Phil Camino,fotografiada por
Javier Oliaga
|
En el mundo editorial
español se siguen produciendo denuncias por parte de traductores a propósito de
prácticas editoriales malsanas de todo tipo: falta de pagos, insultos públicos,
ruptura de contratos y plagios.
Pilar Eusamio, la acusada de plagio |
Ana Isabel Cordobés, de Cuarto Poder, de España, publicó a este
respecto una nota el pasado 15 de junio, que recoge denuncias a propósito del
Grupo Malpaso (ver en este blog la entrada correspondiente al 7 de junio
pasado, donde además se reenvía a notas anteriores sobre el mismo tema) y la comunicación
personal que nos hizo la traductora Itziar Hernández (nota en este blog
del 14 de junio pasado) a propósito del plagio de Pilar Eusamio,
empleada del Grupo La Huerta Grande, de Phil Camino.
Uno y otro
escándalo afortunadamente cuentan con la prensa que no tuvo en su momento Yolanda
Morató y con la "ayuda" de ACEtt (institución que en su momento abandonó a su suerte a esta última, pese a ser socia de la misma), cuando señaló el plagio en el que había incurrido Mercedes
Cebrián, escritora protegida por el establishment
cultural español del diario El País,
al publicar en la editorial Impedimenta, con anuencia de su dueño Enrique Redel, una
sospechosa versión de Me acuerdo, de Georges
Perec (cfr. las entradas de este
blog correspondientes a los días 8, 12 y 26 de febrero, y 5, 6 y 12 de marzo de
2017).
Las traductoras se rebelan:
La Huerta Grande, acusada de publicar
una traducción
plagiada
El mundo editorial
está revuelto en las últimas semanas. Si hace apenas unos días
saltaba el caso del grupo Malpaso y las denuncias de
diversos autores y traductores sobre impagos de la compañía, hoy se trata de
una acusación de plagio. La traductora Itziar Hernández
denuncia a la editorial La Huerta Grande por haber publicado una traducción
suya con el nombre de otra traductora.
Los hechos
se remontan a verano de 2017, cuando Hernández recibe el encargo de traducir
del italiano la obra de Romana Petri Donde
quiera que yo esté. La traductora afirma que envió el documento
traducido «el día 2 de septiembre y el día 6 empezaron a poner problemas con la
traducción, como que no estaba acabada». La argumentación de Itziar Hernández
fue que «se trataba de marcas de estilo del original».
A pesar de
sus explicaciones como traductora, el 16 de octubre la editorial La Huerta
Grande envía un burofax a la traductora «diciendo que rechazaban la traducción
por no adecuarse al nivel exigido por la editorial, y que rompían el contrato».
Hasta ese momento Hernández había cobrado dos partes del pago total,
establecido en cuatro pagos. «Me dijeron que iban a publicar mi traducción con
mi nombre y el nombre de la persona que iba a acabar de traducirla y editarla
porque consideraban que era una traducción a cuatro manos», a lo que la
traductora se negó «pues se había roto el contrato».
Meses más tarde, en
febrero de 2018, Hernández se entera de que la obra sale traducida, firmada por
Pilar Eusamio. La traductora sospechó y decidió encargar un ejemplar del libro
para comprobar la traducción realizada por Eusamio. «Empecé a subrayar páginas del libro y de mi traducción y cuando miré las
páginas que yo había subrayado hasta ese momento, que eran como 20, solo había
15 palabras distintas», indica Itziar Hernández. Entonces
buscó ayuda legal en ACE Traductores: «Le conté a mi abogado lo ocurrido y me
recomendó echar mano de un perito especializado en comparar traducciones y
certificó que el 90% de la traducción coincidía y que lo que era distinto eran
sinónimos».
Por parte
de La Huerta Grande confirman a cuartopoder.es que
están «supertranquilos» y pueden «defender lo contrario de lo que dice esta
señora». Describen
el caso de Hernández como «un invento de una historia que después se publica en
redes sociales» y certifican que «hubo un contrato que se resolvió por causas
contempladas en el mismo y nunca se usó la traducción de esta señora». También
confirman que «todo será defendido en un juicio y no a través de redes
sociales».
Itziar
Hernández señala además una serie de fotografías que la traductora que consta
en el libro, Pilar Eusamio, publicó en su cuenta de Twitter junto a la autora
del libro, Romana Petri. Hernández confirma que no se ha puesto en contacto con
Eusamio, ni ha sabido nada de ella por otros medios, aunque ha mencionado «su
cuenta de Twitter en varios tuits» publicados por Itziar Hernández.
La traductora inició
su denuncia en su cuenta de Twitter y confirma que no ha recibido respuesta por
parte de la editorial «ni por redes ni por otros medios». La editorial, por su parte, no va a decir «nada al respecto porque será
el juez quien determine en su momento quién tiene la razón»,
afirman en conversación telefónica con cuartopoder.es.
Por el
momento, Hernández confirma que su abogado «comenzó una negociación por plagio
el año pasado» y afirma que no ha contado nada hasta este momento porque «el
proceso está en manos de abogados desde hace dos años y si contaba algo podría
ser perjudicial». La traductora y su abogado exigen la retirada del libro hasta
que todo se esclarezca, aunque, indica, «la semana pasada se rompieron las
negociaciones ya que solo ofrecieron pagar lo que habían dejado de pagar de la
traducción -dos últimos pagos».
Por su
parte, La Huerta Grande se mantiene en que defenderán el caso «como tengamos
que hacer y consideraremos si tenemos que denunciar a esta señora por
calumnias», confirman a cuartopoder.es.
No hay comentarios:
Publicar un comentario