Los argentinos que cambiaron
por los e-books no extrañan el papel
por los e-books no extrañan el papel
A pesar de que en la Argentina la lectura de libros digitales (e-books) se realiza en mayor medida a través de teléfonos inteligentes o directamente desde la PC, también existen fanáticos o “early adopters”, que se animaron a dar un paso más allá y ya experimentan con los dispositivos electrónicos de lectura, que hacen furor en EE.UU. PERFIL conversó con usuarios de los modelos más elegidos, quienes aseguran que la experiencia supera lo esperado y que no extrañan los libros tradicionales.
Tiempos modernos. Practicidad y comodidad son los beneficios que más resaltan los usuarios de e-readers. China es una lectora voraz que lee entre tres y cuatro libros por mes. Ella usa un Sony Reader desde hace ocho meses y, si bien no abandonó los libros de papel, confiesa leer mucho más en digital. “Cuando viajo puedo llevar más de veinte libros en mi book; además cuando hago un trámite lo saco de la cartera sin que me ocupe mucho lugar”, contó esta mujer de 68 años que cayó rendida ante el nuevo formato por consejo de su hijo Matías, también usuario intensivo de lectores digitales.
Adriana Berro, de 46, tiene un Kindle de Amazon desde febrero. “Me gustaría dejar de leer en papel, pero hay varios libros que me interesan y aún no se publican con versiones on line. Destaco la claridad de lectura de la tinta electrónica, el poder ajustar el tamaño de la letra, poder descargar los primeros capítulos sin necesidad de comprarlo, acceder a los títulos en su idioma original, que las ediciones no se agotan y acceder a títulos difíciles de encontrar en el país”, enumeró entre los beneficios esta psicóloga lectora de biografías, libros de historia y revistas internacionales. “Hasta el momento, me compré poco más de diez libros y leo mucho más que antes porque consigo más material acorde a mis intereses”, señaló.
Por su parte, Arturo Castillo, de 32 años, eligió a la vedette del momento: la tableta de entretenimiento Ipad, en la que invirtió cerca de $ 3 mil, ya que también la utiliza para trabajar. “No extraño el papel. Sí me genera nostalgia recordar las épocas en las que leía la serie Elige tu propia aventura, pero me parece que es parte de la evolución y no importa tanto el medio sino el contenido”, explicó Castillo, quien ya leyó en su iPad el Martín Fierro, que descargó de manera gratuita.
Voto positivo
Según Germán Echeverría, director de la editorial y librería on line Autores de Argentina, en un futuro cercano los lectores podrán encontrar un e-reader a su medida según el tipo de lectura que suelan realizar. “En nuestro país, los e-readers van a quedar acotados a los lectores intensos; por los menos en los próximos cinco años. La mayoría de la gente va a optar por leer desde dispositivos multiuso como celulares, netbooks o notebooks”, explicó.
Pero los afortunados que ya lo poseen sólo tienen elogios: “Ha superado ampliamente mis expectativas. Soy usuario de iPhone desde hace un par de años y nunca imaginé que una pantalla un poco más grande pudiera ofrecer tanto más. Había perdido un poco el hábito de la lectura y con la incorporación de este dispositivo lo he recuperado”, dijo Castillo. A Adriana Berro le fascinan los libros de historia que suelen ser bastante pesados. “Sostenerlos se hacía tedioso. Por otro lado las impresiones muchas veces son malas, se desarman y el tamaño de la letra me resulta bastante chico. No tengo dudas de que seguiré eligiendo esta modalidad de lectura”, arremete Berro contra el papel, en pleno idilio con su compañero digital.
Norte digital
Lo que en la Argentina es un mercado exclusivo, sólo apto para lectores muy intensos, en los EE.UU. crece sin parar. Ya es común ver en los transportes públicos personas leyendo el diario desde su iPad o el bestseller de moda en un Kindle. En 2010, se venderán más de 2 millones de dispositivos, sólo en ese país. Este año, el Nook, de Barnes & Noble, destronó al Kindle de Amazon. ¿Cómo? B&N tiene más de 700 tiendas, lo que permite al usuario interactuar físicamente con el libro, a diferencia de Amazon, que es un local virtual. “Cada vez se va a poder customizar más los e-readers. Primero surgieron los dispositivos con tinta electrónica, luego se incorporaron distintos tamaños, pantalla color, audio, wi-fi, etc. Los lectores encontrarán un e-reader a su medida según la lectura que realicen usualmente”, explicó Echeverría, de Autores de Argentina.
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