Es sabido que Madame Bovary, de Gustave Flaubert es una de las novelas más leídas y estudiadas en el mundo entero. Por eso a nadie debería sorprender el número de traducciones que, desde su aparición bajo la forma de libro en 1857, ha habido en las más diversas lenguas. Asimismo, una legión de críticos de todo el planeta ha estudiado esa obra desde las más diversas perspectivas. Lugar destacado en esa listas merecen quienes desde mediados del siglo XX vienen trabajando sobre los manuscritos originales y descubriendo todo lo que en ellos, por extraordinario que parezca, queda por descubrir. En ese sentido, Gabrielle Leleu, Jean Pommier, Claudine
Gothot-Mersch, Pierre-Marc de Biasi, Jacques Neefs, Jeanne Goldin
e Yvan
Leclerc, para mencionar acaso a los más notables, han publicado diversas ediciones eruditas de la obra, incluyendo en más de una ocasión los famosos repentir, que son a la literatura algo así como los célebres pentimentos de la pintura; vale decir, fragmentos eliminados de un original, desechados, encubiertos. Ahora, una nueva edición de las Obras completas de Flaubert, al cuidado de la gran investigadora Claudine Gothot-Mersch fue publicada en la colección La Pléyade, de la editorial Gallimard, incluyendo algunos muy conocidos fragmentos, previamente aparecidos en otras ediciones francesas, que la prensa, haciendo gala de gran ignorancia, presenta como descubrimientos inéditos. Así ocurre con el suelto de la revista española Turia, del Instituto de Estudios Turolenses - Diputación Provincial de Teruel, acaba de dar a conocer, señalando que tres de esos textos dejados de lado por Flaubert van a ser incorporados en una nueva traducción que prepara el muy buen traductor Mauro Armiño para la editorial Siruela. O sea, chocolate por la noticia.
La revista Turia da a conocer un Flaubert inédito en español
El responsable de este rescate
cultural es el traductor Mauro Armiño, que no sólo se ocupa de su versión en
castellano sino que elabora una interesante nota introductoria sobre las
características y contenidos de estos tres fragmentos suprimidos y ahora
recuperados en la nueva edición francesa de la famosa novela de Flaubert.
Para Mauro Armiño, Premio
Nacional de Traducción 2010 y que publicará este año en la editorial Siruela
una nueva versión de Madame Bovary,
“sobre la pista de varios de estos fragmentos suprimidos me ha puesto la
reciente edición de las Obras Completas
de Flaubert, publicada en La
Pléiade en noviembre de 2013 bajo la dirección de una gran
especialista flaubertiana como es Claudine Gothot-Mersch”.
Ahora la revista Turia da a conocer, por primera vez en
español, tres fragmentos de Madame Bovary
suprimidos por Gustave Flaubert (1821-1880). Además, y según asegura Mauro
Armiño, la recuperación de estos textos suprimidos es un episodio tanto
noticiable como del mayor interés literario. De ahí que ahora se publiquen
traducidos tres de esos largos fragmentos eliminados, anotando el lugar en que
cada uno de ellos estuvo insertado en los manuscritos de la novela. Armiño
también ofrece al lector los títulos que la citada nueva edición de La Pléiade les ha dado:
“Conversación durante el baile”; “Una discusión sobre libros” y “El juguete de
los niños Homais”.
Así, el primero de esos
fragmentos, arrancado del capítulo dedicado al primer sarao social al que Emma
Bovary acude, redunda en la descripción que Flaubert había hecho del estrato
social –nobles, militares, alta burguesía– que centraba su sentido de la vida
en el valor monetario de las cosas.
El segundo, “Una discusión sobre
libros” se ocupa de la pasión de Emma Bovary por la lectura. Flaubert, gran
lector de Cervantes, repite en su protagonista el origen de la locura del
hidalgo cervantino: el cerebro de Emma, que pasaba las noches entre novelas y
poesías románticas, había quedado dañado por esa pasión. Según destaca Mauro
Armiño, “en el fragmento, el presuntuoso representante del «progreso», Homais,
hombre de ciencia y boticario, arremete contra los males que provoca la
lectura, no sólo morales, sino físicos y fisiológicos; le secunda la madre de
Charles Bovary, que en un párrafo condensa la idea tradicional de la mujer,
tacha a Emma de intelectual y exige a su hijo que la vigile, dándole por único
horizonte vital el de gobernar su casa, cumplir con sus deberes y sufrir,
misiones según ella de la condición femenina.”
El tercer fragmento suprimido,
“El juguete de los niños Homais”, distrae el capítulo XIV (2ª parte) de su núcleo
central: la depresión que sufre Emma tras el desastre de su primera aventura
amorosa. Durante ese periodo, Emma interactúa con sus vecinos y fruto de esa
coyuntura es el párrafo suprimido, puramente anecdótico y que quizá es el que
más razones ofrecía para ser eliminado.
Harold Bloom, el mas importante
crítico literario de nuestros días, ha asegurado también que Madame Bovary es una obra maestra, la
más pura de las novelas en forma, economía y justa representación de la
naturaleza”. Para Bloom, “Emma Bovary es Gustave Flaubert y es casi todos
nosotros también. Madame Bovary es
una especie de biografía universal, no tanto de un Quijote femenino como de un
Quijote sensual, hombre o mujer, cuya búsqueda no es de ninguna manera
metafísica y cuyo deseo no pertenece al alto romanticismo sino al bajo
romanticismo. Emma es una verdadera alternativa de Hamlet o de don Quijote: es
un genio de la sensualidad”.
Turia es, con 30 años de trayectoria y periodicidad cuatrimestral,
una de las publicaciones culturales españolas más veteranas y reconocidas, por
cuya labor obtuvo el Premio Nacional al Fomento de la Lectura. Desde el
pasado año, además de su edición en papel cuenta con una versión digital
(http://www.ieturolenses.org/revista_turia/) y una página en Facebook (https://www.facebook.com/pages/Revista-Turia/373833962736088 ).
(http://www.ieturolenses.org/revista_turia/) y una página en Facebook (https://www.facebook.com/pages/Revista-Turia/373833962736088 ).
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