Hombres sin mujeres, joya literaria del joven Hemingway
Hombres sin mujeres, del premio nobel de Literatura Ernest Hemingway, es una obra escrita hace casi 100 años y que por primera vez se publica en castellano. La traducción corrió por cuenta de Alfonso Conde Rivera para Ediciones Tres Cantos y el prólogo lo escribió el cronista Alberto Salcedo Ramos. Es una colección de catorce cuentos que Hemingway escribió cuando era muy joven y en ellos ya demuestra su talento para contar las historias tal como las vivían sus personajes.
Los críticos consideran que este libro que el joven Hemingway publicó en 1927 está a la altura del escritor que ganó el Premio Pulitzer en 1953 y el Premio Nobel de Literatura en 1954, en los que abordó temas que aún permanecen en sus obras posteriores: la crueldad de la guerra, la tragedia de la vida y la muerte en las plazas de toros, la confusa relación entre hombres y mujeres, los deportes, el absurdo y esa masculinidad expresada en personajes vigorosos, solitarios y desadaptados.
Parte de la obra de Hemingway fue censurada en regímenes dictatoriales. Algunos de sus cuentos se prohibieron en España y en países de otras lenguas. En 1977 la obra se tradujo por única vez al español en Argentina por Librerías Ediciones Fausto. Pero ese mismo año, la dictadura cívico-militar la clausuró por publicar y vender obras que “atentan contra la moral”.
Uno de los objetivos de la colección Catalejos del Tiempo de la editorial Tres Cantos es traerles a los lectores del siglo XXI obras que se prohibieron o pasaron desapercibidas para que se lean con los ojos del presente. En esta colección se han publicado obras como Otoño sentimental, de José María Vargas Vila; Historia de la monja alférez, doña Catalina de Erauso, escrita por ella misma, y Miguel Hernández en 50 poemas, con selección y prólogo de Jorge Urrutia. Esta edición de Hombres sin mujeres, la tradujo al castellano Alfonso Conde Rivera, doctor en Filosofía de la Universidad Nacional de Colombia y traductor literario al español del inglés, el francés y el italiano.
El prólogo, a cargo del cronista Alberto Salcedo Ramos (gran aficionado a la obra de Hemingway) analiza de manera muy ágil la maestría de un escritor que a los 28 años ya mostraba su inmenso talento. Acerca del alcance de la obra de Hemingway y en particular de esta obra CAMBIO habló con Salcedo Ramos.
–¿Cómo luce, por decirlo de alguna manera, Hombres sin mujeres a casi 100 años de su publicación?
–Los libros, como las personas, envejecen, y muchos, envejecen mal. Este de Hemingway se mantiene en buen estado de salud. A eso contribuye su lenguaje despojado de ripios. Más allá de que algunos temas correspondan a los años veinte del siglo pasado, conservan su vigencia, lo que se debe, en parte, a que abordan conflictos universales de una forma atemporal.
– En su concepto, ¿qué hace tan atractivo a Hemingway escritor, más allá del personaje?
–Es un maestro del arte de contar. García Márquez considera que tenía “un rigor lúcido”. Sabía manejar la tensión, ocultar los datos y hacer que sus relatos tuvieran vida propia, como si fueran contándose solos mientras los leíamos. Con este libro Hemingway llegó, prematuramente, a la maestría como narrador. Su publicación en español ––hecha por una editorial colombiana independiente–– es un feliz suceso.
–¿Por qué vemos tan cercano a Hemingway en América Latina?
–Tal vez porque muchos de los grandes escritores latinoamericanos solían citarlo. Tal vez porque él estuvo vinculado a América Latina. Hay que recordar que Hemingway vivió en Cuba, y que allí concibió y escribió El viejo y el mar. Además, Hemingway Influyó a varios escritores latinoamericanos de su tiempo.
–¿Por qué vale la pena leer este libro?
–Porque contiene varios de los cuentos emblemáticos de Hemingway. Por ejemplo, "Los asesinos". Se necesita tener una destreza narrativa absoluta para escribir un cuento que, a pesar de llamarse "Los asesinos", no contiene ningún asesinato. Tampoco necesitamos el crimen. La tensión, los diálogos, el desarrollo de la trama, son magistrales. Es como ver una película en un libro. Hombres sin mujeres se puede leer de muchas maneras. Para pasar el tiempo, por ejemplo, y también para aprenderle a un grande del cuento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario