viernes, 14 de junio de 2019

Traductora española estafada por editorial


Un reciente caso de estafa a una traductora española por parte de la editorial La Huerta Grande. Itziar Hernández Rodilla, presente numerosas veces en este blog, ha realizado una traducción para esa casa editorial, propiedad de Phil Camino, quien arguyendo que el texto no se adecuaba “al nivel de calidad literario exigido”, rompió el contrato y, acto seguido, publicó exactamente la misma traducción entregada, pero atribuyéndola a otra persona para ahorrarse dos pagos. Aquí, a continuación, la explicación de la perjudicada.

Un fraude de la editorial La Huerta Grande

En el primer cuatrimestre de 2017, la editorial La Huerta Grande me contrató para traducir Ovunqueiosia de Romana Petri. Tras pagarme un adelanto por la traducción (eran 690 páginas y prefirieron dividir el importe en cuatro pagos), me puse a trabajar en ella y la entregué el día 2 de septiembre (según contrato) a la editorial. Unos días después me hicieron el segundo pago. 

A continuación, comencé a tener problemas con la editora y dueña de La Huerta Grande, Phil Camino, que acabó rechazando mi traducción por no adecuarse “al nivel de calidad literario exigido por esta editorial, no podemos presentárselo ni a la agencia, ni a la autora, ni a los lectores”, y con ello rompiendo el contrato el día 16 de octubre de 2017. Para entonces, el asunto estaba ya en manos de Mario Sepúlveda, abogado de ACE Traductores. No tuve que devolver el dinero que me habían pagado, pero, por supuesto, no terminaron de pagarme la traducción. 

Cuatro meses después la editorial anunció la salida del libro, que puso a la venta a comienzos de marzo de 2018, con traducción de Pilar Eusamio, librera de la librería Los Editores, que pertenece al grupo editorial de La Huerta Grande. Dada la longitud del texto, sospeché y compré la traducción. Para resumir, La Huerta Grande había publicado mi traducción firmada por Pilar Eusamio.

Ni la editorial ni la supuesta traductora tuvieron empacho en hacer la publicidad correspondiente del libro, con halagos para la traducción, y Pilar Eusamio llegó incluso a publicar fotos con la autora, Romana Petri, en las que se la presentaba como traductora del texto. Todo esto sucedía mientras el abogado de la asociación informaba de mi intención de denunciar el plagio, se hacían las consiguientes periciales y se intentaba negociar la retirada del libro. 

Nada de esto ha sido posible y, tras la interrupción de las negociaciones, yo por fin puedo contar lo que ha pasado. El título de la traducción es: Donde quiera que yo esté.

Ahora mismo estoy pendiente de la demanda y de ir a juicio.

Itziar Hernández Rodilla

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