El siguiente comentario fue publicado en el blog El candidato melancólico (ver), del escritor español José Antonio Millán. El título con que apareció es más suave que el que se lee arriba, pero el contenido contiene escenas de estupidez explícita por parte de los genios de la Fundéu (ver foto), esbirros rentados por el BBVA.
Divulgar mejor
Bienvenida sea la divulgación, y más en materia de lengua, donde hay tantos prejuicios y malentendidos. Y nos encantan los gráficos. Pero no nos gusta lo que ha hecho la Fundéu sobre los neologismos, porque está lleno de errores.
“[Neologismo] de forma: palabras creadas a partir de cambios morfológicos de vocablos ya existentes en la propia lengua”. Y el ejemplo es “ciber+nauta”. Aquí está la historia del origen de ciber-, que no tiene mucho que ver con la definición…
“cambios semánticos o de significado” ¿No es completamente redundante?
“Barbarismos: vocablos mal escritos o pronunciados procedentes de otro idioma”. Vamos a ver: si circulan por nuestra lengua, aunque vengan de otra, ¿por qué van a estar “mal escritos o procunciados”? ¡Será un barbarismo, pero accesar está bien escrito! ¿Y en qué se diferencia este “Barbarismo” del “Extranjerismo: vocablo o giro lingüístico que un idioma toma de otro”? ¿Y del “Préstamo: voces procedentes de otras lenguas”?
“Cultismos: palabras que se tomaron de las lenguas clásicas después de la formación del español”. Mala definición, pero además el ejemplo es “portal”, ¡que en su acepción informática viene del inglés!
“Nuevas: Palabras en las que no se emplean estos procedimientos, sino que se recurre a la invención”. Definición rarita, pero además se ejemplifica con “wifi”, que es una marca, sí, pero que proviene del acrónimo de Wireless Fidelity.
“Metáfora: semejanza con el concepto que define”. Puffff… Pero además el ejemplo es:
En fin…
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