miércoles, 20 de enero de 2010

Bolaño fue traducido al checo


De acuerdo con la singular prosa de Gonzalo Núñez, en su artículo publicado en Radio Praga el 3 de octubre de 2009, "la ‘bolañomanía’ es un fenómeno en boga en todo el mundo en la actualidad. Tiene relación con el fervor casi religioso con el que es recibida la obra del fallecido escritor chileno Roberto Bolaño allá donde se edita. Si hace poco su novela Los Detectives Salvajes fue presentada en su traducción al chino mandarín, la lengua más hablada a nivel mundial, y la semana pasada su otra obra maestra, 2666, se publicó en Portugal, ahora es el turno de la República Checa".

Anežka Charvátová, traductora de Roberto Bolaño

Dentro de los próximos días se publica en el país la traducción al checo de la novela Los Detectives Salvajes, del escritor Roberto Bolaño, una de las sensaciones de la literatura hispánica de los últimos tiempos. Y eso es solo el principio.

La misma traductora de ese libro, Anežka Charvátová (foto), trabajará en la traducción de 2666, la otra obra cumbre del chileno, que publicará la misma editorial, Argo.

2666 es un desafío para cualquier traductor, con sus más de mil páginas, pero Charvátová no se arredra. “Ahora por fin he terminado la traducción de Los Detectives Salvajes y tendré que ponerme a traducir la novela 2666, para la cual la editorial Argo me va a dar un plazo de dos años. Es mucho trabajo, pero tiene sus recompensas. Y la recompensa mayor para mí sería que la gente lo leyera, que la gente discutiera, que le gustara a los lectores de aquí”.

A Bolaño ya se le conoce en EE.UU. como el nuevo Gabriel García Márquez, aunque la crítica especializada prefiera compararlo con Jorge Luis Borges, comparación que al propio Bolaño le causaría rubor, ya que siempre se confesó un ferviente admirador del autor de Ficciones.

Anežka Charvátová hace una valoración de la figura de Bolaño: “Importantísimo. De los actuales, casi el mejor. Sobre todo porque se puede releer varias veces. Eso me gusta. Al traducir o incluso al corregir las traducciones ajenas, me doy cuenta siempre de los errores, de lo mal que están escritas algunas frases, de todas las imperfecciones del libro. Y con Bolaño no me ha pasado eso, lo pude leer y releer varias veces y en vez de disminuir el placer, me gustaba más y más. Y es casi el único con el que me ha pasado esto”.

La traductora de Los Detectives Salvajes espera que el furor que se vive por este escritor en gran parte del mundo ayude para que la "bolañomanía" también se desate acá. “El editor tiene muchas expectativas porque lee los periódicos estadounidenses y sabe, conoce el boom de Bolaño, la ‘bolañomanía’ que se vive en EE.UU. Así que espera poder venderlo aquí también, porque el primer libro que se publicó de Bolaño en Chequia, Nocturno de Chile, no tuvo mucho éxito. Ahora esperamos cambiar la cosa”.

A Anežka Charvátová el fracaso de Nocturno de Chile le dolió mucho, ya que ella lo publicó como editora. Pero confía en que Los Detectives Salvajes encontrará a su público checo y tendrá éxito. “Yo pienso que sí, porque es una gran novela y es asequible a cualquiera, no es necesario conocer el ambiente latinoamericano para entenderla. Tiene un poco de todo. Tiene mucho de novela policíaca, mucho de novela de amor, algo de novela erótica o casi porno al comienzo de la novela. Tiene también mucho del bildungsroman, el viaje iniciático, el paso de la adolescencia a la edad adulta. Así que pienso que cada lector puede encontrar algo para él”.

Para ayudar a la comprensión del libro, que en español tiene más de 600 páginas, al final se incluye un diccionario que explica quién es quién, ya que en él figuran muchos personajes de la historia y la cultura latinoamericana.

Anežka Charvátová comenta algunas de las dificultades que enfrentó a la hora de traducir Los Detectives Salvajes. “Sobre todo me demoré mucho porque es un libro muy grueso, prácticamente me demoré un año en hacer la traducción y en corregirla. Cualquier traducción es difícil, lo difícil de Bolaño, pienso yo, es una ironía sutil que tiene él que está siempre oculta debajo de todo lo que dice. Cualquier personaje de Bolaño, cuando dice algo, pues hay ahí una ironía oculta. Y eso es bastante difícil de hacerlo bien para que quede tan sutil en checo también”.

Lo de la ironía sutil fue una parte menor dentro de las tribulaciones de esta traductora. “En checo es prácticamente imposible de traducir los distintos dialectos españoles que usa Bolaño. Hay chilenos que hablan en chileno, hay mexicanos que hablan mexicano, hay catalanes que hablan como se habla en Barcelona. Y eso se puede lograr poniendo varios niveles de lenguaje literario o hablado en checo. Pero no es posible que un lector checo diga: ‘Aquí habla el chileno, aquí el mexicano’. Eso no se puede hacer. No se puede poner el habla de Praga, de Ostrava, de Brno, porque sonaría ridículo. Esa fue la mayor dificultad”.

De entre la jerga local utilizada en la novela, la traductora destaca los mexicanismos, que Bolaño dominaba muy bien, ya que vivió gran parte de su juventud en México. “Justamente al comienzo, cuando habla el joven poeta Juan García Madero, me gustaron mucho los diálogos entre los mexicanos, los mexicanismos, que tienen mucha imaginación. Es difícil ponerlo en checo, usar un giro con tanta imaginación. Como por ejemplo, quítale un poco de pasas a tu cake”.

Charvátová reconoce que se valió de varias fuentes para salvar la cantidad ingente de localismos y jergas del libro. “Por supuesto siempre es un gran problema. Para resolverlo tenía dos caminos: hablar con los nativos, los chilenos de Praga, los mexicanos de Praga me ayudaron a entenderlo, los peruanismos los conocía bastante porque había trabajado con obras de Vargas Llosa. Pero ahora lo absolutamente genial para el traductor es Internet, Google. En Google encontré cosas que nadie sabía lo que querían decir, pero buscando en Internet casi todo se encuentra”.

A Anežka Charvátová le gustaría que Los Detectives Salvajes se convirtiera en Chequia en un libro de culto, como lo fue Rayuela, de Julio Cortázar. “Ya lo es en el resto del mundo y me gustaría que así fuera también aquí en mi país”, sostiene.

Ahora, se le viene el desafío de traducir 2666, la monumental novela que terminó por imponer el nombre de Bolaño en el mundo anglosajón. Con sus más de mil páginas, no será nada fácil, comenta Charvátová. “La editorial ya ha comprado los derechos y lo quiere publicar lo antes posible. Ya tiene incluso la portada. Es la misma editorial, Argo, y será la misma traductora. Me jubilo y me pongo a traducir 2666. Me quieren preparar un contrato para dos años, pero yo temo que sea poco. Me va a costar muchísimo, eso no se puede hacer más rápido, uno tiene que estar sentado y teclear en la computadora”.

Respecto a cuál de las dos obras maestras de Bolaño es superior, Charvátová tiene sus dudas. “He escuchado las dos opiniones. Algunos dicen que lo mejor de lo mejor son Los Detectives Salvajes. Otros dicen que la suma total de Bolaño y de la literatura actual es 2666. Bueno, vamos a ver. Pero es verdad que es demasiado grueso, no sé, a mí me da mucho trabajo leer tantas páginas porque ya me cansa leer tanto”.

Una cosa que lamenta la traductora es no poder haber consultado al propio escritor ante una duda. “Leí una cosa muy interesante sobre Bolaño y su relación con los traductores. Porque yo tengo la mala suerte de que ya está muerto Bolaño, pero los que lo traducían, cuando él todavía vivía, a veces le escribían para que les explicara alguna palabra, algún giro. Y Bolaño, además de explicarles la palabra o el giro, lo ponía en otro contexto, y prácticamente reescribía esa parte de su novela. Prácticamente de lo que Bolaño añadía explicando las cosas a los traductores se podría sacar otro libro”.

Roberto Bolaño falleció en Barcelona, en 2003, a los 50 años, cuando era un escritor de culto, pero no la figura rutilante y mundial que es ahora. El chileno se ha convertido en todo un fenómeno, gracias al éxito de ventas y de crítica de Los Detectives Salvajes y 2666 en EE.UU. Incluso se anuncia una versión fílmica de Los Detectives Salvajes, con Gael García Bernal en el papel protagónico, es decir, en la piel del propio Roberto Bolaño.

Desde Australia a Estados Unidos, desde China hasta la Patagonia, no hay rincón del mundo que haya escapado al influjo de sus dos obras maestras. Y ahora los checos podrán disfrutarlas. Enhorabuena.

No hay comentarios:

Publicar un comentario