jueves, 11 de abril de 2019

Habla el actual director del Instituto Cervantes


El pasado 7 de abril, María Teresa Cárdenas M. firmó en la Revista de Libros del diario chileno El Mercurio, la siguiente entrevista con el poeta Luis García Montero, actual director del Instituto Cervantes. El hecho que sea él quien conduce esa institución es algo así como un soplo de aire fresco respecto de los directores del pasado, sin embargo, en el texto, señalados en rojo, hay algunos párrafos sobre los que, creemos, se equivoca y a los que el Administrador responde al final del artículo, proponiéndole amablemente a García Montero, una consideración más detallada.

"Las lenguas y los poderes no son inocentes

Estuvo en la reunión con la prensa; en la inauguración leyó su discurso antes del director de la Real Academia Española (RAE), Santiago Muñoz Machado, y del rey Felipe VI; habló de poesía con Joaquín Sabina; rindió homenajes; firmó acuerdos; presidió una mesa sobre el exilio; se le vio en primera fila en el público... El director del Instituto Cervantes –desde julio de 2018–, Luis García Montero (Granada, 1958), parecía estar en todas partes durante el VIII Congreso Internacional de la Lengua Española celebrado entre el 27 y el 30 de marzo en Córdoba, Argentina. Con más de 20 poemarios publicados, así como ocho novelas y otros tantos ensayos, García Montero es, también, una de las voces más reconocidas de la generación española de los 80.

En el trayecto a pie desde el Teatro Real al del Libertador General San Martín, donde le correspondía presentar a la escritora cordobesa María Teresa Andruetto, antes de la clausura oficial, conversó con El Mercurio.

Literatura y lengua
–¿Qué valor le da a la presencia de escritores en este congreso?
–Creo que es fundamental. Somos la segunda lengua materna del mundo, después del chino mandarín, y la segunda en comunicación y cultura, después del inglés. El peligro está siempre en que la estandarización, la extensión de la comunicación, haga quebrar los vínculos con lo materno, con la intimidad de cada experiencia. Y yo creo que donde mejor se resuelve eso es en la literatura, que intenta alcanzar la expresividad más alta y más universal, pero vinculándolo siempre a la originalidad y a la experiencia de los seres humanos. Por eso me parece que la literatura siempre tiene que ocupar un lugar importante en estos congresos.

En el de Córdoba no faltaron las sospechas respecto de una supuesta hegemonía española. El argentino Jorge Fondebrider dijo, por ejemplo, que creería en la buena fe de la política panhispánica cuando el Instituto Cervantes estuviera dirigido por un latinoamericano. "Esta es una institución del Estado y en todos los países del mundo hace falta tener la nacionalidad del Estado para ocupar un cargo público –responde García Montero–. Por fortuna, contamos con la ayuda de mucha gente que tiene la doble nacionalidad. Y, por ejemplo, Juan Villoro, que es mexicano y español, sería un magnífico candidato para presidirlo, o para dirigir algunos de sus centros (1). En las normas del Instituto Cervantes se dice que debe defender y divulgar la cultura en español. El matiz es importante, porque nuestra tarea no es solo la cultura española, sino la cultura en español".

Y continúa: "Como todas las historias han sido de opresión y de violencia y, no nos engañemos, detrás de la palabra y la cultura hay mecanismos de poder, todo el mundo tiene razones para ser susceptible y sospechar. Tenemos que trabajar para que esas sospechas tengan la menor relación posible con la realidad. El Instituto Cervantes está decidido a participar en un proceso de iberoamericanización".

Y señala como ejemplo el SIELE, un sistema de acreditación de la lengua que han trabajado en conjunto con la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), la U. de Buenos Aires (UBA) y la U. de Salamanca (2). Y el proyecto CANOA, para difundir la unidad cultural, "que hemos firmado acá con instituciones de México, Perú y Colombia, y al que queremos seguir agregando instituciones de otros países latinoamericanos", señala.

En varias mesas del congreso se discutió el uso de la palabra español. Algunos proponían decir castellano, o incluso hispanoamericano, aunque esto deja fuera a Guinea Ecuatorial y Filipinas, que forman parte de la Asociación de Academias de la Lengua Española (Asale). García Montero reflexiona: "Yo viví como una torpeza tremenda que hace unos años se declarase al español marca España. Pero ¡qué disparate! Si nuestra lengua tiene 600 millones de hablantes y nosotros somos el 8 por ciento. Cuando uno critica eso, pues a veces en España te dicen que no quieres a tu país. La verdad es que yo quiero mucho a mi país, pero por eso mismo lo que quiero es dejarlo bien y que no haga el ridículo. ¿Qué sentido tiene querer apropiarse de un idioma del que uno solo forma parte? Lo que nos da la fuerza es esta comunidad que comparte memoria, que comparte idioma, y donde hay que estar en relaciones de igualdad".

Los congresos de la lengua española se realizan cada tres años y su organización está a cargo del Instituto Cervantes, la RAE y la Asale. "En la cuestión panhispánica, la Real Academia ha ido abriendo mucho camino –puntualiza–, y es heredera de todas las reflexiones sobre el idioma que ya desarrolló Andrés Bello. Son instituciones distintas, claro, porque las tareas del Instituto Cervantes son asegurar la enseñanza del español en países de lengua no española; acreditar y formar a los profesores; certificar el conocimiento del español de los alumnos. O sea, es una parte educativa que no tiene la Real Academia, como tampoco tiene la segunda cara del Instituto Cervantes, que es la diplomacia cultural, la defensa y extensión de la literatura y de la cultura, del arte en español. El Instituto Cervantes tiene 87 centros, repartidos en 44 países, y una plantilla que supera las 2.700 personas en el mundo. Y tiene relaciones muy estrechas con todas las embajadas de países latinoamericanos en todos los sitios donde estamos presentes".

–¿Hay diferencias entre ustedes a la hora de armar el programa de los congresos?
–Este es el primer congreso de la lengua en que yo soy el director. Hemos pretendido dejar clara la perspectiva panhispánica, llamar al respeto a las diferencias, a las singularidades; hacer un congreso paritario donde las mujeres participen en condiciones de igualdad con los hombres. Y hemos llegado a 50 por ciento de participación de las mujeres.

Sin embargo, no se incluyó ninguna mesa sobre lenguaje inclusivo o no sexista. "Cuando alguien plantea una mesa sobre periodismo –puntualiza–, y la encargada de hablar es Sol Gallego, que aparte de ser la directora de El País es una feminista histórica, o cuando alguien invita a Claudia Piñeiro a participar en una mesa sobre interculturalidad, siendo una de las escritoras más comprometidas con el mundo del feminismo, sabe que al hablar de periodismo, de interculturalidad, van a plantearse esos temas. A mí me parece que la irrupción del pensamiento feminista en todos los debates es más importante que provocar subgéneros" (3).

Una oferta de diálogo
Otro tema que despertó controversias fue el trato a las lenguas y pueblos originarios. "Las lenguas y los poderes no son inocentes –afirma García Montero–. Yo podría sacar pecho y decir 'bueno, cuando se produjeron los procesos de independencia solo hablaba español el 20 por ciento de la población'. Pero yo sé muy bien que eso no fue solo respeto inocente a la lengua del otro. Es que la conquista española tuvo un marcado carácter evangelizador; lo que quería la Iglesia era ganar almas para su dios y enseguida se dieron cuenta de que convencían más a los indígenas en su lengua materna que en un idioma extranjero. La imposición del idioma se extiende en los momentos en que las independencias hacen suyo el idioma español. Lo que quiero decir no es que los españoles sean peores o mejores; todas las civilizaciones son imposiciones de poder, y a partir de ahí tenemos que comprometernos con el presente y el futuro. Que una lengua sea oferta de diálogo y de conocimiento del otro. La democratización del presente me parece el mejor compromiso para que no haya sospechas ni hegemonías de ningún tipo".


Respuestas a lo afirmado por García Montero:
(   1)  No necesariamente en todos los países los directores de instituciones estatales tiene que ser de la misma nacionalidad que el Estado al que representan. Dos casos del pasado: Paul Groussac, un francés, que fue director de la Biblioteca Nacional de Argentina, y Arnaldo Orfila Reynal, un argentino que fue director del Fondo de Cultura Económica de México, institución estatal mexicana. Hay más ejemplos, pero no es ésa la cuestión. En el caso de querer demostrar su vocación “panhispánica”, tal vez el Instituto Cervantes debería dejar de ser una institución del Estado español para pasar a ser una institución iberoamericana. Por último, lo de la doble nacionalidad no sirve: no propuse que el Cervantes tenga un director latinoamericano, sino que todos los centros del Cervantes alternen españoles y latinoamericanos en sus direcciones.


(   2) Con una serie de irregularidades (que incluyen el anunció de la firma del convenio de adopción del Servicio Internacional de Evaluación de la Lengua Española (SIELE) en el VII Congreso de la Lengua de Puerto Rico, antes de que fuera firmado por el Consejo Superior de la U.BA, así como la negativa a permitir la presencia de los creadores del CELU, el sistema de evaluación argentino) la U.B.A. entró en el consorcio formado por el Instituto Cervantes con la Universidad de Salamanca, la U.N.A.M y la U.B.A., además de Telefónica de España como recaudadora. A lo largo de más de un año desde este blog se ha repudiado ese convenio que le otorga valor universal al SIELE. La solicitada que así lo demuestra fue firmada por cientos de lingüistas, filólogos, lexicógrafos, escritores, traductores y otras personas cuyo campo de actividades gira alrededor de la lengua. Las adhesiones llegaron desde particulares a instituciones universitarias de diversos países del mundo, y se reprodujo todos los sábados de 2016 y 2017 a modo de protesta. Luego, el castellano empleado en los exámenes plantea apenas variaciones léxicas más bien ortopédicas como para dejar contentos a todos… siempre y cuando todos sean débiles mentales, claro. Toda la información puede leerse aquí: http://clubdetraductoresliterariosdebaires.blogspot.com/search/label/SIELE



(   3)  No estoy seguro de que poner feministas en diversas mesas no dedicadas a la lengua inclusiva dé como resultado una discusión clara y abierta sobre el tema. Que se haya incrementado el número de mujeres no es un mérito, sino una obligación. Queda pendiente la discusión del lenguaje inclusivo.

2 comentarios:

  1. Me consta que al menos aquí en Londres, el Instituto Cervantes está comenzando a abrir un importante espacio para lo latinoamericano. De hecho, desde hace casi dos años, nuestro proyecto cultural (www.elojodelacultura.blogspot.co.uk / www.ztradio.online) está desarrollando en colaboración con el IC, y en sus instalaciones, un ciclo (en inglés) de acercamiento de escritores latinoamericanos no suficientemente difundidos (hemos hablado ya de Vallejo, Parra, Caicedo, Piglia, Onetti, Arlt, Roa Bastos y las poetas de la segunda mitad del siglo XX) con paneles integrados siempre por un especialista británico en el tema y uno de origen latinoamericano.

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  2. Enrique: todos los Cervantes no tienen otro remedio que ocuparse de la cultura latinoamericana porque con la española sola no van a ninguna parte. No es ése el problema, sino lo que pasa con la enseñanza de la lengua y adónde va el dinero recaudado por eso y por los exámenes para certificar los resultados. Te recomiendo que leas los posteos anteriores del blog: no estamos hablando de cultura sino de dinero. Luego, yo mismo fui "invitado" por el IC para participar en un muy mal festival en Dublín. Se llama ISLA, se organiza todos los años por septiembre/octubre y el gobierno de cada país latinoamericano paga el viaje, la estadía y el perdiem del invitado en cuestión. No está para nada claro qué pone el IC fuera de sus instalaciones. Eso sí, el crédito por la "acción cultural" les queda a ellos.
    Saludos cordiales.

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