jueves, 6 de febrero de 2014

Un manuel de ortografía pornográfica

El 12 de enero pasado, Rubén Romero publicó en El Confidencial (http://www.elconfidencial.com/cultura/2014-01-12/sexo-oral-lo-que-le-falta-a-la-rae_74700/), de España, la siguiente entrevista con Sabina Urraca, a propósito de Tus faltas de ortografía hacen llorar al niño Dios, una curiosa obra que ya circula en Barcelona.

 Sexo oral, lo que le falta a la RAE 

 Aquí está la solución para subir puntos en el Informe Pisa y que el Ministro Wert duerma tranquilo: se llama Tus faltas de ortografía hacen llorar al niño Dios (Gráficas Torete) y lo escribe e ilustra Sabina Urraca. Un manual de ortografía pornográfica que promete limpiar, fijar y dar esplendor a la maltrecha lengua de Cervantes, con unas cuantas posturas sexuales por delante como cuenta la autora a El Confidencial

 –¿De dónde surge el proyecto? 
–Mi neurosis ortográfica me llevó a él. Un día, escribiendo en el blog se me ocurrió utilizar un reclamo para que a la gente se le grabaran a fuego algunas normas ortográficas. ¿Y qué mejor reclamo que el sexo? En mi blog suelo escribir bastante sobre temas sexuales y había comprobado cómo, en el gráfico de visitas, estas se disparaban cuando había un post marrano. Así que hice los primeros dibujos y los colgué un poco avergonzada, pensando "Jesusito de mi vida, perdóname, que voy a poner una cosa muy chusca y facilona". 

–¿Dónde encuentra la inspiración para los errores ortográficos? 
–La vida en general, y Facebook en particular, son mis mayores fuentes de faltas de ortografía. De vez en cuando acudo a ciertas revistas digitales asociadas a periódicos de tirada nacional y gran renombre (no diré nombres) para conseguir que me sangren los ojos. Intento controlarme para no herir a la gente con mis correcciones de persona insoportable, porque el goteo de faltas de ortografía es constante, pero, en el caso de las revistas, de vez en cuando me lanzo a la yugular y les doy cera. Pocas veces me hacen caso, la verdad. 

–¿Cómo es el proceso desde que ve una falta de ortografía sangrante, hasta que imagina la viñeta con la que la ilustrará? 
–Cuando se me ocurrió empezar a hacer los dibujos pornoortográficos, fui apuntando en un papelito las faltas de ortografía más comunes que veía por ahí. Después hay algunas que han surgido porque se me ocurría el dibujo, y necesitaba encontrar una falta que casase con él. Hay algunas que son homenajes a amigos míos que las cometían. El "Se dice convenzo", por ejemplo, nació como regalo para mi amiga Carmen, que siempre decía "convenzco". Ahora está completamente rehabilitada y es un chica feliz y de provecho. Hice los primeros dibujos y los colgué un poco avergonzada, pensando: Jesusito de mi vida, perdóname, que voy a poner una cosa muy chusca y facilona 

 –Estudió con el difunto Félix Romeo, ¿qué opinión le merecen escritores como García Márquez, que siempre han defendido las faltas de ortografía? 
–Siempre me daba mucha rabia que el resto de la gente hubiese tenido profesores tipo El club de los poetas muertos, profesores-mentores que te cambian la vida, y yo no. Hasta que me dio clase Félix Romeo. Félix era y es lo más parecido a un maestro que he tenido. En cuanto a lo de García Márquez, me metes en un tema delicado. Sólo te diré que mi padre, en un arrebato de lirismo y humor, me puso como segundo nombre el de un personaje de una novela de García Márquez. Así que no puedo meterme con él. Es como un abuelo con el que no estás de acuerdo en nada, pero es tu abuelo y le quieres. 

 –¿Es más del Diccionario de la lengua española o de María Moliner? 
–De la Mari de toda la vida. Su diccionario y el etimológico de Joan Corominas eran las biblias familiares en casa de mis padres. Así de repelente fue mi infancia. Por eso ahora estoy tan chalada. 

 –¿Está a favor de suprimir la tilde en "solo" y en "guion"? 
–La RAE y yo no somos amigas. No le presto mis juguetes en el recreo y tampoco cojo los suyos, porque son una mierda y un sinsentido, y no hay manera de jugar con ellos. –La ortografía es solo la punta del iceberg: ¿cómo se siente ante la incorrecta puntuación o los fallos sintácticos y/o gramaticales? –Creo que el psiquiatra me mandó distinta medicación para lo de la ortografía y los fallos gramaticales, pero, básicamente, el cuadro clínico es el mismo: sudores, temblores y ganas de llorar sentada en las rodillas de Pérez-Reverte mientras él ocupa su silla con la letra ‘t’ de la RAE. 

 –Si Durero ilustró el Quijote, ¿Sabina Urraca está condenada a ilustrar El dardo en la palabra de Lázaro Carreter? 
–Pues mira, ahí has dado en el clavo. Hace poco ilustré algunas frases de El dardo en la palabra, en concreto las que tenían algún toquecito sexual, para la revista erótica El erizo abierto. Lo hice con mi amigo Ángel Talián, y lo titulamos El nardo en la palabra. Creo que sale dentro de poco. 

 –Se confiesa una "nazi de la ortografía": ¿ha abandonado alguna relación por este motivo? 
–Tuve un novio al que directamente no le entendía los mensajes. Era algo serio, sin posible reforma o rehabilitación. La cosa se acabó por otras razones, pero yo sabía que aquello estaba muerto desde que vi el primer "dijistes". 

 –¿Son los errores ortográficos anafrodisíacos? 
–Absolutamente. En general, la gente con buena ortografía folla mejor. 

 –¿Qué sentimiento siente hacia el texto predictivo o el corrector automático? 
 – “Ya sé que gastas menos tiempo si usas el autocorrector, pero si te gusto tanto como dices, supongo que no tendrás inconveniente en gastar algo más de tiempo en decirme cosas". Este texto data de hace dos semanas. Así de gilipollas soy. Por suerte, funcionó. Esta Navidad he tenido el honor de ver a mis primos, todos adolescentes con carita de desidia total, manejarse en cuestiones básicas como barrer o ayudar a cocinar algo. Y el problema de estos cachorrillos no es que no sepan escribir, es que no saben hacer una mierda. Viendo la cantidad de tiempo que pasan dándole a la teclita en sus móviles del futuro, me daban ganas de levantarme y lanzar una proclama llena de pasión, tipo: "VUESTRO CONTROL DEL LENGUAJE OS HARÁ LOS REYES DEL WHATSAPP. OS TRISCARÉIS A QUIEN OS PLAZCA CON UN BUEN USO DE LAS PALABRAS EN TUENTI". 

 –El Instituto Cervantes suele preguntar eso tan cursi de cuál es la palabra favorita del idioma español. En su caso, ¿cuál es la falta de ortografía más odiada? 
–En general, me joden la vida las personas que sobretildan y sobrecoman. Me parece menos dañina la mala ortografía por defecto que por exceso. Cosas como "CUÁNDO tú quieras vamos al guateque" me parecen mucho más jodidas que un "¿CUANDO vamos al guateque?". Las dos están mal, pero me jode más la primera. Con lo que más momentos de ira he sufrido, ortográficamente hablando, ha sido con las barbaridades que cometen muchos concursos literarios con la palabra "microrrelato". No sé por qué, se empeñan en escribirla con una sola erre. Lo que más me hacía sufrir antes eran los subtítulos de Canal Metro de Madrid. Llegaba a lanzar maldiciones en voz alta mientras esperaba en el andén. La gente se apartaba por miedo a que los tirase a la vía Me parece muy fuerte que un concurso de escritura, que se supone que nace en un ambiente de buena ortografía y gramática, haga esa chapuza ya desde el título. Hubo una época en la que les escribía cada vez que lo veía (controlándome, siempre desde el respeto y la suavidad), y fliparías con la cantidad de organizadores prepotentes que me respondían de vuelta, no para darme las gracias y asumir su error, sino para reafirmarse en su cagada y decirme que yo no tenía ni idea. Había algunos iracundos y prepotentes, pero lo peor eran los paternalistas, que me trataban como si fuese gilipollas y me estuviesen salvando la vida. 

 –¿Quién le hace sufrir más: el subtitulador de los telediarios o el de Sálvame
–Lo que más me hacía sufrir antes eran los subtítulos de Canal Metro de Madrid. Llegaba a lanzar maldiciones en voz alta mientras esperaba en el andén. La gente se apartaba por miedo a que los tirase a la vía. Por suerte, el dios de la ortografía escuchó mis súplicas, y ahora una colega mía del curro lleva el equipo que crea y subtitula las noticias del Metro. Es una tía muy meticulosa, que no pasa una. Ella no lo sabe, pero para mí es una especie de salvadora revolucionaria. 

 –¿Cree que tiene alguna posibilidad de entrar en la RAE? 
–Yo sólo entraría en la RAE para practicar una orgñía gerontofílica.

miércoles, 5 de febrero de 2014

Borges le vuelve a dar duro a León Felipe

El 30 de diciembre pasado, Marietta Gargatagli publicó en El Trujamán la siguiente columna sobre la crítica que Jorge Luis Borges le hace a León Felipe sobre su traducción del “Canto a mí mismo”. 

Borges escribe sobre Whitman

En 1942, Borges escribió una reseña sobre la traducción de León Felipe de Canto a mí mismo de Walt Whitman1 que incluía observaciones como las siguientes:

Cualquier momento de la historia del universo […] es el resultado fatal de todos los momentos anteriores, que son virtualmente infinitos. Lógicamente, podríamos inferir de esa complejidad que el mundo es variadísimo […] pero, de hecho, la vida es de una simplicidad casi brutal. Cada uno sabe que en su gremio abundan la superstición y las imposturas, pero cree ingenuamente en el universo; el escritor descree de Ricardo Rojas y del doctor Rodríguez Larreta, pero cree en los Rojas de la política y en el Rodríguez de la química orgánica… Otra vez enumeraré las supersticiones de la literatura; básteme, ahora, enunciar ésta: De todas las versiones de un libro la más reciente es la mejorPese a las injurias de Swinburne («emite en algo que puede parecerse al inglés versos no siempre flatulentos y cacofónicos») la importancia de Whitman es evidente; sería lastimoso que algún lector, encandilado por la cifra 1941, lo juzgara por la versión errónea y perifrástica de Felipe.

Los argumentos parecen malhumorados. Borges sitúa a León Felipe al lado de Ricardo Rojas y de Enrique Rodríguez Larreta. El primero es autor de la tan copiosa como discutida historia de la literatura argentina que, reducida a lo esencial, reúne todo lo que Borges detestaba: la invención del pasado colonial, la valoración de la gauchesca por lo telúrico y no por la voz de los poetas, el regodeo estéril en los temas argentinos, etcétera. Enrique Rodríguez Larreta, autor del popular libro La gloria de Don Ramiro, representa una enemistad paralela: el escritor seducido por una hispanidad imaginaria que se plantea como reto escribir mejor que los españoles. Se trata, por tanto, de dos individuos que sucumben ante formas literarias que sólo la sueñera mental o lo que Unamuno llamaba cultivadores del «estilo de hamaca» podía considerar prestigiosas.

Por tanto, Borges al criticar en qué convierte León Felipe a Whitman («en Núñez de Arce, en peroratas, onomatopeyas y engreídos grititos de cante jondo») cuestiona que la novedad estética de Whitman desaparezca detrás de la comodidad doméstica y de la simple repetición de lo conocido. Y cita lo siguiente:

Ejemplo: Whitman escribe (Song of myself, p. 40):

Todos los cuartos de la casa los pueblos con una fuerza armada: 
Mis amantes, burladores de tumbas.

Felipe, fiel a Núñez de Arce, prefiere (Canto a mí mismo, p. 142):

Toda esta habitación la lleno yo de una fuerza poderosa, 
de un ejército invencible,
de elementos que me aman.
de genios destructores de sepulcros
Whitman acaba así un poema (Song of myself, p. 34):

A las once de la mañana empezaron a quemar los cadáveres
Esta es la relación del asesinato de cuatrocientos doce muchachos.

Felipe corrige esa brevedad (Canto a mí mismo, p. 127):

A las once comenzaron a incinerar los cadáveres.
Y ésta es la historia del asesinato a sangre fría, de aquellos cuatrocientos 
doce soldados, gloria de los Guardias Montañeses, tal como la contaban en  
Texas cuando yo era muchacho.

Whitman acaba así otro poema (Song of myself, p. 12):

No se apresuran, cada hombre golpea en su lugar.

Felipe le regala onomatopeyas (Canto a mí mismo, p. 60):

Ninguno se precipita
y todos dan en su sitio
pin, pan, pin, pan, pin, pan…

Whitman escribe (Song of myself, p. 24):

Walt Whitman, un cosmos, de Manhattan el hijo, 
Turbulento, carnal, sensual, comiendo, bebiendo, engendrando

Felipe «traduce» (Canto a mí mismo, p. 88):

Yo soy Walt Whitman…
Un cosmos ¡Miradme!
El hijo de Manhattan.
Turbulento y fuerte y sensual;
como, bebo y engendro…

Y termina Borges:

La transformación es notoria; de la larga voz sálmica hemos pasado a los engreídos grititos del cante jondo. Guillermo de Torre salva este libro con un epílogo excelente, que encierra alguna traducción fidedigna del poeta calumniado por León Felipe.
·                                  

(1) Buenos Aires, Sur, n.º 88, 1942, pp. 68-70. 

martes, 4 de febrero de 2014

“Ni en la orinoterapia es aconsejable beberse la orina ajena”

Fiel a su estilo, Guillermo Piro publicó la siguiente columna de opinión en el diario Perfil, del 4 de enero pasado.

Entre la pena y la nada

En Sin aliento, de Jean-Luc Godard, hay un momento interesante. Jean Seberg, recostada en la cama, le lee a Jean-Paul Belmondo un pasaje del libro que está leyendo: Las palmeras salvajes, de William Faulkner. “Entre la pena y la nada, elijo la pena”, recita Jean Seberg, a lo que Belmondo retruca que lo que acaba de decir es una tontería, que solamente un verdadero estúpido eligiría la pena; entre la pena y la nada, él elige la nada. 

Que Faulkner hiciera que su personaje eligiera la pena es comprensible y hasta lógico: sin pena no hay novela. De hecho muchas novelas no son más que una larga sucesión de penas. Hace unos años le preguntaron a John Irving por qué en sus novelas había por momentos tanto dolor, tanta angustia, tanta muerte. El dijo que le parecía una falta de respeto, habiendo en el mundo tanta gente que sufre, que sus personajes no sufrieran también. Se trata de una postura moral con la que es difícil no estar de acuerdo. El sufrimiento literario y el infortunio de los personajes acotaría nuestra vida como lectores de un modo atroz. A diferencia de la música, la buena literatura no tiene necesariamente que ser triste (no siempre Faulkner e Irving lo son), pero leer sólo obras que no nos depararen alguna que otra angustia sería complicado, por no decir imposible. Sin embargo nada nos obliga a sufrir a causa de las malas traducciones españolas, por lo que considero saludable prescindir de ellas de manera tajante, sin concesiones.

Existe un supuesto que lleva a pensar que una mala traducción al menos nos acerca un poco al autor. Existe otro que dice que una buena obra puede soportar cualquier cosa, cualquier calamidad, incluso una traducción hecha en España. Mentira. Leemos libros con la ilusión de estar leyendo a un autor, cuando en realidad leemos lo que el traductor quiere hacernos creer que es ese autor. Eso en el caso de una buena traducción. En el caso de las traducciones españolas lo que obtenemos es algo más ficticio, más irreal: lo que leemos no es lo que el traductor quiere hacernos creer que es un autor (el extraordinario traductor español Miguel Sáenz nos hizo creer que Thomas Bernhard es efectivamente eso, pero en cualquier caso “eso” es algo formidablemente escrito), sino una sucesión de arbitrariedades, incongruencias, flatulencias literarias y despropósitos impotentes que quieren hacernos creer que son la traslación lo más fiel posible del texto escrito por el autor cuyo nombre está impreso a tipografía cuerpo 16 en la tapa.

El panorama editorial está cambiando. Las editoriales españolas, gracias a la bendita crisis, están dejando de comprar derechos para el habla hispana y sólo los compran –como siempre debió ser– para su propio consumo. Que cada uno se coma su propia mierda. Ni en la orinoterapia es aconsejable beberse la orina ajena, y nosotros seguimos leyendo traducciones españolas. Esperen un poco, sean pacientes y van a terminar leyendo lo que quieran traducido para una sola calle de las nuestras. Entre la pena y la nada elijan la nada



lunes, 3 de febrero de 2014

Nada más que 300 gramos

Eduardo Villar
El 27 de diciembre pasado, Eduardo Villar escribió en la revista Ñ la siguiente columna.

Libros de papel: una despedida sin lágrimas

No diría aún que soy viejo. Pero ya hace tiempo que no soy joven. Estoy entre los que empezaron a escribir las primeras letras en el jardín de infantes con lápiz y siguieron en la primaria primero con plumín y luego con lapicera fuente. Tintenkuli, Sheaffer, Parker, son nombres que añoro como el papel secante y el olor a tinta. Viví fuera del país seis años en los que escribí miles de cartas y esperé cada día una respuesta deslizándose por debajo de la puerta.

Quiero decir: conozco la belleza del papel. Y no encuentro ninguna en lo digital. Pero hace meses compré un lector electrónico. Y adiós a los libros. Sostener el peso de una novela de, digamos, 400 páginas ya no es un ejercicio que me parezca tolerable hacer en la cama antes de dormir. Los ángulos y los bordes se sienten incómodos en la mano y el esfuerzo de mantenerla suficientemente abierta para que sea legible me acerca al calambre. Ni hablar de la cantidad ridícula de espacio que ocupan los libros. Metros y metros de la casa destinados para siempre a objetos que son usados con suerte una vez en la vida y que exigen orden y dedicación personal si uno quiere encontrar lo que busca. Me irrita tener que ladear la cabeza hacia un lado u otro para leer en el estante los títulos en el lomo, según estén escritos de arriba hacia abajo o viceversa.

Ahora llevo en los 300 gramos de un e-reader más libros que los que soy capaz de leer en mi vida, que es lo mismo que todos los libros del planeta. Y elijo, en la sala de espera, en la playa o en el colectivo, el que quiero leer en ese momento, que se abre en la página en que lo dejé hace dos horas o hace un mes.


El peso de lo material ha desaparecido de los libros. Y no lo extraño nada.

domingo, 2 de febrero de 2014

"Los traductores estamos aumentando la suma de experiencias valiosas posibles en el mundo"

Chris Andrews
Ilan Stravans publicó el 22 de diciembre de 2013, en El Cultural, del diario uruguayo El País, una entrevista con el traductor australiano Chris Andrews, responsable de singulares traducciones de literatura latinoamericana.

 

El delirio del traductor
Literatura latinoamericana para lectores en inglés.

La prosa de Roberto Bolaño ha cautivado al público anglófono, en parte debido a las sutilezas de uno de sus traductores, el australiano Chris Andrews, a quien se le debe el estilo sucio, desafiante, hard-boiled, de Nocturno de Chile y Estrella distante. Explica qué diferencia hay entre traducir a Bolaño y traducir el estilo matemático de César Aira, y el por qué de ciertos estereotipos que los norteamericanos construyeron en torno a la figura de Bolaño.

¿Cómo llegaste a la traducción?
–Cuando terminé mis estudios en la Universidad de Melbourne pensé que me gustaría traducir textos literarios, pero mis comienzos fueron muy lentos, porque, como se sabe, hay pocas traducciones literarias al inglés. Además, los encargos se hacen casi siempre en Nueva York y Londres, casi nunca en Australia. Empecé sin embargo con una editora de Melbourne, para la cual traduje dos libros de viaje (en el sentido amplio). La segunda fue el hermoso Negro sobre negro de la autora catalana Ana Briongos, sobre el Irán de los años noventa.

¿Y a Roberto Bolaño?
–En 2001 estaba de viaje en Chile, hablando con libreros y pidiendo consejos. Acababa de salir Nocturno de Chile, pero por cautela o tacañería compré Los detectives salvajes en la edición de bolsillo. El diario de Juan García Madero me agarró desde el primer párrafo. Había allí una energía y una frescura que me dieron ganas de seguir, y que seguí. Es una experiencia ampliamente compartida. Hay como una vibración que se desprende de las páginas de Bolaño; se transmite mediante ciertas estructuras sintácticas, pero no creo que haya una explicación puramente formal. Tiene que ver también con el estilo existencial del autor.
De Chile me fui a Londres, para molestar a unos editores, porque no me había servido de nada mandar cartas y e-mails desde Melbourne, y allí tuve mucha suerte, aunque no lo supe hasta casi un año más tarde. Me recibió Christopher Maclehose de The Harvill Press y me preguntó qué había leído recientemente. Hablé con entusiasmo de Bolaño. Él acababa de comprar los derechos de Nocturno de Chile pero ya tenían un traductor para el libro. Al año siguiente Euan Cameron de Harvill me pidió diez páginas traducidas a título de prueba. Por alguna razón, el traductor no había podido hacer el trabajo y Harvill necesitaba un sustituto, y rápido, porque el libro ya estaba en el catálogo. Me contrataron, y Barbara Epler de New Directions publicó el libro poco después en los Estados Unidos. Hay que decir que los dos primeros libros traducidos –Nocturno de Chile y Estrella distante– no se vendieron muy bien en Gran Bretaña. En el mundo anglófono, el fenómeno empezó a cobrar fuerzas en Nueva York con los cuentos de Last Evenings on Earth (tomados de Llamadas telefónicas y Putas asesinas) y sobre todo con Los detectives salvajes, traducido por Natasha Wimmer.

En el mundo anglosajón se han consolidado algunos mitos sobre Bolaño. Por ejemplo, el que lo pinta como un drogadicto que se redime a sí mismo. O que es un producto manufacturado por las fuerzas capitalistas. Y hay gente que critica estos mitos.
–Creo que hay que mirar las críticas por separado. La de Sarah Pollack me parece muy inteligente: lo que ella propone es una "lectura de una lectura," y lo que critica no es la obra de Bolaño directamente, sino su recepción en Estados Unidos. Ella dice que la obra se presta"inconscientemente o quizás con una deliberación provocativa" a lecturas que confirman una serie de estereotipos acerca de América Latina. No veo allí una deliberación provocativa, pero es cierto que los lectores norteamericanos tenían por donde agarrar la obra de Bolaño, en particular por el lado de la violencia. Sin embargo, no hay que dejar pasar por alto la manera en que su ficción tuerce también los estereotipos. En Los detectives salvajes, los realistas viscerales son haraganes, pero lo son más por poetas que por mexicanos: no faltan mexicanos trabajadores en la novela. Para no ir más lejos, las chicas que salen del grupo: Laura Jaúregi, las hermanas Font, Xóchitl García. Además, la haraganería encarnada por Ulises Lima, o mejor dicho, la inmunidad al exotismo (porque él se dedica a su oficio: escribe poemas) es una característica que la novela en su conjunto valora positivamente. Eso, al menos, es lo que trato de sostener en un libro que saldrá el año próximo.
Cuando a veces se presenta a Bolaño como un artefacto manufacturado por las fuerzas capitalistas, eso es un contrasentido. Bolaño era un escritor profesional –lo ha subrayado Christopher Domínguez Michael– pero no comercial. Escribió sus novelas con la esperanza de que se vendieran bien, pero no modificó su propuesta para que encajara mejor con las supuestas expectativas del mercado. Al contrario, se volvió más radical en el plano estético a medida que el éxito fortalecía su posición. Lo muestra su decisión de publicar Amberes –en vez de otro texto inédito, mucho más ameno, El Tercer Reich– y la monstruosidad estructural de 2666.
En cuanto al inexistente Bolaño heroinómano, fue un malentendido de ésos que suelen acompañar la fama, pero comprensible, porque hay una continuidad trabajada entre autobiografía y ficción en su obra. Designar a un personaje por la mayúscula B., por ejemplo, que puede remitir tanto a Bolaño como a Belano, es una manera de desdibujar la distinción entre el yo autobiográfico y el alter ego ficcional.

¿Qué diferencia hay entre traducir a Bolaño y traducir a César Aira?
–Es curioso que, tratándose de autores tan disímiles, el trabajo no es muy distinto en su fenomenología, quizás porque el traductor tiene la nariz pegada al texto, salvo en las últimas revisiones, y lo ocupan tanto los miles de elecciones entre palabras y giros. Claro que hay desafíos diferentes. ¿Como reflejar el abigarramiento multinacional del castellano de Bolaño en inglés, que también es una lengua intercontinental pero dominada por dos bloques rivales: la estadounidense y la británica? No hay una solución general a este problema recurrente; se resuelve caso por caso, según los parámetros dados por el contexto. El traductor de Aira se enfrenta a un desafío muy particular: el de seguir el movimiento ultrarrápido de sus desarrollos conceptuales sin cometer sinsentidos ni normalizar su pensamiento extravagante. A veces pienso que cuando Aira se va por un sendero ensayístico es como un matemático brillante y travieso que demuestra un teorema en la pizarra: va saltando etapas por creerlas evidentes, y a veces termina por franquear el paso hacia el delirio sin avisar. Quizás el riesgo mayor sea el de dejar que la traducción entre demasiado pronto en el delirio, porque Aira no sólo es loco sino que también es sabio.

En la segunda parte del Quijote, se dice que leer un libro en traducción es como ver un tapiz flamenco desde la parte de atrás. ¿Qué opinas?
–La metáfora del hidalgo es ingeniosa: se pierden colores y detalles de la formas; las figuras no se ven "con la lisura y tez de la haz." Cuando se publica una traducción, se vuelve posible una experiencia que sencillamente no lo era antes, por ejemplo, la experiencia de leer La orilla africana de Rodrigo Rey Rosa en inglés (el libro acaba de salir en la traducción de Jeffrey Gray). Es una obviedad, pero me gusta pensar que los traductores estamos aumentando la suma de experiencias valiosas posibles en el mundo.


sábado, 1 de febrero de 2014

Cuidado traductores: esta gente es peligrosa y no es chiste

Luis Von Ah
“Duolingo, el sistema de enseñanza de idiomas gratis a través de Internet financia el proyecto con traducciones que hacen los alumnos de manera opcional. Su fundador Luis Von Ah cuenta los detalles del acuerdo con Buzzfeed, que presentó en Buenos Aires su versión en español con la presencia del editor jefe Ben Smith”. Eso es lo que dice la bajada del artículo publicado por Marcela Mazzei, en la revista Ñ, el 3 de enero pasado.

¿Todos ganan? Aprender idiomas gratis y traducir a cambio la Web

"¿Crees que estoy confundido y debería estar en México ahora mismo?". Aunque le habló en inglés a todo el auditorio del British Art Centre porteño, Ben Smith miraba a la joven que había preguntado por qué en Buenos Aires fue la presentación de la versión en español de Buzzfeed, el portal de noticias virales del que Smith es editor en jefe desde fines de 2011. "Buenos Aires es un nodo cultural", dijo y admitió que desde 2007, un año después de su lanzamiento, los números de Buzzfeed indican que muchas visitan llegan desde acá. 

De una familia con antecedentes literarios, Smith se dedicó al periodismo político y creó varios de los blogs de la era 'profesional' que lo catapultaron como una persona influyente en Washington, y cuando tenía los contactos dejó todo por un trabajo extraño, si se tiene en cuenta que muchos de los posts más visitados de Buzzfeed recopilan fotos tiernas de gatitos que reciben miles de likes y corazones de favorito, entre muchos de las famosas listas o 'listicles', un híbrido entre lista y artículo, con títulos ocurrentes, enumeraciones, fotos y videos empaquetados para desperdigarse por las redes sociales.

Buenos Aires fue la ciudad elegida, pero no van a abrir oficinas en el país para generar contenidos directamente en español sino que buscan traducir los contenidos más virales y populares a través de Duolingo, un sistema de enseñanza de idiomas online creado por Luis von Ahn, un científico computacional guatemalteco, ganador de la beca MacArthur y antes creador de ReCaptcha, un sistema adquirido por Google que digitaliza libros cada vez que alguien tipea un CAPTCHA en Internet para demostrar que es una persona y no una máquina.

Por supuesto que no todo es gatitos y gifs animados en Buzzfeed. Abundan las noticias de política nacional estadounidense, la sección Buzzread acumula textos “largos” según los parámetros de la Web y a fines de 2013 nombraron a un editor de libros, pero un abismo separa a los artículos en español: uno sobre Simón, el perro de la presidenta argentina; otro de Luisana Lopilato, “la novia hot” de Michael Bubblé; entre un mar de personajes de la cultura pop, sus cuentas de Twitter y los ejercicios de autodeprecación más diversos ("Las canciones que ya cumplieron diez años y te harán sentir viejo"). 

Adepto a la teoría que dice que el timeline es la nueva homepage, Ben Smith dijo que no hace falta que los medios tradicionales se adapten a esta regla porque los propios periodistas, en sus cuentas personales de Twitter, se ocupan de eso. “¿Para qué ahorramos en traductores? Para poder contratar mejores periodistas”, explicó esa tarde, después de la presentación porteña, respecto a la alianza con Duolingo para hacer traducciones.      

“Las computadoras no son buenas para traducir ningún tipo de texto”, expliicó, categórico, Luis von Ahn, la misma semana desde Nueva York. En junio de 2012 presentó junto a Severin Hacker Duolingo, la plataforma para aprender idiomas totalmente gratis (y la aplicación más descargada en iTunes y Android) que se dispone a buscar financiamiento. “Cuando lo lanzamos, sólo era un sitio para aprender idiomas, pero la idea era que después de un tiempo, cuando tuviéramos suficientes personas aprendiendo en Duolingo venía el segundo paso, que es la manera en la que vamos a financiar la educación gratis: hoy tenemos alrededor de 12 millones de personas y estamos en ese momento. 

-¿Y cómo hace dinero Duolingo en esta etapa? 
-Después de que le enseñamos a alguien un concepto, por ejemplo el de comida, les decimos que si quieren practicar lo que acaban de aprender pueden ayudarnos a traducir algún documento que esté relacionado con comida. Puede ser un post de Buzzfeed que tenga que ver con los 10 mejores restaurantes del mundo. Al tiempo que hacen esa traducción, los alumnos aplican lo que acaban de aprender y además ayudan a traducir Buzzfeed, esa es la idea. 

-¿Es una condición que le imponen a los estudiantes?
-No, es totalmente opcional. Cuando terminan una lección les decimos: pueden seguir a la siguiente lección, o si quieren practicar lo que acaban de aprender con algo del mundo real, en particular algo escrito en Buzzfeed, pueden hacerlo en ese momento. 

-¿Cómo eligieron asociarse a Buzzfeed? 
-Nos contactan bastante, porque muchos diferentes portales y empresas sabían qué era lo que íbamos a hacer. De todos los que nos han contactado elegimos a dos... Eventualmente queremos aceptar a todos pero para empezar elegimos dos partners que tuvieran buen contenido: uno es Buzzfeed y el otro es CNN, ahora también estamos traduciendo CNN del inglés al español. 

-Una de las ventajas de las traducciones a través de Duolingo es que son personas y no máquinas las que traducen. ¿Cree que los titulares de la prensa o los contenidos de la cultura pop requieren cierta interpretación? ¿Tiene que ver con eso la elección?
-No, simplemente las computadoras, las máquinas no son buenas para traducir ningún tipo de texto, no solo los culturales. Pareciera que esto particularmente no lo es porque hay cosas que son bromas, pero en general las computadoras no son buenas para eso. 

-¿Por qué tienen estos inversionistas tan famosos como Ahston Kutcher o Tim Ferris? ¿Cómo los reclutaron? 
-Les parece bien la idea de tener un sistema de enseñanza de idiomas. Alrededor del mundo hay 1200 millones de personas aprendiendo un segundo idioma. La gran mayoría, como 800 millones de ellos, están aprendiendo inglés, son personas de bajos recursos y la razón por la que estudian es para obtener un mejor trabajo. Lo que es un poco irónico es que las clases de idioma requieren mucho dinero. Por eso quisimos encontrar una manera de aprender idiomas totalmente gratis, pero la idea era realmente llegar a todos, más de 1000 millones de personas. Y encontramos una manera de invertir para poder hacer esto sin tener que cobrarle a los estudiantes. 

-Y estas personas de celebridad global, ¿se unieron para apoyar el proyecto desde su perfil educativo?
-Sí, a nivel educativo pero no es caridad, no van a perder dinero porque tenemos manera de financiarlo. 

-Que es esta asociación con empresas de contenidos que quieren traducirlos. 
-Exacto.  

-Cuando publicamos un artículo sobre Duolingo, hubo una reacción negativa de algunos lectores que señalaban que la del traductor es una disciplina que requiere preparación y responsabilidad. ¿Cómo defienden el proyecto frente a estos comentarios? 
-Generalmente no recibimos comentarios negativos. Quizás fue algo específico que dijo ese artículo (una traducción del New York Times) que molestó a alguien. Nosotros les tenemos mucho respeto a los traductores, nuestra intención no es quitarles el trabajo sino enseñar idiomas. Y resulta ser que ciertas traducciones, no todas, pueden ser hechas por estudiantes, y al final de cuentas los estudiantes pueden hacer casi tan buen trabajo como un traductor. Es más, en medios como CNN y Buzzfeed, varios estudiantes pueden hacer tan buen trabajo como un traductor profesional. Pero son cosas que ni siquiera estaban siendo traducidas antes, y nunca iban a ser traducidas, porque para Buzzfeed, por ejemplo, no vale la pena pagar 15 centavos de dólar que es lo que cuesta un traductor profesional. La idea es que los traductores profesionales van a seguir traduciendo cosas legales y manuales que necesitan garantizar exactitud, y ganando el dinero que tienen que ganar, pero no el contenido que CNN genera todos los días y en el que, al fin de cuentas, un error no es algo increíblemente malo, es algo frecuente incluso en el contenido fuente. Estamos haciendo cierto tipo de contenidos que de todas maneras no estaban siendo traducidos.

-Quizás los traductores ven como una amenaza a futuro que la empresa se plantee hacer, en busca de la financiación para enseñar idiomas, ese tipo de trabajos profesionales también. 
-En mi opinión creo que deberían sentirse seguros que no estamos tratando de quitarles el trabajo. Pero ellos mismos no estaban traduciendo este tipo de cosas que muchas veces se necesitan traducir, simplemente porque tampoco quieren hacerlo por un centavo de dólar, que es lo que vale esta traducción. Nuestra misión es dar educación gratis, solo que encontramos una manera de poderlo financiar. 

-¿Se puede aprender cualquier idioma en Duolingo? 
-Vamos a empezar a agregar más idiomas de acá en adelante, porque ahora tenemos seis idiomas. Por ejemplo, del español sólo se puede aprender inglés y no portugués (mientras que del inglés sí que se puede aprender portugués). Hoy tenemos un nivel limitado de idiomas pero estamos trabajando para obtener cientos de idiomas, y es que nuestra comunidad la que nos va a ayudar. 

-¿De qué manera?
-Todos los días recibimos cientos de correos electrónicos de personas que dicen que les gustaría ayudarnos a agregar más idiomas, personas que se sienten identificadas con la misión de Duolingo, con el hecho de dar educación gratis. Y es lo que estamos haciendo ahora: acabamos de lanzar la incubadora de idiomas, donde estamos agregando otros idiomas y ya hay más de 10 mil personas que han aplicado para crear cursos de idiomas, incluso demasiado pequeños como quechua o mapuche. La idea es que cualquier idioma se va a poder aprender con Duolingo. Pero la mayoría de los cursos van a ser creadores por la comunidad y no por nosotros.  
 
-¿Cómo controlan que los cursos sean efectivos? 
-Como son cursos que crea la comunidad y no nosotros, es lo más difícil asegurarse que sean de alta calidad, porque no queremos que alguien diga este es mi curso de sueco y no enseñe nada. 

-¿Y quién es el profesor de quechua, por ejemplo? 
-Son personas que solicitan ser los que dictan el curso. Hemos recibido mas de 10 mil solicitudes y hemos elegido a los que nos parecen mejores, a través de las solicitudes, donde escriben un ensayo en su propia lengua, pero como nadie aquí puede leer quechua entonces leemos sus credenciales, que son increíbles: tenemos profesores de Harvard que han solicitado ser profesores de idiomas no muy comunes, organizaciones gubernamentales de diferentes países para dar clases de idiomas que están tratando de proteger en su país y difundir idiomas casi en extinción. Lo que queremos es poder enseñar cualquier idioma, y eso incluye idiomas como el maya hasta idiomas inventados.