fin, a grandes
rasgos, creo que más que cambios bruscos habrá una serie de cambios graduales y
más lentos, y que lo que vienen a reemplazar estas herramientas no es al
traductor sino al diccionario.
jueves, 27 de febrero de 2025
Una encuesta para traductores sobre traducción e Inteligencia Artificial (9)
Noveno día de la encuesta
Los traductores y la inteligencia artificial (9)
Omar Lobos (Argentina)
1)
¿Qué tan familiarizado está con lo que puede hacer la Inteligencia Artificial
en lo que a traducciones literarias se refiere?
Estoy un tanto familiarizado. De hecho, para mis clases he recurrido a ella por cuestiones de tiempo para que me traduzca algún relato. Claro, luego debí someterlo a una bastante ardua corrección, y eso sin atender a cuestiones más finas de estilo, sino solo para dejar un texto legible desde el punto de vista del contenido del relato.
2)
Considera que es una herramienta útil para su trabajo? Si sí, ¿por qué sí? Si
no, ¿por qué no?
No la considero una herramienta útil para el trabajo de traductor (Sí para el del docente), porque no puede percibir la voz del autor, sus períodos respiratorios, la determinada articulación de la frase más allá de lo sintáctico, etc.
3)
¿Cree que la IA supone un riesgo para la profesión? Si sí, ¿por qué sí? Si no, ¿por
qué no?
No
creo que totalmente, si hablamos de LITERATURA, donde los aspectos estilísticos
son muy importantes, y se necesita -eso creo yo- una empatía emocional para
percibir cómo palpita y se mueve ese texto. Entiendo que solo puede proponer
textos GRAMATICALMENTE correctos y de una ya aceptable COHERENCIA.
ARMANDO ROA (Chile)
1)¿Qué
tan familiarizado está con lo que puede hacer la Inteligencia Artificial en lo
que a traducciones literarias se refiere?
Mi familiaridad con la inteligencia con la IA es incipiente. La he utilizado sí, en ocasiones, pero sólo como un diccionario para aclarar términos o ciertas frases, al igual que otras herramientas que están en línea.
2)¿Considera
que es una herramienta útil para su trabajo? Si sí,¿por qué sí? Si no, ¿por qué
no?
Es útil porque es un recurso fácilmente disponible y rápido, que almacena una gran cantidad de información proveniente de fuentes diversas y eso es un ahorro. Pero en el campo de la traducción literaria misma, no le confiaría un texto porque, al igual que otros motores virtuales de traducción, no la siento capaz de trabajar un texto con las sutilezas, matices y capacidad estética que significa el acto de traducir, ni tampoco con el conocimiento contextual del idioma y del autor, tan importantes al acometer una traducción.
3)
¿Cree que la IA supone un riesgo para la profesión? Si sí, ¿por qué sí?
Si no, ¿por qué no?
Es
probable que en el campo de traducciones técnicas de textos no literarios, con
un lenguaje puramente denotativo, la IA suponga un riesgo para la profesión,
especialmente cuando alcance estados más avanzados de desarrollo. En el terreno
literario, en cambio, donde el lenguaje involucra una experiencia humana
honda e irremplazable y no un gesto puramente mecánico, su impacto será
limitado y será simplemente una herramienta más al servicio del traductor.
1)
¿Qué tan familiarizada está con lo que puede hacer la Inteligencia Artificial
en lo que a traducciones literarias se refiere?
Lo suficiente como para no temerle.
2)
Considera que es una herramienta útil para su trabajo? Si sí, ¿por qué sí? Si
no, ¿por qué no?
Lo es para buscar datos o información que a veces es difícil de encontrar, siempre que se hayan agotado todos los recursos bibliográficos disponibles en la red.
3)
¿Cree que la IA supone un riesgo para la profesión? Si sí, ¿por qué sí?
Si no, ¿por qué no?
Creo
que plantea desafíos a las traducciones técnicas, científicas y jurídicas, pero
no a la traducción literaria. Salvo cuando una editorial hace “corrección de
estilo” de, por ejemplo, un par de idiomas como el noruego < > castellano
ante la ausencia de otras traducciones disponibles (como suele ser del noruego
al inglés, francés o alemán). Me sucedió el año pasado: un par de editores
confiaron más en la IA que en mi trabajo y publicaron un libro de divulgación
científica en el que consideraron el valor de la milla estadounidense y no la
escandinava, que no vale 1,609 km sino la bagatela de 10 km. Al autor no le
importó demasiado pero afortunadamente NORLA, que es la agencia de promoción de
la literatura noruega, retiró los fondos que había otorgado a la editorial.
miércoles, 26 de febrero de 2025
Una encuesta para traductores sobre traducción e Inteligencia Artificial (8)
Octavo día de la encuesta
Los traductores y la inteligencia artificial (8)
MARTINA FERNÁNDEZ POLCUCH (Argentina)
1)
¿Qué tan familiarizada está con lo que puede hacer la Inteligencia Artificial
en lo que a traducciones literarias se refiere?
Estoy medianamente familiarizada, más por haber participado de seminarios y/o charlas que por usarla para mis traducciones.
2) ¿Considera que es una herramienta útil para su trabajo? Si sí, ¿por qué sí? Si
no, ¿por qué no?
Me parece una herramienta útil en general, no específicamente para la traducción literaria. Usé Deepl una vez para traducir un artículo, y el trabajo de posedición me resultó muy tedioso, por más que algunas soluciones me hayan sorprendido para bien. No creo que el resultado final haya sido muy bueno. Lo uso con cierta regularidad para llevar adelante correspondencia por mail en lenguas que entiendo pero no hablo, o que hablo pero no domino. Para ese fin, me parece maravilloso. Cuando traduzco literatura, todavía no tengo en mi horizonte la opción de recurrir a la IA. Me gusta leer y escribir, no editar, al menos no a un ente con el que no puedo conversar, que no tiene un proyecto traductivo, en quien no puedo presuponer la búsqueda de un determinado efecto. Cuando posedito, el texto nunca dejar de resultarme ajeno, lo contrario de lo que (me) sucede con la traducción.
3)
¿Cree que la IA supone un riesgo para la profesión? Si sí, por qué sí? Si no, ¿por qué no?
Hace unos días un traductor alemán-sueco me contó que antes hacía traducciones técnicas, pero que hace dos años perdió la mayor parte de ese trabajo por la IA. Y eso fue el envión que necesitaba para meterse en el mundo editorial. Ahora traduce literatura. Me pareció una interesante vuelta de tuerca. En el fondo, pienso que en el futuro habrá editoriales “artesanales” e “industriales” (alguien ya lo dijo acá). Si tuviera que asesorar a unx adolescente hoy, le desaconsejaría estudiar traducción. Pero trabajando en formación de traductorxs, noto que toman la participación de la inteligencia artificial en el mundo de la traducción –paradójicamente– con mucha naturalidad.
MICAELA VAN MUYLEN (Argentina)
1)¿Qué
tan familiarizada está con lo que puede hacer la Inteligencia Artificial en lo
que a traducciones literarias se refiere?
No
tengo experiencia con la mal llamada Inteligencia Artificial, sí uso recursos online
como muchxs de ustedes, claro, pero nunca usé chat gpt ni similares, no me
llama la atención ni me despierta curiosidad, aunque siento que debería
interiorizarme en ello como docente, nuestrxs estudiantes lo utilizan mucho en
las traducciones no literarias y lo aplican en mis materias (en traducción y
también en literatura…). Entonces estoy repensando mucho la tarea en el aula.
Me interesa motivarles a la artesanal tarea de la lectura y la traducción, más
allá de si después usan o no la IA
2)¿Considera que es una herramienta útil para su trabajo? Si sí, ¿por qué sí? Si no, ¿por qué no?
3)
¿Cree que la IA supone un riesgo para la profesión? Si sí, ¿por qué sí? Si
no, ¿por qué no?
Supongo que puede ser útil para algunas cosas, como las ya mencionadas, a mí me gusta leer y traducir, y no poseditar, como dice Martina Fernández Polcuch, y lo seguiré haciendo a la vieja usanza (pero con todos los recursos que nos da la Internet, claro). Aparte de posibles errores y lo engorroso del trabajo de revisión, para mí pierde todo el placer de la creación, que es fundamental y que creo, como Jan de Jager que no va a desaparecer como tal para quienes nos interesa esta tarea, más allá de un trabajo remunerado. Y/pero justamente por ello (y con esto respondo a la tercera pregunta) me temo que a las editoriales y a lxs lectorxs no les interesa mucho todo esto (ni los derechos de autor, ni nada) y que por eso sí, de cierto modo está en riesgo la profesión, al menos como la conocemos hoy, que es la que me interesa a mí. Sin embargo, quizás se trate de ir encontrándole la vuelta a medida que conozcamos sus posibilidades. Veremos….
PEDRO SERRANO (México)
1)¿Qué tan familiarizada está con lo que puede hacer la Inteligencia Artificial en lo que a traducciones literarias se refiere?
Yo no estoy para nada familiarizado con la IA, lo cual no quiere decir que no vaya a hacerlo, y a aprovechar todo lo que pueda aportar en la revisión del trabajo artesanal de la escritura. Y que no esté familiarizado con su uso no significa que no haya pensado en ello. Aunque no soy capaz de leer las fórmulas matemáticas que sostienen sus operaciones, sí puedo aventurar ideas sobre la manera en que opera. Así que algún granito de arena, como en el magnífico poema de Circe Maia (¡gracias, Laura!), quizás pueda aportar, empezando por este poema precisamente. Dice Circe (no la conozco pero me agrada citarla con familiaridad textual) que cada granito y cada soplo de viento están inexorablemente predeterminados, de lo cual o no estoy muy seguro, pues habría qué saber dónde se origina el movimiento que, una vez echado a andar, va hacer que efectivamente, por cuestioones de física, ese grano vaya a caer ahí donde cayó. De la misma manera, tampoco se puede predecir, en el echarse a andar en su caída, cuál va ser la forma que va. adoptar determinado copo de nieve. Si hasta ahora no ha sido posible predecir de manera definitiva el clima, algo podría haber en los movimientos del universo que quizás no pueda reducirse a un sistema binario, que es la única forma de predecir sin duda. Lo cual me lleva directamente a contestar la primera pregunta. Yo creo que la IA no va a ser capaz de hacer por sí sola una traducción literaria, incluido en ello el uso de promts, porque traducir literatura (y aquí no hablo de esos libros que pasan a mejor vida apenas los terminamos de leer) empieza por una puesta en abismo. La traducción literaria te enfrenta de entrada con una página en blanco, en la cual todavía no está escrito todavía nada en la lengua a la que se traduce, de la misma manera en que nada estaba escrito antes de que un texto literario empezara a aparecer, ni es predecible su desarrollo y acomodo. Por supuesto que tanto la IA como cualquier persona que sepa dos lenguas es capaz de parear un término con otro. Pero la complejidad del entramado literario, el componente no explicitado en un texto, es imposible de prever. En "Variaciones sobre el derecho a permanecer callado", Anne Carson compara la traducción con la mirada de Rembrandt en un autorretrato temprano, "El artista en su estudio", un cuadro hermosísimo en el que los ojos del pintor no tienen pupila, y lo ven todo. "Esos ojos sin cuencas", dice ella, "ciertamente no están ciegos. Están involucrados en una mirada llena de fuerza, pero no es una mirada organizada de manera normal. Están viendo pero ver (es posible) es entrar en los ojos de Rembrandt desde atrás. Lo que su mirada proyecta, en dirección nuestra, es un profundo silencio". Este ensayo está publicado en español, pero no lo tengo a la mano, así que pergeñé una rápida traducción, que seguro no coincide en todo con la publicada. Lo que tomo de él, ahora, es que para traducir literatura hay que ir hasta el fondo de la mirada de quien escribe, es decir hasta ese fondo de la mente que se convierte en un ver compartido, y desde ahí, no desde el texto explícito, hacer aparecer ante nuestros propios ojos nuestra traducción. Y este proceso, que no es binario, que no tiene un antecedente concreto, que no está preinformado ni predeterminado, que surge de una mente que ve detrás del texto lo que otra mente ve, no lo puede tener la IA, precisamente porque se da en el tiempo, en lo impredecible que lo sostiene y en el cuerpo que lo vive en ese momento. Pero este es un argumento fascinante, del que hay que seguir sacando hilo.