El 4 de mayo pasado Martina Fernández Polcuch planteó una serie de cuestiones en este blog a consecuencia de cosas que se dijeron en la presentación de La traducción en América Latina, libro compilado por Gabriela Adamo, en la última Feria del Libro de Buenos Aires.
Se produjo entonces un breve debate a propósito de los distintos modos de llegada a la traducción literaria. Mientras el Administrador de este blog propugnó la experiencia de escritura, Martina se manifestó por la enseñanza de la traducción. Otras personas intervinieron en la discusión y puede decirse que hasta ahí todo transcurrió cordialmente.
Sin embargo, en cierto momento del intercambio, el Administrador nombró a la AATI, cuestionando su representatividad en virtud de la forma en que está estructurada esa institución. Esa circunstancia motivó la participación de María Laura Ramos, vicepresidente de la AATI, quien señaló que la actual gestión recibió una reglamentación que consideraba perfectible, ofreciendo luego una serie de explicaciones que quien estas palabras escribe juzgó insuficientes.
Como por la lógica de funcionamiento de todo blog esa discusión, por cierto interesante, empezaba a quedar demasiado lejos de la atención de los lectores, el Administrador volvió a reproducir los dichos de María Laura Ramos –quien, por entonces, declaraba su voluntad de debatir estas cuestiones– en una nueva entrada correspondiente al 15 de mayo. Luego, dada la índole de las respuestas de Ramos, se le pidieron nuevas aclaraciones a sus dichos, pero éstas nunca llegaron.
No obstante, en los comentarios corrrespondientes a esa entrada, el traductor Miguel Wald reclamó otras aclaraciones y, a su vez, solicitó que la AATI explicara su política de expulsión de asociados, lo cual agregó un nuevo e inquietante aspecto a los pedidos de transparencia que se le venían haciendo a la institución en este blog.
Para sorpresa del Administrador y de muchos lectores, comenzaron entonces a llegar testimonios de varias personas expulsadas de la AATI, quienes sumaban así sus voces a los pedidos de transparencia. Todo esto puede ser leído tanto en la entrada del día en cuestión como en los comentarios que la siguen.
Dada la gravedad del caso y el silencio de la AATI, el Administrador ha decidido entonces no sumar nuevas entradas y dejar colgada la entrada del sábado 19 de mayo durante varios días para que la mayor cantidad de lectores posible pueda leer lo que allí se dijo. También para propiciar los comentarios que deseen agregar otros lectores y, por supuesto, en el caso de que juzguen importante hacer públicos sus puntos de vista, las autoridades de la súbitamente silenciosa AATI.
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