Como venimos publicando a lo largo del último año y medio en este blog, la situación del libro en la Argentina es francamente terrible y se debe de manera exclusiva a las malas políticas económicas del actual gobierno y a la falta de apoyo por parte de la hoy Secretaría de Cultura de la Nación y del Ministerio de Cultura del Gobierno Autónomo de la Ciudad de Buenos Aires, cuyos funcionarios han demostrado una insensibilidad absoluta ante el problema. A continuación, los números de la Cámara Argentina del Libro (CAL).
Sector Editorial:
con todos los números en rojo
con todos los números en rojo
Buenos Aires, 29 de
octubre de 2018: La
situación en el mundo editorial y librero es alarmante: todos los números dan
negativos y la caída parece no tener fin. Caen estrepitosamente las ventas en
librerías y ferias, disminuye la producción editorial en un mercado en
retracción y se suceden, de manera preocupante, los cierres de librerías a lo
largo y ancho del país.
La abrumadora
mayoría de las editoriales –especialmente las pymes y la editoriales
universitarias (estas están prácticamente paralizadas)- han recortado o
suspendido sus planes editoriales. También han realizado reducción de personal.
A estos despidos directos en la planta editorial, administrativa y comercial
debe sumarse la merma de trabajo para contratados: correctores, diseñadores,
traductores, ilustradores. A su vez, en junio de este año Juan Carlos Sacco,
presidente de la Federación Argentina de la Industria Gráfica (FAIGA), denunció
en el diario Perfil la pérdida de 5.100 empleos, lo que es adjudicable a la
baja del consumo y a la importación de servicios gráficos (libros argentinos
impresos en el exterior por la eliminación de barreras aduaneras) y de libros
de saldo español, ingresos ahora atenuados por la escalada del dólar.
Los números del sector
Informes de producción editorial de la CAL 2017 y 2018
Los registros de producción de la
Cámara del Libro alertan que mientras en el primer semestre de 2016 se
publicaban más de 10.6 millones de libros, en 2018 apenas supera los 6 millones
de ejemplares. Esta caída más del 40% de la producción en tres años,
se agrava si se lo cruza con otro dato alarmante para el ecosistema del libro:
la creciente concentración editorial.
Informes de ventas de la
CAP 2017 y 2018
Según el informe de la Cámara Argentina
de Publicaciones de 2017, la baja en los guarismos empezó hace un par de años:
“entre 2015 y 2016 se produjo una caída de un 12% en las ventas del mercado
privado, de las editoriales comerciales.” En el informe de 2018 (que
refleja lo ocurrido en 2017) se registró un 5% de caída en las ventas, que
profundiza la caída de 2016. Además, la importación de libros bajó un
10% respecto al año anterior y si bien la inflación fue creciente, el
valor promedio del libro comprado fue de $360, igual valor que el año anterior.
Descargar Libro Blanco 2017 y Libro Blanco 2018
Impacto en
librerías
Para Ecequiel
Leder Kremer, librero de estirpe y titular de la prestigiosa Librería
Hernández: “Desde 2014 la caída de las ventas varía entre 45% y 30% en
unidades, según el punto de venta. A esto hay que sumarle que los aumentos
irracionales de servicios y costos de gestión potencian la caída. Además, las
editoriales no pueden/no se animan a acompañar la inflación con aumentos
acordes porque significaría potenciar aún más la caída de ventas. En resumen,
la rentabilidad específica del libro se derrumba”. Recordemos que en la
Argentina el 70% de los libros se venden a través de las librerías; es decir,
son el canal principal, y que el 70% de las mismas son independientes, o sea no
pertenecientes a cadenas.
Un Estado
ausente
El Estado ha
reducido o suspendido la compra de libros escolares y para planes de lectura.
La Conabip (organismo de la Secretaría de Cultura de la Nación que asiste a
unas mil quinientas bibliotecas populares) hace dos años que no realiza su
tradicional compra centralizada.
Ante esta
situación extrema, las autoridades de la Fundación El Libro enviaron a los
diputados de la Nación, el día previo al tratamiento del presupuesto una nota
en la que manifestaron“una genuina preocupación y pedido de reconsideración
debido a la disminución de los diferentes guarismos referidos a Cultura en el
Presupuesto Nacional 2019 que se debate. Especialmente el sector
editorial y librero se encuentra en una difícil situación, en la que el papel
promocional de ferias, festivales y campañas de incentivo a la lectura deben
ser reforzados. Esperamos que tengan en cuenta este tema, en el que se juega el
presente y el futuro de una herramienta central, que fortalece la
cultura, es imprescindible en la educación y expresa la identidad de los
argentinos en su propio país y en el mundo”.
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