Logo propuesto para la nueva empresa |
Publicado el 19 de diciembre
pasado en el diario El Mundo, de España, el siguiente artículo sin firma ofrece
datos más concretos de la noticia que este mismo blog anunció en varias
oportunidades a lo largo del año. Las desmentidas de rigor, a esta altura, no
le importan a nadie, pero la empresa, que busca ocultar la realidad por razones
del todo espurias, insiste en presentarlas.
Random, a un paso de Alfaguara
Alfaguara y el resto de sellos
literarios del Grupo Prisa están a punto de ponerse en manos del cada vez más
gigantesco Random House, llamado desde este verano Penguin Random House, debido
a la fusión del Grupo Pearson (Penguin) con el conglomerado propietario de
Random House (el grupo alemán Bertelsmann).
Los rumores
venían siendo más que insistentes desde hace un año, pero las alarmas saltaron
la pasada primavera, cuando un medio digital dio por hecho el trato y el Grupo Prisa se apresuró a
desmentir la compra con un comunicado en el que, sin
embargo, hablaban de que había "negociaciones" en marcha. Todo
apuntaba entonces a que era cuestión de tiempo. Y así ha sido. Ahora, el anuncio oficial está al
caer, a pesar de que Prisa ha remitido esta
mañana una notificación importante a
la CNMV, para negar "que haya llegado a ningún acuerdo para la
venta de Alfaguara y sus demás sellos literarios a Penguin Random House ni para
la venta de ninguna otra división de Santillana".
El precio
que Bertelsmann habría pagado por la división Ediciones Generales Santillana es
aún un misterio. El acuerdo podría incluir la división de libros de texto, un
activo de fuerte implementación en América Latina, que supuso el pasado año un
28% de facturación para el grupo editorial (más de 730 millones de euros). La
venta convertirá al grupo editorial (el más grande del mundo) en un verdadero monstruo de 250
sellos y 3.100 millones de euros de ingresos anuales. Un
monstruo dirigido por Markus Dohle y presidido por John Makinson, que mantendrá
al frente de la división literaria a Núria Cabutí, hasta ahora consejera
delegada de Random House.
Así, a los
más de 15.000 autores de Random habrá
que sumar el catálogo de Alfaguara, pero no sólo de Alfaguara, sino también de
Aguilar, Suma de Letras y Taurus, lo que reunirá, en el mismo sello, a
escritores de la talla de Philip Roth, Mario Vargas Llosa, Bret Easton Ellis,
Agustín Fernández Mallo, César Aira, Gay Talese, Junot Díaz, Javier Marías,
Chuck Palahniuk y un largo etcétera, que incluye 'best sellers' como Stephen
King y Ken Follet (ambos en Plaza & Janés) y la mismísima Stephenie Meyer
(Suma de Letras). Con semejante catálogo pueden plantarle frente a su
gran rival, Planeta, que recientemente ha sufrido una
reestructuración interna.
Esta
reestructuración interna le permitirá hacer frente al nuevo gigante jugando a
su propio juego, pues hasta la fecha los múltiples sellos de Planeta competían
entre ellos, algo que nunca han hecho los sellos de Random. En cualquier caso, el macrogrupo que dirige José
Manuel Lara Bosch tiene enfrente por primera vez a un rival de nivel,
un rival de apariencia indestructible, pues al músculo del grupo editorial más
grande del mundo se le debe sumar ahora, tras la compra de Alfaguara, el
prestigio. Pero no sólo eso, sino también una mayor implantación en el vasto
mercado latinoamericano y una mejor red de ventas. Dicho esto, está por ver qué
pasará con la mencionada división de libros de texto.
De hecho,
el Grupo Prisa ofreció todo el paquete a Random hace prácticamente un año, pero
por entonces el ala española de Bertelsmann
lo rechazó porque no se veía con la suficiente
fuerza financiera y, sobre todo, porque no tenía la experiencia necesaria en
libros educativos como para hacerse con él. Pero las cosas han cambiado desde la entrada del Grupo Pearson (actualmente
propietario del 47% del accionariado, frente al 53% de Bertelsmann), líder
mundial en libros de texto, grupo que, por cierto, ya pujó en su momento por
dicho activo, sin éxito.
En ese
sentido, todo apunta a que podría haberse cerrado un trato global que incluyera
ambas divisiones, es decir, no sólo la literaria sino también la educativa,
mucho más rentable. Algo muy lógico de acuerdo a la política de expansión
agresiva seguida por Bertelsmann a lo largo del pasado año. A finales de
octubre de 2012 el grupo germano anunció la fusión entre Random House y Penguin
Group, lo que convirtió a Random House
en la mayor editorial del mundo, en volumen de negocio. La
misma lógica agresiva que explica la adquisición por parte de Bertelsmann en
noviembre de 2012 del 100% del capital social de Random House Mondadori.
Lo cierto
es que ahora el panorama editorial se
polariza aún máscon Alfaguara en poder de Random y sin más
competidor que Planeta. La operación también tiene que ver con la ingente deuda
que arrastra Prisa (más de 3.100 millones de euros) y con la gran
reestructuración que necesitaría para lograr la viabilidad financiera.
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