El pasado 4 de mayo, la agencia TELAM publicó una entrevista de Carlos Aletto con Razu Alauddin, poeta y traductor bengalí de Jorge Luis Borges, quien participó en los festejos por los cien años de la edición de Fervor de Buenos Aires.
“Borges solo liberó a cientos de pájaros de la jaula de la convención”
El poeta bengalí y traductor de Jorge Luis Borges, Razu Alauddin, participa en la Feria del Libro en las Jornadas de homenaje por el centenario de “Fervor de Buenos Aires” y replica en su habla la pasión futbolera que su país, Bangladesh, vive por la Selección comandada por Lionel Messi, una pasión que lo ha llevado a traducir cinco libros sobre el autor de Ficciones: “Argentina tiene fama mundial por el fútbol, por Messi, por Maradona, y también por el Che Guevara, pero en el campo de la literatura mundial hay otra figura argentina igualmente famosa, ese es nuestro Borges”.
Alauddin es poeta, ensayista y traductor. Nació el 6 de mayo de 1965 en Shariatpur, Bangladesh, en un país convulsionado por la guerra y el hambre.
Explica a Télam que su país era parte de India, pero en 1947 fue dividido según las tendencias religiosas y no idiomáticas, y la parte oriental (la actual Bangladesh) se unió a Pakistán como Bengala Oriental. En 1970, el descontento de la población de habla bengalí aumentó cuando se le impidió la toma de posesión a su candidato, que había conseguido la mayoría en el Parlamento en las elecciones de 1970. El 14 de abril de 1971, la Liga Awami declaró la independencia de Bangladesh, tras la Guerra de Liberación que duró nueve meses.
Alauddin, que participará mañana de dos actividades en la Feria del Libro como parte de las “Jornadas Borges: Fervor de Buenos Aires”, es responsable de que el autor argentino sea leído en su país. Tradujo cinco volúmenes vinculados con Borges: Poesías selectas, Cuentos selectos, Ensayos selectos, Entrevistas selectas y un quinto titulado Ensayos de los escritores sobre Borges. Su relación con la lengua no solo es académica: está casado con una mexicana y tiene un hijo y una hija que, por supuesto, hablan español.
Al traductor, la literatura del autor de “El Aleph” le resulta cercana porque en sus relatos el cuentista argentino enumera a la India, el Golfo de Bengala, los famosos tigres de Bengala, entre otras tantas referencias de Medio Oriente. Recuerda que Borges decía que en la traducción se agrega más significado al texto, al contrario de la idea de que traducir es perder, explica Alauddin, enriquece el texto original. Y remata: “La traducción es el arte de ganar a través de perder”.
Su búsqueda académica y de crecimiento tuvo lugar en Daca, capital de Bangladesh. El traductor comenzó su carrera como periodista, pero tomó una profesión diferente cuando vivió una década en México. Ha traducido más de 50 libros tanto del inglés como del español. Entre sus autores traducidos se encuentran Georg Trakl, Constantino Cavafis y Ted Hughes. Recientemente ha publicado un trabajo de investigación sobre Rabindranath Tagore en América Latina, cuyo segundo volumen saldrá pronto.
Alauddin se ha convertido en una personalidad aclamada por sus escritos sobre literatura extranjera, así como por su traducción del español original al bengalí. Sus poemas y ensayos han sido traducidos al inglés, sueco, italiano y español. En español se consigue su libro Secretamente he dibujado el mapa del deseo.
--La pasión que se vive por la cultura popular argentina, al menos a nivel del fútbol, ¿se repite también en la literatura argentina?
--Sin duda, Argentina tiene fama mundial por el fútbol, por Messi, por Maradona, y también por el Che Guevara. Pero en el campo de la literatura mundial hay otra figura argentina igualmente famosa, ese es nuestro Borges. Escritor, críticos literarios, académicos de todo el mundo están fascinados por sus extraordinarias contribuciones a la literatura mundial.
--¿Cuáles son las dificultades de traducir a Borges en tu idioma? Si hay muchas diferencias culturales que tenés que explicar, si hay puntos de contactos que vos ves…
--Borges es difícil de traducir por su peculiar estilo y las características antibarrocas de su lenguaje. Además, su temperamento burlón y serio en la ficción lo que desconcertó mucho a los traductores. Es un desafío grande para los traductores.
--¿Qué géneros presentan más dificultades para ser traducidos?
--Hay una noción popular que la ficción es más fácil de traducir que la poesía. Pero en el caso de Borges no es cierto. Pero por estas dificultades no podemos dejar de hacerlo. No debemos olvidar que el arte está ahí donde hay desafíos. Entre la fidelidad al texto original y el grado de libertad que implica la traducción, me preocupa más la primera. Creo que este es un método que debería considerarse un estándar. También hay una base política y filosófica para mi preferencia por este método. Un traductor tiene que aceptar la característica única de otras culturas. Además, cada nación tiene su propia cultura única, discernible en sus modos literarios y artísticos de expresión. Es debido a la singularidad de todas las culturas que las personas de una cultura se sienten atraídas por otra cultura. El respeto por la singularidad cultural solo puede mostrarse al no eliminar los elementos lingüísticos y culturales que se encuentran en los textos originales. Es cierto que por muy fieles que queramos ser al texto de origen, el traductor tiene que tomarse cierta libertad a la hora de traducir una determinada obra. Tal libertad permite al traductor abordar la diferencia cultural.
--¿Cuánto se pierde o se gana en la traducción?
--Cuando un texto pasa del idioma de origen al idioma de destino, también logra algo. Porque el texto del idioma de origen se enriquece con nuevos sentimientos en la hospitalidad lingüística del nuevo entorno al tocar una cultura diferente. No podemos entonces decir que la traducción misma pierde algo. La traducción es el arte de ganar a través de perder.
--¿Cómo llegaste a la obra de Borges y qué es lo que te apasiona del escritor?
--Entré en el mundo de Borges a través de su poesía. Luego descubrí sus ficciones que son impar en la literatura mundial. Su texto multifacético y multifuncional genera un interés infinito entre lectores y escritores de todo el mundo. Hizo de sí mismo un ejemplo único de centro donde se acumula cultura e historia de oriente y occidente. La cultura islámica, cristiana, judía y budista transformada en fantasía. Latinoamérica y Al Andalus, pasado y olvido, sueño y pesadilla, muerte y brújula, todas las ramas posibles del tiempo, tragedia humana y comedia bailan juntos en su escenario ficcional. Todo se hace con mayor habilidad artística.
--¿Cuáles son las particularidades que ha hecho que Borges sea un escritor de trascendencia mundial?
--Simplemente revolucionó en lenguaje, estilo, tema, tratamiento y estética de la ficción. Ningún escritor lo hizo todo junto antes de Borges. Él solo liberó a cientos de pájaros de la jaula de la convención. Creó una tradición que le faltaba a la Argentina. Creó una historia ficticia que es más real que la realidad. Trajo todo en un solo punto como el Aleph lo que nunca hizo otro escritor. Pobló su ficción con sueño, imaginación, historia, asesinato, héroes, villano, deseo, ambición, eternidad, pasado y presente de la humanidad. Es nuestro bibliotecario de biblioteca internacional cual semejanza del universo. Es el guardián de nuestro universo literario. Lo aceptemos o no, siempre estamos dentro de él, rodeados de él.
--¿Cuáles son, de alguna forma, los temas borgeanos, los tópicos, que él trabaja, más difíciles de explicar en la cultura de Bangladesh?
--No creo que sea difícil de explicar en nuestra cultura, ya que heredamos las tradiciones de la cultura oriental y occidental en nuestro proceso de pensamiento. No estamos aislados, estamos vinculados con otras culturas a través de la literatura, la música, la pintura, la filosofía. Entonces Borges es comprensible con todas sus particularidades.
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