Transformó la literatura universal, pero se desconoce su nombre: El diario de Kagerō fue traducido al español en Perú
“Hasta entonces nadie había hecho revelación de sus sentimientos”, dijo el traductor Iván Pinto sobre la importancia del Diario de Kagerō no solo para la literatura japonesa, sino para la mundial. Además, “dio el campanazo de la prosa en japonés” cuando lo habitual eran los textos escritos solo por hombres y en chino.
Las complicaciones de la vida conyugal empujaron a una integrante de la familia Fujiwara a dejar registro de sus angustias. “Entretanto, a los ojos de los demás, nuestra vida matrimonial parecía favorable, habían transcurrido once o doce años ya. Sin embargo, la realidad interna era que seguía viviendo sumida en mis turbaciones, lamentando mi infortunio de no llegar a ser igual a los otros del mundo”, escribió.
“La mujer no era considerada como objeto creador de cultura”, dijo Pinto a Infobae Perú para entender por qué el nombre de la autora sigue siendo una incógnita. El mundo la conoce como la madre de Michitusna, nombre del único hijo que tuvo con Fujiwara no Kaneie. A modo de homenaje, los traductores Pinto y Shimono decidieron agregar al título el recordatorio de que se trata de los apuntes de una efímera.
El kagerō es una efímera, un tipo de insecto alado conocido por su vida extremadamente breve en su fase adulta—en muchos casos, solo unas horas o pocos días. Como símbolo de lo efímero y delicado, encapsula perfectamente el tono y el contenido emocional de El diario de Kagerō. La autora, atrapada en un matrimonio donde no es plenamente amada ni valorada, experimenta una vida llena de altibajos emocionales, soledad y una constante sensación de inestabilidad.
Histórico recuento de vida
El diario de Kagerō (también conocido como Kagerō Nikki), escrito en el siglo X por una noble japonesa conocida como la madre de Michitsuna, es una de las primeras obras autobiográficas de la literatura japonesa. Este diario íntimo, redactado en prosa y poesía waka, narra con profundidad emocional la vida interior de una mujer casada con el influyente cortesano Fujiwara no Kaneie, con quien tuvo un hijo, Michitsuna.
La autora, cuya identidad real no se menciona en el texto, expresa con honestidad sus emociones, decepciones y sufrimientos en un matrimonio marcado por la ausencia, la infidelidad y la desigualdad de género. A diferencia de la mayoría de los escritos de su tiempo, centrados en los hombres o en eventos públicos, El diario de Kagerō se enfoca en la perspectiva femenina, revelando una voz introspectiva, sensible y crítica hacia las normas sociales del periodo Heian. muestra una gran lucidez emocional y una aguda observación del mundo que la rodea. El diario de Kagerō es considerado un precedente del Genji Monogatari de Murasaki Shikibu, y una obra fundamental para entender el rol de la mujer en la aristocracia japonesa de la época.
El texto combina entradas cronológicas con poemas que capturan momentos de tristeza, frustración o deseo, mostrando el vaivén emocional de la autora. A través de su escritura, la protagonista construye un espacio de resistencia y reflexión, donde la escritura se convierte en refugio y forma de autocomprensión.
Aunque su vida estuvo marcada por el dolor y la soledad, también muestra una gran lucidez emocional y una aguda observación del mundo que la rodea. El diario de Kagerō es considerado un precedente del Genji Monogatari de Murasaki Shikibu, y una obra fundamental para entender el rol de la mujer en la aristocracia japonesa de la época.
En conjunto, el diario es tanto una crónica personal como un testimonio social, ofreciendo una ventana única a la vida interior de una mujer japonesa en el Japón clásico.
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