Segunda parte de la serie de entrevistas con traductoras de Harry Potter, realizadas por Pilar Alderete Diez y traducidas por Nancy Elberg.
Entrevista con Máire Nic Mhaoláin,
traductora irlandesa de Harry Potter
–Primero quisiera preguntarle acerca del proceso anterior a la traducción, por ejemplo: ¿Cómo recibió el trabajo?; ¿Cuáles fueron las instrucciones de la editorial en cuanto al método, plazo, público; y si J. K. Rowling participó de la traducción o le dio alguna otra indicación?
–Bueno, en realidad, comenzar hablando de cómo conseguí el trabajo es algo extraño, ya que para mí es un poco como las cartas mágicas que recibió Harry Potter donde le informaban que iría a Hogwarts; porque de pronto me llegó una carta a mi casa, absolutamente por sorpresa, en serio. Y lo que pensé fue: "Yo trabajo en una editorial, una editorial irlandesa, y a veces, en realidad bastante seguido, trabajamos en conjunto con editoriales extranjeras, aunque no tanto últimamente..., pero es un procedimiento bastante común, y creí que era una carta de un editor que me intentaba contactar desde afuera. Lo primero que pensé fue: "¿Creen que si me escriben a mi casa van a tener algún tipo de prioridad?".
Entonces, recibí esa carta, la primera, sorpresivamente y ni siquiera sabía que alguien planeaba hacer esto, así fue como me enteré. Lo único que decía era que estaban pensando en publicar una traducción al irlandés y si me interesaba. También me contaba un poco sobre la compañía. Yo había recibido un premio internacional por otra traducción y me había hecho famosa –no debería decir famosa— pero me hice conocida por ese motivo y el Arts Council tenía mis datos porque me habían llamado para darme el premio. Parece que la editorial les preguntó quién podría hacer una buena traducción y ellos dieron mi nombre. Y así fue como me llegó esa carta preguntando "¿Quiere hacerlo?". No decía: "presente una prueba...". Sólo: "¿Quiere el trabajo?". Por eso digo que fue absolutamente inesperado. No tenía idea si podía o no hacerlo. Tuve que pensarlo, porque yo también tenía mi trabajo, y les escribí diciendo: " Me halaga que me hayan tenido en cuenta, pero les debo advertir que sólo puedo comprometerme a hacerlo después de mi horario de trabajo...esta es la situación, no sé cuál es su plazo". Debo recalcar que fueron muy agradables en todo momento. No me dijeron: "Tiene que terminarlo para tal fecha..." sino: "¿Cuánto tiempo cree que le llevará?". Y me puse a hacer cálculos, a ver de cuánto tiempo disponía, y les dije más o menos para cuándo podía hacerlo y me respondieron que les parecía bien. Poco después me hicieron una oferta formal preguntando si aceptaría tal precio y les dije que el monto me parecía bien y que lo iba a pensar. Y finalmente le comenté a mi hija: "Tengo que darle una respuesta a la gente de Harry Potter". Y ella me dijo: "¿cómo puedes dudar en hacerlo?, y yo le dije que no estaba segura y ella me dijo que no podía rechazar esa traducción. Al final todo salió bien y me enviaron el contrato. Y por supuesto tuve que firmar un acuerdo con los autores del guión de la película. Y eso fue todo. No tenía una copia del libro en casa y me dije, bueno, tengo que conseguir el libro. Entonces, empecé a trabajar, pero no me habían pedido que haga un capítulo de muestra, que es lo que se hace generalmente para ver el estilo, y les escribí haciéndoles algunas preguntas. Después de un tiempo me escribió la editora para preguntar si ya había comenzado y para advertirme que no cambiase los nombres de los personajes. Esta información no estaba en el contrato sino que la recibí más tarde. Para mí eso no fue un problema porque ya había buscado en Internet las tapas de las diferentes traducciones y había visto que aparte de cambios menores por la ortografía de cada idioma, Harry Potter seguía siendo Harry Potter, así que mantuve intacto su nombre y los de los demás personajes. En irlandés hay todo un sistema de apellidos que es tradicional, aunque ahora ha evolucionado y en realidad la gente no siempre lo aplica, así que no tuve problema en mantener los nombres. También me aconsejaron no cambiar las direcciones como "Privet Drive" y otras cosas por el estilo...todo lo que sea inventado especialmente por la autora.
–Eso vino de parte de Bloomsbury...
–Si, de Bloomsbury. Yo estaba en contacto directo con la editora, pero ella también me hacía llegar las opiniones de gente con quien yo no tenía contacto. No sé bien quienes eran. Quizás agentes de J. K. Rowling, o de Warner Bross. Y este hombre... Christopher Little, que era... Parece que ellos le comunicaban sus intereses a la editora y me dijeron que si era absolutamente necesario cambiar algo y había una buena razón, lo podían evaluar. Por ejemplo, no me permitieron cambiarle el nombre al juego de Quidditch, quizás por el libro que lleva ese título. Seguro hubiese afectado las ventas. La cuestión es que la "Q" no es una letra irlandesa, es obviamente una letra extranjera, y yo tenía una idea, una rima sobre un juego tradicional irlandés, pero me dijeron que no. Lo que sí me permitieron cambiar fueron los nombres de las distintas posiciones y de las pelotas, incluso las que llevaban "Q", como Quaffle. No cambié los nombres de los personajes, pero sí los de los fantasmas, ya que no son realmente nombres propios, sino descripciones, como el fraile gordo, etc. Más adelante en la novela aparecen tres centauros, uno se llamaba Bean, que no estaba segura sobre cómo pronunciarlo, otro se llamaba Ronan y el otro Firenze. Esos nombres existen también en irlandés; Bean, y Ronan es un nombre de varón bastante común, sólo faltaba agregarle los acentos. Y Firenze es el nombre de la ciudad italiana Florencia. Ah, sí, los nombres de las monedas: al principio no querían que los tradujera, pero los convencí argumentando que sólo eran los nombres de objetos, como el galeón, por ejemplo, usé el nombre en irlandés, que es casi igual. En general me permitieron cambiar bastantes cosas, por eso no tuve problema en aceptar que los nombres de los personajes debían mantenerse tal cual. Y eso fue todo, les envié la traducción terminada antes de la fecha estipulada en el contrato, y le voy a contar algo que me pasó, se me rompió la computadora un par de meses antes y tenía todo el material adentro. Pude recuperarlo con mucho esfuerzo y finalmente lo mandé antes del plazo acordado. Para mí era muy importante no retrasarme ni siquiera un día, hay que dar una buena imagen.
–¿Cuánto tiempo le llevó?
–En total, cerca de nueve meses, similar a su colega, la española, pero no era lo único que estaba haciendo en ese momento. ¿Qué más? Después, cuando les envié el trabajo (como mencioné antes no me habían pedido una muestra, así que era la traducción completa) me dijeron que la gente de ventas iba a evaluar la traducción, que iban a contratar un corrector. Fueron muy francos, me dijeron quien era. Yo reconocí el nombre, era una persona de bastante renombre, buena para ese papel. Entonces... dijeron que se lo enviarían a ella y me dieron sus datos por si quería ponerme en contacto. Pero preferí esperar a ver cómo andaba todo antes de involucrarme a ese nivel. Y después de un tiempo me llamaron para decirme que no lograban encontrar un corrector, parece que no es tan fácil encontrar alguien que tome un trabajo tan grande.
Más adelante recibí un mail del editor diciendo que a la correctora le preocupaba el uso del dialecto del sudeste de Kerry ya que le parecía poco accesible para niños o lectores jóvenes que no fueran de esa zona, y que en algunos casos la ortografía no era la estándar. Los comentarios fueron hechos con mucha corrección, pero me causó gracia porque yo soy del norte de Irlanda...
–Siempre pasa...
–Si, es posible que haya habido alguna frase, porque en la oficina trabajo con algunos irlandeses de la región del sur de Kerry, y supongo que si uno oye seguido algunas expresiones, quizás las repita. Pero a mí me resultaban muy conocidas y creía que eran bastante comunes. En cuanto a la ortografía, usé un dialecto muy conocido, es decir, hay otros dialectos que son más literarios pero no son tan conocidos, se usan más bien en textos clásicos. Así que en cuanto a la ortografía estándar, dije que la oficina en la cual trabajo utiliza el estándar oficial. Y es lo que yo usé, excepto por alguna que otra frase coloquial en diálogos. Entonces me mandaron un capítulo con las correcciones, y traté de ver el lado positivo. Me dije a mi misma: "Es su opinión profesional, quizás deba hacerle caso". Hice algunos cambios y le avisé al editor que haría lo mismo con el resto del texto. En general, adapté levemente el registro para que el texto resultase más accesible. Volví a enviarles el texto corregido según las indicaciones recibidas, pero en algunos casos en que no estaba de acuerdo, mantuve mi versión.
Eso es todo, después se publicaron los libros. Recibí un correo electrónico del editor diciéndome que la correctora también había señalado puntos que le parecían demasiado difíciles por diferentes motivos. Me mandaron las pruebas de lectura para que vea que podía hacer. Entonces, vuelta a revisar... Hoy puedo decir con convicción que es necesario que alguien lea nuestro trabajo y haga observaciones. Y acepté varias de esas observaciones. Creo que algunas hacían falta, aunque yo no lo haya visto así en un principio. En otros casos tenía mis motivos para mantener el texto tal como lo había escrito y no acepté hacerle modificaciones.
Finalmente, lo releímos un par de veces más y el libro se publicó, y ahora que ya está publicado todo el mundo está satisfecho.
–¿Quiere hacer un recreo?
–Con gusto.
(Durante el recreo comenzamos a hablar sobre la edición galesa)
–Bueno, acerca de Emily Huws...
–Si, la versión galesa. Sé galés porque lo estudié en una universidad de Gales, pero es muy diferente del irlandés. Aunque forma parte de la misma familia, es un idioma completamente diferente, con un alfabeto diferente, etc. No me resultó útil para ver cómo se dice algo, pero sí para ver qué habían hecho con los nombres. Fue muy interesante, porque los habían cambiado o transcripto al alfabeto galés, lo que los tornaba muy diferentes, incluso a los tres amigos: Malfoy, Crabbe y Goyle. Tenían otros nombres, quizás comenzaban con la misma letra, pero eran distintos. Eran nombres galeses. Y los nombres de las casas también. Cuando se publicó la versión galesa, creo que fue hace poco, me sorprendió ver todos los cambios que le permitieron hacer a la traductora. Su sistema no es como el nuestro, y quizás insistieron en que se les permita incluir en la ortografía muchas "w", "y" y cosas por el estilo.
Hubo una conferencia muy interesante en París sobre las traducciones de Harry Potter, creo que fue en el 2002 o en el 2003. Por supuesto que no estaban todos los traductores, sino ocho o nueve de los más recientes, entre ellos yo, y debo decir que fue enriquecedor ver las distintas experiencias de cada uno. Consistía en dos partes. Primero había una cuestión comercial: cómo recibió cada uno el trabajo en su momento, o cuál era el tipo de relación con la editorial, etc. Pero yo me encontraba en otra situación, porque los demás traductores estaban trabajando por intermedio de editoriales en sus respectivos países que habían comprado los derechos a Bloomsbury. En cambio yo trabajaba directamente con ellos y creo, por lo que escuché, que a mí me fue mejor, ya que otros traductores no estaban del todo satisfechos con el trato que habían recibido por parte de las editoriales, hubo muchas presiones por el tema del plazo. Por ejemplo, el traductor noruego, al cual le pagaron muy bien, y había traducido todos los libros hasta ahí, tuvo que entregar el último libro en dos meses. Y es un libro largo, de quinientas páginas. Pero creo que era amigo del editor noruego...De todos modos, él no estuvo en la conferencia, no sé bien por qué...Quizás son tantos los noruegos que saben leer inglés, que la editorial temía perder ventas si el libro no se publicaba rápido. Ese fue el caso de una joven que había hecho la versión catalana y también tenía una relación personal con el editor, y había traducido varios de los libros, pero no estaba conforme con las condiciones de trabajo. La presionaron mucho con el plazo...y quizás con otras cuestiones. No recuerdo si estaba conforme con el pago. También estaba desconforme con el contrato que tuvo que firmar con Warner Bross donde se la obligó a renunciar a sus derechos...es decir que la editorial tendría derecho a utilizar cualquier frase de sus traducciones sin pagarle un adicional. A ella le parecía mal desde el punto de vista moral y se lo hizo saber a la gente de la película, o la editorial, y le dijeron que no le darían los próximos libros...Había más gente desconforme, de Europa del Este, de países donde quizás había malestar público o inestabilidad económica. Muchos expresaron estar en desacuerdo con otras pautas fijadas, como la directiva de no traducir los nombres. Otros dijeron haber hecho grandes esfuerzos para convencer a los editores de permitirles hacer tal o cual cambio...Por supuesto que también había traductores que estaban bastante satisfechos.
–El traductor griego había cambiado bastante, creo. La versión en griego antiguo.
– Si, la versión en griego antiguo salió mas o menos al mismo tiempo que la irlandesa, y a él sí le permitieron cambiar los nombres. Pero bueno, entiendo que el griego antiguo es un caso especial y no sé si lo hizo en letras romanas o con el...
–Creo que el alfabeto griego.
–En el alfabeto griego, si. Debe ser como el caso del galés, tienen su manera de hacer las cosas, eso es todo.
–En términos de contenido, ¿hizo algún tipo de investigación? ¿Había leído los libros? ¿Sabía...?
–No los había leído, tuve que hacer algo de investigación... Pero tenía la ventaja de haber sido la editora de un muy buen diccionario inglés-galés. Entonces sabía dónde buscar muchas de las palabras, y había aprendido muchas de ellas...Mucha gente se sorprende y me pregunta: ¿Cómo sabes decir eso en galés? Quizás a otros traductores les hubiese dado más trabajo encontrar ciertas palabras. Por ejemplo el nombre de uno de los maestros en pociones mágicas; era obvio que intentaba utilizar la ciencia para cegar a los alumnos... Y les decía cosas como: "Yo conozco todas estas plantas, y ustedes no saben de qué estoy hablando". No tuve problemas en encontrar el nombre de cada planta en irlandés, a pesar de que no son tan conocidos como en inglés para los hablantes; la gente no habla de eso todos los días, pero si buscan en el diccionario lo van a encontrar. Cuando encontré la palabra "transfiguration", me dije, "yo la conozco, seguro si J. K. Rowling la usa es porque la tomó del contexto religioso, que es de dónde yo la conocía. Pero esa fue una de las correcciones que me mandaron... dijeron que no figuraba en el diccionario. Yo les respondí que el diccionario estaba fallado...
–Genial.
–Si bien es verdad que no está en el diccionario, aparece en muchos otros escritos, y también lo expliqué en el contexto. Y el lector, cuando vea la palabra "cruthail", que significa dar forma, va a entender que hay algo que muta, se convierte en otra cosa. Es imposible no darse cuenta. No hay razón para excluirla de los nuevos diccionarios. Otra palabra fue "bezoar", que parecía bastante exótica, pero no lo es, porque cuando yo era chica vivía en una granja y recuerdo que algunos animales tragaban su propio pelo y se les formaba una especie de bola en el estómago, y eso es lo que significa. Cuando lo busqué en el diccionario me encontré con un catálogo de diferentes tipos de "bezoars"...por suerte no era necesario expandir sobre el tema.
–Otro tema importante en mi trabajo es el humor. ¿Le parece que el humor tiene un papel importante en el libro? Hay gente que no opina lo mismo...
–Así es
–¿Cómo encaró ese tema?
–Bueno, sé que J. K. Rowling ha dicho cosas que causaron gracia. Pero el humor da trabajo... hay que hacer un esfuerzo para decir algo que cause gracia. De todos modos no creo que el humor sea lo primordial...
–En el primer libro no hay demasiado humor.
–Es verdad, pero hay otras cosas...Ironía, comentarios inteligentes. No pensé demasiado en el humor.
–Hablemos del público ¿Qué tipo de público tuvo en mente? ¿Cómo influenció esto su traducción?
–Bueno, no recibí ninguna indicación de la editorial, pero sí de la consultora. No sé si ella o la correctora recibieron indicaciones. Yo reconocía su escritura ¡Todavía somos amigas! Adónde estaba... Ah, si, no tuve instrucciones acerca del público. A pesar de que el libro en inglés estaba dirigido a un público de entre 8 y 11 años, me pareció que a los niños irlandeses de esas edades les iba a costar más, porque muchos no son hablantes nativos o por los diferentes dialectos y la terminología local específica. Entonces pensé en un público algo mayor, de 11 en adelante. Aunque con respecto a ciertos términos, diría que muchos no los comprenderían a menos que los buscasen en un diccionario... lo que no muchos hacen. Pero aunque uno no sepa una palabra, al leer la comprende por el contexto. O quizás ya habían leído el libro en inglés. No me preocupaba por eso, sabía que podrían seguir la historia aunque algunas de las palabras no tuviesen una frecuencia de uso como la de sus equivalentes en inglés. Por parte de la consultora y la correctora, sus consejos eran de simplificar el lenguaje un poco, y eso fue lo que traté de hacer, en lo posible, sin apartarme demasiado de lo que decía la autora. De todos modos, no soy una experta en el habla de los niños de 8 años, ni es mi intención serlo.
–¿Cuál fue el impacto de esta traducción en la literatura irlandesa?
–Ha tenido un gran recibimiento,...Quizás por el sólo hecho de que exista, que se haya publicado. La gente cree que es muy positivo, aunque no lo hayan leído, igual me hacen preguntas y se interesan. Hubo algunos artículos, un chico del "Gaeltacht", no sé qué edad tendría, quizás 11 años, lo había leído y estaba muy entusiasmado. Le preguntaron si le había resultado difícil y dijo que para nada. Es más, había tenido una experiencia sumamente positiva. No sé cuánto le costó en realidad, ¡pero al menos en la entrevista no dijo nada negativo! Y más adelante, una chica algo mayor, del secundario, no hablante nativa, sino alumna de un colegio irlandés, escribió una reseña para una revista. Nuevamente, todo muy agradable, aunque tenía algunas críticas. Por ejemplo que el personaje de Hagrid hablase en un lenguaje perfectamente gramatical. Que no tuviese ningún error. Es cierto, pero por supuesto esa fue mi intención. Hubo otras personas que estuvieron en desacuerdo con mi decisión, pero no quise escribir con errores gramaticales por una cuestión de enseñanza; no quise que los chicos cometieran errores y vayan a decirle a sus maestros: "Pero Hagrid habla así". ¿Qué más dijo? ...Tampoco le había gustado el nombre humano de Voldemort.
–"El que no debe ser nombrado" o "tú sabes quién".
–Bueno, yo encontré una frasecita similar en irlandés; es un poco largo decir todo eso, pero es bastante común. A ella le pareció largo...es su opinión. ¿Qué más? Ah, si, el "Espejo de Oesed". (Erised, en inglés)
– Bien.
–Fue algo complicado, porque la escritura debe ser leída al revés. Tuve que encontrar una frase que pudiera leerse así, pero que también pareciese irlandés a primera vista aunque uno no comprendiera el significado, ya que es algo mágico. Me dio bastante trabajo para que no sonase como tal o cual palabra. Es difícil encontrar algo que parezca una palabra pero que no lo sea, a menos que se la lea al revés. El "Espejo de Oesed" aparece sólo en el primer capítulo. Les di varias opciones; les dije: "aquí hay un problema que puedo solucionar de esta manera o de tal otra". Me ayudaron muchísimo, dijeron: "¡Lo dejamos a criterio de la traductora! La muchacha que escribió la reseña dijo: "La traductora no se dio cuenta que el espejo de Oesed es la palabra Deseo al revés". El problema era que en irlandés había una hache, que es una letra que debe ir pegada a otra consonante, y al dar vuelta la palabra la hache no quedaba bien, quedaba delante de algo, y en irlandés no es así. Algunos lectores dijeron: "¡Esta traducción está llena de errores de tipeo! Fue algo que se debatió en Internet, y me parece bárbaro que los jóvenes se interesen por este tipo de cosas. Con la primera frase del libro estuve mucho tiempo, como lo conté en una entrevista en la radio, y finalmente me dije a mi misma: "Es sólo la primera frase, falta todo el resto del libro y es necesario avanzar". A veces escribía algo y no estaba segura, pero lo dejaba por un tiempo hasta encontrar una opción que me pareciera más adecuada. Finalmente, alguien se dio cuenta que las letras que estaban fuera de lugar eran las haches, así que probablemente no era un error, sino la intención de la traductora. La primera frase es:"The Dursleys were perfectly normal, thank you very much". ("Los Dursley estaban orgullosos de decir que eran perfectamente normales y muy agradecidos por ello". Traducción de Alicia Dellepiane, Emecé). En la radio dijeron algo sobre eso, que no quería decir que estaban agradecidos, sino que es una manera de estar a la defensiva.
–Para finalizar, ¿Qué otros comentarios le gustaría compartir con nosotros? ¿Que nos puede decir sobre el impacto de HP en la literatura irlandesa en general y en la cultura irlandesa actual?
–Una cosa que me preguntó antes y creo que no le respondí, es si J. K. Rowling tuvo algún tipo de participación. No tuvo participación directa. En algún momento pensé en escribirle para consultarle sobre dudas que tenía, pero a medida que avanzaba con la traducción se fueron esclareciendo. Y me dije: "No voy a molestar a la autora por esto". Así que al final nunca le escribí, nunca le pedí que me diera una interpretación del texto. Creo que para mí fue una ventaja que el libro estuviese escrito en inglés, ya que lo entiendo perfectamente y era muy poco lo que podía confundirme. Pero a otros, en el continente, les habrá costado más entender el significado de algunas partes. Sé que algunos le escribieron para consultarle sus dudas, pero no tuvieron una respuesta personal de ella, sino de un secretario o alguien... Y hubiesen preferido recibir una respuesta de la autora. Eso es imposible. Sé que algunos traductores se sintieron poco valorados. Yo, personalmente, no tengo quejas al respecto ya que no necesité de su intervención; pero me imagino que si se están llevando a cabo tantas traducciones al mismo tiempo y cada traductor la apabulla con preguntas, le sería imposible responder a cada uno. Quizás es una táctica para evitarle a la autora todo ese trabajo... No creo que tenga una mala actitud hacia sus traductores, es impensable, ya que son los traductores quienes contribuyen a que su obra se dé a conocer en todo el mundo. Acerca de eso, no es novedad hablar de un fenómeno mundial, pero por ejemplo, yo no sabía que mis hijos lo habían leído, tenían dos o tres ejemplares arriba, en sus dormitorios. Y mi hija, cuando estuvo en Nueva York compró un llavero con una especie de bolita dorada con alas; yo la vi y pensé que era un simple suvenir, y resulta que había una "snitch" dorada en mi propia casa.
–A mí me dio un tema de conversación con mi sobrino.
– Sí, sí.
–Pero he leído algunas reseñas críticas donde dicen que estos libros, como fenómeno mundial, intentan globalizar, homogeneizar a nuestros hijos. ¿Cree que esto preocupe al público irlandés?
–En cierta manera es cierto, por eso no permiten cambiar los nombres. No veo que el simple hecho de que exista la traducción influya especialmente sobre los jóvenes irlandeses, ya que de todos modos lo hubiesen leído en inglés. Pero entiendo su preocupación; hubo gente que me lo comentó... recuerdo un religioso que me preguntó acerca de la magia, quería saber si los personajes tenían poderes mágicos o simplemente hacían trucos de magia. Quizás no fui del todo honesta con él, pero le dije que eran sólo trucos, porque sabía que eso era lo que quería escuchar. También le preocupaba la obsesión de algunos chicos con HP. La magia no encaja dentro del contexto religioso. Por ejemplo, me dijeron: "¿Qué tipo de personas son estas, que viven cientos de años? ¿Y qué pasa cuando mueren? Para mí, es sólo un cuento, una historia, en todo tipo de cuentos existen elementos mágicos, como en los cuentos de hadas, como por ejemplo cuando alguien debe matar al dragón; nadie critica los cuentos de hada por ese motivo...Una señora me dijo: "No es un simple cuento, los personajes tienen nombres satánicos". La verdad es que nunca me di cuenta... Aunque sé que no es la primera objeción de esa índole; la versión en Afrikaans no tuvo un buen recibimiento precisamente por el tema de la magia. Se preguntaban si no iba demasiado lejos, si no era nocivo para la educación de los chicos. En otras comunidades religiosas surgieron otro tipo de preguntas, como cuando se tradujo al turco, ya que Turquía es un país islámico no secular; y sé que se tradujo al hebreo, aunque no sé qué grado de aceptación tuvieron. HP come tocino, o jamón, o algo por el estilo; quizás eso les preocupe, y todas estas son dudas legítimas. Pero al traducir nunca sentí que el libro podía ser una amenaza, sólo me molestó tener que simplificar tanto el lenguaje y no poder usar más expresiones tradicionales.
–Entonces se puede decir que más que "extranjerizar" intentó "domesticar".
–Sí, sí, sí.
–Bueno, Go rahib maith agat, Máire.
–De nada.
ADDENDA
En un momento de la entrevista se apagó el grabador mientras habló de los siguientes temas:
1) Los diálogos de Ron: le parecía más coloquial que los demás personajes.
2) Terminología religiosa: Dijo haber notado que J. K. Rowling evitó usar términos religiosos. Al estar los elementos religiosos muy presentes en el idioma irlandés, tuvo que esforzarse para no incluirlo. Por ejemplo, los personajes nunca dicen "Dia Dhuit" dentro del instituto Hogwarts.
3) El habla agramatical de Hagrid, una especie de acento escocés: ella decidió no reproducir la agramaticalidad ya que es un libro dirigido a los niños. Tampoco le dio un acento regional porque traería aparejadas implicancias culturales.
4) Quejas de los traductores: La mayoría de las quejas eran sobre la falta de contacto con la autora. También se hablo en la conferencia de París sobre las traducciones a culturas no europeas.
5) El impacto de HP en la cultura irlandesa: al final de la entrevista, mencionó que el irlandés es más lengua de llegada que de partida en traducciones. También que algunas obras irlandesas se traducen a terceros idiomas a partir del inglés, y que a veces el texto de llegada en el tercer idioma copia estructuras del inglés. A veces se crea confusión y los lectores piensan que esas estructuras provienen del irlandés cuando en realidad sólo reflejan una elección del traductor.
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