jueves, 15 de febrero de 2024

Un nuevo curro cordobés: alquiler de libros

Antes, quienes no tenían dinero para comprar libros recurrían a las bibliotecas públicas o municipales. Ahora, según se lee en la nota publicada el 28 de enero pasado, en el diario La Voz del Interior, de Córdoba, por Analía Martoglio, se alquilan. En la bajada, se lee: "Cuando por la crisis económica comprar libros nuevos resulta inalcanzable, alquilarlos se vuelve una opción útil para los lectores ávidos. A la par, crece el circuito de compra, venta y canje de usados".

Alquiler de libros a domicilio, una alternativa práctica y novedosa para los amantes del papel

Leer en papel se ha vuelto un hábito cada vez más difícil de conservar, no solo por lo que hoy sale comprar un libro nuevo (cuyo valor parte de los $ 10.000 en adelante) sino también por la explosión del formato digital y los audiolibros. Sin embargo, todavía quedan estrategias para los amantes del papel, como la compra y venta de usados, el trueque, las bibliotecas populares y ahora también, la opción de alquilar.

Hace seis años una pareja de jóvenes cordobeses lleva adelante un emprendimiento basado en esta última opción y la cantidad de lectores interesados en aprovecharlo no deja de aumentar.

“La demanda creció en estos años, llegan clientes nuevos mes a mes y nos sorprendió que se suman muchos jóvenes, no solamente la gente grande que es el público con el que más trabajamos”, cuenta a La Voz Agustina Chanquia, diseñadora gráfica y parte de “Libros Lipé”.

El 90% de las clientas de Lipé son mujeres a partir de los 40 años que “devoran” los libros, pero el público infanto-juvenil también tiene su espacio y es durante los meses de calor que resurge con más fuerza.

“En verano tenemos un mix con las personas que se quedan en Córdoba y buscan leer, y las que se van a otro lado y se llevan libros para disfrutar en donde estén”, suma Agustín Saavedra, publicista y también coordinador del proyecto.

La idea de crear un alquiler de libros surgió en el año 2018, cuando los emprendedores vieron la estantería llena de libros que la mamá y la abuela de Agustín tenían sin saber que hacer con ellos. Pensaron en venderlos o publicarlos pero les resultó engorroso.

“Un día a la mamá de Agus se acordó de un hombre que siempre pasaba por el barrio con un carrito lleno de libros. Era como una biblioteca andante y pensamos que podía ser una buena idea. Se veía en otros países pero no en Córdoba”, relata Agustina.

Así fue que averiguaron si era posible legalmente y cuando todo estuvo en regla se lanzaron, apelando a
sus habilidades en diseño y marketing. Al principio les costó y todo se manejaba de boca en boca pero con el tiempo llegaron a mas personas y el amplio recibimiento fue inesperado.

Primero iniciaron en barrio Poeta Lugones y en otros barrios de la zona norte como Márques de Sobremonte, San Martín y Villa Cabrera. En pandemia se animaron a los envíos en toda la ciudad impulsados por el poco tránsito que había en las calles.

“Ahora hacemos entregas en Carlos Paz, Villa Allende, Jesús María, Mendiolaza, Montecristo y próximamente estamos terminando una web para la entrega a nivel nacional”, dice Agustín entusiasmado. “Nos han hablado muchas personas de Buenos Aires, del sur, del norte, de Misiones. Les encanta la idea y preguntan cómo podemos hacerles llegar los libros hasta allá”, agrega.

El alquiler en este caso sería anual con una cantidad de libros establecida, mientras que los envíos se coordinarían a través de Mercado Libre o de encomiendas.

¿Cómo se alquilan los libros?
En Lipé hoy cuentan con más de 3.000 títulos. Más de 2.000 son novelas de todos los géneros y el resto se divide en libros de política, finanzas, juveniles y de autoayuda o psicología.

Aunque la mayoría conoce el proyecto a través de Instagram, Facebook o el boca en boca, el contacto principal se hace por Whatsapp. Por ese medio se comparte la página web donde el lector puede consultar el catálogo dividido en categorías.

Aunque todavía están trabajando en el desarrollo de un buscador que agilice el encuentro con el libro deseado, los jóvenes asesoran, guían y ofrecen recomendaciones de lectura para quienes lo necesiten.

Hay dos tipos de alquileres: por un mes y por dos meses. El primero incluye de 3 a 5 libros y cuesta $ 6.000 y el segundo incluye un máximo de 3 libros con un costo de $ 9.000. También está la opción especial de alquilar hasta 10 libros por $ 9.000 durante un mes. Todo depende del ritmo de lectura de cada persona.

En caso de no terminar de leer todo, se puede renovar un próximo mes re-alquilando los títulos viejos y agregando nuevos o extender una semana más el plazo. No es necesario ser socio o pagar una membresía mensual, el servicio se puede dejar y retomar cuando el lector quiera.

Los pedidos encargados se arman una vez por semana y tanto la entrega como el retiro se realiza a domicilio.

“Lo que hacemos es acordar una fecha y horario para llevarlo a domicilio. Pasados los 30 o 60 días volvemos a contactarnos por Whatsapp para avisarles que vamos a buscar los libros y preguntar si quieren hacer un nuevo pedido. Este servicio está incluido en el precio”, explica Agustina.

Para renovar el stock no solo compran sino que también reciben donaciones siempre que sean de libros de las categorías que actualmente ofrecen.

“Muchos tienen una biblioteca llena, quieren hacer limpieza y no saben qué hacer con esos libros. Les da lástima tirarlos, o regalarlos cuando no saben si los van a guardar. Con nosotros saben que hay personas esperándolos que los van a leer. Nuestros libros son valiosos porque sabemos que cada uno viene de una familia distinta. Los cuidamos como si fueran nuestros”, asegura Agustín.

La "magia" del papel
“Nosotros trabajamos exclusivamente libros físicos, no nos vamos a abrir a los digitales. Hay mucho de eso y queremos mantenernos en este tipo de lectura que la gente y también nosotros amamos. Tenemos 27 años y desde siempre hemos leído libros en papel, los virtuales son incómodos, te cansan la vista y te dan tener dolor de cabeza”, dice Agustín.

Agustina agrega que sus clientas los eligen porque tienen esa misma preferencia. “Siempre nos dicen que el papel tiene esa magia con el olor a las páginas, la posibilidad de ponerles un señalador, ponerlos en la mesita de luz. Tienen un encanto con el que los digitales no cuentan”.

La opción de alquilar es una alternativa más económica que la compra y se suma a las ya habituales estrategias que los amantes del papel aplican como la compra y venta de usados y el canje.

En esa visión mágica coinciden también algunos referentes del circuito de libros usados en Córdoba que consultados por este medio, refirieron como a pesar del auge virtual no solo no perdieron clientes, sino que además aumentaron impulsados por la crisis económica.

“Hay mucha insistencia sobre el papel. Atrae su mística y la magia de tenerlo en la mano. No es lo mismo leer en la compu o en un e-book, son prácticas de lectura diferentes. Igualmente no creo que una vaya en desmedro de la otra sino que conviven. No me parece que porque el libro digital tome relevancia se haya dejado de leer en papel”, afirma Augusto Rocamora, dueño de La Rosa de Cobre, librería dedicada a la compra, venta y canje de usados en calle Tucumán 379.

Y agrega: “el libro usado tiene una demanda constante por varias razones. Una es porque es una alternativa al precio del libro nuevo y otra tiene que ver con la búsqueda de libros extraños o de nicho, primeras ediciones o títulos agotados”.

Hoy comprar un libro usado sale un promedio de entre $ 3.000 y $ 6.000 dependiendo el lugar, la edición y el título. También se pueden encontrar algunos a precios irrisorios de entre $ 500 y $ 2.500 y excepciones raras de títulos muy actuales en $ 8.000 o de ediciones caras en $ 20.000.

Los libreros también acuerdan en que, contra todo pronóstico, el público joven es ávido del formato papel. Así lo afirma Elizabeth Triay duela de librería San Martín ubicada en Ayacucho 14: “Está la gente grande acostumbrada al formato físico, pero mucha gente joven viene una vez al mes a comprar su lotecito de libros. Son chicos de secundaria o que están en los primeros años de la universidad que les gusta tener el libro en sus manos”.

“El que es lector no compra un libro, compra cinco y viene todos los meses o semanas. Necesita una alternativa más barata”, suma.

En ese sentido, Mariana Bocco remarca la atracción que genera en el público la posibilidad del canje. Como dueña de la librería Nuevo Siglo ubicada en General Paz 264, observa constantemente a los clientes que traen sus libros para cambiarlos por otros que quieren leer.

“Nosotros se los tasamos a la mitad del valor que tiene el libro que van a comprar y estamos recibiendo mucha demanda ahora en verano y también por la crisis. Así como la falta de plata favorece algunos rubros y vuelven a resurgir los que arreglan bicicletas, las costureras y los zapateros, nosotros notamos que la gente que antes compraba todo nuevo ahora viene acá a comprar libros de segunda mano”, cuenta.

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