lunes, 30 de junio de 2025

"En el sector editorial iberoamericano la Inteligencia Artificial está en una etapa incipiente"

El pasado 25 de julio, Luciano Sáliche publicó un artículo en InfoBAE, a propósito de la utilización de la Inteligencia Artificial en la actualidad. La bajada dice: "Un informe del Cerlalc-Unesco y la Unsam titulado 'Navegando lo incierto' revela que el 50% de los encuestados usó alguna vez estas herramientas y que el 87% considera urgente establecer un marco regulatorio".

El impacto de la IA en la industria del libro: entusiasmo, preocupación y una 
“apropiación crítica”

La primera de las Tres Leyes de la Robótica de Isaac Asimov dice: “Un robot no hará daño a un ser humano, ni por inacción permitirá que un ser humano sufra daño”. La escribió en 1941 y se publicó al año siguiente en “Círculo vicioso”, cuento que salió en la revista de ciencia ficción Astounding. ¿Cómo se aplica esa ley en la actualidad? ¿La inteligencia artificial está haciendo daño? ¿Qué sugiere la gravitante pérdida de empleo y las alarmas sobre una reconversión económica? Mientras tanto, la IA es un hecho y las diferentes industrias se van adaptando a ella. Por ejemplo, el sector editorial.

El Centro Regional para el Fomento del Libro de América Latina y el Caribe de la Unesco y el Centro de Estudios y Políticas Públicas del Libro de la Universidad Nacional de San Martín acaban de publicar el informe Navegando lo incierto: Usos y percepciones de la IA generativa en el sector editorial iberoamericano. Es una encuesta realizada entre octubre y diciembre de 2024 a 2012 personas del mundo del libro. “Buscamos tomar una fotografía de los usos, experiencias y representaciones de la inteligencia artificial generativa”, sostienen en la introducción.

Contexto y familiaridad
“Mientras preparábamos este informe irrumpió Deepseek, un motor de inteligencia artificial generativa desarrollado en China, prácticamente tan bueno como el mejor modelo público de Open AI, desarrollado a mucho menor costo y con menores requerimientos”, escriben los autores del informe: Alejandro Dujovne, Valentina Cuneo y José Diego González Mendoza. “También comenzaron a hacerse públicos los llamados razonadores, con Deep Research, de Open AI, a la cabeza, capaz este último de producir informes sobre cualquier tema cuya elaboración tomaría días a cualquiera”.

A pesar de que el uso de la inteligencia artificial generativa en el sector editorial iberoamericano aún está en “una etapa incipiente” (el 50% de los encuestados usó alguna vez estas herramientas en su trabajo), la preocupación sobre los años venideros existe. Estamos hablando de un sector donde, según la muestra, el 26,1% tiene estudios universitarios de grado terminados y el 22,9% posgrado o maestría. La mayoría de las respuestas son de editores (28%) y escritores (27%). Hay, además, libreros, traductores, ilustradores, diseñadores, correctores, distribuidores y prenseros.

Otro dato interesante para entender el contexto en el cual se introdujo la IA tiene que ver con la situación laboral. Alrededor del 70% de los traductores e ilustradores trabajan de forma independiente para varias editoriales. En los diseñadores, ese porcentaje baja al 52,8%. Y en cuanto a los escritores, para el 82% no se trata de su ocupación principal ni es su principal fuente de ingresos. La familiaridad con la IA generativa es variable: un 10% está muy familiarizado, un 30% está familiarizado, un 38% está poco familiarizado y un 19% directamente no está familiarizado.

Hay entusiastas, hay reticentes
Que estamos en los albores de la IA generativa se percibe en que aún falta capacitación. El 54 % de los encuestados no han recibido ningún tipo de aprendizaje respecto de la herramienta. Y acá el punto es práctico: para muchos, contar con ese conocimiento implica alivianar las tareas, sobre todos las más mecánicas, valga el término. Por ejemplo, el 35% de quienes trabajan en distribución indicaron que les redujo la cantidad de trabajo, y entre el 32% y el 34% de quienes hacen prensa, comunicación, corrección, edición y distribución la usan de forma diaria o semanal.

La herramienta más utilizada es ChatGPT. Le sigue, lejos, Google Translate, y más lejos, Gemini y Copilot. La gran mayoría de los están dispuestos a utilizarlas: los que más, distribuidores (85%) y agentes de prensa y comunicación (80%); traductores (20%) e ilustradores (18,8%) son los más reticentes. El impacto en el trabajo creativo no tiene una percepción homogénea. Quienes traducen (56%) e ilustran (60%) manifiesta una visión crítica; quienes escriben (25%) se muestran más optimistas. Claro, son dos tareas muy distintas y el uso de la IA en esas tareas impacta de forma diferente.

Entre los principales desafíos e inconvenientes del uso de estas herramientas están el costo de las que son pagas, la falta de capacitación y de tiempo para aprender. El dato final podría ser este: “El 87% de las personas encuestadas considera urgente establecer un marco regulatorio para el uso de la IA en el ámbito editorial”. Es que, sostienen los autores del informe, “sin la curaduría, la intervención y la supervisión del criterio humano, los contenidos generados con la IA pueden operar en contra de la riqueza del discurso y del lenguaje, ya sea escrito o visual”.

Sin dudas, la preocupación existe. Se vislumbra un “posible impacto negativo en la diversidad de actores que conforman al sector”. “Esta inquietud tiene una doble implicancia: por un lado, en el plano laboral se vincula a sustitución o disminución de funciones profesionales específicas, lo que podría derivar en una menor pluralidad de voces y, por otro, el riesgo de que se profundice la concentración de la producción en pocos actores con mayor capital económico, ya que la adopción tecnológica exige poder de inversión, lo que podría dejar rezagados a actores independientes”.
Una apropiación crítica

“En este contexto, y como se observa en los resultados de la encuesta, una parte del sector, adoptando una postura pragmática, muestra interés y disposición para explorar la IA generativa como una herramienta capaz de dinamizar el sector (especialmente en roles técnicos, de diseño o gestión), mientras que otras personas —principalmente quienes realizan tareas creativas como la ilustración o la traducción— manifiestan mayor reserva y preocupación", se lee entre las conclusiones. Más allá de los matices, “los resultados de esta encuesta expresan claramente las demandas del sector”.

Y si el futuro ya inició, es decir, si estamos en un proceso en el que solo puede profundizarse, ¿cómo evitar que la inteligencia artificial rompa la primera de las Tres Leyes de la Robótica de Asimov? “Quizás uno de los grandes desafíos que enfrenta el sector editorial ante la aparición de IA es superar posturas que oscilan entre el tecnooptimismo y el pesimismo para avanzar en una apropiación crítica y reflexiva de la tecnología en el contexto regional, que reconozca potencialidades y sepa cómo afrontar los desafíos que se presentan”, dicen los investigadores en el informe.

En alguna noche del verano de 1940 en la que pudo conciliar el sueño, Alan Turing imaginó el futuro. Durante la vigilia era imposible: estaba descifrando mensajes del nazismo. Los alemanes tenían una máquina que cifraba las comunicaciones; se llamaba Enigma y funcionaba de maravilla. Para contrarrestarla, Turing creó otra máquina: Bombe. En alguna calurosa noche en que el cansancio le cerró los ojos percibió una imagen del futuro. Las máquinas eran más sofisticadas y los humanos estaban intentando la utopía de la convivencia. ¿Habrá sido un sueño o una pesadilla?



viernes, 27 de junio de 2025

Nino Pipia, traductora georgiana en Argentina


El pasado 16 de junio, Nino Pipia, agregada cultural de la embajada de Georgia en la Argentina y traductora de Borges, Bioy Casares y Sábato al georgiano, estuvo en el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires para hablarnos de su lengua, su labor con los autores argentinos, los principales problemas con que se enfrentó en razón de la idiosincrasia de ambas lenguas y el mundo editorial de su país. La charla, que tuvo lugar en la librería El Jaúl, de C.A.B.A., quedó registrada y puede verse en el siguiente link:

https://www.youtube.com/watch?v=AlAS0PdZ7vI



jueves, 26 de junio de 2025

¿Se preguntaron qué va a pasar con los jueces cuando la justicia la imparta la Inteligencia Artificial?

La noticia fue publicada en el día de hoy, sin firma, por InfoBAE Cultura. En ella se habla de distintas sentencias que fallan a favor de la Inteligencia Artificial contra los intereses de los autores. En la bajada se lee: "El uso de libros por parte de las empresas para entrenar chatbots fue avalado esta semana por tribunales federales de Estados Unidos, que en ambos casos determinaron que estaban amparadas en el concepto de 'uso justo'".

Fallos favorables a Meta y Anthropic intensifican el debate sobre derechos de autor e Inteligencia Artificial

Un juez federal en Estados Unidos dictaminó esta semana que la empresa de inteligencia artificial Anthropic no violó la ley al utilizar libros protegidos por derechos de autor para entrenar su chatbot, Claude, sin el consentimiento de los autores o editores de los textos, aunque ordenó que la compañía enfrente un juicio por presuntamente haber empleado versiones pirateadas de esos libros. La decisión, emitida el lunes por el juez William Alsup del Tribunal del Distrito Norte de California, representa un avance para las empresas de inteligencia artificial, que han enfrentado demandas por derechos de autor de escritores y organizaciones de noticias debido al uso de sus obras para entrenar sistemas de IA.

En paralelo, otro caso relevante se resolvió esta semana. El miércoles, hubo un fallo a favor de Meta en una demanda presentada por 13 autores de libros, entre ellos la comediante Sarah Silverman, quienes alegaban que la empresa había entrenado ilegalmente sus modelos de IA con obras protegidas por derechos de autor. El juez federal Vince Chhabria emitió un fallo sumario —es decir, resolvió el caso sin enviarlo a un jurado— a favor de Meta, determinando que el entrenamiento de modelos de IA con libros protegidos en este caso se amparaba en la doctrina de “uso justo” y, por tanto, era legal.

Tanto las victorias de Anthropic como de Meta giran en torno al entrenamiento de modelos de IA con libros, pero existen otras demandas activas contra empresas tecnológicas por entrenar modelos de IA con otros tipos de obras protegidas. Por ejemplo, The New York Times ha demandado a OpenAI y Microsoft por adiestrar modelos de IA con artículos periodísticos, mientras que Disney y Universal han demandado a Midjourney por la misma práctica con películas y programas de televisión.

En conjunto, estos casos representan un avance para la industria tecnológica, que lleva años en disputas legales con empresas de medios argumentando que el entrenamiento de modelos de IA con obras protegidas constituye uso justo.

El caso Anthropic
El juez William Alsup comparó el uso de los libros por parte de Anthropic para entrenar sus modelos de lenguaje con la situación de un escritor aspirante que lee textos protegidos “no para adelantarse y replicar o suplantar” esas obras, sino para “tomar un giro radical y crear algo diferente”. Esta interpretación se alinea con la doctrina de “uso justo” que permite cierta utilización de obras protegidas bajo circunstancias específicas. Sin embargo, la decisión no exime a Anthropic de responsabilidad en todos los aspectos del caso.

La demanda fue presentada el año pasado por tres autores: Andrea Bartz, Charles Graeber y Kirk Wallace Johnson, quienes alegaron que la empresa utilizó sus obras sin consentimiento para entrenar sistemas de inteligencia artificial, lo que calificaron como un “robo a gran escala”. El juez Alsup, aunque desestimó la acusación principal sobre el uso de los libros para entrenamiento, ordenó que Anthropic enfrente un juicio por la acusación de haber obtenido conscientemente copias de más de 7 millones de libros desde sitios web de piratería, aunque la empresa posteriormente pagó por copias de algunos de esos libros.

Alsup expresó escepticismo sobre la justificación de Anthropic para descargar copias desde sitios piratas, señalando que dudaba que “cualquier presunto infractor pudiera jamás cumplir con la carga de explicar por qué descargar copias fuente de sitios piratas, que podría haber comprado o accedido legalmente, era razonablemente necesario para cualquier uso justo posterior”. Añadió que el hecho de que “Anthropic luego comprara una copia de un libro que antes había tomado de internet no la eximirá de responsabilidad por el robo, aunque podría afectar el monto de los daños legales”.

En una declaración, Anthropic manifestó satisfacción porque el tribunal reconoció que el uso de obras publicadas para entrenar modelos de lenguaje de gran tamaño (LLMs) es coherente con las leyes de derechos de autor “al permitir la creatividad y fomentar el progreso científico”. No obstante, la empresa expresó su desacuerdo con la decisión de llevar a juicio la cuestión de la “adquisición de un subconjunto de libros y cómo se usaron”, en referencia a las acusaciones de piratería. “Mantenemos la confianza en nuestro caso general y estamos evaluando todas las opciones”, afirmó la compañía.

En la demanda, los autores sostuvieron que las acciones de Anthropic “han hecho una burla de sus elevados objetivos”. El juez también indicó que la empresa podría haber contratado escritores y técnicos para crear textos originales de calidad para entrenar los modelos de IA, aunque eso habría “requerido gastar más”.

El caso Meta
El juez Vince Chhabria aclaró que su fallo no implica que todo entrenamiento de modelos de IA con obras protegidas sea legal, sino que los demandantes en este caso “presentaron los argumentos equivocados” y no desarrollaron pruebas suficientes en apoyo de los argumentos correctos. Más adelante, añadió: “En casos que involucren usos como los de Meta, parece que los demandantes a menudo ganarán, al menos cuando esos casos cuenten con registros mejor desarrollados sobre los efectos en el mercado del uso por parte del demandado”.

El juez Chhabria determinó que el uso de obras protegidas por parte de Meta en este caso fue transformador, es decir, los modelos de IA de la empresa no reprodujeron simplemente los libros de los autores. Además, los demandantes no lograron convencer al juez de que la copia de los libros por parte de Meta perjudicó el mercado para esos autores, un factor clave para determinar si se ha violado la ley de derechos de autor. “Los demandantes no presentaron ninguna prueba significativa sobre la dilución del mercado”, señaló el juez Chhabria.

Además, destacó en su decisión que las defensas de uso justo dependen en gran medida de los detalles de cada caso, y que algunos sectores pueden tener argumentos de uso justo más sólidos que otros. “Parece que los mercados de ciertos tipos de obras (como los artículos periodísticos) podrían ser aún más vulnerables a la competencia indirecta de los resultados generados por IA”, afirmó Chhabria.


miércoles, 25 de junio de 2025

"El espacio se concentra en la palabra, es decir, en la lengua; y para hacerla hablar, basta un templo personal"

Lucas Martí Domken
(Madrid, 1984) es licenciado en economía de la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona, poeta y traductor de alemán e inglés. Ha traducido la Colin Thubron, a G. C. Lichtenberg, a Cornel West y bell hooks, entre otros. Asimismo, ha colaborado en el libro coral Pedir la luna, una reflexión colectiva sobre la traducción. Recientemente, ha publicado la siguiente columna en El Trujamán, la página sobre traducción del Instituto Cervantes.
 

Comparado con el hombre, el mono más bello es feo. Frente a dios, el hombre más sabio se asemeja al mono en sabiduría, belleza y todo lo demás.
(Heráclito)

La traducción es un oficio discreto, y la mayoría de sus héroes nunca salen de la espesa sombra proyectada por el autor, es decir, no ven la luz pública (a veces literalmente, cuando su despacho se convierte en la continuación de la celda monástica). No así el legendario Xuanzang (玄奘), el monje budista que en el siglo vii de nuestra era desobedeció a Tang Taizong (李世民), el segundo emperador de la dinastía Tang, y partió de China rumbo al oeste, hacia las fuentes indias de la sabiduría budista.

Tras recorrer más de diez mil kilómetros a lomos de un enclenque caballo, estar a punto de morir de sed en el desierto y cruzar zonas como Turfán, Taskent, Samarcanda o Cachemira, llegó al reino de Magadha (hoy Bodh Gaya), en la India, donde, aparte de estudiar en el gran monasterio de Nalanda, visitó múltiples ciudades sagradas y predicó la religión budista gracias a su elevado dominio del sánscrito.

Al cabo de dieciséis años, inició el regreso a China, y en 645 llegó a Chang’an, por entonces la capital del imperio chino, con más de seiscientos manuscritos budistas en su haber. Perdonado por el emperador, quien enseguida reconoció su valor no solo como erudito religioso, sino también como asesor diplomático, Xuanzang rechazó un puesto de alto funcionario para entregarse a la causa budista, y consagró el resto de su vida a un trabajo de pormenorizada traducción de sutras (discursos de Buda) y sastras (tratados y enseñanzas).

Generosamente subvencionado por la corte imperial, y rodeado de alumnos aventajados, se puso a traducir metódicamente textos inéditos, así como aquellos que consideraba mal trasladados. Su equipo incluía lectores de chino y sánscrito, correctores, amanuenses (Xuanzang traducía oralmente, mientras leía el original), estilistas, supervisores y hasta recitadores de canto sánscrito. La principal dificultad radicaba en conciliar la tendencia india por lo abstracto y la china por lo concreto (por ejemplo: redondo en lugar de perfecto). En Notas sobre las regiones occidentales de la gran dinastía Tang (大唐西域记·赞, Datang xiyuji Zan), escrita por el propio Xuanzang y su discípulo Bian Ji, puede leerse:

"La escritura de ese país [India] se llama Escritura Celestial, y la lengua hablada Lengua Celestial; el lenguaje es eufemístico y recóndito, y los sonidos y melodías de las palabras se retroalimentan constantemente. Algunas veces un solo término abarca varios significados, mientras que otras veces un solo significado está representado por muchos términos diferentes […] Para traducir una lengua tan profunda y expresiva necesitamos traductores con sabiduría ilustrada."

Todo un reto el de verter la lengua «celestial» a otra digamos más terrenal. Aun así, Xuanzang y su escuela lograron traducciones de gran precisión literaria, muchas de las cuales todavía siguen leyéndose en los templos chinos. El insigne monje murió en 664, habiendo traducido setenta y cinco obras en mil trescientos treinta y cinco tomos, incluido el enciclopédico Yogacara-bhumi (con prefacio del propio emperador). También escribió obra propia, principalmente sobre doctrina budista.

Sin embargo, su muerte sólo fue el principio de la leyenda. Como señala el pensador rumano Mircea Eliade en su libro El mito del eterno retorno, tragedias y vidas excepcionales no tardan más de una generación en ser mitificadas, y así ocurrió con la de Xuanzang, de quien empezaron a contarse cuentos fantásticos sobre su viaje, hasta desembocar en 1592 en el clásico Viaje al oeste (西游记), que relata las increíbles aventuras del monje en compañía del rey mono —figura procedente seguramente del Ramayana— y otros tres discípulos (entre ellos, un cerdo). El propio Buda los protege, pues la carne del monje es considerada sagrada y proporciona inmortalidad, así que toda clase de criaturas ansían comérselo.

¿Cómo la vida de un simple monje en busca de lo que él creía entonces la máxima sabiduría terminó inspirando uno de los tres libros más importantes de la cultura china, del que se han hecho incontables series, películas y cómics (Bola de dragón, por ejemplo)? A veces, solo falta una chispa o una inspiración quijotesca para recorrer miles de kilómetros en busca de un tesoro de palabras, y luego, a partir de ellas, traduciéndolas, ampliar y ampliar la historia de nunca acabar. A veces, la creencia en algo que trasciende el bienestar personal conduce a una gloria interpersonal.

Cuenta la leyenda que antes de decidir partir al oeste, Xuanzang tuvo un sueño: cruzaba un océano saltando sobre flores de loto, a modo de piedras pasaderas; y, como el sendero se volvía cada vez más empinado, el monje resbalaba peligrosamente al agua; pero entonces sopló una brisa que lo elevó hasta el monte Meru, considerado el centro del universo por la tradición budista.

De las muchas interpretaciones que pueda recibir este sueño, una de ellas es que Xuanzang fue hijo de la ruta de la seda, esa autopista de cultura y comercio medieval. En su figura confluyeron siglos de intercambios elevados a su condición mágica y mitológica. Ahora bien, cuando el mundo se halla cartografiado al milímetro y nuestros cuerpos viajan virtualmente en instantáneas telellamadas, ¿qué huida cabe emprender en busca de lo todavía ignorado? Tal vez una huida hacia dentro, pero que revierta en lo de afuera.

Xuanzang no emprendió un viaje por placer, ni ánimo de aventura; tenía un objetivo, el de perfeccionar el conocimiento del budismo en China. Volvió con su tesoro no solo para compartirlo, sino para enriquecerlo, en extraña alquimia verbal. Y hasta el más modesto traductor es un peregrino de mundos por conocer; con su particular ruta de la seda y su monte Meru. Al final, el espacio se concentra en la palabra, es decir, en la lengua; y para hacerla hablar, basta un templo personal.

martes, 24 de junio de 2025

Una editorial dedicada al mar

El pasado 17 de febrero, Valeria López, en el sitio EFE: Verde, de España, publicó la notica de la fundación de Almayer, una editorial dedicada a temas vinculados con el mar.

Almayer, nueva editorial sobre temática marina en español

El mar, con un especial énfasis en la náutica y los navegantes, es el gran protagonista de la nueva editorial Almayer, especializada en libros sobre temas marinos en español, tanto de ficción como no ficción y que desembarca con Tara Tari, de la navegante francesa Capucine Trochet, y con Vida sumergida un ensayo de la bióloga marina, Catalina Velasco.

El sello tiene como objetivo dar voz a autores y autoras con una pasión especial por los océanos, por las historias sumergidas que atesoran y por el respeto y la defensa de su biodiversidad, explica la editorial en un comunicado. Así, el mar y sus navegantes serán los protagonistas de su catálogo.

Tommy Pelluz es el fundador y editor de Amayer, más conocido por ser cofundador de Domestika y por su trabajo como fotógrafo de Condé Nast. En el equipo también están Liliana Muñoz como editora, crítica literaria y especialista en redes sociales, y Enric Jardí, director de diseño y colaborador en otros proyectos editoriales como Grupo Planeta o Random House.

Almayer se inspira en el sello francés Arthaud para dar al mercado español una colección activa y de referencia en relatos de viaje, regatas y aventuras en velero. Comienzan con 'Tara Tari' para darle lugar a la novedad, pero no descartan la reedición de clásicos.

El primer libro de la editorial es la traducción de Tara Tari, el nombre del velero de pesca de Bangladesh hecho con yute y materiales reciclados y compañero de aventuras de Capucine Trochet.

En el relato, la reconocida navegante evoca su viaje por Cabo Verde y el océano Atlántico que le ayudó a hacer paces con su diagnóstico de síndrome de Ehlers Danlos, herencia genética y causa de sus sufrimientos permanentes.

Tara Tari es su primer libro, y ganador del Prix Albatros 2020, originalmente publicado por la editorial francesa de aventuras, Arthaud.

La nueva edición de Almayer tendrá un prólogo de Paula Gonzalvo, navegante y una de las mayores divulgadoras náuticas de la actualidad.

Así, el libro recupera la odisea física y espiritual de Capucine Trochet que culmina con este relato de su extraordinaria experiencia marítima como símbolo de libertad, perseverancia y amor por el mar.

Tara Tari estará disponible en las librerias desde este mártes 18 de febrero.

En Vida sumergida, disponible a partir del 4 de marzo, Catalina Velasco se sumerge en las frías aguas de Chile para hacer un llamamiento al cuidado de la biodiversidad marina por su papel contra la crisis climática.

La bióloga marina y divulgadora científica instagrammer, explora las complejas interacciones entre los ecosistemas marinos gracias a sus exploraciones en National Geographic y su trabajo como cofundadora de Fundación Mar y Ciencia.

El ensayo cuenta con un prólogo del biólogo y explorador español Manu San Félix e ilustraciones de la mexicana Bárbara de la Garza.

Almayer publicará este mayo otros títulos como el ensayo Moverse con el agua de Hannah Stowe, bióloga y navegante, y la novela histórica Saltblood de Francesca de Tores

lunes, 23 de junio de 2025

Una celebración de la ignorancia


El pasado 20 de junio, un tal Manuel Morales publicó en La Nación, de Buenos Aires, un artículo, presuntamente reproducido de El País, de Madrid, en cuya bajada se lee: "La RAE presentó una obra ampliada y actualizada respecto a la de 2005, que agrega 362 entradas sobre neologismos y extranjerismos". Este festejo colonial nos equipara una vez más a los españoles y a sus serios problemas educativos en lo que a la lengua se refiere.

Comer un brauni, ir al espá, hacer lobi: llega la nueva edición del Diccionario panhispánico de dudas

“Que veinte años no es nada”, decía el tango "Volver", que popularizó Carlos Gardel. Sin embargo, en asuntos de la lengua, en dos décadas hay palabras que nacen, otras mueren y también están las que modifican su significado, lo que genera indecisiones entre los hispanohablantes a la hora de escribirlas o pronunciarlas: ¿hay que escribir delicatessen con dos eses o con una? Pues para resolver esa clase de cuestiones acaba de publicarse la nueva edición del Diccionario panhispánico de dudas (DPD), ampliada y actualizada con respecto a la anterior, que se lanzó en 2005. Esta obra, editada por Taurus, está auspiciada por la Real Academia Española (RAE) y la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale), que reúne las 23 corporaciones del español que hay en el mundo.

La primera edición del DPD “se vendió bien y tuvo repercusión, además de ser también la primera obra académica panhispánica”, ha dicho el miembro de la RAE y director de la obra, Salvador Gutiérrez Ordóñez, durante la presentación del diccionario este jueves en Madrid, en la sede de la RAE. Aún habrá que esperar para que todo esté recogido en la web de este diccionario.

En esta edición hay unas 7.000 entradas, de las que 370 son nuevas, y de estas, 362 son neologismos y extranjerismos. “Además, se da más presencia a la voz americana del español”, ha subrayado el director de la RAE, Santiago Muñoz Machado, quien ha resumido la historia del DPD. “Para la primera edición se empezó a trabajar en 1998, se constituyó un registro de las dudas más habituales que se planteaban a las academias, se utilizaron los libros de estilo de los medios de comunicación y la obra salió en noviembre de 2005”. En noviembre de 2019, durante el congreso de la Asale celebrado en Sevilla, “se acordó realizar una segunda edición”, ha añadido.

Las dudas que se resuelven son de carácter fonográfico (pronunciación, acentuación, puntuación, grafías), morfológico (plurales, femeninos, conjugación), sintáctico (problemas de construcción, concordancia, leísmo, dequeísmo) o lexicosemántico (impropiedades léxicas, calcos semánticos censurables, neologismos o extranjerismos), según la RAE.

Por ejemplo, hay quien confunde la palabra égida con hégira. La primera significa “protección o amparo” y no “mandato”, un uso que, sin embargo, se ha documentado. Tampoco se puede utilizar con el sentido de “huida o exilio”, porque para eso está el vocablo hégira, surgido para designar la huida de Mahoma de La Meca a Medina en el año 622.

El bullying es una desgracia que a veces sucede en las aulas. Sin embargo, las academias han constatado que se está imponiendo a este anglicismo la expresión en español “acoso escolar”. La mencionada delicatessen “se usa más con doble ese”, pero la adaptación gráfica que propone el diccionario para esta voz inglesa de origen alemán, que significa exquisiteces, es que se escriba con una sola ese.

Si seguimos con delicias, el brownie, bizcocho de chocolate, se puede escribir como lo pronunciamos, brauni, sin temor a ser tomados por ignorantes. Es la propuesta del DPD porque esa grafía refleja la pronunciación de la palabra original, que es lo propio del español, y no de otros idiomas. Sin salir de los dulces, hay quien dice curasán para llamar al bollo de hojaldre en forma de media luna conocido como cruasán, adaptación del francés croissant. Pues no es correcto. Hay, eso sí, un uso “minoritario y desaconsejable”, croasán.

Del francés al latín. La palabra quorum se escribe en cursiva. Sin embargo, los académicos indican que también se puede escribir cuórum, en redonda, para designar al “número de individuos necesario para que un cuerpo deliberante tome ciertos acuerdos”. También se propone lobi por lobby o campin por camping, pero, como ha subrayado Salvador Ordóñez, “lo que dice el DPD no tiene por qué triunfar”. Igualmente, ha indicado que en las palabras acabadas en consonante más i griega final, como body o ferry, se está generalizando el uso con i latina: bodi, con su plural, bodis; o ferri.

“Los extranjerismos son una constante que no se puede parar, este diccionario lo que señala es si su uso se justifica o no”, ha agregado Gutiérrez Ordóñez. “Los extranjerismos suelen aparecer primero en publicaciones científicas y en la prensa, luego hay una etapa larga, la académica, en la que se ve si se ha consolidado como uso común para añadirlo o no al Diccionario de la Lengua Española". El académico ha recordado que “la lengua española es pluricéntrica, hay diferentes normas cultas porque se habla en más de 20 países, aunque con una base común”.

El DPD también se ocupa de las dudas con los topónimos y gentilicios, sobre todo con los que provienen de lenguas no latinas. Gutiérrez Ordóñez ha hablado del topónimo de la ciudad brasileña de Río de Janeiro: se escribe con tilde y no debe pronunciarse, como hay quien lo hace por imitación del portugués, río de yanéiro.

Una diferencia cuantitativa con respecto a la primera edición es que esta vez se citan en los ejemplos de los términos recogidos “3.260 obras y 399 publicaciones periódicas procedentes de todos los territorios donde se habla español, incluyendo Filipinas y Guinea Ecuatorial”. Esto supone que se han citado 1.661 obras y 237 publicaciones periódicas más que en 2005.

La responsable del Departamento de Español al día de la RAE (creado en 1998), Elena Hernández Gómez, ha comentado otros cambios sobre el DPD anterior que ilustran la evolución de la lengua. En la primera edición se admitía que guion se escribiese con tilde, pero ahora se precisa que solo debe hacerse sin ella. O la palabra bizarro, de la que se advertía en 2005 que era incorrecto usarla con el sentido de raro o extravagante. Veinte años después esto ya es frecuente.

Diferente es lo ocurrido con el plural de máster: se dice que puede ser másteres, “más frecuente”, o masters. Los académicos pensaban en la edición de 2005 que el primero desplazaría al segundo, pero no ha sido así. Otra novedad es que en algunos países se ha registrado la palabra yoga como femenino, lo que antes no sucedía. Por otro lado, se propone usar espá por spa, para ese tipo de establecimientos de hidroterapia. “No inventamos, todo está documentado y animamos a los hispanohablantes a usar estos términos, que no separan la ortografía de la pronunciación”, ha subrayado Hernández Gómez, que ha terminado con un caso peculiar, la palabra braille, que designa al sistema táctil de escritura y lectura para ciegos. En España se suele pronunciar bráille, pero en América bráile. Los académicos recomiendan, una vez más, “acomodar en el uso grafía y pronunciación”, pero estamos ante dos pronunciaciones distintas. Como siempre, los hispanohablantes tendrán la última palabra.

viernes, 20 de junio de 2025

Con un gobierno como el actual no hay milagros

El 19 de junio pasado, Daniel Gigena, en La Nación, de Buenos Aires, hizo público una vez más el informe de la Cámara Argentina del Libro, respecto de la declinación de la edición en la Argentina. En la bajada se lee: "El informe de la cámara recoge una encuesta del sector, que registra una nueva merma en editoriales, distribuidoras y librerías, durante 2024".

Cuesta abajo: las ventas de libros volvieron a caer

En un informe de ventas del sector del libro elaborado por la Cámara Argentina del Libro (CAL) y el Núcleo de Innovación Social, se consigna que en 2024 hubo una caída generalizada en las ventas de editoriales, distribuidoras y librerías respecto de 2023 (cuando habían caído respecto de 2022). Participaron de la encuesta 94 empresas del sector: 51 editoriales, 32 librerías y 11 distribuidoras, en su mayoría de la ciudad de Buenos Aires (64%), lo que confirma el grado de concentración de la actividad, a pesar de las consignas de federalización de los últimos gobiernos.

La mayoría de las empresas encuestadas tiene más de diez años en el sector; el 46%, entre diez y 24 años, y el 10%, cincuenta años o más. En la mayoría de las empresas encuestadas trabajan aproximadamente cinco empleados (en relación de dependencia o independientes, es decir, monotributistas); solo el 2% tiene cincuenta o más empleados en relación de dependencia o monotributistas.

El 38% de las empresas encuestadas facturó entre cien y 499 millones de pesos en 2024. Las empresas con mayor nivel de facturación (entre 500 y 999 millones, y más de mil millones de pesos anuales) representan el 7% y el 15%, respectivamente, del informe.

La edición tradicional y la distribución concentran los niveles más altos de facturación; algunas superan los mil millones de pesos. La literatura infantil y juvenil, la no ficción, los libros técnicos y universitarios y, en cuarto lugar, la ficción figuran como las principales temáticas. El 31% de los sellos encuestados publicó entre 11 y 25 novedades; un 16%, entre 26 y 49 novedades y un 8%, más de 50 novedades.

Cuesta abajo
El 80% de las editoriales encuestadas indicó una caída en las ventas en 2024. El 27% informó bajas del 26% al 49%, mientras que un 9% reportó caídas superiores al 50%. Más de un tercio del sector editorial se vio afectado por descensos de más del 26% en unidades facturadas.

Asimismo, un 78% de las empresas distribuidoras declaró caídas que van del 1% al 25%, y un 11%, caídas del 26% al 49%.

Las librerías, llamativamente, tuvieron un mejor desempeño. El 68% tuvo caídas interanuales leves o moderadas y un 32% indicó un aumento en las ventas respecto de 2023.

La balanza de comercio exterior se mantuvo relativamente estable (lo que significa otro año perdido en materia de exportaciones). En 2023 y 2024, editores y distribuidores declararon que estas operaciones representaron una proporción baja de su facturación. Para la mayoría de las empresas exportadoras, estas ventas representaban una pequeña porción de sus ventas totales (del 0 al 14%). El precio poco competitivo de los libros argentinos no ayuda.

Las importaciones de libros tuvieron en 2024 un impacto limitado. El 57,9% de las empresas encuestadas importa solo libros físicos y un 31,6% importa libros y servicios de impresión (en especial de libros ilustrados e infantiles). Solo el 10,5% importa únicamente servicios de impresión. Un 48% de las editoriales encuestadas declaró que más del 40% de su catálogo está compuesto por libros importados.

Razones de una caída generalizada
Según el informe, la caída de la demanda interna es el principal problema del sector editorial: el 65% de las empresas declaró que estaba “muy afectado” por la retracción del consumo. En segundo lugar, se vieron afectadas por los aumentos de costos, en particular los vinculados a la producción (38% muy afectado) y a la distribución (33%). También el aumento del costo del papel fue señalado por un 43% como una problemática.

Otras dificultades que pesan son los retrasos en la cadena de pagos (17% muy afectado) y las condiciones o plazos de cobro (22%), que afectan la liquidez y el flujo financiero de las empresas. La falta de acceso al crédito sigue siendo una barrera estructural; mientras que un 39% es indiferente, un 18% se siente muy afectado, lo que muestra su impacto desigual según el tamaño o tipo de empresa.


“No es que se haya roto la cadena de pagos; se vienen alargando los plazos -especificó el presidente de la CAL, el editor Juan Manuel Pampín-. Al venderse todo lo consignado, no todas las editoriales podemos esperar a que los libros se vendan, los libreros liquiden y luego recibamos nosotros el pago, porque el proceso se hace muy largo. Las editoriales hacen menos libros, y entonces las librerías venden menos”.

En opinión de varios editores, las librerías encuentran “financiación barata” a partir de las consignaciones, que se liquidan por “goteo” y tarde. Las tiradas mínimas “de moda”, de setecientos u ochocientos ejemplares, no permiten que las novedades lleguen a todas las librerías.

Para las distribuidoras, la caída de la demanda interna también es el mayor problema: el 75% se declara muy afectado. Los costos operativos afectan a un 63% a la vez que preocupan los retrasos en la cadena de pagos y la falta de acceso al crédito, ambos con un 38% de menciones.

Un 67% de las librerías también señaló como principal problema la retracción del consumo, seguido por los costos de distribución, y de producción y papel afectan, aunque en menor medida: un 31% y 36% respectivamente se declararon muy afectadas. Las encuestadas admitieron estar afectadas además por los cambios tecnológicos, en referencia a la venta digital y el elevado porcentaje que se embolsa MercadoLibre con cada venta. 

Para enfrentar la crisis, las librerías apuntaron a mejorar su capacidad de venta mediante el refuerzo de canales de venta digitales y físicos. Un 25% redujo personal.

Las expectativas sobre la evolución del sector en el próximo semestre no son positivas. Más del 40% de los encuestados considera que la situación del sector del libro no será buena, mientras que el 48% considera que será regular. Solo una minoría (9%) opina que la situación será buena. Las editoriales son las más pesimistas: el 41% espera un escenario malo y un 7% lo estima muy malo. El 59% de las librerías anticipa una situación regular, pero un 34% prevé un deterioro. En cambio, el 50% de las distribuidoras estima un escenario regular y un 25% como bueno. El tiempo dirá quién acertó en el pronóstico.

jueves, 19 de junio de 2025

Una nueva "edición oficial" en inglés de Mafalda



Según la noticia sin firma, publicada el pasado 17 de junio en Diarios Bonaerenses, "El icónico personaje creado por Quino desembarcó en el mercado angloparlante. El traductor, un irlandés que vivió dos años en Buenos Aires, comparó a la historieta con clásicos como Peanuts y Calvin & Hobbes”.

Mafalda llegó a EE.UU. con la primera publicación oficial de una editorial en lengua inglesa

A 60 años de su primera aparición, el icónico personaje creado por Quino, Mafalda, desembarca por primera vez de forma oficial en el mercado angloparlante gracias a la editorial Elsewhere, especializada en literatura infantil. La traducción estuvo a cargo del irlandés Frank Wynne, quien vivió dos años en Buenos Aires y se empapó del habla porteña. No es la primera versión en inglés, pero sí la primera a cargo de una editorial del hemisferio norte, ya que desde 2001 lo intentó De la Flor.

El primer tomo de la “Mafalda” de Elsewhere Editions ya está disponible en las librerías de EE.UU. y en su sitio web a un precio -accesible para los actuales estándares- de 18 dólares, y se espera que salgan otros cuatro volúmenes próximamente.

Wynne, que traduce a su idioma a Almudena Grandes y a autores franceses, contó a la agencia EFE que descubrió a Mafalda en los años ‘80 en París y se sorprendió que allí fuera todo un fenómeno literario.

Sobre la traducción, aseguró que trató de verter al inglés el habla porteña -que además tiene seis décadas, con todo el cambio generacional que eso supone- pero que hubo algunas “bromas imposibles”.

Y puso a la historieta argentina al nivel de Peanuts y Calvin & Hobbes. Las tres tienen en común que son “libros para adultos”, aunque revistan la apariencia de literatura infantil.

Mafalda es una sátira de la sociedad que sigue funcionando hoy”, dice Wynne. “Tal vez no hay una guerra en Vietnam pero sí hay una en Gaza y otra en Ucrania”, en las que el lector puede reconocer las preocupaciones que obsesionaban a Mafalda, asegura.

Porque “Mafalda es muy política, habla de Vietnam, del capitalismo y del comunismo”, pero también es una nena con reflexiones ingenuas y amiga de sus amigos, aun cuando sean tan diferentes como la superficial Susanita, el soñador Felipe o el “galleguito” Manolito, un personaje quizás difícil de explicar al público estadounidense.

La historieta argentina vive un momento álgido: mientras la adaptación de Netflix de El Eternauta, obra de Héctor Oesterheld y Francisco Solano López, trepó a la cima de todas las listas, se sabe que la N roja prepara una serie animada de Mafalda dirigida por Juan José Campanella que podría llegar en 2026.

De siete a once
Mientras tanto, De la Flor comenzó a editar Mafalda & Friends en 2001. “Nos pedían traducciones hasta en los idiomas más insólitos, pero nunca pudimos interesar a las editoriales inglesas o norteamericanas”, contó en ese momento su fundador, Daniel Divinsky, a La Nación. Y destacó: “¡Nos decían que Mafalda se parecía demasiado a Peanuts, la tira del perrito Snoopy!”. Es curioso que ese argumento, en ese momento negativo, hoy en día se presente como parte del atractivo de la historieta.

Pero -según afirma la nota-, “desbordado por pedidos de turistas, estudiantes de inglés y fanáticos internacionales, Divinsky decidió que Mafalda ya no podía dejar de hablar la lengua de Shakespeare, por lo que la está haciendo traducir en la Argentina para luego exportarla”.

Y aseguró que “será una versión especial, con un máximo de siete tomos, porque tenemos que eliminar las referencias culturales demasiado fuertes. Y no sólo las políticas: hay que prepararla para que pueda ser disfrutada por gente que nunca en su vida ha visto un sifón”.

Casi un cuarto de siglo después de ese chiste lanzado en una entrevista, la imagen de Mafalda “volando” impulsada por el poder de los sifones fue la que eligió Elsewhere para publicitar su nueva edición.

Esos siete tomos previstos de Ediciones de La Flor se convirtieron en 11 y salieron hasta el año 2013. Todavía son relativamente fáciles de conseguir, pero habrá que ver qué pasa si la edición “oficial” en inglés se convierta en un boom editorial.

miércoles, 18 de junio de 2025

Una entrevista con la traductora Pilar Ramírez Tello

"Pilar Ramírez Tello, traductora de la saga de libros Los juegos del hambre habló para este chat de su interés en la traducción editorial, su experiencia con los libros de Suzanne Collins y el recibimiento que ha tenido su más reciente publicación: Amanecer en la cosecha”. Tal es la bajada de la nota publicada en El Espectador por Pablo Marín J., el pasado 19 de abril

Detrás de la traducción de “Los juegos del hambre”

¿Cómo eligió dedicarse a la traducción literaria?
De pequeña lo único que me gustaba hacer era leer y escribir. Mi sueño era ser escritora, pero como era una niña muy práctica, decía: “Tengo que buscar algo que me dé dinero para vivir”. En ese momento no sabía que existía la carrera de Traducción, pero mis padres me compraron un libro en el que venían todas las carreras que se podían hacer en ese momento en España. Miré y descubrí que existía Traducción e Interpretación. Se me daba bien el inglés y eso ayudaba en el proceso, entonces probé por ahí.

¿Qué la llevó a elegir la literatura juvenil y de género?
Porque era lo que me gustaba leer. Tuve suerte porque a la primera editorial a la que le envíe mi currículum se dedicaba a esos géneros y me eligieron. Empecé a trabajar con ellos a partir de ahí. En este mundo, en cuanto uno empieza a trabajar en un tema, te sigue llegando más trabajo en ese mismo campo. Antes, cuando tenía más tiempo libre, leía el libro entero, fijándome en las cosas que me iban a dar problemas, o sea palabras inventadas o algo que no me quedara claro al principio, pero que luego se aclarara. Ahora me pongo a traducir directamente. Los plazos son muy cortos, las tarifas son bajas y tienes que traducir deprisa. Llega el texto y empiezas, buscando esos detalles sobre la marcha.

¿Cómo aborda los neologismos en estos libros?
En fantasía o en cualquier tipo de ficción puede salir terminología de cualquier ámbito. Los traductores no sabemos de todo, entonces lo primero es saber si esa palabra que no conoces existe o no, porque a veces parece una cosa muy rara, que no te suena, pero pueden ser cosas de plantas o animales. En el caso de que no exista, intentas seguir el mismo camino que tomó la persona que lo creó. Normalmente, no son cosas sin sentido, sino que a lo mejor se parece a otra palabra en su idioma original o una mezcla de dos palabras. La idea es que se tenga más o menos la misma experiencia que la persona que lo lee en otro idioma.

Usted acuñó los términos “sinsajo” y “rastrevíspula” para Los juegos del hambre, ¿hubo versiones previas para estas palabras?
Sí, siempre las hubo. Son muchas combinaciones, de hecho yo me imagino que cada persona que tradujera “mockingjay” o “tracker jacker” daría con un término diferente, le daría una solución dicharlajo” (jabberjay) proviene de “jabber” que significa charlar atropelladamente, entre otras cosas. Fue una búsqueda de sinónimos y de combinaciones para ver qué sonaba mejor y que parecía más como nombre de pájaro. Consultaba con otro compañero para ver cuál era la que sonaba más natural y así llegamos a estos nombres.

La traducción entonces es un trabajo colectivo...
En parte sí. Tú estás sola con tus libros, pero siempre puedes contar con expertos a los que preguntarles si hay alguna duda sobre la terminología. Tienes colegas que sabes que son de fiar, auién es traductora, así que en ocasiones, cuando me estanco, le pregunto si se le ocurre otra forma de decirlo. No es un trabajo entero de colaboración, pero tienes apoyos puntuales.

¿Cómo mantiene el tono narrativo en la traducción?
El libro te lo va pidiendo. En los primeros capítulos estás todavía intentando conocer al autor, entonces se traduce, pero sabes que tienes que volver sobre tus palabras porque no le has captado el ritmo, el estilo y su forma de narrar. Si lo entiendes bien, si tienes un nivel bueno de traducción y en el idioma en el que lo haces, es fácil meterse en el lenguaje del autor. Hay autores que les gustan mucho las frases cortas, la lectura se siente como a golpe seco, y luego hay otros como Suzanne Collins, que les gustan hacer frases más elaboradas, entonces se siente más pausado. Algunos también usan un lenguaje mucho más juvenil, o algunos tienen un registro más coloquial o más elevado.

¿Cómo se ha sentido con la traducción de los libros de Los juegos del hambre?
Al principio lo tomé como cualquier otra traducción, porque no se sabía que iba a tener tanto éxito. Con el segundo libro estaba un poco más nerviosa, porque ya se veía que era mucha gente leyendo ese libro y en el tercero, “Sinsajo”, me sentía histérica, porque tuve veinte días para trarlo entero. Tenía que salir a la vez que el libro en inglés y tenía mucho secretismo. El último capítulo me lo dieron unos días antes de entregar porque no querían que nadie supiera cómo acababa. Fue un proceso con muchos nervios, casi no me dio tiempo de ponerme a pensar en lo que la gente iba a leer. Cuando llegué a “Balada de pájaros cantores y serpientes” fue muy bonito porque lo traduje con mi pareja, aunque también fue interesante porque teníamos entregas parciales; es decir, cada capítulo teníamos que entregarlo a la editorial. Nos revisábamos entre los dos y poníamos todo en común. A “Amanecer en la cosecha” lo recibí con mucha alegría porque pensé que Suzanne Collins no iba a publicar más libros de “Los juegos del hambre”, volver fue muy bonito, el libro me ha gustado mucho. Es muy parecido a la trilogía original, se lee muy deprisa, es muy triste y muy duro.

Con el lanzamiento de Amanecer en la cosecha, el más reciente libro de Suzanne Collins, la han reconocido como parte de la experiencia colectiva de estas obras, ¿qué ha sentido?
Mucha ilusión, porque normalmente solo se acuerdan de nosotros cuando cometemos errores, porque, como todo el mundo, los cometemos. Pero cuando no hay muchos, la gente dice “pues que bien escribe ese autor o autora”, por lo que no suelen mencionarnos mucho. Entonces que de repente se acuerden de ti y te den las gracias es muy bonito. Me siento muy afortunada de haber formado parte de la vida de tantas personas.

martes, 17 de junio de 2025

Aurelio Asiain y un libro singular

"En Muy diversas versiones, el poeta y traductor mexicano convierte el acto de traducir en una conversación lúdica y erudita con autores de todos los tiempos." Esto dice la bajada de la nota publicada por Armando Gonzàlez Torres, en Milenio, de México, el pasado 13 de junio, a propósito de un nuevo volumen de traducciones de Aurelio Asiain.

Aurelio Asiain y la traducción como tertulia poética

La traducción es una de las formas más venturosas de la conversación que busca trascender las fronteras de opacidad e indeterminación entre las lenguas. Como la conversación, la traducción es una empresa colectiva en la que participan, al menos, el traductor y el autor, así como los lectores. Muy diversas versiones de Aurelio Asiain (Grano de sal, 2025) es un libro de traducciones, directas e indirectas, así como de anotaciones y varia reflexión sobre el oficio de traducir, el arte de la poesía y los conceptos de creación y autoría.

El elenco tan variado de textos traducidos, desde el Rig Veda y Ovidio hasta los poetas ucranianos de hoy, muestra el carácter lúdico y placentero del trabajo del traductor y su renuncia a la adscripción a un solo idioma, una época o una tendencia. A diferencia del profesional que traduce sistemáticamente y por encargo, este traductor selecciona por amor o capricho y emprende una dichosa errancia.

En este convite poético convergen invitados de Oriente y Occidente (aunque resaltan las y los poetas japoneses), célebres y desconocidos, ascetas y libertinos, antiguos y contemporáneos. Sus tópicos van desde los más frecuentes y solemnes (la brevedad de la vida, la ilusoria realidad, la dualidad amor y odio) hasta los más ligeros (poemas sobre el pene u odas a la degustación de ostras y almejas) o los más inusitados y entrañables (el elogio del amor conyugal de viejos o la elegía a un bastón). Además del ramillete de versiones, este libro ofrece un conjunto de disquisiciones sobre temas y formas poéticas paradigmáticas en las diversas tradiciones o sobre distintas modalidades de traducción.

Porque la traducción requiere conocimiento de al menos otro idioma, pero, sobre todo, intuición, imaginación y arrojo. De ahí la admiración del autor por aquella estirpe de traductores que, sin miedo a la traición, buscan, más que ilusión de la literalidad estricta, la coincidencia feliz entre dos lenguas. Se trata de reconstruir el impulso y el efecto milagroso de la poesía en otro idioma, mediante los procedimientos más heterogéneos.

Asiain acecha sus poemas y se los apropia con respeto pero con audacia, dialoga con antiguos traductores o con las versiones intermediarias, rastrea parentescos lejanos y analogías sorprendentes, recrea los contextos, esboza figuras y anécdotas memorables y, a menudo, incurre en gozosos paréntesis y divagaciones. El texto traducido es un pretexto para abrir la conversación y el resultado son varias cosas: declaraciones de afinidad con un autor, desafíos técnicos e intelectuales y, sobre todo, una sabrosísima tertulia literaria.

Por lo demás, esta actividad de traducción y reflexión se convierte de manera espontánea en una preceptiva para la lectura de poesía y enseña a practicar desde la actitud simultánea de alerta y relajación de los sentidos que requiere el acercamiento al texto poético hasta la apreciación de la factura técnica o el alegre abandono a los placeres del oído.


lunes, 16 de junio de 2025

"No controla el lenguaje, solo recoge los significados, como quien cosecha"

En su columna del pasado 15 de junio, en el diario Perfil, de Buenos Aires, el escritor y traductor Guillermo Piro (foto) reflexiona sobre un problema que suelen traer los diccionarios, pero en el cual el de la Real Academia es campeón

De judíos, suecos y borrachos

Un borracho busca un manojo de llaves bajo la luz de un farol en la calle. Un transeúnte se acerca para ayudarlo y lo acompaña en la pesquisa, pero al no dar con las llaves le pregunta al borracho: “¿Está seguro de que las perdió acá?”, y el borracho responde: “No las perdí acá, las perdí en la otra cuadra, pero busco aquí porque hay más luz”. El chiste no resultaría tan amargo si no fuera porque hay gente que se comporta igual que el borracho, buscando soluciones donde las soluciones no están.


En septiembre de 2024 un juez argentino hizo un pedido insólito a la RAE (Real Academia Española): suprimir del Diccionario de la lengua española la definición de la palabra “judío” como “persona avariciosa y usurera”, alegando que tal definición configura “un discurso de odio que incita a la discriminación por motivos religiosos” y ofende a la dignidad humana. El pedido del juez roza la extravagancia o la estupidez, depende de cómo se lo mire, como puede resultar extravagante o estúpido el borracho que busca las llaves no donde las perdió, sino donde hay más luz. El diccionario (cualquier diccionario) no hace más que dar cuenta de las distintas acepciones que una palabra puede tener. El diccionario no opina: es como el agua, no tiene opiniones. No controla el lenguaje, solo recoge los significados, como quien cosecha. Arturo Pérez-Reverte, miembro de la RAE, define bien su labor: “El Diccionario de la RAE no es la policía normativa del lenguaje, sino el notario que levanta acta de cómo se utilizó y cómo se utiliza ahora el lenguaje”. En resumen: la RAE está después del lenguaje, no antes. No establece los significados, simplemente hace acopio de ellos.

Emulando al juez argentino, la embajada de Suecia en España acaba de lanzar una campaña tendiente a cambiar el significado a la expresión “hacerse el sueco”, expresión que alude a fingir que no se entiende o no se sabe para evitar responsabilidad o compromiso, y que probablemente tiene su origen en los marineros suecos que visitaban la península y no entendían una palabra de los que se les decía. Bien mirado, alguien que simula no entender lo que se le dice de algún modo imita a esos marineros (la expresión está emparentada con “hacer oídos de mercader”, cuyo significado sería el mismo que la expresión “hacerse el sueco”).

El embajador sueco en España, Per-Arne Hjelmborn opina que “hacerse el sueco” debería significar “sumarse a la transformación global necesaria para crear un futuro mejor para todos”. Un poco en broma, un poco en serio, han lanzado una campaña, apoyada por empresas suecas conocidas como Ikea, Ericsson, Scania y Volvo, para cambiar el significado de la expresión, como si las expresiones pudieran cambiarse así, simplemente pidiéndolo, o exigiéndolo, como en el caso del juez argentino.

Per-Arne Hjelmborn lanzó una petición a la RAE, como si la RAE pudiera falsear el significado de una expresión. Una propuesta que recuerda un poco al Humphrey Borgart de No somos ángeles, que al descubrir que los libros contables de un tendero no dan los resultados esperables se frota las manos y comienza a intervenirlos para hacer que tengan un aspecto más conveniente. Desconozco cuál sería el mecanismo para cambiar el significado de una palabra, pero sé que la solución no es pedírselo a la RAE. Con suerte, disponiendo de los suficientes satélites esparcidos por España que enarbolen el nuevo significado deseado, dentro de trescientos o cuatrocientos años los suecos se saldrán con la suya. Aunque tal vez hagan falta mil años.

Nunca está de más recordar el “Nocturno” de Rafael Aberti, que comienza diciendo: “Cuando tanto se sufre sin sueño y por la sangre/ se escucha que transita solamente la rabia,/ que en los tuétanos tiembla despabilando el odio/ y en las médulas arde continua la venganza,/ las palabras entonces no sirven: son palabras.”

viernes, 13 de junio de 2025

Literatura argentina traducida al georgiano

 

Nino Pipia es la agregada cultural de la embajada de Georgia en la Argentina. Pero también, la traductora de Borges, Bioy Casares y Sábato al georgiano. Por eso, el próximo lunes 16 de junio va a ser la invitada a una nueva reunión del Club de Traductores Literarios de Buenos Aires, que tendrá lugar en la librería El Jaúl (Gascón 1355, casi esquina con Honduras, C.A.B.A.) para contar su experiencia y hablar de su trabajo. 

jueves, 12 de junio de 2025

El peso de las decisiones de los traductores


El siguiente artículo fue publicado en El Día, de Gualeguaychú, el pasado 10 de mayo. Lo firma la traductora Leila Chesini Diaz. En la bajada se lee: "El reciente éxito de El Eternauta en Netflix no sólo trajo reconocimiento a la historieta argentina, sino que puso en primer plano una labor tan invisible como esencial: la traducción. La decisión de subtitular 'Malvinas Islands' en lugar del término británico desató reflexiones, orgullo y debates en torno al poder simbólico del lenguaje en los productos culturales".

Cuando una traducción revindica la historia, interpreta la cultura y defiende la identidad 

Lo que sucede con la traducción de El Eternauta es furor en las redes sociales y convirtió la epifanía en realidad: el traductor invisible hoy es más visible que nunca.

Aunque no nos vean, los traductores siempre estamos ahí: desde un libro escolar hasta un prospecto de medicamento, pasando por tu serie o videojuego favorito. Pero poco se conoce el trabajo integral que hay detrás.

Hace poco más de una semana se estrenó la primera temporada de El Eternauta en Netflix, una de las plataformas de streaming más populares. Esta serie nacional es una adaptación de la historieta de ciencia ficción argentina homónima escrita por Héctor Oesterheld e ilustrada por Francisco Solano López a mediados de la década de los cincuenta. La producción audiovisual arrasó a nivel mundial y obtuvo gran aclamación del público. La historia detrás de este cómic cuenta con una carga simbólica importante y, por ende, también su traducción.

Daiana Estefanía Díaz fue la traductora encargada de subtitular la serie al inglés y logró que este trabajo se convierta en tema de conversación. Ella compartió en LinkedIn una decisión de traducción clave. Ante la disyuntiva de traducir “Islas Malvinas” no dudó un segundo en elegir “Malvinas Islands” en lugar de “Falkland Islands” (Islas Falkland), como las llaman los británicos. La traductora expresó en sus redes: “Era la única opción viable, no tuve la menor duda. No sólo porque jamás se me ocurriría usar en ese contexto y en una producción argentina un nombre que no sea Malvinas, sino además porque sé que ningún argentino, sea real o ficcional, las llamaría de otro modo”.

Es importante destacar que las decisiones de los traductores no son libradas al azar. Desde el primer momento que el profesional recibe un proyecto pone en marcha una investigación exhaustiva sobre el contexto histórico y sociocultural, analiza el público objetivo, considera el registro de la lengua, entre otras tantas aristas.

Daiana vio necesario que este elemento cultural sea trasladado a la traducción de otros idiomas y, por ese motivo, se contactó con los traductores y revisores de casi treinta idiomas para sugerir que “en los subtítulos de todos los idiomas se usara el nombre Malvinas, independientemente de si en esos países llaman así a nuestras islas o no”. En esa elección encontramos lucha, reconocimiento, resistencia a la opresión y un homenaje tanto a los combatientes caídos como a los sobrevivientes de la Guerra de Malvinas.

Además, Daiana se tomó el tiempo de explicarles a los demás profesionales “cómo se juega al truco y por qué hay que mostrar los tantos del envido antes de poner las cartas de nuevo en el mazo, señalar las similitudes y las diferencias entre la historia original y la serie, o aclarar qué significaba ‘número bajo’ cuando había servicio militar obligatorio”, entre otras referencias culturales clave para un mayor entendimiento del público internacional.

Desde la traducción, es necesario poder transmitir todos los matices y cuestiones locales que están relacionados con nuestra historia y cultura, estilo de vida y valores. Los traductores investigamos, revisamos, estamos en cada detalle, respetamos la identidad de los autores y de los personajes y transmitimos el mensaje con un gran compromiso profesional.

Este reconocimiento, impulsado por la repercusión del caso de El Eternauta, abrió una ventana para reflexionar sobre la labor esencial del traductor humano en un contexto donde la Inteligencia Artificial comienza a ganar terreno. Y aunque este sea un tema para ahondar mucho más profundo, la comunidad traductoril siente orgullo y celebra cada logro, cada mención en la tapa de un libro o en los créditos de un videojuego, serie o película.



miércoles, 11 de junio de 2025

"Esas lecturas que hacen dictaminadores profesionales y jurados son faro"


El pasado 6 de junio, sin firma, el diario Clarín, de Buenos Aires, reprodujo la siguiente nota generada por la agencia española EFE, donde una representante de la empresa multinacional Penguin Random House y una agente literaria radicada en Nueva York, hablan de lo que buscan a la hora de editar libros. Los responsables de Centroamérica Cuenta, el festival literario que se realiza en Guatelama, no tuvieron mejor idea que convocarlas, suponiendo que el criterio de autoridad de estas dos mujeres importa más que los que puedan decir los editores independientes, que son los que realmente aportan algo nuevo a las literaturas del mundo, arriesgando muchas veces lo que los grandes grupos editoriales no están dispuestos a arriesgar. El hecho de que Clarín publique esta nota sin el menor comentario propio ayuda a entender el grado de colonización mental de sus editores.

El camino de los nuevos autores: qué buscan las editoriales hoy

Para un escritor, las editoriales pueden parecer en ocasiones una fortaleza inexpugnable, incapaces de hacerles llegar los manuscritos, una situación que según expertas del mundo editorial se resuelve muchas veces conociendo las claves del mercado, sus necesidades y códigos.

La mexicana Mayra González, directora literaria en la multinacional Penguin Random House, y la colombiana radicada en Nueva York Andrea Montejo, fundadora en 2007 de la agencia literaria Indent, participaron esta semana en Guatemala en el festival Centroamérica Cuenta, y en dos entrevistas por separado revelaron cómo el mercado editorial localiza nuevos autores, el modo de aproximarse.

La búsqueda de nuevos escritores
Andrea Montejo explica que en su agencia literaria, a la hora de elegir qué escritores representar, hay una "mezcla" entre aquellos con un perfil más consolidado y otros noveles. El trabajar desde el inicio con un autor que está comenzando es lo que "más entusiasmo" le causa.

"Son proyectos que me llenan mucho porque me parece que es lindo armar una carrera desde cero y empezar a pensar y hagamos esto y lo otro y viéndolo crecer", explica la fundadora de la agencia literaria Indent.

Mayra González, que representa a un gran grupo editorial como Penguin Random House, entiende que desde fuera siga existiendo la percepción de que apuestan más por autores consagrados, "pero, en realidad, cada vez los catálogos suman a más y más autores y autoras con sus primeras novelas".

"Es algo que hemos comprendido muy bien las editoriales: el discurso literario se tiene que renovar continuamente; el nuevo intercambio intelectual y las conversaciones actuales tienen que formar parte de nuestros catálogos", explica González.

Y es "que los sellos literarios, muchos de ellos y de las grandes editoriales, tienen una importante oferta de autores consolidados, porque, al menos en el caso de los sellos literarios de Penguin Random House, lo que buscamos son carreras y proyectos, no novelas aisladas; pero también es cierto que el entusiasmo por sumar voces a la impronta personal de cada editor y editora nos motiva a buscar, leer, indagar", afirma la directora literaria.

Se trata "de encontrar a esas voces que serán las encargadas de continuar con la conversación libresca y que deberán entregar esta conversación a las otras generaciones que estén por venir", subraya.

Consejos a un autor novel
González explica que lo que siempre comenta a los autores noveles "es que no teman a los premios literarios ni a los talleres".

"Invito siempre a que participen en los premios literarios, porque, quizá no ganen (...), pero, para las editoriales, esas lecturas que hacen dictaminadores profesionales y jurados son faros que nos alumbran sobre, más allá del ganador o ganadora, qué otros textos les resultaron interesantes y, por ahí, se puede abrir una puerta", dice.

Por otro lado, en relación a los talleres literarios, son "impartidos por gente reconocida (...) que tiene credibilidad en el medio editorial y que pueden, lo han hecho conmigo, hacer recomendaciones (...) Puedo decir que yo, tanto a través de premios como de recomendaciones, he podido publicar primeras novelas y comenzar el acompañamiento de carreras a las que les veo mucho futuro", asegura.

Montejo tiene clara la vía más repetida a la hora de que le lleguen nuevos escritores: "Yo diría que la mayoría de las veces mi mejor fuente de nuevos talentos son mis mismos autores que nos conocen el gusto".

La vía clásica, de escribir directamente a la editorial o al agente literario, tiene menos posibilidades de éxito ante la avalancha de propuestas de manuscritos que les llegan, "como 10 diarios, sería 50 a la semana".

Entre ellos, a veces el descarte es rápido, porque "muchos, pero muchos muchos son personas que no se han leído la página web" y envían libros que no tienen nada que ver con su "enfoque", por lo que es "muy importante que los autores entiendan un poco el mundo editorial".

"Nunca jamás seré escritora porque me parece que es el trabajo más difícil del mundo (...), y cuando ya tienen un manuscrito salen a tocar puertas y se encuentran con este mundo que yo creo que desde afuera se debe de ver muy agresivo", por lo que en sus talleres muestran "qué es lo que está pasando tras bambalinas", dice.

También es clave aprender cómo presentarse ante un editor, si hay que ceñirse o no a las tendencias del mercado, cómo elegir la editorial que le "pega más y cuál no".

"No se trata de tirar a todos lados, sino ser muy selectivo en a quién busca uno, cómo llegarle a esas personas de la forma más agradable, no acosarlas, muy de cómo funciona esta industria y que no sea como un monstruo que parece impenetrable", afirma.

Además, está "la importancia de si quieres ser autor, pues ir y apoyar a otros autores, conocerlos, armar comunidad. Esas son las personas que te van a recomendar o que te van a leer", asegura.

Y pide que también se comprenda a los que están del otro lado, "esos editores que están recibiendo todas esas cartas o esos e-mails, están al mismo tiempo escogiendo la portada del libro que está publicando, lidiando con ese autor, corrigiendo el texto".

"La valoración de nuevo material es como (que) no debería decir la última prioridad, pero es un lujo cuando hay tiempo. Y eso ayuda también a mitigar un poco las angustias del otro lado", explica Montejo.