domingo, 14 de noviembre de 2010

¡Cagamos! ¡Los best-seller ahora vienen digitales! ¡Habrá que leer libros serios!


Con firma de Ricardo Braginski, Clarín del 11 de noviembre pasado señala que en la Argentina ya comienza a verse libros electrónicos. No está claro si se trata de una buena noticia, sobre todo porque por ahí anda Libranda con su tufo a beneficio rápido y poca imaginación.

Los libros electrónicos
empiezan a llegar al país

Las vacaciones están cada vez más cerca. Las familias empiezan a definir cómo serán esos días de descanso: si irán de viaje y a dónde, con quién, en qué viajarán y, un clásico: qué libros llevarán.

Quienes demoran largos días en decidir los libros para el viaje, quizás éste sea el año de probar con un libro electrónico. Un pequeño aparato –del tamaño y peso de un solo ejemplar– donde pueden cargar miles de títulos.

Los libros electrónicos están llegando al mercado de consumo masivo argentino. Este año desembarcó el iPad, que incluye una aplicación de "e-book". Este dispositivo cuesta desde $3.400 a $5.500, según la capacidad de almacenamiento y si dispone de conexión 3G. Y ahora se vienen los que traen tecnología e-ink ("tinta electrónica"), que están especialmente pensados y construidos para la lectura digital.

Con esta tecnología, la pantalla de los libros electrónicos se ven exactamente igual a que si fueran de papel. Tiene tres grandes ventajas con respecto al LCD, la tecnología con la que están hechas las pantallas tradicionales de las computadoras y las tabletas.

Con la tinta electrónica se puede leer en cualquier condición lumínica, inclusive al sol, algo que es imposible con LCD. Consume poca energía, por lo cual la batería dura más tiempo. Y cansa menos la vista.

El dispositivo Kindle, de la librería estadounidense Amazon, fue el que popularizó este tipo de libros electrónicos. A partir de su enorme éxito de ventas, distintas empresas salieron a competir con otros similares, con la misma tecnología. Uno de ellos es el Papyre, de la empresa española Grammata, que acaba de aterrizar en nuestro país. "Nuestros dispositivos estarán a la venta este mismo mes en las grandes cadenas minoristas", le aseguró a Clarín Sergio Vázquez, gerente general de la empresa. El precio de estos equipo va desde los $1.200 hasta los $2.500.

El Kindle también se puede comprar aquí, pero hay que hacerlo a través del sitio de Amazon, que envía el dispositivo a todo el mundo. El precio de venta online de este equipo parte de los 139 dólares, pero hay que sumarle los gastos de envío y de aduana.

¿Qué libros se pueden leer en este tipo de dispositivo? La respuesta depende de la marca y el modelo de distribución de contenidos que hayan elegido. Quien compre un Kindle sólo podrá leer títulos vendidos por esa librería, muchos de ellos son en español. Las obras se bajan de Internet, pero los archivos son específicos para ese dispositivo.

Los Papyere, en cambio, leen cualquier tipo de archivos. Los dispositivos ya vienen cargados con 600 textos clásicos (no tienen derecho de autor). Pero seguramente no son los que uno elegiría para las vacaciones.

"A partir de enero se podrán comprar prácticamente todos los títulos en castellano, que distribuirán las grandes editoriales de España que se unieron en Libranda y Publidisa –dice Vázquez–. Esos libros ya están a la venta por Internet pero ahora tienen un bloqueo por región y entonces no se pueden adquirir desde nuestro país. Las editoriales se comprometieron a quitar el bloqueo a partir de enero."

En la Web se consiguen muchos títulos, en distinto formato, aunque sin los derechos correspondientes.

Más que un libro
Los e-books con tecnología de tinta electrónica vienen con distintas formas. Casi todos se conectan a Internet a través de Wi Fi o 3G, vienen con un navegador web, reproductor de música, de videos y de imágenes.

El más curioso es el modelo Alex, que combina la pantalla de tinta electrónica arriba con otra más pequeña, LCD, abajo. La pantalla LCD muestra el contenido de un pequeño dispositivo cargado con el sistema operativo para smartphones Android, de Google. Allí uno puede tener cualquier aplicación propia de este sistema, todas conectadas a Internet. La aplicación Biblioteca –que ya viene cargado de fábrica—es la que maneja todos los libros que uno tiene cargado en el dispositivo.

Esta semana la empresa china Hanvon presentó el primer dispositivo de tinta electrónica color. Aunque el color no es de lo más nítido, marca una fuerte tendencia que promete revolucionar el mercado de los libros electrónicos, dando la posibilidad de editar desde libros de ilustración hasta todo tipo de revistas.

Mientras, los principales laboratorios del mundo trabajan en la futura tecnología de lectura electrónica. Lo que viene son dispositivos con tinta color mucho más nítida, que sean capaces de mostrar contenido multimedia (videos y animaciones). Desde el punto de vista de los títulos, se esperan libros especialmente pensados para estos dispositivos, cuyo contenido puedan enriquecerse a través de redes sociales especialmente creadas para este fin.

Pero esto es el futuro. Por ahora, sólo queda decidir si éste es el momento adecuado para iniciar el camino hacia la lectura electrónica. O mejor esperar a próximas vacaciones, cuando el mercado esté más consolidado.

5 comentarios:

  1. increíble la cantidad de anacolutos por cm cúbico!
    habrían que corregir más mejor a algunos de según cual textos.

    a. ehrenhaus

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  2. Es que acá está promediando la primavera y el anacoluto se da mucho con la floración de los jaracandás.

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  3. si le cortarían un dedo (bueno, una falange) por vurrada a los anacolutizantes, no floreciera tantos anacolutos por más primabera que haiga.

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  4. Pienso de que tenés razón, che. Aunque te garanto que el anacoluto con fernet va a hacer roncha este año.

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  5. no me hablés de fernet, hermano...

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