lunes, 28 de diciembre de 2015

Otra traducción española que, con suerte, no se va a vender en Latinoamérica

Lo que sigue es un artículo publicado por Carmen López en eldiario.es del 21 de diciembre pasado. Su lectura invita a algunas reflexiones. La primera: está claro que no hay traducciones definitivas y que siempre todas pueden mejorarse o, en el mejor de los casos, actualizarse. Pero no siempre es necesario andar metiendo mano porque a veces el resultado es óptimo. Sin embargo, la tentación suele ser mucha y la inteligencia, poca. No es lo mismo leer La señora Bovary (así se tradujo a principios del siglo XX) que Madame Bovary (así se tradujo siempre hasta que una traductora ibérica decidió volver al pasado y, de paso, ponerle salero a la cosa, como si los lectores de Flaubert buscaran salero). Tal vez haya ahora que decir que no es lo mismo leer Otra vuelta de tuerca (título mejorado por José Bianco respecto del original inglés, según opinion de Jorge Luis Borges, que algo sabía de la cuestión) que La vuelta del torno (como traducen con bombos y platillos, Alejandra Devoto, Jackie DeMartino y Carlos Manzano, para la editorial española Libros del Asteroide). En síntesis, ya nada asombra. Hablando de tornos, bien podrían haberle puesta La visita al dentista o Se arreglan rulemanes. La segunda reflexión hace a la historia de la traducción en España: es interesante saber que el engendro ya había sido utilizado antes por Celedonio Martínez Abascal en su traducción de 1985 para la editorial Fontamara. Claro, ahí él había puesto La vuelta de torno, y está clarísimo que en esa contracción de la nueva versión cambia todo... Con tal de ser originales –o al menos de creer serlo–, todo vale, incluso enmendarle la plana a un gran traductor que, curiosamente, no era español,encontrarle la quinta pata al gato y el pelo al huevo, para no hablar de esa petulancia y esa  necedad tan castizas de algunos colegas ibéricos y de muchos editores de ese origen. No importa, sigan participando..

Una nueva lectura de Henry James

En enero de 1897 la revista estadounidense Collier's Weekly publicó la primera entrega de una historia de fantasmas firmada por Henry James, un escritor ya reconocido en aquel momento. El último capítulo salió a la venta en el número de abril y a finales de ese mismo año se reunieron en un solo volumen titulado The Turn Of The Screw, que acabó convirtiéndose en el libro más famoso firmado por el autor y en un clásico de la literatura de terror.

La trama es de sobra conocida, incluso aunque no se haya leído el libro. La novelita de James se ha adaptado al cine y a la televisión en numerosas ocasiones, entre otros por el director español Eloy de la Iglesia en 1985. Asimismo, también se puede reconocer su influencia en filmes como Los Otros de Alejandro Amenábar o en uno de los capítulos de la serie televisiva Historias para no dormir de Chicho Ibáñez Serrador, titulado El muñeco. Incluso en un campamento de verano con niños y niñas compartiendo leyendas de miedo con una linterna iluminándoles la cara podrían aparecer sus elementos principales empezando por ellos mismos.

La nouvelle de James empieza con un grupo de amigos que, durante una noche de Navidad, se sientan ante el fuego del hogar para relatar historias de fantasmas. La que ocupa las páginas del libro está protagonizada por una joven institutriz que se muda a una antigua mansión para cuidar de dos niños huérfanos. Poco a poco la niñera empieza a sentir presencias que trastornan la personalidad de sus pupilos y que le generan una ansiedad que crece según va avanzando la narración. El libro da lugar a numerosas interpretaciones, comunes en este tipo de literatura, como son los deseos sexuales reprimidos o los trastornos mentales.

En 1945 José Bianco tradujo la obra al español con el título Otra vuelta de tuerca, aunque este ha ido cambiando con el transcurrir de los años y el criterio de los traductores o traductoras. En 2004 Juan Antonio Molina Foix lo tradujo como Vuelta de tuerca (editorial Cátedra) y el pasado mes de noviembre Libros del Asteroide lanzó una nueva versión titulada La vuelta del torno, traducida por Alejandra Devoto, Jackie DeMartino y Carlos Manzano, que ha tardado diez años en llevarse a cabo.

Según la editorial (el coordinador de la traducción, Carlos Manzano, declinó la invitación a realizar declaraciones para este artículo): "El título de esta edición busca transmitir con precisión la violencia que contiene el título original, el lento movimiento del mecanismo que puede acabar descoyuntando al torturado que es lo que, en definitiva, le sucede a lo largo del libro a su protagonista".

Luis Solano, editor de Libros del Asteroide, se enteró de que Manzano se había embarcado en este proyecto cuando se inició y fue siguiendo su proceso hasta que hace tres años pudo leer las tres primeras páginas traducidas: "Me quedé prendado y cerramos el acuerdo para publicarlo enseguida, aunque hemos tenido que esperar varios años para que los traductores diesen por buena la versión definitiva".

Un trabajo meticuloso
Este tipo de cambios en las traducciones de los títulos de los libros –por no hablar de las películas, que son un caso aparte– suelen suscitar comentarios cuando no polémicas, al menos en el sector de la traducción. Un caso puede ser, por ejemplo, el del famoso relato de Franz Kafka La metamorfosis también traducido como La transformación, que arrastra consigo extensos  argumentos que justifican una u otra adaptación al castellano.

José Luis López Muñoz tradujo The Turn Of The Screw en el año 2000 para Alianza Editorial (el mismo año que ganó el Premio Nacional a la Obra de un Traductor). Utilizó el título más conocido por los lectores en castellano, Otra vuelta de tuerca, ya que en su momento no se le ocurrió que fuese necesario cambiarlo. "El efecto del título sobre el lector siempre tiene algo de misterioso. Y, además, cuando un título se ha usado mucho tiempo, nos acostumbramos a él y cuesta cambiar. Es evidente que Otra vuelta de tuerca no es una traducción literal de The Turn of the Screw, de manera que el cambio es siempre posible, no sé ya si necesario o aconsejable", explica.

Por supuesto, y sobre todo teniendo en cuenta su dilatada carrera, también ha apostado por la modificación en algún momento. "Lo he hecho al menos en dos ocasiones. The Reivers, una de las novelas de Faulkner que he traducido a lo largo de los años para Alfaguara, se llamaba anteriormente Los rateros, pero en 1997 mi traducción se publicó con el título de La escapada. Hubo quien me criticó, aunque Los rateros era un título imposible que sólo servía para desorientar al lector. Más recientemente, en 2013, Alianza ha publicado mi traducción de Sense and Sensibility, de Jane Austen, con el título de Sensatez y sentimiento en lugar de Sentido y sensibilidad, que es el título español con el que de ordinario se conoce tanto la novela como su versión cinematográfica de 1995, con guión de Emma Thompson y dirigida por Ang Lee".

Aún no ha pasado el tiempo suficiente para que Libros del Asteroide pueda estimar el impacto que La vuelta del torno ha tenido en el público, pero Solano está convencido de su apuesta. "La intención con el nuevo título era llamar la atención de los lectores, señalar que esta versión es muy distinta a todas las anteriores, que cuando lo lees parece realmente otro libro; no se trata tanto de decir si el título estaba bien o no, sino de que el lector entienda que lo que proponemos es una versión radicalmente distinta (y mejor) a lo que se había leído hasta ahora", afirma.

No se puede saber, pero parece que Henry James se imaginaba que la adaptación de su historia a otras lenguas iba a conllevar numerosas disquisiciones. Irónicamente, cuando en el libro una de las oyentes del grupo reunido alrededor del fuego le pregunta al narrador por el título del relato, él contesta: "No tiene título". Más de un siglo después, aún se sigue buscando el adecuado en castellano.

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