Con la firma de Susana Reinoso, el diario Clarín publicó ayer el siguiente suelto a propósito de los libros importados que todavía siguen retenidos en la aduana argentina.
Los daños editoriales
No todas las editoriales lograron sacar los libros retenidos en la Aduana debido a la decisión presidencial ejecutada por el Secretario de Comercio, Guillermo Moreno. A partir del acuerdo firmado por la Cámara Argentina del Libro (CAL) y la Cámara Argentina de Publicaciones (CAP) con el Gobierno Nacional, sellos y distribuidores fueron retirando sus títulos importados, pero quedan contenedores en espera.
El acuerdo, sin embargo, no alcanza a todos los asociados, sino a los que decidieron compensar importaciones con exportaciones, resignando un 8% de su facturación, en el caso de los socios de la CAL , o asumiendo otros compromisos, en el caso de la CAP. De modo que los editores y distribuidores que no firmaron tienen su caso pendiente en la Aduana. Quienes sí suscribieron, fijaron prioridades de retiro, de cara a un mercado que en lugar de absorber novedades editoriales gradualmente, se enfrenta a la situación de tener que hacerse cargo de un aluvión no previsto y a la espera de que, para las fiestas, suban las ventas. De todos modos, el perjuicio económico tendrá que ser absorbido por la industria editorial.
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