Con cierta periodicidad, aparece en la prensa el tema de los derechos de autor de los escritores en el mundo digital que, lejos de avecinarse, es ya una realidad. Menos evidente resulta la discusión sobre los derechos de los traductores, cuestión sobre la que habrá que plantarse con mayor firmeza con los editores –¿nuestros aliados?– a la hora de la repartición de beneficios. La siguiente noticia fue publicada por Clarín y más tarde recogida en Punto Panorámico Nº24, del Laboratorio de Industrias Culturales (ver aquí).
Mercado editorial y derechos de autor
Los derechos de autor que perciben los escritores a nivel mundial varían en un porcentaje que va del 7 al 12% del precio de tapa del libro editado. En el mundo digital ese porcentaje puede trepar al 80%, si se desarrolla el mercado de los libros electrónicos o e-books. Diversas voces de la cadena de valor del libro alzan sus voces en este debate.
La editorial altenativa Orsai, de Hernán Casciari, paga 50% de derechos de autor y prevende sus libros por encargo en la web y sin intermediarios. Casciari es el autor del boom bloggero, editorial, y teatral “Más respeto que soy tu madre”. Se establece que los distribuidores se quedan con un 15% y el librero con un 30%, o más, siempre hablando del precio de tapa. Por lo que la mayoría de los consultados coincide en que el proyecto de Orsai es una bocanada de aire fresco pero imposible de replicar a gran escala. Daniel Divinsky, dueño de Ediciones de la Flor, concede que el monto que se llevan los libreros y los distribuidores en comparación con lo que percibe el autor es asimétrico. Pero por alguna razón ese porcentaje, con pequeñas variaciones, es el que rige en muchos países. Alejandro Vaccaro, presidente de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), expresa que es evidente que el escritor es el eslabón más débil en la cadena del libro, mientras que Graciela Aráoz, de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA) afirma que el escritor recibe el 10% y le da de comer a mucha gente. Pablo Ramos, escritor, señala que el porcentaje es bajo, pero que en Europa a veces es menor. Y Pablo Pazos, de Arcadia Libros, dice que si bien en los últimos años abrieron muchas librerías, también están cerrando en la misma proporción. “El mercado del libro digital se está organizando como para medirlo en términos de justicia”, dice Antonio Santa Ana, gerente de Literatura General. En el mundo digital, sin intermediarios ni libreros, plataformas de autoedición online como Self-Publishing y editores de libro de autor (como Scribd, Autor-House, Xlibris, etc.) ofrecen hasta un 80% de derechos de autor. Pero Guillermo Shavelzon, agente editorial, también afirma que a las grandes corporaciones informáticas sólo les interesa vender sus dispositivos.
La editorial altenativa Orsai, de Hernán Casciari, paga 50% de derechos de autor y prevende sus libros por encargo en la web y sin intermediarios. Casciari es el autor del boom bloggero, editorial, y teatral “Más respeto que soy tu madre”. Se establece que los distribuidores se quedan con un 15% y el librero con un 30%, o más, siempre hablando del precio de tapa. Por lo que la mayoría de los consultados coincide en que el proyecto de Orsai es una bocanada de aire fresco pero imposible de replicar a gran escala. Daniel Divinsky, dueño de Ediciones de la Flor, concede que el monto que se llevan los libreros y los distribuidores en comparación con lo que percibe el autor es asimétrico. Pero por alguna razón ese porcentaje, con pequeñas variaciones, es el que rige en muchos países. Alejandro Vaccaro, presidente de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), expresa que es evidente que el escritor es el eslabón más débil en la cadena del libro, mientras que Graciela Aráoz, de la Sociedad de Escritoras y Escritores de la Argentina (SEA) afirma que el escritor recibe el 10% y le da de comer a mucha gente. Pablo Ramos, escritor, señala que el porcentaje es bajo, pero que en Europa a veces es menor. Y Pablo Pazos, de Arcadia Libros, dice que si bien en los últimos años abrieron muchas librerías, también están cerrando en la misma proporción. “El mercado del libro digital se está organizando como para medirlo en términos de justicia”, dice Antonio Santa Ana, gerente de Literatura General. En el mundo digital, sin intermediarios ni libreros, plataformas de autoedición online como Self-Publishing y editores de libro de autor (como Scribd, Autor-House, Xlibris, etc.) ofrecen hasta un 80% de derechos de autor. Pero Guillermo Shavelzon, agente editorial, también afirma que a las grandes corporaciones informáticas sólo les interesa vender sus dispositivos.
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