jueves, 15 de junio de 2017

E. M. Forster de emergencia en el SPET

E. M. Forster
En la próxima reunión del SPET, que tendrá lugar el miércoles 21 de junio a las 18:30 en el Salón de Conferencias del IES en Lenguas Vivas (Carlos Pellegrini 1515), nuestra invitada Marina Alonso Gómez (Universidad de Málaga) presentará su proyecto de doctorado “Historia, análisis y recepción de las traducciones al español de A Passage to India de E. M. Forster”.
  
Nos escribe:

"El objetivo de esta tesis es analizar las traducciones en lengua española de una obra clásica de la literatura inglesa como es A passage to India, publicada en 1924 por E. M. Forster, dentro de su contexto editorial tanto en España como en los países hispanohablantes de América. La tesis implica el análisis lingüístico-textual de las traducciones propiamente dichas, así como el estudio de las circunstancias en las que se encargaron y realizaron y de su recepción tanto en España como en los países hispanohablantes de América. La comparación de las distintas traducciones y sus contextos tiene como objetivo determinar la trayectoria de la novela en el ámbito hispanoparlante desde su publicación hasta nuestros días y tratar de dilucidar los posibles motivos de dicha trayectoria"

Marina Alonso Gómez es licenciada en Biología y en Traducción e Interpretación y cuenta con un Máster en Traducción Especializada y un Máster en enseñanza de inglés. Actualmente es beneficiaria del programa de Formación del Profesorado Universitario del Ministerio de Educación y realiza su tesis doctoral en el Departamento de Traducción e Interpretación de la Universidad de Málaga, donde imparte clase dentro del Grado en Traducción e Interpretación.


Si tenés previsto solicitar un certificado de asistencia, por favor no te olvides de firmar después de la reunión en la lista disponible en Cooperadora.

miércoles, 14 de junio de 2017

Ahora puede leerse "Mafalda" en guaraní

El 31 de mayo pasado, el diario La Jornada, de México, publicó el siguiene suelto, sin firma, donde se da cuenta de la primera traducción de Mafalda al guaraní por la traductora paraguaya María Gloria Pereira (foto). 

Mafalda ya habla guaraní para los paraguayos

Asunción. El primer tomo traducido al idioma guaraní de la historieta Mafalda, creada por el famoso humorista argentino Joaquín Salvador Lavado –más conocido como Quino– se presentó oficialmente este martes en un acto realizado en la sede de la embajada argentina en Asunción.

Con gigantografías y fotos, la ya célebre tira fue traducida en su primero de 10 tomos por la experta María Gloria Pereira y será distribuida oficialmente al público durante la Feria Internacional del Libro el próximo 8 de junio, a un precio aproximado de 6 dólares.

"Mba'eichapa (¿Qué tal?)", exclama el personaje al anunciar su llegada a la lengua originaria de la región, hablada por el 80 por ciento de los habitantes de Paraguay y de varias provincias argentinas y estados brasileños fronterizos.

El embajador argentino, Eduardo Zuain, dijo en la presentación que "Mafalda es, mucho más que una tira cómica, un clásico que expresa un pensamiento, una visión del mundo".

"Es clásico porque sigue vigente aún cuando fue elaborado en los años 60 y 70", explicó.

En uno de los cuadros exhibidos en la presentación se pudo ver a Mafalda y su hermanito Guille con la expresión "Peyumikena" (Acérquense por favor).

Para el lanzamiento en la Feria de junio fue invitado el autor, Quino, informó la portavoz de la editorial local Servilibro, Vidalia Sánchez.

La edición se hizo posible con el respaldo del Programa Sur de Apoyo a las Traducciones de Argentina y organismos públicos locales como la Secretaría de Políticas Lingüísticas de Paraguay y la Academia de la Lengua Guaraní.

"Desde la embajada se ha impulsado esta iniciativa porque entendemos que su traducción al guaraní constituirá un singular y valioso aporte para la educación y para afianzar el posicionamiento de esta lengua entre niños, jóvenes y adultos", expresó el Ministerio de Educación.

La tira se ha publicado en 26 idiomas y según la traductora Pereira "hay cosas que Mafalda dice con más gracia en guaraní".


Ella se dispone ahora a traducir los nueve tomos restantes de la serie creada por Quino.

martes, 13 de junio de 2017

Una conferencia de Silvia Senz Bueno


La catalana Silvia Senz Bueno es un montón de cosas: : Licenciada en Filología Hispánica y Máster en Formación Editorial ha impartido formación y docencia en corrección y gestión editorial de textos, traducción, estilo, composición tipográfica y ortotipográfica. Además, ha sido redactora de diversas editoriales: De Vecchi, Toray, Labor, Glénat, RBA, Grijalbo, Melusina, Obelisco, Planeta, Plaza & Janés, y traductora editorial de numerosos títulos. A su trabajo, y al de Montserrat Alberte, se deben los dos excelentes volúmenes de El dardo en la Academia (Barcelona: Melusina, 2011), donde, desde todas las ópticas posibles, se verifican y ejemplifican todos los chanchullos de la Real Academia Española es una obra de primer orden.

Aquí, quienes deseen verlo, podrán acceder al video de su conferencia "El control de calidad editorial como valor distintivo de la edición profesiona", dictada en el Servicio de Publicaciones de la Universidad de Cádiz.

Acá está el vínculo: https://youtu.be/qGr3nR7JdCs


lunes, 12 de junio de 2017

"Idealismo acompañado de pasos concretos"

Karl Dedecius
El pasado 6 de junio, el traductor cubano José Aníbal Campos publicó en El Trujamán la siguiente columna dedicada a Karl Dedecius, traductor del polaco y del ruso al alemán, a quien el autor considera “uno de los traductores europeos más importantes del pasado siglo”.

Karl Dedecius: las vidas de un traductor

El 26 de febrero de 2016 moría en Fráncfort del Meno uno de los grandes intelectuales europeos del siglo xx: Karl Dedecius. ¿He dicho «intelectual»? Pues debo precisar: quien falleció en Fráncfort es uno de los traductores europeos más importantes del pasado siglo.

Nacido y crecido en el seno de la comunidad de habla alemana de Łódź, a los dieciocho años Dedecius se vio arrastrado a una guerra que no era la suya y que vino a interrumpir el acariciado sueño de estudiar teatro. Fue en esa época cuando encontró en la traducción no solo un modo de sobrevivir en medio del horror, sino de renacer una y otra vez para convertirse en el gran divulgador de la literatura polaca en los países germanófonos.

El propio lema de su ciudad natal, Ex navicula navis (‘De una barca, un barco’), cuyo escudo de armas muestra tan solo una sencilla embarcación de remos, parece haberlo predestinado para el oficio de barquero al que dedicaría una de sus muchas vidas. Su impresionante obra como traductor y promotor la realizó, en su mayor parte, fuera de los horarios de oficina, en los más de veinte años que trabajó como empleado en una compañía de seguros en la metrópoli a orillas del Meno.

Cuando en los años cincuenta y sesenta nadie había oído hablar en Occidente de figuras como las de Stanisław Jerzy Lec, Zbigniew Herbert, Czesław Miłosz o Wisława Szymborska, Dedecius peregrinaba por las editoriales alemanas con sus propuestas de publicación de poetas y escritores polacos y rusos.

Siendo prisionero de los soviéticos —recuerda Dedecius en su destacable libro de memorias, Ein Europäer aus Lodz [‘Un europeo de Lodz’] (Suhrkamp 2006)— «encontré la medicina efectiva para mí: la traducción». Todo empezó con unos versos de Lérmontov: «Yo buscaba e indagaba intentando hallar paralelismos. Reflexionando sobre las heridas juveniles de Lérmontov, conseguía olvidar las propias. Con el tiempo, fui ganando fuerzas y aprendí de nuevo a erguirme y a caminar. Con la ayuda de esos versos extranjeros, con las muletas de la poesía».

Aparte de las decenas de publicaciones individuales, antologías y ensayos sobre literatura polaca (y eslava en general), son dos los grandes proyectos de Dedecius que resumen y definen su labor como mediador entre las culturas de habla alemana y la polaca: la Biblioteca Polaca de la editorial Suhrkamp (cincuenta volúmenes de obras literarias de distinto género y estilo a través de los cuales el lector obtiene un amplio panorama de la evolución cultural de Polonia desde la Edad Media hasta la actualidad) y el Instituto Polaco-Alemán, en el que, desde su fundación oficial en 1980 (y recalco lo de «oficial» porque en realidad ya Dedecius venía asumiendo en solitario desde los cincuenta, sin apoyos oficiales, la labor que luego encabezaría la nueva institución), se han formado centenares de traductores del polaco al alemán (o a la inversa), convirtiéndose en el centro de información y documentación por excelencia para miles de periodistas y polonistas alemanes y europeos.

Demasiado «idealista». Fue ese el descalificativo que Dedecius hubo de oír durante décadas cuando, en los sesenta y setenta, trató la creación de este instituto con varias personalidades de la vida pública. Pero el «idealismo», acompañado de pasos concretos, representado por un hombre con la tenacidad de Dedecius, puede arrojar resultados más que palpables.

En una época en que percibo, para mi pesar, ciertos peligrosos síntomas que apuntan a una pragmática «tecnocratificación» de la traducción de obras de valor cultural, vale la pena echar una ojeada a la biografía de este gran traductor europeo.

viernes, 9 de junio de 2017

Hace unas horas murió Natu Poblet, librera y personaje de la cultura porteña

La noticia fue publicada por varios medios hace apenas unas horas. En la bajada de la nota que le dedicó Clarín, se lee: “Tenía 79 años. Será velada esta noche en la Casa de la Cultura”.

Murió Natu Poblet, alma mater de Clásica y Moderna

Heredera de una tradición de lectores libreros, que había iniciado su abuelo Emilio y de la que también formaron parte su padre y su hermano, Natu Poblet convirtió la librería Clásica y Moderna en un espacio emblemático de la tradición cultural porteña. Será recordada como el alma mater del local con casi 80 años de historia ubicado en Callao y Paraguay, en el que convergían los escritores, los artistas, la música y la buena comida, y que ella comandaba tras la muerte de su hermano Paco.

Este mediodía, Poblet –que sufría osteoporosis– falleció tras un largo padecimiento que la obligó durante los últimos meses, a trasladarse en silla de ruedas y a espaciar su presencia en los eventos y presentaciones de los que, por décadas, había sido habitué. También le había dado pelea al cáncer.

Fue una figura querida y reconocida en el ambiente cultural y literario y su trabajo al frente de Clásica.

Natu tenía 79 años, había nacido justamente en esa zona (en Callao y Córdoba) y se recibió de arquitecta en la UBA, una profesión que ejerció hasta comienzo de los 80. Pero entonces –y a la muerte de su padre– decidió continuar la tradición familiar de la librería y junto a su hermano Paco la convirtieron en lo que es hasta nuestros días: un polo de referencia cultural, con sus encuentros, recitales, ciclos.

Acaso, recordaba el regalo de su padre, un libro sobre arquitectura francesa con la dedicatoria especial: "Para mi querida hija Natu, que seguirá la tradición de su abuelo y su padre".

"Mi librería es de autor, de lector. El que viene a verme sabe que yo sé lo que hay aquí, y yo recomiendo", contaba.

Su pasión por los libros venía tanto por tradición familiar como por sus recuerdos de la infancia. "Para mí, el libro es un objeto de placer. Y recomiendo los libros que me han gustado muchísimo", señalaba. Y podía citar entre ellos a "El Extranjero" de Camus o "Patrimonio" de Philiip Roth, por ejemplo.

Aquella relación con autores, editores y el mismo público que se acercaba a "Clásica..." la convirtió en personaje. En una completa interrelación. Ella contaba que "atender a mis amigos es lo que me hace sentir mejor persona. Ellos son lo más importante. Me considero acuario total, creativa, imaginativa. Y es el signo de la amistad".

Pero también señalaba que aprendía a leer "por los clientes". No se imaginaba una vida sin libros: "Ni puedo salir a al calle si en la cartera no tengo un libro. Me pasa de estar esperando en un banco, en el dentista, y tengo que tener algo para leer, es una adicción".

También condujo el programa "Leer es un placer" durante varios años en Radio Nacional. Y hace cuatro años fue condecorada en la Embajada de España en Buenos Aires, con la Orden de Isabel la Católica, por decisión del rey Juan Carlos de Borbón.


Será velada la casa de la Cultura (Av. de Mayo 575, CABA), a partir de las 21 hs. de este jueves.

jueves, 8 de junio de 2017

¿Qué querrá decir todo esto en buen criollo?

"La máxima casa de estudios se alista para ofrecer un total de 120 carreras; anuncian creación de la Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción", dice la bajada de la nota firmada por Ximena Mexía, el 25 de marzo pasado en el periódico mexicano Excelsior.

Traducción y Lingüística Aplicada, 
las nuevas carreras de la UNAM

El Consejo Universitario aprobó las carreras de Traducción y Lingüística Aplicada, que suman 120 carreras a las que ya ofrece la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).

Asimismo, se aprobó que el Centro de Enseñanza de Lenguas Extranjeras (CELE) se convierta en la Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción (ENALLT), donde serán impartidas ambas carreras, ante la necesidad de aprender otros idiomas producto de la migración académica y laboral a otros países.

El rector de la UNAM, Enrique Graue, destacó que el proyecto de creación de la nueva entidad universitaria se debe a que a nivel mundial se calcula que unos 200 millones de personas viven fuera de su país natal, y se prevé que esta cifra se quintuplicará en 30 años.

El Consejo Universitario destacó que ante la movilidad mundial, se hablan aproximadamente seis mil lenguas entre internacionales, regionales, nacionales y locales, y más de la mitad de la humanidad es bilingüe.

Por ello, la universidad asegura que es necesario formar estudiantes con destrezas personales, sociales, culturales, académicas y profesionales, con competencias en su lengua materna, pero también en otros idiomas, apoyadas en el uso de las tecnologías de información y comunicación.

La Escuela Nacional de Lenguas, Lingüística y Traducción continuará ofreciendo cursos en 18 lenguas y se mantendrá como centro de certificaciones internacionales de seis idiomas: alemán, chino, francés, inglés, italiano y portugués.


miércoles, 7 de junio de 2017

"Si me preguntan por mi profesión, digo que soy traductora."

El 26 de mayo pasado, Itziar Hernández Rodilla publicó la siguiente columna en El Trujamán. Si bien se refiere a España, sus observaciones valen para todo el mundo. Especialmente, para la Argentina, donde muchos colegas no reconocen a los del mismo gremio porque, dedicándose a otra especialidad en el mundo de la traducción, no poseen el ridículo “título habilitante”. Pobre gente, ¿no?

El Gremio

Cuando se publicó el Libro Blanco de las traducciones de libros en el ámbito digital, hubo una serie de desafortunados titulares en los que, sacando de contexto los datos en dicho libro expuestos, se afirmaba que solo el 9 % de los traductores podía vivir de su trabajo.

No voy a entrar en el hecho de que quizá sea cierto que solo ese porcentaje vive del trabajo, malviviendo a lo sumo el resto de los traductores de dedicación exclusiva, sea cual sea el campo al que se dediquen. Por un lado, porque no me gusta ser de las que desaniman al personal diciendo que todo es un desastre, sobre todo, cuando yo soy ejemplo vivo de que se puede vivir de traducir. Y, por otro, porque me interesa mucho más hablar de las reacciones del gremio que pude observar.

El comentario mayoritario entre los traductores a los que sigo en alguna de las redes sociales, traduzcan exclusivamente o no, fue: «No todos los traductores somos traductores literarios». A lo que, rápidamente, los traductores editoriales que no traducen literatura añadieron: «No todos los traductores editoriales somos literarios». Hubo quien añadió incluso: «De hecho, la mayoría de los traductores son no literarios».

Mucho se protestó sobre la generalización, cuando hay traducción audiovisual, de marketing, científico-técnica, jurídica, jurada, médica… Estas son solo algunas de las variedades que recuerdo. Da igual, en realidad, cuántas fuesen, el caso es que, al final, nadie estaba representado. Estoy convencida de que no somos el único gremio al que le pasa en España, desde luego, pero en el nuestro no hay nadie que responda a las estadísticas. Si nos descuidamos, ni el 9 % que respondió a la encuesta original estaba realmente formado de traductores que se dedican exclusivamente a traducir libros. Somos, desde luego, un gremio que no existe.

Yo no pertenezco a ese porcentaje, pero sí al 28 % de traductores que respondieron que, en aquel momento, se dedicaban de forma exclusiva a la traducción. Traduzco libros, es cierto, pero también localizo, hago traducción científico-técnica, jurídica, económica, administrativa, de marketing y un etcétera que no merece la pena desmenuzar aquí. Y, desde luego, aunque ahora compagino la actividad con otras, puedo decir que, hoy por hoy, sigo viviendo de traducir.

Si me preguntan por mi profesión, digo que soy traductora. No especifico. No creo que sea menos compañero un traductor audiovisual que uno jurado. Cuando ellos luchan por algo, siento la lucha como mía. En mi experiencia y según mi conocimiento, todas las especialidades se pagan peor que hace años. Hay más competencia, y es peor. Veo a compañeros decir que viven de la traducción trabajando todos los días hasta las tantas de la noche y sin fines de semana, y me pregunto cuándo, de hecho, viven. He visto a compañeros, excelentes profesionales, dejar de traducir (no, no se dedicaban a la editorial) porque no podían ni sobrevivir de ello. Y sé de algunos que dejaron de intentarlo incluso antes de empezar.

Y me duele cada comentario de: «Un momento, yo no soy uno de ellos». Se me parte el alma cuando un compañero de profesión (no, no la editorial) dice que los traductores editoriales viven mal de su trabajo porque aceptan condiciones infrahumanas, como si la mayoría de las veces aceptarlas fuese realmente una opción. Como si las demás especialidades estuviesen tan excelentemente pagadas que dedicarse a traducir libros fuese solo un terco capricho infantil.

Los periódicos erraron el tiro, es cierto, pero corroboraron aquella gran verdad española que dice: De los amigos me guarde Dios, que de los enemigos ya me guardaré yo.