El pasado 8 de mayo, el periodista y escritor
Antonio Díaz Oliva publicó en el
diario La Tercera, de Chile, una
entrevista con la poeta y traductora chilena Verónica Zondek (foto), de la que transcribimos los párrafos más
relacionados con la cuestión de la traducción.
Un fragmento de entrevista
Verónica Zondek no
solo es conocida por su obra poética: lo es, también, por su labor como
traductora. Autores como el poeta, dramaturgo y artista visual santaluciano
Derek Walcott; o la poetisa canadiense en lengua inglesa, ensayista, traductora
y profesora de literatura (y suerte de rockstar por estas latitudes) Anne
Carson; ambos han sido traducidos por Zondek.
–¿Siempre estuviste
interesada en la traducción?
–Traducir para mí
es un hallazgo que se me dio por cosa banal o no tan banal, pero real. Cuando
tuve a mi primer hijo, por estar en ciudad sin otra familia que la nuclear, me
fue muy difícil trabajar fuera de la casa y un día se me ocurrió que podía
traducir tesis y otras cosas profesionales sin moverme de la casa, sólo con mi
Simon & Schuster a mano y la máquina de escribir. Y así empecé. Obviamente
entonces ni pensé en traducir poesía porque entonces la cosa era ganar dinero y
recurrí a lo que podía darlo. Lo de la traducción poética se me dio mucho
después y además con más conocimiento y experiencia tanto lectora como
escritural.
–¿Y qué significa
traducir poesía para ti? Te lo pregunto porque es tal vez una de las
disciplinas de traducción más complejas (el eterno dilema entre respetar la
“música” lírica versus la intención; o forma versus contenido).
–Traducir poesía
es para mí, un oficio y un trabajo completamente comprometido, pero sobretodo
una forma de leer más hondamente, de enriquecerme con otros y también de abrir
la voz de alguien desconocido o mal traducido, a mi juicio, a otros lectores
como yo. Es un viaje que me aleja de mí sólo para traerme de vuelta con más
fuerza y siempre más rica, más ancha. Es quizás una obsesión más de las muchas
otras en las que me involucro y siempre me deja feliz, cuando siento que lo
logro.
“Estuve con ella, pero no traduciéndola”, dice
sobre el paso de Anne Carson el pasado octubre, 2018. Red Doc> ya
lo había traducido la misma Zondek y ya había sido publicado por Trilce en
México, por LOM en Chile y por Bajo la luna en Argentina; y que pronto saldrá
en Colombia por Uniandes. “Me tocó presentarla antes de su conferencia en la
UDP y luego hacer una lectura compartida de Red Doc> en inglés y castellano.
Y tuve algunos momentos privados con ella en los cuales pudimos conversar y
conocernos y hablar de ciertas cosas”.
–Otro de los
poetas que has traducido es Derek Walcott. La masculinidad de Walcott es una
masculinidad, a ratos, avasalladora (o por lo menos así me parece a mí al
leerlo). ¿Qué es lo que te interesó de Walcott?
–Pues, es
justamente lo que me interesó en el caso de él y sobretodo porque trabaja con
el cruce de culturas, lenguas e identidades que son temas que a mí me interesan
mucho. De hecho, he seguido traduciéndolo, aunque no he publicado ni mostrado
eso. Para traducir a otro, en el caso de Walcott y también de todos los otros y
otras que he traducido, hay que buscar en uno mismo esas hebras que te contactan
con esas diferencias y creo que, al menos en mi caso, siempre están. Uno tiene
necesariamente un lado masculino que es interesante de despertar y, por otro
lado, todos somos resultado de una mixtura entre lenguas, razas y culturas.
–¿Y cómo reflexionas sobre la idea de la identidad
(si es que la reflexionas) al traducir a alguien que no es de tu género y en el
caso de Walcott, además, alguien que no es de tu raza?
–Desde el
tiempo de los antiguos errantes y deambuladores hasta hoy, los seres humanos no
han dejado de moverse y mezclarse y por eso que el asunto de la pureza es una
idiotez máxima. Descubrir esas hebras en uno mismo a través de la escritura de
otro y otra, es un hallazgo fascinante y estremecedor. Descubrir cuáles son las
hebras aproximadamente equivalentes en tu propia lengua, es ampliar el mundo
conocido. Todo esto es, para volver al comienzo de esta entrevista, retomar y
zurcir esa retahíla de fragmentos que iluminan el cuerpo del género humano. Las
lenguas y las manifestaciones humanas incluyendo las de la escritura, encierran
misterios a develar, modos de estar en el mundo y nos abren al conocimiento y a
la empatía con la otredad. Y a mí, eso me parece un acto político de suma
importancia.
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