La siguiente entrevista fue realizada por la agencia TELAM y se distribuyó sin mencionar el nombre del periodista, el pasado 11 de agosto. En su copete se lee: “El poeta y narrador Aldo Giacometti encaró el reto de traducir al español las historias en las que el escritor británico Lee Child despliega su raid de ilícitos que desatan las célebres luchas cuerpo a cuerpo que le encanta narrar y que el traductor argentino ha logrado capturar desde su idioma original con una pericia que le valió los elogios del autor de El inductor, Tiempo pasado y la reciente Mañana no estás”.
"La prosa de
Child es veloz y dinámica"
Giacometti (Buenos Aires, 1978), autor de Qué no hacer, La guitarra sin cuerdas y Criatura de dios, dialogó con Télam acerca de las complejidades de la traducción y de su trabajo con Child, del que lleva traducidos cinco libros.
–¿Cuáles son los aportes que la lengua rioplatense le da a una traducción de Child?
–Dado que Blatt&Ríos y Eterna Cadencia cuentan con los derechos para publicar los títulos contratados en todos los países de habla hispana, el proyecto de traducción no tiene el acento puesto en explotar al máximo las características de la variante rioplatense del castellano. La idea es más bien dar con una lengua lo más abarcadora posible también de otras variantes del idioma. Claro que como mi castellano es el rioplatense tampoco me alejo tanto de los usos y costumbres del idioma que yo manejo. Estimo que el principal aporte puede estar en la velocidad y el dinamismo y la energía. La prosa de Child es enérgica, veloz y dinámica, características con las que el castellano rioplatense de Buenos Aires se entiende bien.
–¿Y cuáles son las mayores dificultades a las que se confronta un traductor cuando encara la traducción de una novela con una acción que no da respiro como en esta saga?
–Más que de dificultades hablaría de desafíos. Uno de los mayores
es sostener esa sensación de "no dar respiro", sostener el ritmo todo
a lo largo de la traducción de la misma manera que se sostiene ese ritmo en el
original. Otro de los desafíos es hacer todo lo posible pare respetar al máximo
el sistema de repeticiones léxicas, idiomáticas, sintácticas, que el autor
concibe dentro de las novelas y también de una novela a otra.
Las novelas de Child tienen descripciones muy minuciosas de escenas de acción que incluso se despliegan a través de varios capítulos y que incluyen un relato pormenorizado de las secuelas de una pelea o una muerte violenta como en el episodio inicial de Mañana no estás.
–¿La traducción de esos tramos incluye alguna tarea de investigación sobre anatomía o manejo de armas para dar con el tono exacto para trasmitir aquello que el autor intenta en el original?
–Hago todas las consultas y averiguaciones posibles para que en la
traducción los lectores se encuentren con todos los condimentos que el autor
usa para preparar sus novelas. A lo largo de los cinco libros traducidos he
consultado, además de a personal de las fuerzas de seguridad a músicos,
arquitectos, abogados... Incluso para una escena de un cuento de Sin segundo nombre consulté a un
fabricante de zapatos. Y en el caso de Mañana
no estás llegué a estar en contacto, para la descripción del subfusil
MP5SD, con su fabricante, Heckler&Koch.
–La relación entre autor y traductor se construye con el tiempo. ¿Ahora
que va por la quinta traducción de Child se siente más afianzado en su estilo
de escritura?
–Creo que el hecho de que un mismo traductor tenga la posibilidad de traducir varias obras de un mismo autor es una manera muy especial de cuidar al público lector del autor. La mayoría de los escritores crean universos nuevos o paralelos o así, y es menos dificultoso reconstruir ese universo en otra lengua si uno tiene la chance de ir familiarizándose en el tiempo con la obra del autor con el que uno trabaja. Especialmente en el caso de un autor como Lee Child, que trabaja de manera excluyente con un único protagonista y va expandiendo ese universo de una entrega de la saga a la siguiente.
–Además de traductor también es narrador y poeta ¿La experiencia propia con el proceso de escritura ayuda a captar mejor las atmósferas y los móviles del libro del otro?
–Traducir es una forma más de leer y escribir. En el ámbito de la
poesía es muy corriente practicar la traducción como un acercamiento más a la
escritura, independientemente de si esas traducciones después terminan
publicadas o no. Traduciendo se incorporan cosas que transforman la manera de
leer y escribir. Después de internarse en el trabajo de otra persona uno vuelve
al trabajo propio con una experiencia y una mirada nueva o distinta. Tener la
práctica de la escritura puede ayudar a la práctica de la traducción. Pero no
es garantía de nada. Hay excelentes escritores que son pésimos traductores y
traductores excelentes a los que jamás se les ocurriría escribir.
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