Según Anthony Grafton, autor del libro Los orígenes trágicos de la erudición, resulta imposible establecer quién fue el primero en utilizar las notas al pie de página, pero es seguro que su práctica se desarrolló en Francia durante el siglo XVII, cuando muchos estudiosos competían por refutar el Discurso del método de Descartes. Sin embargo hay un candidato al título de inventor de la nota al pie de página: su nombre es Richard Jugge, tipógrafo e imprentero muerto en 1577, que tenía un negocio de Biblias en Londres, cerca de la Catedral de San Pablo. Si así fuera, la invención de la nota el pie se remontaría a 1568, cuando para comentar un pasaje del Libro de Job, Jugge introdujo dos notas al final de la página y no en los márgenes, que estaban ocupados por ilustraciones.
martes, 31 de mayo de 2016
La contención de un texto que se va por las ramas
Enemigo declarado de las notas al pie en las
traducciones, Guillermo Piro publicó
la siguiente columna el día 28 de mayo pasado en el diario Perfil. En ella nada dice de las notas al pie en las novelas, salvo
que se trata de una evolución de las antiguas glosas.
Nota sobre las novelas con notas
Muchos creen que la opción de agregar notas al
pie de página a las novelas es una invención moderna. Pero no. Es cierto que
muchas novelas del siglo XX las tienen, pero en realidad las notas al pie son
un ingrediente importante de muchas novelas anteriores.
Una lista
de las novelas que contienen notas sería no sólo aburrida, sino imposible. Las
notas aparecen en Historia de un tonel,
de Jonathan Swift, en La feria de las
vanidades, de Thackeray, en Guerra y
paz, de Tolstoi, en Las aventuras de
Tom Sawyer, de Mark Twain, en Veinte
años después, de Dumas y en El Señor
de los Anillos, de Tolkien. Y hay al menos una en Memorias del subsuelo, de Dostoievski. Las usaron Updike y Auster,
Pratchett (muchísimas) y Asimov, Michael Crichton, Michael Chabon, Nicholson
Baker, Junot Diaz y Joyce Carol Oates, Vila-Matas, David Foster Wallace,
Douglas Adams, Arno Schmidt, Julián Ríos, Douglas Coupland, Cortázar y,
naturalmente, Umberto Eco.
El origen de estas notas no está en la
literatura, sino en el derecho, y se conecta con una tradición antigua, que es
interesante contar porque describe las estrategias con que a lo largo de los
siglos se intentó contener la natural tendencia de un texto a irse por las
ramas, hablando alegremente de otra cosa, contar historias o introducir
comentarios y aclaraciones sin interrumpir el flujo del discurso. La nota es
una evolución tipográfica de la glosa, con la que, desde que existen los
libros, se explicaba el significado de ciertas palabras oscuras o caídas en
desuso. El recurso de la glosa se desarrolló y se volvió un verdadero oficio
–el de glosador– a partir del siglo VI d.C., cuando el emperador Justiniano
prohibió que se hicieran comentarios a los textos jurídicos, especialmente a su
Código, que se considera la base del derecho actual. La prohibición de
Justiniano tuvo un efecto paradojal: fragmentar los comentarios, insertándolos
a los márgenes del texto. A partir de la invención de la imprenta los
glosadores fueron dejados de lado, pero el problema de aclarar información o
agregar otra persistía, por el hecho de que los que comenzaban a leer libros no
eran solamente los estudiosos y los eruditos.
Según Anthony Grafton, autor del libro Los orígenes trágicos de la erudición, resulta imposible establecer quién fue el primero en utilizar las notas al pie de página, pero es seguro que su práctica se desarrolló en Francia durante el siglo XVII, cuando muchos estudiosos competían por refutar el Discurso del método de Descartes. Sin embargo hay un candidato al título de inventor de la nota al pie de página: su nombre es Richard Jugge, tipógrafo e imprentero muerto en 1577, que tenía un negocio de Biblias en Londres, cerca de la Catedral de San Pablo. Si así fuera, la invención de la nota el pie se remontaría a 1568, cuando para comentar un pasaje del Libro de Job, Jugge introdujo dos notas al final de la página y no en los márgenes, que estaban ocupados por ilustraciones.
Según Anthony Grafton, autor del libro Los orígenes trágicos de la erudición, resulta imposible establecer quién fue el primero en utilizar las notas al pie de página, pero es seguro que su práctica se desarrolló en Francia durante el siglo XVII, cuando muchos estudiosos competían por refutar el Discurso del método de Descartes. Sin embargo hay un candidato al título de inventor de la nota al pie de página: su nombre es Richard Jugge, tipógrafo e imprentero muerto en 1577, que tenía un negocio de Biblias en Londres, cerca de la Catedral de San Pablo. Si así fuera, la invención de la nota el pie se remontaría a 1568, cuando para comentar un pasaje del Libro de Job, Jugge introdujo dos notas al final de la página y no en los márgenes, que estaban ocupados por ilustraciones.
lunes, 30 de mayo de 2016
El Grupo Hydra Editorial visita al SPET
![]() |
Thomas Hobbes |
En el próximo encuentro, que tendrá lugar el jueves 2 de junio a las 18:30
en el Salón de Conferencias del IES en Lenguas Vivas (Carlos Pellegrini 1515),
nuestros invitados del Grupo Hydra Editorial expondrán sobre el tema “Traducir para estudiar e investigar.La
traducción en grupo del Leviatán de Hobbes”.
Con esta exposición continúa el ciclo “Heterogeneidad,
heterodoxias: proyectos alternativos de traducción”.
El grupo está integrado por
Esteban Amador, profesor de
enseñanza media y superior en Filosofía por la Universidad de Buenos Aires y
Magister en Filosofía por la Universidade Federal de Minas Gerais (Brasil). Se
desempeñó como docente en distintas instituciones tales como: UBA, C. C. Rojas,
UNTREF, UdeSA y UNIPE. Desarrolla tareas de coordinación en el Departamento de
Humanidades, Ciencias Sociales y Artes de la UNIPE. Se desempeña como
coordinador de proyectos formativos en Hydra Formación, y es miembro del comité
editorial, traductor y miembro del taller de traducción en Hydra Editorial.
Rodolfo Fazio, doctor en
Filosofía por la Universidad de Buenos Aires y ayudante de Historia de la
Filosofía Moderna en la misma institución. Su principal área de investigación
es la filosofía del siglo XVII, en especial estudia temas de metafísica y
filosofía natural en Leibniz. Traductor del Departamento de Humanidades,
Ciencias Sociales y Artes de la UNIPE y traductor y miembro del taller de
traducción de Hydra Editorial. Ha sido becario de la Universidad de Buenos
Aires, del CONICET y del Servicio Alemán de Intercambio Académico (DAAD).
Patricio González Sidders, profesor de
filosofía por la Universidad de Buenos Aires y ayudante de Historia de la
Filosofía Moderna en esa misma casa de estudios. Su principal área de estudio
es la filosofía inglesa de los siglos XVII y XVIII, en especial la filosofía de
la religión del deísmo inglés. Traductor del Departamento de Humanidades,
Ciencias Sociales y Artes de la UNIPE y traductor y miembro del taller de
traducción de Hydra Editorial. Ha sido becario de la Universidad de Buenos
Aires y el CONICET.
Rosario González Sola, estudiante
avanzada del Profesorado en Filosofía de la Universidad de Buenos Aires y
auxiliar de Filosofía del Derecho en la misma institución. Forma parte del
comité editorial de Hydra Editorial, es miembro del taller de traducción de
Hydra Editorial y tallerista en los trayectos formativos de Hydra Formación.
Traductora de Hydra y del Departamento de Humanidades y Artes de la UNIPE.
Ana Kuschnir, profesora de
Filosofía por la Universidad de Buenos Aires. Se desempeña como docente en la
Universidad de Buenos Aires y la Universidad de Tres de Febrero. Editora
independiente para diversas instituciones. Miembro del comité editorial de
Hydra y del taller de traducción de Hydra Editorial. Traductora del
Departamento de Humanidades, Ciencias Sociales y Artes de la UNIPE. Ha sido
becaria de la Universidad de Buenos Aires, del Bureau canadien de l'éducation
internationale (Canadá) y del CONICET.
Sebastián Abad, licenciado en Filosofía
por la Universidad de Buenos Aires. Se desempeña como docente en la
Universidad de Buenos Aires y la Universidad Pedagógica Nacional, donde
asimismo es Director del Depto. de Humanidades, C. Sociales y Artes. Director
de Hydra Editorial, su punto de interés en investigación es la filosofía
política moderna.
Lecturas sugeridas
Wilhelm von Humboldt: “De la
introducción a la traducción métrica del Agamenón de Esquilo”, varias
ediciones.
Martin Lutero: “Misiva sobre el arte
de traducir”, varias ediciones.
Friedrich Schleiermacher: “Sobre los
diferentes métodos de traducir”, varias ediciones.
Recomendamos visitar la página web de la Editorial Hydra
Además, queremos recordar las lecturas recomendadas para el ciclo:
-Antoine
Berman: “À la recherche du traducteur”, en Pour une critique des
traductions: John Donne, París, Gallimard, 1995, pp. 73-83 (hay traducción
al español).
-Gideon
Toury: “The nature and role of norms in translation”, en Descriptive
Translation Studies and beyond. Amsterdam y Philadelphia, Benjamins,
1995, pp. 53-69 (hay traducción al español).
A quienes confirmen su asistencia se
les enviará el material por correo electrónico.
Quienes se inscribieron para el ciclo
completo, por favor, no se olviden de firmar en Cooperadora el día de la
reunión.
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Traducción de filosofía
sábado, 28 de mayo de 2016
Por quinta semana consecutiva, continuamos repudiando la manera en que la UBA se vendió al Instituto Cervantes y a Telefónica de España
El
éxito de la convocatoria para repudiar el convenio que le otorga valor
universal al Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española , propuesto por
el Instituto Cervantes y un consorcio de universidades de España y
Latinoamérica, demuestra que la movilización de la comunidad intelectual de la
lengua castellana está lejos de haberse agotado. Por quinta semana consecutiva
actualizamos la lista de firmantes ya que,
diariamente siguen llegando adhesiones de todo el espectro de la lengua.
Por lo tanto, seguirá
abierta la recolección de firmas de todos aquéllos interesados en dejar sentado
en este blog su repudio ante un pacto realizado de espaldas a la sociedad.
Como
ya se ha explicado, no sólo han firmado la nota que se reproduce a continuación
escritores, traductores, correctores, editores, intelectuales en general
(historiadores, sociólogos, antropólogos, arqueólogos y periodistas, además de
directores teatrales y actores), sino también un gran número de profesores de
Literatura Española e Hispanoamericana, lingüistas, filólogos y lexicógrafos,
que desempeñan sus tareas en universidades
argentinas y extranjeras. Acaso ellos están mejor capacitados para entender el
problema que los contadores, veterinarios y dentistas que votaron positivamente
el acuerdo en una sesión del Consejo Superior de la UBA … quince días posterior al anuncio oficial del
Instituto Cervantes en el Congreso de la Lengua de Puerto Rico.
Durante
los próximos dos días la solicitada y la lista volverán a estarán disponibles
en esta entrada para quien desee consultaras y, eventualmente, sumarse. Para
hacerlo sólo tiene que enviar un mail a clubdetraductoresliterarios@gmail.com
Solicitada
Los
abajo firmantes, escritores, intelectuales, docentes, investigadores y artistas
del universo de la lengua castellana, queremos manifestar nuestro absoluto
repudio al Memorándum de Entendimiento, un conjunto breve de artículos, con el cual la UBA se integra al convenio
firmado entre
el Instituto Cervantes, la Universidad Nacional Autónoma de México y la Universidad de
Salamanca, que pretende otorgarle al Servicio Internacional de Evaluación
de la Lengua
Española (SIELE) valor universal y hegemónico.
Consideramos que se trata de una grave intromisión en la
independencia lingüística de Latinoamérica, así como de un perjuicio a los
intereses políticos y comerciales de la región.
A
Martín Abadía, Gabriela Adamo, Lucas Adur, Silvia
Aguilera (Chile), Claudia Aguirre, Osvaldo Aguirre, Laura Alcoba (Francia), Diego Alfaro Palma (Chile), Fernando
Alfón, Javier Almeida, Mariano
Altamirano, Matías
Allende Contador (Chile), Adriana Amante, Susana
Anaine, Jotaele Andrade, Maria
Teresa Andruetto, Daniela Ansa, Angelika
Antonio Rubin, María Amelia Arancet Ruda, Graciela Aráoz, Fernanda Aren, Teresa
Arijón, Elvira Arnoux, Alessio F. Arredondo, Adriana
Astutti, Alejandra Atadía, Jorge Aulicino, Márgara N. Averbach,
B
Claudia Bacci, Cecilia Bajour, Miguel
Balaguer, Alejandro Balazote, Florencia
Baranger-Bedel, Pablo Bardauil, Julina Barembuem (Francia), Ian Barnett, Carolina Bartalini, Alcira Bas, Carlos Battilana, Matías
Battiston, Gustavo Beade, Eric Beaumatin (Francia), Roberto Bein, Natalia Belenguer, Sonia Bello, Bárbara
Belloc, Asher Benatar, Laura Benítez, Julia
Benseñor, Daniela Bentancur, Diego Bentivegna, Gladys Berisso, Angel Berlanga, Emilio
Bernini, Eduardo Berti, Concepción Bertone, Pablo Betesh, María de los
Ángeles Bianchi, Ana Lia Biderman, Sonia
Bierbrauer, Mónica Billoni, César Bisso, Andrea Bohrn, Elisa Boland, Karina
Bonifatti, Piedad Bonnet (Colombia), Juan Bonilla (España), María Angélica
Bonilla, Manuel Borrás (España), Claudia Borzi, Pablo Braun, Matías Bruera
C
Marcelo José Cabarcas Ortega (Colombia), Gabriela Cabezón Cámara, Rubén Faustino Cabrera, Susana
Cabuchi, Javier Calvo, Silvia Camerotto, Silvana Campanini, Magdalena Cámpora, Marco
Antonio Campos (México), Sibila Camps, Martín Caparrós, Anália Capdevila, Pablo
Caramelo, Marina Cardelli, Sandra Carli, Penélope Cartelet, Fabián Casas, Fernanda
Castelano Rodrigues (Brasil), Alejandro Castro, Nora Catelli, Maite Celada
(Brasil), Rocío Cerón (México), Valeria
Cervero, Sergio Chejfec, Matías Chiappe (Japón), Ricardo Chiesa, Micaela Chirif
(Perú), Luis Chitarroni, Federico Ciamberlini, Oliverio Coelho, Marcelo Cohen, Sara Cohen, Andrea
Cofán, Javier Cófreces, Vanina Colagiovanni, Nicolás Coletto, María del Carmen
Colombo, Gabriela Comte, Carlos Roberto Conde Romero (México) Estela Consigli, Jorge
Consiglio, Sandra Contreras, Lucila Cordone, Luciana
Cordo Russo, Juan David
Correa (Colombia), Sylvia Costa, Flor Cresta, Américo Cristófalo, Claudio
Crivelli, Marcela Croce, Adriana Cristina Crolla, Esther Cross, Anna Crowe
(Escocia),
D
Julián D'Alessandro, Guillermo David, Juan José
Delaney, Silvia Delfino, Pablo De Santis, Valentín Díaz, Mariana Di Cío
(Francia), Ariel Dilon, María Teresa D'Meza (Cuba), Mariana Dimópulos, María di Stefano, Ignacio Di Tulio, Ángela
Lucía Di Tullio, Leonora
Djament, Jordi Doce (España), Nora Domínguez Rubio, Leandro Donoso, Elsa
Drucaroff,
E
Víctor Ego Ducrot, Andrés Ehrenhaus, Laszlo Elderyi (Uruguay), Neide Elias
(Brasil),Verónica Engler, Carolina Esses, Juan José Estévez,
F
Geneviève Fabry (Bélgica), Sylvia Falchuk, Ángel Faretta,
Adriana Fernández, Nancy Fernández, Zulema Fernández, Inés Fernández Moreno, Martina
Fernández Polcuch, Gustavo Fernández Walker, Alex Ferrara, Horacio Fiebelkorn, Tamara
Figueroa, Judith Filc (Estados Unidos), Diego Fischerman, Graciela Foglia
(Brasil), Laura Fólica, Jorge Fondebrider, Diego Forte, Ana Franco (México), Daniel
Freidemberg, Silvina Friera, Leonardo Funes, Alejandra Furfaro,
G
Pablo Gaiano, Carlos Gamerro, Lélia
Gándara, Inés García Botana, Antonia García Castro, Gabriela García Cedro, Emilio García Wehbi, Marietta Gargatagli, Inés
Garland, Florencia Garramuño, Miguel Gaya, Jorge Geffner, Francisco
Gelman Constantin, Alicia Genovese, Mabel Giammatteo, Pablo Gianera, Daniel
Gigena, Sol Gil, Abel Gilbert, Paula Giménez Zapiola, Gabriel Giorgi, Mónica
Girón, Marisa Godoy, Graciela Goldchluk, Víctor
Goldstein, Alejandro González, Betina González, Horacio González, Jonio
González, Rafael Goñi, Inés Grimland, Ezequiel
Grimson, Lucía Grodsinsky, Roberto Guareschi, Leila Guerriero, Richard
Gwyn (Gales),
H
Fabián Haim, Claudia Hartfiel, Liliana Hayat,
Liliana Heer, Itziar Hernández (España), Patricia Hernández, Frida Herz, Alejandro
Horowicz, Luis Francisco Houlin Dintrans,
I
Carla Imbrogno,
Pablo Imen, Pablo Ingberg, José Insúa, Fabián Osvaldo Iriarte, Pola Iriarte (Chile), Jorge Isaías,
J
David Jacobson, Natalia Jakubecki, Alexandra
Jamieson Barreiro, Darío Jaramillo Agudelo (Colombia), Noé Jitrik, Silvia
Jurovietzky, Mario Jursich (Colombia),
K
Tamara Kamenszain, Laura Kaplan, Alejandra
Patricia Karamanian, Alejandro
Kaufman, Sergio Kiernan, Guillermo Korn, Laura Malena Kornfeld, Eduardo
Kragelund, Christian
Kupchik,
L
Juan Manuel Lacalle, Patricia Lálage del Vall, María Lanese, Alicia
Laplace, Alejandra Laurencich, Daniela Lauria, Denise León, Mara Faye Lethem (Estados
Unidos), Mauro Libertella, Daniel Link, Jorge
Locane (Alemania), María Rosa Lojo, María Pía López, Eugenio López Arriazu, Carlos
López Beltrán (México), Pura López Colomé (México), Ana María Lorandi, Diego
Lorenzo, Carolina Lozada (Venezuela), Gabriel Lozano, Marcela Lucero,
M
Ariel Magnus, Silvia
Maldonado, Elena Marengo, Lucas Margarit, María Moreno, Daniel Martínez, Uriel
Martínez Venegas (México), Claudia Masín, Carlos
Masotta, Mirtha Paula Mazzocchi, Víctor
Manuel Mendiola (México), Ricardo Mendoza Rademacher (Chile), Andrea Menegotto,
Tununa Mercado, Mercedes Merino, Silvana Meta, Eduardo
Milán (Uruguay), Ignacio Miret, Javier
Mocarquer (Estados Unidos), Cristian Molina, Rodrigo Molina-Zavalía,
Sylvia Molloy, Rafael Mondragón (México), Mario Montalbetti (Perú), Graciela
Montaldo, René Montero Montano (México), Miguel Ángel Montezanti, Fabio
Morábito (México), Juan Carlos Moreno Cabrera (España), Graciela Morgade, Julieta
Mortati, José Luis Moure, Debi Mundani, Hugo Murno,
N
Adelaide Navarret, Juana Nicolaou, Michel Nieva,
Valentina Noblia, Alejandro de Nuñez,
O
Julieta Obedman, Alejandra Obermeier, Elena
Luján Odriozola, Ana Ojeda, Leonardo Oksman, Sebastián Olaso, Alejandro
Olazabal, Lucrecia Orensanz (México), Diana M. Ortega, María Gabriela Ortiz, Pablo
Ortiz (Estados Unidos), Alexandra Ortiz Wallner (Alemania), Elsa Osorio,
Araceli Otamendi, Sonia Otamendi, Rafael Felipe Oteriño,
P
Cecilia Palmeiro,
Lucas Panaia, Tamara Padrón Abreu, Aldo Parfeniuk, Sandra Pasquini, Hilda Paz, Ingrid
Pelicori, Diego Peller, Marina Inés Pepe, Claudia Pérez, Cecilia Pérez de
Micou, Paula Pérez Alonso, Graciela Perosio, Lucas Petersen, Miguel Ángel
Petrecca, Maria Pibernus, Gabriela Clara Pignataro, Claudia Piñeiro, Nancy
Viviana Piñeiro, Silvina
Poch, José Maria Poirier, Antonio José Ponte (Cuba/España), Ángela Pradelli,
Ana Pruis, Agnieszka Julia Ptak, Mercedes Pujalte, María Lucía Puppo,
R
Alejandro Raiter, María Laura Ramos, Olga Regueira, María
Cristina Renard, Jorge Revsin, Alicia Silvia Rey,
Esteban Javier Rico, Cynthia Rimsky (Chile), Armando Roa Vial (Chile), Victoria
Rodríguez Lacrouts, Waldo Rojas (Chile), Mariana Romo Carmona (Estados Unidos),
Gonzalo Roncedo, Hernán Ronsino, Silvia
Rotemberg, Fernando Rouaux, Mario Rucavado Rojas, Natalia Ruhl, Facundo Ruiz, Pablo Martín Ruiz
(Estados Unidos), Ricardo Ruiz,
S
Guillermo Saavedra, Julia Sabena, Ina Salazar (Perú/Francia), Alejandro Schmidt, Scott Sadowsky (Chile), Elisa
Salzmann, Daniel Samoilovich, Beatriz Sarlo, Vivian Scheinsohn, María Jimena
Schere, Gabriela Schon, Federico Schuster, Francisco Segovia (México), Gabriel
Seisdedos, Gabriel Senanes, Silvia Senz Bueno (España), Jessica Sequeria
(Estados Unidos), Matías Serra Bradford, Marina Serrano, Pedro Serrano
(México), Nora Sforza, Lorna Shaugnessy (Irlanda), Ana María Shua, Luciana
Sierra, Alberto Silva Castro, Gastón Sironi, Paulo Slachevsky (Chile), Perla
Sneh, Ricardo Soca, Ada Solari, Margarita Solli, Mikel Soto
Nolasco (País Vasco), Rafael Spregelburd, Eduardo Stupía, Julieta
Sueldo Boedo (Brasil), Jorgelina Sureda, Maristella Svampa, Mariano Sverdloff, Santiago
Sylvester, Alberto Szpunberg,
T
Sergio Tanoni, Carles Tàvec, Federico
E. Testoni, Diana Theocharidis, María Emilia
Tijoux, Mario Tomé, Sandra Toro, Jorge Torres
Zavaleta, Diego Trelles Paz (Perú),
U
Lidia Unger, Pablo Usabiaga, Teresa Usandivaras, Alejandra
Uslenghi (Estados Unidos), Leandro Uteda,
V
Luisa Valenzuela, Gustavo Valle (Venezuela), María Esther Vázquez, Graciana
Vázquez Villanueva, Diana Vega, Ana Vellegal, Luciana Velloso, Santiago
Venturini, Carmen Verlichak, Pedro Ignacio Vicuña (Chile), Gabriela Villalba, Claudio
Villarreal, Silvia Villegas, Juan Villoro (México), Elena Vinelli, Marcela
Visconti, Miguel Vitagliano, Martín Vitton,
W
Miguel Wald, David Wapner, Gerardo
Wehinger, Guadalupe Wernicke, Laura
Wittner, Marcela Woods,
Y
Débora Yánover
Z
Horacio Zabaljáuregui, Enrique Zattara Hernández, Amelia Zerrillo, Pablo Zdrojewski, Verónica
Zondek (Chile), Julia Zullo, Patricio Zunini.
Universidades e instituciones
educativas a las que pertenecen los firmantes
Universidad Católica Argentina (Argentina)
Universidad de Belgrano (Argentina)
Universidad de Buenos Aires (Argentina)
Universidad de San Andrés (Argentina)
Universidad del Salvador (Argentina)
Universidad Nacional Arturo Jauretche (Argentina)
Universidad Nacional de La Plata
Universidad Nacional de Mar del Plata
Universidad Nacional de Rosario (Argentina)
Universidad Nacional de San Luis (Argentina)
Universidad Nacional de Tres de Febrero (Argentina)
IES en Lenguas Vivas "Juan Ramón
Fernández" (Argentina)
ENSLV "Sofía E. Broquen de Spangenberg"
(Argentina)
Instituto Superior de Formación Docente 3 San
Martín de los Andes (Argentina)
Universidad Federal de São Paulo (Brasil)
Universidad Católica de Chile (Chile)
Universidad de Chile (Chile)
Universidad Jorge Tadeo Lozano, sede Caribe.
Cartagena (Colombia)
UNAM (México)
Universidad de la República (Uruguay)
New York University (Estados Unidos)
Providence College (Estados Unidos)
UC Davis (Estados
Unidos)
Tufts University (Estados
Unidos)
Humboldt-Universität zu
Berlin (Alemania)
Universidad Libre de Berlín
(Alemania)
Universidad Autónoma de Madrid (España)
Universitat Pompeu Fabra (Barcelona / España)
Université de Caen-Normandie (Francia)
Université de Lille 3 (Francia)
Université Sorbonne Nouvelle Paris III
(Francia)
Université Catholique de Louvain (Bélgica)
Tokyo University (Japón)
Adhesiones Institucionales
Centro PEN Argentina
Fundación Victoria Ocampo
Programa de Estudios
Latinoamericanos Contemporáneos y Comparados
Diccionario Latinoamericano
de la Lengua Española (http://untref.edu.ar/diccionario/)
Archivos del Sur
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Políticas de la lengua,
SIELE
viernes, 27 de mayo de 2016
Cuestiones de contexto
Publicado
en El Trujamán del 25 de mayo pasado, el siguiente artículo de la siempre grata
de leer María José Furió trata sobre
expertos en cosas que nos permiten traducir cosas. O algo parecido, pero no
igual, como corresponde a toda traducción.
Los
diccionarios vivientes
Una
de las inercias inevitables del traductor es confiar en los diccionarios de su
lengua. Dada la variedad de documentación disponible, es raro que no consigamos
resolver una duda de léxico. Cuando ocurre, la indecisión suele asaltarnos
menos ante conceptos de las disciplinas más arduas que ante objetos concretos
de la realidad donde se espera exactitud. El diccionario o la enciclopedia
ofrecen varias acepciones, puede que ilustradas y, sin embargo, no conseguimos
elegir el término adecuado porque, dado nuestro conocimiento superficial de la
materia, todas las alternativas parecen convenir. Se trate de utensilios para
repostería artesanal, vestuario del teatro raciniano, contratos matrimoniales
del siglo xix, ingeniería de gas y
petroquímica o, más a menudo, de armas, pornografía, peep-show y expresiones idiomáticas populares,
no podemos tomar un atajo.
O
bueno, sí, podemos atajar acudiendo a nuestro surtido
de diccionarios vivientes, esto es, expertos en áreas muy acotadas de la
realidad, lo cual incluye de entrada a todos los maridos expertos en marketing, motos o bienes
raíces, esposas ceramistas, amantes doctorados en léxico de porno en todas sus
modalidades, sobrinas lanzadoras de cuchillos, abuelos hortelanos e hijos
expertos en videojuegos y acoso escolar. Romper la burbuja en que a veces vive
el traductor obliga a salir a la calle y hacer trabajo de campo para elaborar
un glosario o mejorarlo. Mientras traducía los amables recuerdos del
historiador e hispanista francés Bartolomé Benassar, Memorias de un pescador de truchas,
ni Jara y sedal me sacaba de un atasco, así que no me
quedó otra que acercarme a la tienda de artículos de caza y pesca del barrio y
preguntar por una pieza de la caña y resolver mis dudas. Mi experto se sintió muy halagado de colaborar,
como también sucedió en la chocolatería del Barrio Gótico con ciertas
especialidades para un recetario. No hay que decir que la consulta ha de ser
breve y específica.
En
ocasiones, la dificultad surge por cambios acaecidos en el tiempo: así ocurría
con la nomenclatura de los tribunales franceses entre los años cincuenta y
setenta según describía el prestigioso editor Jean-Jacques Pauvert en Las odiseas del libro. Las
frecuentes denuncias por escándalo tras publicar a Sade le familiarizaron a la
fuerza con los tribunales de París. Ciertos cambios administrativos provocaron
que en la primera década del siglo xxi el nombre y numeración de los
tribunales no correspondieran con los usados durante los acontecimientos. A la
previsible necesidad de ser rigurosos con la terminología jurídica se sumaba la
de ir verificando vía Google la nomenclatura de los departamentos y secciones
del Ministerio de Justicia francés. Me habría venido bien conocer entonces y no
dos años después al perito experto en derecho y arquitectura técnica que vivió
en París en los sesenta.
En
sus memorias a vuelapluma, publicadas en el número 3 de L’Écran traduit, Marie-Claire
Solleville —cuya
trayectoria profesional es anterior a Internet, los móviles y los canales de
televisión internacionales— también propone, con su característico desenfado,
salir de casa para confeccionar o mejorar glosarios. Así, para surtirse de
insultos, imprecaciones, maldiciones y jerga delictiva prefería «no fiarse de
los diccionarios y confeccionar un pequeño diccionario personal, que recomiendo
no llevar encima en caso de pérdida o de cacheo, pues nos va a costar explicar
que se trata de una herramienta de trabajo. Las colas en cualquier oficina de
la administración pública están especialmente recomendadas». A diferencia de
hoy, cuando la ficción no deja ningún territorio ni periodo histórico sin
explorar, en las décadas de los cincuenta y setenta, el cine y la televisión se
interesaban apenas por los ambientes y escenarios culturales mientras se vivía
una eclosión del género policíaco y de denuncia; para hacer acopio de jergas y
léxico probablemente muy ajenos a su hábitat y experiencia, el traductor podía
despreocuparse de «la técnica de la iluminación del pergamino de la Edad Media,
pero debe saberlo todo de las diferencias entre la mafia siciliana y el milieu marsellés». El rigor lingüístico,
típico rasgo francés, combinado con los modos pasionales italianos explica otra
de sus recetas: buscar la gresca donde surja, así sea un atasco, una colisión
de tráfico, sin separarse de la grabadora, que ayudará luego a transcribir
insultos y otras útiles florituras del idioma.
La
pornografía, el rico vocabulario de las escenas de contenido sexual cada vez
más explícito obligan a tomar en consideración variantes inesperadas, incluso
locales, aunque la versión original utilice un léxico estándar y banal. De un
tiempo a esta parte, con la comercialización de series de televisión en DVD, comprobamos las decisiones, sorprendentes a
menudo, de los traductores españoles, con su afición a tirar la casa por la
ventana optando por las expresiones más obscenas, decisión que reduce el
conjunto de expresiones del personaje a un mismo nivel de intensidad.
Solleville
flaqueaba por pudibundez. Las groserías, dice, suenan más contundentes por
escrito que al oído, por lo que prefería suavizar los términos si el texto
traducido iba para subtitulado. Tuvo que abandonar sus prejuicios y liberarse
adaptándose a los nuevos tiempos, que traían a cineastas como Lina Wertmüller.
Hoy,
a falta de pudor, convendría atenerse al contexto y a la psicología de los
personajes.
Etiquetas:
Diccionarios,
María José Furió,
Traductores españoles
jueves, 26 de mayo de 2016
Una declaración desde la otra orilla
La Casa de los Escritores del Uruguay, a través de su sitio web (http://www.casaescritores.org/), el pasado 23 de mayo, ha lanzado una proclama que se reproduce a
continuación
Sobre
el derecho de autor
Declaración
de la Casa de
los
Escritores del Uruguay
A la ciudadanía de la República Oriental
del Uruguay:
Ante la discusión parlamentaria del tema de los derechos de autor,
la Comisión
Directiva de la cAsa de los Escritores del Uruguay considera
necesario declarar:
1) El Estado tiene el
deber de generar políticas que abaraten los libros de texto, para que lleguen
al estudiantado.
2) Asimismo debe
fomentar y posibilitar el hábito de la lectura entre la población de todo el
país.
3) Lo anterior implica
fomentar la industria editorial, incluyendo al apertura de líneas de crédito
“blando” para financiar la publicación de libros de autor uruguayo.
4) El derecho de autor
es tan sagrado como el derecho de cualquier otro trabajador a su salario.
5) Debe considerarse
la reinstauración del Instituto Nacional del Libro, para que centralice la
acción estatal en ese campo y coordine políticas con todos los actores privados
del sector (gráficos, editores, libreros, autores, etc.).
Directiva de la Casa de los Escritores del Uruguay
Se agradece la difusión de esta declaración.
Etiquetas:
Casa de los Escritores del Uruguay,
Derechos de autor
miércoles, 25 de mayo de 2016
Lori Saint-Martin: “Decir América del Norte en francés”
![]() |
Foto: Claire Dufour |
La escritora y traductora canadiense Lori Saint-Martín visitó ayer el
Cloub de Traductores Literarios de Buenos Aires y allí, en la nueva sede del Instituto Goethe, se refirió a la
situación paradójica de los traductores literarios canadienses, que trabajan en
un país oficialmente bilingüe, que en realidad no lo es tanto. Asímismo, habló
de las condiciones laborales de los traductores de su país, envidiables aunque
complicadas. Además, explicó cómo traduce a cuatro manos con su marido, también traductor. Por último, habló también de las ventajas y desventajas de
compartir el idioma con un país que tiene una industria editorial poderosa, que
exige la adecuación de los canadienses a la norma lingüística parisina.
De todo eso y de muchas otras cosas habló con extrema
claridad y gran simpatía, lo cual puede verse en el video correspondiente a este link:
https://www.youtube.com/watch?v=UqErSJRKnVo
https://www.youtube.com/watch?v=UqErSJRKnVo
![]() |
Foto: Anna Saint-Martin |
Lori St. Martin ha publicado una
novela, dos volúmenes de cuentos y un libro de microficciones. Profesora de la Université du
Québec en Montréal, ha traducido al francés más de 90 novelas, libros de
cuentos y obras de no ficción de Margaret Atwood, Carol Shields, Mordecai
Richler, Naomi Klein, Louise Penny, Maya Angelou, Gil Adamson, Miriam Toews,
Alistair McLeod, Ann-Marie McDonald, David Homel, Neil Smith, Neil Bissondath y
Lori Lansens, entre otros autores de habla inglesa. Del castellano ha traducido
a Gustavo Nielsen, Leila Guerriero, María Jesús Álvarez, Marta Chicote,
Alejandro Crotto y Sandro Barella. En 2004, 2006 y 2008 recibió el prestigioso
Premio a la Traducción de la Québec Writers ’
Federation. En 2000, 2007 y 2015 obtuvo el Governor General’s Award, máxima
distinción literaria que otorga Canadá, por la traducción de dos obras de
Ann-Marie MacDonald y una obra de Mordecai Richler, respectivamente.
martes, 24 de mayo de 2016
La cruzada de un solo hombre (y sus ayudantes)
El 21 de mayo pasado, Guillermo Piro, en su columna del diario Perfil, publicó el siguiente artículo sobre el bibliotecario Abdel Kader Haidara y su cruzada por
salvar valiosos manuscritos antiguos de los extremistas islámicos.
Los bibliotecarios de Tombuctú
En Estados Unidos acaba de salir el libro The Bad-Ass Librarians of Timbuktu and Their
Race to Save the World’s Most Precious Manuscripts –algo así como Los valientes bibliotecarios de Tombuctú y
su empresa por salvar los manuscritos más preciosos del mundo–, en el que
el periodista Joshua Hammer cuenta la historia del bibliotecario malí Abdel
Kader Haidara. En 2012, junto con sus colegas, salvó 350 mil manuscritos
antiguos de las fuerzas de Al Qaeda que habían conquistado la ciudad. Se trata
de uno de los raros casos en que objetos históricos y culturales son puestos a
salvo de extremistas islámicos que los habrían destruido.
En un artículo publicado en The Wall Street Journal, Hammer cuenta la breve historia de Haidara. Comienza en los años 80, cuando el entonces joven bibliotecario viajó por el desierto del Sahara para recuperar y poner a salvo miles de textos antiguos de la tradición islámica de Mali. Hasta 1993, Haidara trabajó en el Instituto Ahmed Baba de Tombuctú, un importante archivo fundado en 1973 por la Unesco.
En abril de 2012, volviendo de un viaje de trabajo, Haidara encontró a Tombuctú bajo el control de extremistas islámicos ligados a Al Qaeda. Temiendo que los miles de manuscritos raros conservados en las bibliotecas y archivos de la ciudad fuesen destruidos, Haidara organizó una operación de salvataje ayudado por parientes y colegas. Los manuscritos se remontaban a los siglos XV y XVI, cuando la ciudad era un importante centro comercial y hospedaba a más de 150 universidades. El volumen de más valor era una edición del Corán de pequeñas dimensiones que data del siglo XII. Las páginas están hechas con piel de pescado y algunas letras del texto, totalmente escrito en color azul, están decoradas con gotas de oro. Haimara tenía razón: en enero de 2013 los milicianos de Al Qaeda prendieron fuego al Instituto Ahmed Baba, que conservaba entre 60 y 100 mil manuscritos en contenedores climatizados para evitar que se deterioraran. Mientras tanto, Haidara había conseguido poner muchos en un lugar seguro. Algunos meses antes había ganado una beca de estudio de la Fundación Ford de 10 mil euros para ir a estudiar inglés a Oxford, y utilizó el dinero para sacar los manuscritos de Tombuctú. Organizó así el transporte de manuscritos desde Tombuctú hasta la capital de Mali, Bamako, más al este y fuera del control de Al Qaeda. Haidara y sus ayudantes compraron cajas de madera, utilizaron barriles de nafta como contenedores e hicieron un recorrido en etapas llevando la carga en mulas. La travesía duró ocho meses, viajando de noche, evitando tanto a los yihadistas como a los soldados del ejército de Mali.
Hoy
Haidara tiene 51 años, vive en Bamako y quisiera llevar de vuelta los
manuscritos a Tombuctú, pero la situación en el norte de Mali todavía es
demasiado inestable para atreverse a tanto
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Abdel Kader Haidara,
Bibliotecas,
Guillermo Piro
lunes, 23 de mayo de 2016
Ojo al piojo: hoy comienza la Segunda Semana del Libro Argentino en Barcelona
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Librería Calders, Barcelona |
El 21 de mayo
pasado, Silvina Friera publicó en Página 12 una entrevista con Andrés Ehrenhaus, a propósito de la
Segunda Semana del Libro Argentino que, desde hoy, se celebra en Barcelona.
Mundos enlazados por palabras
La fascinación de intercambiar experiencias entre distintas
generaciones vuelve para consolidar un proyecto que conecta las vibraciones de
mundos enlazados por los hilos hospitalarios de la lengua y las palabras. La
Segunda Semana del Libro Argentino en Barcelona, que comenzará el lunes 23 de
mayo y terminará el próximo sábado, regresa al mismo hogar donde nació el año
pasado: la librería Calders, ubicada en el barrio de Sant Antoni, un espacio
cálido donde mucho antes de que llegaran los libros, los escritores y lectores
había una fábrica de botones. La programación desplegará un homenaje a Juan
Gelman –en Barra/Llibre, otra librería que se incorpora a la movida–, una
sesión dedicada a “los argentinos del boom”, en torno al libro de Xavi Ayén Aquellos años del boom (RBA), quien
conversará con el destacado crítico argentino Ernesto Ayala-Dip, que vive en
Barcelona desde 1970. Andrés Neuman y Edgardo Dobry leerán sus poemas; Matías
Néspolo y Milo Krmpotic presentarán Muñeca maldita, novela de Eduardo Hojman, y
la antología de relatos breves Volverás y
serás rubia (Premio El Laurel), ambas publicadas por Librooks. También se
presentará el libro Ana Postigo, ¡cómo
bailamos!, sobre los míticos jueves de la milonga de Cochabamba 444. “La
continuidad significa la confirmación de una propuesta nueva y cercana de
difusión de la cultura y la edición independiente argentinas en un mercado
habituado a bailar al ritmo que imponen los grandes grupos”, cuenta el escritor
y traductor argentino Andrés Ehrenhaus a Página/12.
“El libro argentino siempre ha despertado la curiosidad del
público barcelonés, no tanto porque aporta autores nuevos como porque propone
una manera propia de editar, capaz de apostar por la poesía, por la narrativa
breve, por el ensayo político o literario de calidad, y que ocupa con frescura
y creatividad los nichos que precisamente desatienden los conglomerados
editoriales. En ese sentido, confluye con la edición en catalán, que busca
nuevas maneras de hacer, y con las nuevas editoriales independientes que surgen
sin parar en España, sobre todo fuera de las grandes metrópolis. La idea es
aprovechar ese interés y esa confluencia para ampliar también el mercado de
lectores”, explica Ehrenhaus desde Barcelona, ciudad a la que llegó en 1976,
como otro joven militante político exiliado por la última dictadura
cívico-militar. “Para esta edición hemos decidido centrar la atención en libros
y autores concretos y abrir la participación a editoriales locales que
publiquen a autores o temáticas relacionadas con la Argentina. Si la primera
edición estaba concebida más como un muestrario amplio del panorama de la
edición independiente, para esta hemos dado paso a las iniciativas concretas”,
compara el autor de Un obús cayendo
despedaza (2014), Tratar a Fang Lo
(2007) y La seriedad (2001), entre
otros títulos.
“El grueso de las actividades recaerá nuevamente en la
librería Calders, pero este año se incorpora otra librería independiente,
Barra/Llibre, del barrio de Sants, que es además donde se hará el cierre de la
Segunda Semana, el sábado a la hora del vermú, con el homenaje a Gelman y un
recital de tangos. Nuestra idea es que se vayan incorporando libremente otros
espacios e incluso instituciones, y esperamos que la Tercera Semana marque el
despegue definitivo de la propuesta, para que el efecto difusor sea aún mayor y
más participativo. Y por supuesto habrá presencia, aunque no en formato feria,
de numerosas editoriales entre las cuales se cuentan las que ya son parte
habitual de la oferta de la Calders y Barra/Llibre: Caja Negra, La Bestia
Equilátera, Adriana Hidalgo, Eterna Cadencia, El Zorro Rojo, Paradiso y Gog y
Magog”, enumera Ehrenhaus, y menciona especialmente “las clásicas e
inigualables empanadas del bar El Laurel” como extensión culinaria del menú
fraternal entre las dos orillas. “Esta iniciativa es totalmente independiente,
se hace a pulmón, sin financiación específica ni subvenciones de ninguna índole
–aclara–. Quienes participan, difunden, actúan, presentan y ponen su grano de
arena lo hacen por amor al arte y a los libros. De algún modo, éste es uno de
los atractivos de la propuesta, porque garantiza la independencia de contenidos
y estimula la participación abierta. Desde ya, las puertas están abiertas para
quienes deseen participar y contribuir a que la Tercera Semana sea aún más
apasionante que esta”.
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