Alejandro Dujovne |
Silvina Friera publico
el pasado 17 de diciembre la siguiente informacion en el diario Pagina 12. De acuerdo con lo que se lee
en la bajada, "El
encuentro organizado por el Instituto de Desarrollo Económico y Social se
plantea como “un espacio de diálogo entre los actores que se reúnen en
distintas cámaras con especialistas del mundo del libro y con actores del
Estado”, según Alejandro Dujovne".
En busca de diagnósticos y propuestas
El futuro del libro
argentino no es una tierra prometida para unos pocos elegidos. La diversidad y calidad de las llamadas
editoriales independientes y las librerías es una conquista que no puede ni
debe perderse por políticas erráticas o desidia. Editores, libreros,
investigadores, responsables de distintas áreas del Estado, no suelen reunirse
para debatir, más allá de coincidir a veces en el torbellino de ferias
nacionales e internacionales, vértigo que deja poco margen para ejercitar el
pensamiento. La agenda del libro argentino hoy: panorama, avances y desafíos,
jornada organizada por el Núcleo de Estudios sobre el Libro y la Edición del
IDES (Instituto de Desarrollo Económico y Social) que empieza hoy, contará con
la participación de Trinidad Vergara (V&R Editoras, presidenta de la Cámara
Argentina de Publicaciones, CAP), Luis Quevedo, (Eudeba, vicepresidente de la
Cámara Argentina del Libro, CAL), Ecequiel Leder Kremer (librería Hernández,
vicepresidente de la Cámara Argentina de Papelerías, Librerías y Afines,
Capla), Leandro de Sagastizábal, flamante presidente de la Comisión Nacional de
Bibliotecas Populares (Conabip); Alejandro Dujovne, investigador del Conicet;
Heber Ostroviesky (Capital Intelectual), Carlos Díaz (Siglo XXI), Constanza
Brunet (Marea), Ezequiel Saferstein (CedInCI-Conicet) y Martín Gill (ex
diputado del Frente para la Victoria, actual intendente de Villa María,
Córdoba), autor del proyecto de ley por el que se crearía el Instituto Nacional
del Libro Argentino, entre otros.
Alejandro Dujovne, autor de Una historia del libro judío, cuenta que
esta jornada es un proceso convergente. “Tenemos cada vez más académicos
especializados en el libro argentino, lo cual nos permite empezar a tener
diagnósticos de algunos problemas contemporáneos, pero también algunos
problemas recurrentes de la historia argentina en comparación con otros
mercados como los de España y México, que siempre son los contrapuntos a partir
de los cuales se piensa el libro argentino. A partir de las reflexiones que
venimos haciendo, nos pareció importante propiciar un espacio de diálogo entre
los actores que se reúnen en distintas cámaras, que tienen intereses comunes en
algunos puntos y diferentes en otros, con especialistas del mundo del libro y
con actores del Estado. Si algo caracteriza al mercado del libro argentino es
cierta potencia cultural propia de una cantidad de personas y grupos frente a
un Estado que ha tenido una política errática para el sector. Sin embargo, en
los últimos años ha habido una cantidad de políticas bastante propicias de
distintas secretarias y ministerios. La cuestión es hacer un balance y ver qué
cosas están bien y se tienen que preservar. Pero también surge la necesidad de
pensar de manera más estratégica: qué políticas no sólo tienen que ser preservadas
sino coordinadas para darle una coherencia y estabilidad en el tiempo”, plantea
Dujovne a Página/12.
¿Cuál es el rol que debe tomar el
Estado en la regulación y promoción de la industria del libro? ¿Cuáles son los
resultados de la aplicación de políticas y programas estatales, como el
Programa Sur, los Planes de Lectura, las líneas de subsidios? ¿De qué manera
debe intervenir el Estado en las Ferias internacionales? ¿Cuáles son los nuevos
problemas de los editores y libreros en los que el Estado debería tener un rol
activo?, ¿Cuál será la intervención del Estado en la legislación de la economía
digital del libro ante la aparición de multimedios como Amazon o Google que
intervienen en la comercialización y distribución online? Intentarán responder algunos
de estos interrogantes cruciales Diego Lorenzo (Programa Sur del Ministerio de
Relaciones Exteriores y Culto), Agustina Peretti (Fundación ExportAr), Gustavo
Bombini (Plan Nacional de Lectura del Ministerio de Educación), Sebastián Helou
(Especialista en Comercio Exterior, Editorial Albatros) y Verónica Riera
(Biblos). “La intervención del Estado tiene que ser inteligente y estar atenta
a las particularidades de cómo apoyar que va desde la regulación básica que
ordena el mercado del libro, la ley de precio fijo, muy importante porque evita
la competencia desleal y favorece las librerías independientes, las editoriales
pequeñas, es decir la bibliodiversidad, hasta intervenciones concretas del
Estado, que propicie la creación de un mercado del libro fuera del área de
mayor concentración –subraya Dujovne–. Los grandes desequilibrios del mercado
argentino son dos: un proceso de tensión entre mercado y cultura, donde hay
mucha concentración en algunas editoriales; y el otro gran desequilibro es el
geográfico. Uno habla de Buenos Aires, de la ciudad de los libros o de las
librerías, pero difícilmente se pueda hablar de la Argentina en el mismo
sentido. Alrededor del 80 por ciento está concentrado en Buenos Aires. Ahí el
Estado tiene que intervenir a través de promociones y subsidios, una cantidad
de políticas que tienen que trabajar para garantizar una mejor distribución.”
“La historia argentina muestra cómo de
un plumazo se puede destruir el mercado editorial en períodos de apertura
irrestricta o de crisis económica; un mercado que se construye muy lentamente,
donde en general no hay una alta rentabilidad y en la mayor parte de los casos
se trata de pequeños editores. No es un sector de primera necesidad que
inmediatamente se recompone. En este caso más que en otros, hay que ser muy
cuidadoso con las políticas que se aplica. Una apertura general repentina puede
desarmar un universo de editoriales independientes que han logrado enriquecer y
diversificar el mundo editorial argentino”, explica Dujovne.
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