miércoles, 24 de abril de 2024

"Sería demoledor pensar que las ventas se pueden caer más"

"En medio de un panorama económico crítico en que las ventas se derrumbaron en todas las áreas, se teme que el encuentro anual de lectores, escritores y editores no será la excepción. La Fundación El Libro, organizadora del evento, anunció medidas paliativas para mejorar la situación." Esto dice la bajada de la nota de Martina Delgado, publicada en el diario Tiempo Argentino, el pasado 19 de abril.

Ventas bajas y libros caros: expectativas desalentadoras para la próxima edición de la Feria

“El panorama va a ser desolador”, aseguraron algunos representantes de pequeñas editoriales a Tiempo Argentino. “Será una feria de ventas bajas y muchos abrazos”, agregaron. En el sector, las expectativas para la 48° edición de la Feria del Libro de Buenos Aires, próxima a realizarse entre el 25 de abril y el 13 de mayo, son desalentadoras.

“El evento cultural más importante de Latinoamérica” representa, desde hace años, una gran oportunidad comercial para la industria del libro, que espera este acontecimiento para inaugurar la temporada. Pero esta vez, las proyecciones son preocupantes. Es lógico: la Cámara Argentina del Libro (CAL) afirmó que en marzo el sector editorial sufrió una caída del 40% en las ventas de ejemplares. ¿Por qué la feria sería una excepción?

“Estamos en un momento crítico y sería demoledor pensar que las ventas se pueden caer más. Realmente muchas empresas (librerías y editoriales) hoy están trabajando bajo la línea de subsistencia y eso no es sostenible en el tiempo”, dijo a este diario Juan Pampín, el presidente de la cámara. La situación que enfrenta la industria editorial viene en un declive cada vez más pronunciado y abrupto, pero arrastra también la caída de años anteriores. En el Informe Anual de Producción del Libro Argentino del 2023, elaborado por la CAL, puede verse un descenso de la tirada promedio de producción del libro: mientras en 2016 la tirada era de 2900 ejemplares, la última investigación arrojó una tirada de 1700.

“Si pensamos que Argentina tiene aproximadamente 1000 librerías, hoy por hoy no estamos produciendo un ejemplar por librería, cuando este país siempre se distinguió a nivel regional por ser el que tiene mayor cantidad de librerías por habitante”, apuntó Pampín.

Las ventas sufrieron una caída en términos porcentuales casi de la mitad en relación con años anteriores. “El libro no es un bien esencial, no es algo de primera necesidad, la gente hoy básicamente está abocada a destinar los gastos en otra cosa: servicios, alquiler, alimentación…la compra del libro aparece después de todo eso”, dijo el director de la CAL.

Ventas bajas, un punto de coincidencia
En la misma línea se expresó el editor de Sigilo, Maximiliano Papandrea: “Pienso que los editores somos personas optimistas por naturaleza, pero es muy difícil serlo en este contexto tan descorazonador. El arte, la música, los libros son un gran refugio en momentos de crisis, y la relación de los lectores con la feria es larga y saludable, pero la mayoría estamos cuidando nuestra economía doméstica y angustiados por el futuro. Será una feria de ventas bajas y de muchos abrazos”.

Es que el valor de los libros no es ajeno al aumento de los costos de producción y en la actualidad la lectura pasó a ser una actividad cara, para unos pocos. Mientras que en 2023 los ejemplares tenían un costo mínimo que oscilaba entre $6000 y $8000, hoy en día la mayoría de las novedades arrancan con un valor promedio de 18.000 pesos.

Estos aumentos, afirma Pampin, son inseparables del valor del papel. “El costo de papel representaba aproximadamente un 30% del costo de producción, pero en este momento está llegando a un 55 por ciento. En definitiva, el aumento del papel duplicó la inflación acumulada entre 2022 y 2023”.

A estos aumentos en los precios de los libros hay que sumarle el costo de entrada de la feria. En comparación al año pasado, los precios de los tickets aumentaron 337,5%: las entradas de lunes a jueves cotizan a $3500 por persona, mientras que en 2023 tenían un valor de 800 pesos. A su vez, los viernes, sábados y feriados el costo será de $5000, a diferencia del año pasado que valía 1200 pesos.

Dentro de este contexto, desde la organización de la Feria anunciaron algunas medidas paliativas. Ofrecerán un chequelibro por cada entrada para atenuar el impacto: cualquier persona que compre una entrada recibirá un vale de $4000 que podrá usar en todas las librerías adheridas una vez que finalice la Feria. Cada ticket, además, contará con vales de descuento, que serán acumulativos y se podrán utilizar para comprar libros en los stands de la Feria.

¿Alcanzará?

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