En la entrada del 3 de septiembre pasado, este blog hacía referencia a la manera impúdica en que el desprestigiado Diccionario de la Real Academia se ponía a las órdenes del neo-liberalismo que ha llevado a España a su bancarrota, modificando las acepciones de los términos socio-políticos según soplan los actuales vientos en la Península. Ese mismo día Luis Silva-Villar publicaba en La Opinión, de España, el
siguiente artículo a propósito de nuevas evidencias de racismo por parte de la
Real Academia, lo cual puede leerse a continuación.
Blanco
como central
El
panorama social está revuelto y la lengua no ayuda. Con motivo del reciente
estallido social protagonizado por grupos afroamericanos se ha puesto otra vez
de actualidad el cómo designar a los miembros de esta comunidad. Se insiste en
que el uso de "negro" es lo apropiado. Se dice "si se es negro, negro,
si morao, morao". Se habla de un falso sentido del pudor en la lengua y de
un innecesario recurso a eufemismos. Sin embargo, la gente sesuda que nos dice
que se debe decir "negro" no explica por qué el que no lo es se ve
incómodo diciéndolo, que es parte consustancial del problema.
Se puede
constatar en lo que sigue que para dar soluciones satisfactorias aplicables al
multiétnico mundo hispánico no se puede uno fiar demasiado de la Real Academia
Española (RAE). Que grupos tan variados pertenezcan a un único mosaico cultural
es un éxito colectivo del que la cultura hispana debe presumir. Y de lo que es
pionera. La forma en cómo un dominicano es hispano no se asemeja a aquella en
cómo un nigeriano se siente parte de la comunidad británica. Para unos es su
lengua, para los otros un préstamo colonial a modo de lingua franca.
Las
entradas del diccionario de la RAE (DRAE) las deberían escribir redactores con
capacidad para ponerse en el lugar de cada grupo de los que conforman el
espectro hispano. La lectura de las entradas de "negro",
"blanco", y "moreno", deja poco margen para el error: es un
diccionario de "blancos" y para "blancos". Podrían incluir
en el diccionario "blanquismo": 'tendencia a ver el mundo a través
(del color) de la lente europea'.
De
acuerdo con la RAE "moreno" es el oscurecimiento de la piel del
"blanco". Los "negros" se da a entender que no se pueden
poner morenos. Es un "blanquismo". Los que redactaron el diccionario
viven en una burbuja o, peor, no lo consideraron de interés "para
blancos": o quizás pensaran que solo se pueden poner "más
negros". No tiene justificación que primen estas euroexcentricidades
cuando el 90% de los hablantes de español no son europeos. Otra curiosidad:
"moreno" con "blancos" se aplica a la piel; con los (que
llaman) "negros", a las personas.
Observen
esta definición: "negro": 'Dicho de una persona: cuya piel es de
color negro'. Entonces, ¿si se ven en otro color, pongamos "marrón",
qué se debe decir? ¿Y a los ciegos que lean el diccionario en braille cómo les
ayuda lo del color? En la película de Avatar, algunos de sus personajes
naví son de apariencia africana pero… ¡son azules!
¿Por qué
en "blanco" se escribe 'se dice del color de la raza europea o
caucásica' pero en "negro" no se pone 'se dice de la raza africana'
o: 'de la aborigen de Australia'? Aparte de llamar raza a lo que no lo es el
"blanquismo" es patente. Los "blancos" tienen un espacio,
sus "negros" solo pasaban por allí.
"Negro"
y "blanco" son términos asociados desigualmente. Esta definición es
del DRAE: Bajo "blanco": 'Tratamiento que daban los esclavos o
servidores a sus amos'. Las denominaciones vejatorias perpetúan las relaciones
esclavistas. Y esto lo rechaza el hablante que lo percibe.
El
racismo ha dejado connotaciones difíciles de borrar, no solo porque "negro"
sea una palabra acuñada (para personas) por "blancos", sino por lo
que entraña en cuanto a la desigual dependencia entre ambos grupos.
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