viernes, 16 de marzo de 2012
Dónde puede meterse el dedo el traductor cuando se desprecia al prójimo
Es posible que el libro Steve Jobs, de Walter Isaacson, sea interesante para más de un lector. En consecuencia, dadas sus ventas en todo el mundo, hubiese sido deseable que su traducción al castellano contemplara esta circunstancia y, por lo tanto, se hubiera realizado con un criterio ecuménico, abarcativo y no cerrilmente peninsular. No fue así. Lástima. Alguien debería haber corregido a David González-Iglesias González o advertido a su anónimo editor de la editorial española Debate que frases como la que siguen sólo entorpecen la lectura y terminan con la paciencia de cualquiera: "Mientras me mostraba el campus de Homestead, cuatro décadas más tarde, Jobs se detuvo en el escenario de la aventura y señaló: '¿Ves ese balcón? Allí es donde gastamos la broma de la pancarta que selló nuestra amistad". En el patio trasero de Baum, extendieron una gran sábana que él había teñido con los colores blanco y verde del instituto y pintaron una enorme mano con el dedó corazón extendido, en una clásica peineta". ¿Sabrán los responsables de tamaño galimatías dónde se pueden meter el dedo corazón y qué hacer con la peineta por mostrar tal desprecio por el lector latinoamericano?
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si les sirve de consuelo, yo, española hasta la médula, tampoco habría sabido lo que es una peineta de no ser por la descripción que precede a la palabra.
ResponderEliminarCuando un traductor latinoamericano traduce del inglés al español, a no ser que reciba otras indicaciones, lo hace a su variante de español, es decir, al español que se habla en su país. Exactamente lo mismo que hacen los traductores de España, sin que por eso quieran ofender a los que hablan otras variantes.
ResponderEliminarEfectivamente es muy difícil que un traductor logre "escapar" de su variante lingüística, pero estoy de acuerdo con el autor del posteo. En casos como el de esta obra, cuya venta masiva en todo el mundo hispanohablante es segura, la neutralización de lo estrictamente regional es muy importante, aunque ello implique una disminución del tono informal del discurso original.
ResponderEliminarSe confunden churras con merinas (espero que esa expresión se entienda, por si acaso, simplemente significa que se están confundiendo las cosas), pero están confundiendo una traducción al español de España con un error. Error que como se dicho de manera implícita sería de la editorial si publica esa traducción donde no debe.
ResponderEliminarDe todas maneras observo que no se dan muchos más ejemplos más allá de la "peineta" en ninguno de los sitios donde he visto críticas latinoamericanas a esta traducción española, luego no creo que sea tan ininteligible... Y si además, se da la ¿casualidad? de que el traductor ha tenido el detalle de explicar en la misma frase lo que entiende por peineta, pues honestamente no sé de qué agravio lingüístico estamos hablando...
¿Por qué en lugar de hablar de "churras" y "merinas" no decir directamente que se confunden las cosas? Es éste el tipo de problemas de comprensión que introducen muchos traductores peninsulares a la hora de llevar a cabo su tarea: unas expresiones de refranero llenas de chispa y salero que oscurecen para quien no viva en su mismo barrio lo que dicen los textos extranjeros en una lengua mucho más llana. He aquí la respuesta.
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