Luis García Montero |
El pasado 30 de octubre, Daniel Gigena publicó un artículo en el diario La Nación, de Buenos Aires, en cuya bajada se lee: "El Instituto Cervantes presentó hoy su informe estadístico anual, por 'una lengua sin sesgos, democrática y orgullosa de su poder hegemónico' ".
Un 7,5% de la población mundial habla español, la segunda lengua materna y la más usada para la comunicación después del inglés
“Queremos que el español sea una lengua sin sesgos, democrática, orgullosa de su poder hegemónico, pero muy respetuosa de los valores democráticos”, dijo hoy el escritor Luis García Montero, director del Instituto Cervantes (IC) en el acto de presentación de El español en el mundo 2023. Anuario del Instituto Cervantes, que se publica desde 1998. Lo acompañaron, entre otros, el ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, y la directora académica del IC, Carmen Pastor Villalba. Según el informe, que se puede leer en este enlace, con casi quinientos millones de hablantes el español es la segunda lengua materna del mundo, después del chino mandarín. A los 499.947.796 de hablantes nativos hay que sumar casi un millón de personas que lo hablan como lengua extranjera.
Con distinto grado de competencia, se comunican en español un total de 599.405.122 personas en el mundo: el 7,5 % de la población mundial. Más de veintitrés millones de personas estudian español: ocho millones lo hacen en Estados Unidos, que en 2060 se convertirá en el segundo país hispanohablante del mundo después de México; cuatro millones, en Brasil, y 3,5 millones en Francia. Si la comunidad hispana en Estados Unidos fuera un país independiente, su economía sería la quinta más grande del mundo. El 67,6 % de los hispanos en Estados Unidos utiliza el español en el entorno familiar y en las elecciones presidenciales de 2024, el voto hispano será crucial en estados decisivos como Florida o Arizona.
Por número de hablantes totales, el español es hoy la cuarta lengua del mundo, por detrás del inglés, el chino mandarín y el hindi, pero es la segunda lengua de comunicación internacional, solo por detrás del inglés. Los países hispanohablantes representan el 6,2 % del PIB mundial y, con el 7,9 % se ha convertido en la tercera lengua más utilizada en internet, detrás del inglés y el chino (aunque es la segunda más utilizada en redes sociales). El 87 % de los turistas que visitan los países donde el español es lengua oficial proceden de ámbitos lingüísticos distintos al hispanohablante.
“El objetivo de nuestro trabajo es sentirnos orgullosos de la importancia del español, en lo que se refiere a lengua y cultura, pero también intentar que este orgullo no se convierta en autocomplacencia; tenemos que trabajar para reforzar la presencia del español en el mundo”, dijo García Montero, que recomendó enfocarse en el “prestigio” y el “peso económico” de la lengua y no solo en la demografía. Aunque seguirá creciendo en términos absolutos, el peso relativo del español disminuirá en los próximos años del 7,5 al 6,5 %, debido al incremento demográfico del África subsahariana.
Más del 15% de los habitantes de la Unión Europea (UE) -donde el español es la segunda lengua más estudiada en escuelas secundarias- puede comunicarse en la lengua de sor Juana Inés de la Cruz: el porcentaje representa unas 76 millones de personas. El Brexit conllevó un incremento de peso relativo del español en la UE y estimuló la demanda de su estudio en el Reino Unido, con dos millones de personas.
“Enseñar un idioma es mucho más que enseñar un vocabulario; nuestro idioma tiene que ver con los valores de nuestra sociedad, en las palabras caben muchos siglos, muchas ilusiones, muchos matices. El lenguaje puede ser utilizado para mentir, para insultar o para buscar la comunicación que consolida una comunidad”, reflexionó García Montero, que en estos días se halla envuelto en una polémica por las denuncias de la profesora María Asunción Mateo, viuda de Rafael Alberti, que en su libro Mi vida con Alberti lo acusa de haberla difamado y acosado.
Después del inglés, el español es la segunda lengua en la que se publican más documentos científicos. En 2022, apenas el 1,3 % de los artículos que figuraban en la base de datos Web of Science fueron redactados en español (el 94 % en inglés). El 57 % de la producción científica del ámbito hispanohablante se realiza actualmente en España y más del 70 % de la producción científica en español se concentra en tres áreas temáticas: ciencias sociales, ciencias médicas y artes y humanidades.
El Anuario contiene ensayos académicos sobre lenguaje inclusivo, lenguas de signos, el sistema Braille, la dislexia y el lenguaje de la administración (o “burocratrez”) como una “antilengua” o barrera comunicativa, a cargo de García Montero, Estrella Montolío Durán e Irene Yúfera Gómez, María Luz Esteban Saiz y Saúl Villameriel García, Andrés Ramos Vázquez y Antonia Liberal Trinidad. “Las realidades de machismo permanecen latiendo por debajo de decir ‘amigos, amigas, amigues’”, señaló García Montero.
“En nuestras interacciones con la Administración, a menudo los ciudadanos devenimos ‘infantes’, en el sentido etimológico del término (’sin habla’), criaturas desvalidas y sin agencia propia -se lee en el lúcido ensayo de Montolío Durán sobre el ‘tecnolecto’ burocrático-. De hecho, ante una Administración oscura, todos constituimos población indefensa. Claro está, algunos grupos sociales resultan más frágiles que otros. Cuanto menor dominio de la lengua o lenguas oficiales, menor grado de escolarización y, por tanto, de habilidades de literacidad, menor disponibilidad de tiempo para invertirlo en la resolución de trámites administrativos, menores capacidades de todo tipo..., mayor es entonces el grado de vulnerabilidad e indefensión”.
Se incluyen, además, trabajos “microdemolingüísticos” sobre la situación del español en cinco países: Tailandia, Portugal, Ucrania, República Democrática del Congo e Irán, “zonas que viven una situación difícil y de qué manera eso nos compromete democráticamente con estas sociedades”, remarcó el director del IC.
El fútbol, las series de televisión, la literatura, el turismo y la inmigración “hacen viajar” el idioma de Cervantes por el mundo. “Está en auge en Tailandia”, dijo uno de los profesores de español en ese país asiático. “El español mola, y mucho”, destacó su colega en la República Democrática del Congo, donde muchos jóvenes optan por estudiar la lengua española.
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