viernes, 31 de agosto de 2018

Una columna sobre Polisemos y Jornadas Internacionales de Traducción Comparada

Como otros viernes, éste lo dedicamos a una columna de opinión. Se trata de la segunda que escribe Andrés Ehrenhaus especialmente para este blog y trata sobre algunas de las fealdades de la profesión.


El orzuelo de Polisemo y otras pústulas

1. En marzo de 2018 la universidad de Murcia celebró la décima edición de El ojo de Polisemo, el congreso interdisciplinario con el que ACEtt rellenó el hueco dejado por las extintas Jornadas de Tarazona. La primera edición había tenido lugar en Salamanca, sede de la universidad decana de España. Polisemo no podía nacer en mejor cuna. Sin embargo, no todo fueron flores y violas durante el embarazo. Un embarazo que ACEtt no sobrellevó bien en sus entrañas. Un embarazo casi se diría ectópico. De esa ectopía le quedó como recuerdo un orzuelo. La cesárea corrió a cargo del dentista del pueblo.

En el decurso de los preparativos previos a la celebración de los diez añitos de Polisemo recibí una curiosa invitación. Se me proponía formar parte de un panel en el que diez veteranos (“como tú estuviste en los primeros polisemos”, me dijeron) de la gesta odiséica daríamos en comentar esos dos lustros de luminosa infancia ciclópea, intercalando testimonios audiovisuales –esta opción se me ofreció como más higiénica– de ese parcurso, como en una snuff movie familiar. Entendían, se me dijo también, que no quisiera participar en el collage in vivo, y por eso me ofrecían la posibilidad de hacerlo in vitro, a distancia, como un Torrebruno de jardín. No los mandé a la mierda. Nunca lo hago. Les dije que gracias pero no. Me reemplazaron fácilmente y la mesa collage cursó con el título de “Celebración del décimo aniversario: Diez miradas al Polisemo” y la coordinación de P. Aguiriano y el actual presidente, C. Fortea. No sé si mentaron el embarazo. Tampoco el orzuelo.

Que yo había estado en los primeros (porque del embarazo, quién se acuerda ya) era rigurosa verdad. Para ser precisos, en los dos primeros: el ya citado de Salamanca y el 2º, que acogió la universidad de Málaga en medio de una tormenta interna en ACEtt. Al cierre de ese Polisemo, yo ya había renunciado a mi lugarcito en la junta directiva por razones de ética básica que puedo exponer documentadamente (sí, amigos, conservo las actas de esos mediocres días) a quienes me lo pidan de buen modo. Como es habitual en mi larga lista de errores, callé esas razones en su momento, a pesar del linchamiento jacobino al que fui sometido. No debí hacerlo. Lo sé. Y sé que me equivoqué al creer que era más elegante el silencio y el discreto mutis por el foro porque los enemigos me los gané igualmente –o quizás, seguramente, ya los tenía. Cuestión que ese fue el último Polisemo al que asistí, sencillamente porque, hasta la absurda y humillante invitación del décimo, nadie tuvo nunca la decencia de acercarse al que, nobleza obliga, había sido su Gepetto. Les regalás un juguete rabioso y te borran nomenklatura. De doctor franquestein a monstruo invisible. Así de simple.

Polisemo hace como que no, pero el orzuelo en el ojo lo sigue teniendo. Un poco más abajo y a la izquierda de donde Odalisco le clavó el puñal que le acabó nublando la vista. Un orzuelo que va camino de convertirse en forúnculo.

2. De los muchos errores cometidos en mi vida metaprofesional, salir nocturnamente de ACEtt no fue el peor ni, mira por dónde, entrar diurnamente primero, pero me hago cargo de todos y cada uno de ellos. Bastante más grave fue creer que debía (y podía) doblegar la aporía derridiana (¿o era de Fucol?): armonizar justicia y poder. Ahora sé que no sólo es imposible sino nefasto. Nefasto por parte de uno. NO se puede ser justo desde un cargo de poder, por miserable que sea. Otras cosas, quizás; justo, NO. De eso no nos salva ni la ingenuidad y deberíamos dejar de mirar hacia otro lado cada vez que alguien justifica su autoritarismo humanitario con el eslógan maldito: “Alguien lo tenía que hacer”. No, nadie tenía que hacerlo. Vos tampoco, salame, quiero decir, ingenuo.

De esos errores que mencionaba, regalarle a la secta acéttica el moisés con criatura y nombrepuestoparece que me jode más que otros quizás más serios. Me jode porque le entregué al poder mezquino una herramienta que funcionaba y funciona. Y porque desperdicié un nombre divertido. Eso es imperdonable. No debí hacerlo pero mi estulticia a menudo se cree omnipotente. Debí dejar que se les apagaran las luces junto al lecho agónico de Tarazona; total, tarde o temprano me acabaría yendo de ese avispero beige. Por cierto, el logo fue producto del ingenio, la capacidad de síntesis y el buen gustode Marta Alcaraz, gran traductora por cierto. Espero que le vayan agradeciendo ese favor que, hélàs, ella también les hizo gratis: cada quien paga su diezmo y la secta nunca agradece como corresponde. Básicamente recrimina. Sí, bwana, lo que tú digas.

3. Las asociaciones de traductores que conozco más de cerca, ACEtt y AATI (pero no dudo en meter ahí a muchas otras, incluidas –cómo no­– las colegiales), se nutren de la temerosa ignorancia del aprendiz y la no menos temerosa desidia del avanzado. El corral les da a las ovejitas la ilusión de estar a salvo (there’s security in number) entre toda esa ropa de lana; pero el lobo no está afuera, no hay lobo, lo que hay es una industria a la que hacer frente con estructuras gremiales y no con consignas de mesianismo cultural y lloriqueo ético. En esa paradoja se les va la poca fuerza que juntan, porque no tienen nada en la mano para negociar tarifas en condiciones ni defender a quienes no tienen más remedio que aceptar miseria a cambio de trabajo bien hecho. Las cuotas de los socios se van en manualidades o virtualidades, o en congresos para más inri de los vips, globales o paisanos. De cada encuentro de esos se sale con la certeza de lo buenos que somos y lo poco bien que nos tratan, mientras se empobrece nuestro aparato crítico (no digamos ya el autocrítico) y se reblandece nuestra voluntad de lucha. Papá ya hará algo, papá es bueno. Papá tiene muchos premios. Sí, bwana.

No jodamos más con eso. O llamamos gremio al gremio o club social al club social. Los inventos intermedios son globitos desinflados. O peleamos por leyes justas y dignas o nos vamos a la confitería a tomar el té y contarnos las desgracias entre masita y masita. La idea germinal de Polisemo era precisamente aunar el rigor académico con la experiencia profesional a pie de calle: abrir la baraja, no reconducirla hacia una asociación esterilizante. Una asociación más preocupada por autoadjudicarse prebendas y premios (con el cuento de que el pastel de pocos da migas para muchos) que por apoyar con hechos a los colegas con conflictos laborales graves. Conozco bien el discurso de desactivación sindical y meloneo asociativo porque yo mismo redacté algunas de sus peores páginas y me esforcé por demostrarles a mis colegas que era peor para el traductor de a pie pasar la noche al raso bajo un manto de estrellas que ponerse a recaudo bajo el insuficiente alero que ofrece el corral al rebaño. Uno se moja igual si truena, pero acompañado. De gente buena, rimémber. Esa lógica de dentro=bueno, fuera=malo es común a todas las dinámicas de aglutinación cuantitativa. En ACEtt celebrábamos las cifras redondas de nuevos socios como I likes o retuits, sin importarnos que el techito siguiera siendo igual de estrecho y protegiera menos cada vez. No es lo mismo una asociación de 30 que una de 500, dónde va a parar. Dónde, eso digo yo.

4. Lo decente, lo decoroso, sería que dejaran en paz al pobre cíclope mosaico. Que le permitieran volver a su isla, a curarse el orzuelo a solas con agua de mar y suspirar de amor ciego por Galatea. Que no usaran su nombre, que no malgastaran su elegante logo. Que se romperan la croqueta pensando en un nombre más afín con su índole actual: La bicileta de Sísifo o El medio piojo de Sansón. ¿Ven? Ya estoy otra vez regalándoles manises a los monos.

Pero ¿a qué viene toda esta diatriba sobre algo que pasó hace años y que ni siquiera está entre los trending tópicos de la profesión? Viene a que mis ojitos se tropezaron los otros días con la convocatoria de –preparesén– las Jornadas Internacionales de Traducción Comparada “Variedades regionales en las lenguas de traducción”, celebrables en la Biblioteca Nacional de la ciudad de Buenos Aires entre el 20 y el 22 de septiembre. Coorganizadas por AATI. A las que acude raudo el presi de ACEtt. Esos dos clubes aporísticos que decíamos, ¿no? Y en cuyo comité organizador aparece a la cabeza y como propietario de la “idea original” un colega que, entre otras cosas, fue quien me invitó a apartarme del proyecto de Ley de protección de los traductores (v. https://clubdetraductoresliterariosdebaires.blogspot.com/2017/09/la-necesidad-de-decir-como-fueron-las.html y https://clubdetraductoresliterariosdebaires.blogspot.com/2018/06/sigue-vivo-el-proyecto-de-ley-de.html) para acto seguido cubrirlo bajo una capa de cal viva y arrojarlo al mar de los gargajos y que, aunque nadie se atreva a decirlo a viva voz, tuvo el atrevimiento de servirse de un proyecto ajeno (si me aprietan, diré cuál y de quién, aunque basta con mirar con atención el programa para ver por dónde vienen los tirios) y blindarlo como propio para montar estas Jornadas que, con o sin Manguel, tienen muchos puntos para nacer con algo más que un orzuelo o un forúnculo en barbecho.

Porque, aparte de la inelegancia de la fórmula, el pleonasmo desnuda el lapsus y el lapsus, la cola de paja. ¿Idea original? ¿Cómo contraposición a qué: a idea afanada? ¿A idea repetida? ¿A idea de otro? Por eso me acordé de Polisemo. Algo me olía a déjà vu. A Macadamia de la Lengua. Y a virreinato.

5. Es hora de poner las cartas sobre la mesa. El que arruga es avestruz.

jueves, 30 de agosto de 2018

Más sobre las capacidades especiales de la RAE


El lunes 27 de agosto pasado, Juan Batalla publicó en InfoBAE Cultura la siguiente nota, donde se retoma la polémica suscitada en Twitter entre la RAE y varios usuarios de la red social. La misma revela que las capacidades especiales de los miembros de la RAE siguen siendo las mismas.

Polémica en las redes: ¿Están “Machirulo” y “Feminazi” en camino de ser aceptadas por la RAE?

La Real Academia Española respondió en Twitter sobre el significado de estos neologismos y despertó la ira de los usuarios, que acusaron a la institución de avalarlos, aún cuando se aclaró que aún no forman parte de su diccionario. Infobae Cultura dialogó con una especialista para conocer cómo el organismo acepta o no los nuevos términos.

En una época en que el lenguaje está en discusión, en el que los cambios empujados por las redes sociales parecen afirmarse con mucha mayor rapidez en el habla cotidiana, la RAE (Real Academia Española) busca la manera de consolidarse, de ganar en el territorio de las nuevas tecnologías, aunque en sus intentos puede trastabillar, tal como le sucedió durante el fin de semana, cuando respondió sobre los términos "Feminazi" y "Machirulo" y recibió una catarata de tweets que criticaron un supuesto "aval".

Todo comenzó, esta vez, cuando la institución ingresó en el debate que tenían dos usuarios @DStoermann y @Antifeminaziis, cuenta suspendida por Twitter después del intercambio para aclarar que "La voz «feminazi» (acrónimo de «feminista» + «nazi») se utiliza con intención despectiva con el sentido de 'feminista radicalizada'".

Este aporte fue tomado como que la RAE aceptaba el uso del término y que de esta manera la avalaba, por lo menos así lo entendieron muchísimos usuarios. Desde un "La RAE legitimando un insulto al movimiento feminista y a lo pueblos víctimas del nazismo. Estos tipos son todo lo que está mal" a "¿Y desde cuándo ustedes definen y justifican el uso de una palabra que no está en el diccionario? 'Este neologismo de reciente creación que se documenta en el uso pero no recogen nuestras publicaciones', ¿eso no aplica con el lenguaje inclusivo ni otros por los HUEVOS DEL CM?" o "La RAE legitimando un insulto al movimiento feminista y a lo pueblos víctimas del nazismo. Estos tipos son todo lo que está mal"

El ente, rápido de reflejos, también contestó mediante la red social del pajarito: "Disculpe, solo hemos comentado, como respuesta a una consulta, el origen de este neologismo de reciente creación, que se documenta en el uso pero no recogen nuestras publicaciones".

Y aquí es una de los grandes problemas que se encuentra la RAE ante el nuevo ágora del debate del lenguaje, las redes sociales. Los tiempos del lenguaje en la vida cotidiana son mucho más veloces que los de su institucionalización y si bien el ente regulador del idioma español busca aclarar dudas aún cuando clarifica que no forman parte de sus diccionarios– el hecho que ingresen en el debate puede generar malos entendidos.

"Hace algunos años que la RAE está tratando de actualizarse. Están buscando acercarse más a la población. No es un proceso nuevo, si se tiene en cuenta que hace dos décadas la base de datos comenzó a tomar las nuevas palabras de distintos lugares de habla hispana", explica a Infobae Cultura Silvia Ramírez Gelbes, doctora en Lingüística, profesora Adjunta en la cátedra de Corrección de Estilo de la Universidad de Buenos Aires y profesora principal de Cátedra de la Universidad de San Andrés.

En ese sentido, Ramírez Gelbes ejemplifica: "Hace poco tiempo, en el diccionario incorporaron el ESP, cuando reconocen que es una acepción española. Antes no aparecía discriminado, pero ahora está igualada las descripciones de España a la del resto de los países".

Además, asegura, que las explicaciones sobre los neologismos no deberían ser tomados como una expresión de aval: "Es cierto que tratan de responder de manera rápida, pero la RAE tiene una regla por la cual un término se incluye cuando ya tiene cinco años de uso. Se toman un tiempo prudencial para hacerlo".

Esta no es la primera vez que la RAE se encuentra envuelta en una polémica. En marzo pasado, por ejemplo, modificó la quinta acepción del adjetivo "fácil" para que deje de referir a una "mujer que se presta sin problemas a mantener relaciones sexuales" y pasó a ser una "persona".

El año pasado, luego de que se juntaran 200 mil firmas, también cambió el significado de "sexo débil", que a su definición de un "conjunto de las mujeres" se adicionó que su uso tenía una "connotación negativa". En aquella oportunidad, también decidió corregir otras como "revoque", que pasó a ser "maquillaje excesivo" sin importar el género antes era "de una mujer", "edén", que ya no es la tierra de Adán, sino que también la compartió con Eva o incluso "himno", que se utilizaba para exaltar las proezas de un "gran hombre", pero ahora de una "persona".

Para la especialista uno de los problemas comunicativos que afronta la RAE es su sesgo español: "A veces confronta con una mirada española. En el caso de 'Machirulo', por ejemplo, no es lo mismo 'chulo' en Argentina, que en España, que puede ser tanto lindo como gigoló. Sus respuestas pueden estar sesgadas, ya que que por contestar rápido no consultan a las academias del lenguaje locales".

"No se debe tomar estas explicaciones como definitivas. Lo que sucede es que estamos acostumbrados a que durante el siglo XIX y XX eran una referencia ineludible. No por nada existe la expresión 'lo dice la RAE', aunque 'Machirulo' y 'Feminazi' no estén registradas, una persona que no conoce cómo es el circuito puede confundirse. Es una forma de brindar un servicio. Con esto se acercan al público más general y buscan salir del encierro de los 'especialistas iluminados'", finaliza.

La polémica sigue abierta y será cuestión de tiempo para conocer si finalmente ingresan al diccionario y, en caso de hacerlo, de qué manera se las define.

miércoles, 29 de agosto de 2018

Se supo: las definiciones de los términos "feminazi" y "machirulo" demuestran que los miembros de la RAE tienen capacidades diferentes


La noticia salió publicada sin firma, en el diario Clarín, de Buenos Aires, el pasado 25 de agosto. Se refiere a dos voces actualmente de moda: la primera, se aplica a la percepción que tienen algunos del llamado “feminismo extremo”; la segunda, fue utilizada por la senadora Cristina Fernández de Kirchner para descalificar al presidente Mauricio Macri. En la bajada se aclara que “aunque no figuran en el diccionario, la academia accedió a darles definiciones en Twitter”. 

La RAE definió los términos “feminazi” 
y “machirulo” y hay polémica en las redes

La Real Academia Española (RAE) generó una polémica en Twitter al acceder a definir dos palabras cada vez más utilizadas en el país a partir del avance del feminismo y sus detractores: ”feminazi” y “machirulo”.

“La voz «feminazi» (acrónimo de «feminista» + «nazi») se utiliza con intención despectiva con el sentido de 'feminista radicalizada'“, escribió la cuenta oficial de la RAE ante la consulta de una usuaria de la red social.

La respuesta no pasó desapercibida y las críticas no tardaron en llegar. En concreto, los usuarios acusaron a la academia de avalar el uso de un neologismo que ataca al feminismo.

“La RAE legitimando un insulto al movimiento feminista y a lo pueblos víctimas del nazismo. Estos tipos son todo lo que está mal”, escribió un tuitero que cosechó cientos de retuits.

Ante las críticas, desde la academia aclararon que la palabra no figura en el diccionario y ”no hay ninguna propuesta” para su incorporación. “Disculpe, sólo estamos comentado, como respuesta a una consulta, el origen de este neologismo de reciente creación, que se documenta en el uso pero no recogen nuestras publicaciones”, postearon.

“Es muy frecuente que las palabras objeto de consulta no figuren en el diccionario académico y siempre damos sobre ellas la información que está a nuestro alcance. Ese es nuestro trabajo”, continuaron explicando, sin conformar a la mayoría de los usuarios de la red social.

Más tarde, ante otra consulta sobre la palabra “machirulo”, desde la RAE respondieron: “«Machirulo» es otro neologismo, creado a partir de «macho», «machista» y «chulo». Tampoco figura en el diccionario académico”.

martes, 28 de agosto de 2018

"La tarea se realizó de modo manual, con pinceles y guantes, y en perímetros demarcados"


Con firma de Rubén H. Ríos, el diario Perfil, de Argentina, publicó la siguiente notica, cuya bajada indica: "Culminaron los trabajos de restauración y puesta en valor de las obras que integraron la biblioteca personal del escritor argentino. Ahora están a disposición de los visitantes.

Se recuperó la biblioteca de Borges

Se anunció en esta semana la restauración y puesta en valor de los 2 mil libros que integraron la biblioteca personal de Jorge Luis Borges (1899-1986) y que ahora se encuentran a disposición del público en la sede de la Biblioteca Internacional Jorge Luis Borges, ubicada en la calle Anchorena 1660 de la Ciudad de Buenos Aires, contigua a la casa donde vivió la familia Borges entre 1938 y 1943. La tarea de recuperación se llevó adelante con el apoyo de la Fundación Banco Ciudad y de la Dirección de Relaciones Institucionales del Ministerio de Cultura. La puesta en valor de los volúmenes comenzó en junio del año pasado y culminó con un acto en la sede central del Banco Ciudad, con la presencia de María Kodama, el presidente del Banco Ciudad, Javier Ortiz Batalla, y Norberto Frigerio, director de Relaciones Institucionales de la Nación, durante el cual se entregó una placa conmemorativa. El trabajo de restauración estuvo a cargo de un equipo dirigido por Viviana Gabriela Melloni de Mallol, magister en Historia del Arte Argentino y Latinoamericano.

Entre los ejemplares que contiene la colección figura la primera edición en inglés de Seven Pillars of Wisdom, de T.E. Lawrence (Los siete pilares de la sabiduría, de Lawrence de Arabia); The Life of Oscar Wilde, de Hesketh Pearson (escritor británico muy popular por sus biografías), la Biblia de Cambridge, obras escogidas de Jean Cocteau, The Kabbalah Unveiled traducida por el ocultista Samuel Liddell MacGregor Mathers. También se destacan ediciones del I Ching, el Corán, el Bhagavad-Gita, The Tibetan Book of the Dead (edición de W.Y. Evans-Wentz, uno de los primeros introductores occidentales del budismo tibetano), Paradise Lost de Milton, La divina comedia, La isla del tesoro de Stevenson, El corazón de las tinieblas de Conrad, además de obras de William Blake, Robert Browning, Bernard Shaw y Robert Graves. La biblioteca contiene libros que Borges leyó durante toda su vida, y muchos de ellos son obras de escritores ingleses y estadounidenses, aparte de diversos ejemplares de filosofía, historia y religión.

El proceso de restauración de Melloni de Mallol inicialmente se aplicó a la revisión de cada volumen, página por página, para considerar los criterios de mejoramiento del material que se llevarían a cabo. A su vez, se crearon las condiciones para la conservación y preservación de los libros originales y de las notas y apuntes manuscritos realizados por Borges sobre los ejemplares. Para el resguardo de estos escritos, por lo general realizados en el reverso de los libros en letra pequeñísima, se los folió en papel libre de ácido y luego se los digitalizó. La tarea se realizó de modo manual, con pinceles y guantes, y en perímetros demarcados. Para esta conservación preventiva en forma integral, Melloni de Mallol tuvo en cuenta los factores externos, como la temperatura y la humedad, y procedió por inspecciones permanentes para establecer un ambiente estable.

La fundación del Banco Ciudad anteriormente colaboró con las actividades que se organizaron por el 30º aniversario del fallecimiento de Borges, como el apoyo a la muestra "Universo borgeano" que se expuso por primera vez en la Casa Matriz del Banco Ciudad en noviembre de 2016 y luego en el Instituto Cervantes de Nueva York.

lunes, 27 de agosto de 2018

Por más que Avogadro haga chistes, el Ministerio de Cultura que él dirige lo hizo de nuevo



En 2016,  el Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires (C.A.B.A.) quiso homenajear a Jorge Luis Borges... pero le salió mal. En esa oportunidad, en la Línea C del subterráneo de la ciudad, hubo un mural que le atribuyó una cita que no era de él. Aparentemente, según un artículo del 24 de junio de ese mismo año, publicado en el diario Clarín, hubo algo así como una catarata de memes en la web, llenos de falsas atribuciones, como la que ilustra esta entrada. Ahora, dos años después, el fenómeno se vuelve a repetir, y Clarín, del 24 de agosto pasado, lo vuelve a registrar, sólo que esta vez tiene mayor difusión ya que, por el Día del Lector, apareció en las cuentas oficiales otra frase apócrifa del célebre escritor argentino. El problema, aparentemente de difícil solución para el Ministerio de Cultura de la Ciudad, se resolvería si, en lugar de licenciados en administración de empresas o marketing, o simplemente de sobrinas con inquietudes de funcionarios de otras áreas, en esa repartición también hubiera gente de letras o, para no complicar tanto las cosas, simples lectores.

Citar a Borges otra vez fue un problema
para el gobierno porteño

“He buscado el sosiego en todas partes y solo lo he encontrado sentado en un rincón apartado, con un libro en las manos”. El pensamiento, original de Tomás de Kempis –un canónigo agustino del siglo XV– fue atribuido a Jorge Luis Borges y difundido este viernes en las cuentas oficiales. 

El mensaje circuló con motivo de una nueva celebración de “El Día del Lector”, coincidente con el 119° aniversario del nacimiento del escritor, y provocó diversas reacciones en las redes sociales. Incluso, la del propio Ministro de Cultura porteño, Enrique Avogadro, quien agregó un emoji, a modo de broma. Para entonces, ya muchos lectores habían advertido el error.

Un equívoco similar había ocurrido hace dos años, cuando Subterráneos de Buenos Aires quiso homenajear al autor de El Aleph con la siguiente inscripción en uno de sus andenes: “Con el tiempo, comprendes que solo quien es capaz de amarte con tus defectos, sin pretender cambiarte, puede brindarte toda la felicidad”, una leyenda más cercana a la autoayuda que a la literatura borgeana.  

En aquella oportunidad, en las redes sociales, la mayoría de los usuarios apelaron al humor: en una catarata de tuits, le atribuyeron a Borges frases como “la pelota no se mancha”, de Diego Maradona. También, versos tomados de canciones de grupos de la música popular, como Márama. 

Con anterioridad, el gran escritor argentino había sufrido otras injusticias semejantes, por ejemplo, que se le atribuyera –se reprodujera al infinito– el poema “Instantes”, que circuló por el mundo entero y comenzaba así: “Si pudiera vivir nuevamente mi vida, en la próxima trataría de cometer más errores. No intentaría ser tan perfecto, me relajaría más. Sería más tonto de lo que he sido; de hecho tomaría muy pocas cosas con seriedad. Correría más riesgos, haría más viajes, contemplaría más atardeceres, subiría más montañas, nadaría más ríos. Iría a más lugares a donde nunca he ido, comería más helados y más habas, tendría más problemas reales y menos imaginarios (...)”.

Hasta la viuda del escritor, María Kodama, se encargó en reiteradas oportunidades de intentar reparar ese entuerto: la verdadera autora del apócrifo es una poetisa norteamericana llamada Nadine Stair, que lo publicó en 1978, ocho años antes de que Borges muriera, en Ginebra, a los 86 años...

Los asiduos lectores de la obra De Borges, suelen advertir con mayor  facilidad que esa pieza no le pertenece, y lo mismo parece haber ocurrido hoy en las redes. Imposible saber si estos malentendidos a él –que gustaba de jugar con la idea de la duplicidad– le hubieses disgustado o, por el contrario, divertido: otro escritor, igual a él, enunciando falsedades en su nombre. De todos modos resulta llamativo que en este caso el error haya surgido de parte de aquellos que deben velar por la cultura.    

viernes, 24 de agosto de 2018

Tres encuentros alrededor de Gustave Flaubert

 “Flaubert, primer escritor contemporáneo"

La Alianza Francesa de Buenos Aires, el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires y la Cátedra de Literatura Francesa de la FFyL, UCA, tienen el placer de invitar a los encuentros en torno de  “Flaubert, primer escritor contemporáneo”, que tendrán lugar el martes 4, miércoles 5 y jueves 6 de septiembre, en la Alianza Francesa (Sede central, Biblioteca 2° Piso).

El título alrededor del que se estructura este ciclo alude al cambio cualitativo que, a partir de Gustave Flaubert, se registró en el arte de narrar: por un lado, un vuelta de tuerca para la consigna del Romanticismo que equiparaba vida y obra; por otro, el surgimiento de una multiplicidad de narradores quienes, con sus respectivos puntos de vista, aportaron un nuevo horizonte a la novela y al cuento. Las diversas mesas, lecturas y conferencias de estos tres días se proponen explorar estos aspectos y señalar cómo, gracias a Madame BovaryLa educación sentimental o los Tres cuentos, se proyectaron en la narrativa mundial. Con la presencia del gran especialista en la obra de Flaubert,  Pierre-Marc de Biasi.


Martes 4 de septiembre | Biblioteca, 2do piso|
18.30hs.: “Traducir Flaubert”
Abordaje de vicisitudes y estrategias a la hora de encarar la traducción. Adaptación de su estética particular. Características propias de la lengua receptora

Panelistas : Matías Battiston y Jorge Fondebrider | modera: Magdalena Cámpora

19.20 hs: « Flaubert et l'invention du roman contemporain »
 Con traducción consecutiva.
 ALGUNAS LINEAS

Autor invitado: Pierre-Marc de Biasi  | modera:Jorge Fondebrider

Miércoles 5 de septiembre | Biblioteca, 2do piso|
19 hs.: Presentación de la reciente edición de Tres cuentosde Gustave Flaubert, publicada por Eterna Cadencia.

Lectura bilingüe con Anne Gauthey: “Un cœur simple” / “Un corazón sencillo”.

Jueves 6 de septiembre | Biblioteca, 2do piso |
18.30 hs.: “Flaubert y la novela”
Panelistas: Luis Chitarroni y Carlos Gamerro  |modera: Jorge Fondebrider


19.20 hs.: « La biographie de Flaubert. Qu'est-ce qu'une vie d'écrivain? Comment parler d'un auteur qui se voulait "impersonnel" » Con traducción simultánea.
Autor invitado: Pierre-Marc de Biasi  | modera:Magdalena Cámpora y Jorge Luis Caputo


Panelistas

Pierre-Marc de Biasi
Antiguo alumno de la Escuela normal superior de Saint-Cloud, profesor, director del ITEM (Institut des Textes et modernesManuscrits) en el CNRS, Pierre-Marc de Biasi es especialista en crítica genética de la obra de Flaubert. Como tal, ha publicado varios ensayos y numerosas ediciones de las obras y manuscritos de este escritor; entre otros,TroiscontesL’Education sentimental,Bouvard et PécuchetCarnets de travail,Voyage en Egypte, etc.). En 2009, publicó la biografíaGustave Flaubert: une manièrespéciale de vivrechez que ganó en 2010 el Premio de la Crítica de la Academia Francesa y el Premio Le Point Biografía. Experto en la historia del papel, ha expuesto asimismo como artista su obra en más cincuenta exposiciones en Francia y en el extranjero.

Matías Battistón es traductor y docente de traducción literaria en la Universidad de Belgrano, y ha dado seminarios de traducción en la Maestría en Traducción Literaria en Trinity CollegeDublin. Ha traducido, entre otros, a John Cage, Marcel Proust, Oscar Wilde, James Joyce, Édouard Levé, Gustave Flaubert y Ed Wood. Actualmente trabaja en una nueva traducción de la trilogía de Samuel Beckett al castellano, así como en textos de Jean-Luc Godard y Roland Barthes.

Magdalena Cámpora es profesora titular de Literatura Francesa en la Universidad Católica Argentina y en la Universidad del Salvador. Es Doctora en Literatura Comparada por la Universidad Paris-Sorbonne e investigadora del CONICET, donde actualmente estudia las transformaciones editoriales y los usos ideológicos de la literatura francesa (s. XVI - XIX) en la Argentina del siglo XX. Esco-editora del volumenBorges-Francia.Ha editado y traducido laCorrespondencia entre los poetas René Char y Raúl Gustavo Aguirre y prepara una traducción de Rojo y Negro de Stendhal.

Jorge Caputo es licenciado en Letras por la Universidad de Buenos Aires y doctorando en Literatura por la misma universidad. Su tesis está dedicada al estudio de las experiencias y representaciones del tiempo en la obra de Gustave Flaubert. Ha participado en la redacción del Dictionnaire Flaubert, editado por Honoré Champion bajo la dirección de GisèleSéginger. Se desempeña además como traductor (ha traducido, entre otros, a Jacques Rancière, David Banon y Alain Badiou) y como profesor en la Universidad Católica Argentina y la Universidad del Salvador.

Luis Chitarroni es novelista, ensayista y editor. Durante más de veinte años se desempeñó en ese puesto en la Editorial Sudaméricana y actualmente es director editorial de La Bestia Equilátera, sello por el cual fue designado por un jurado de colegas como "Editor del Año". Entre otros títulos, publicó SiluetasEl CarapálidaPeripecias del no y Mil tazas de té.

Jorge Fondebrider  es poeta, ensayista, traductor y periodista cultural. Sus obra poética fue publicada como La extraña trayectoria de la luz. Poemas reunidos 1983-2013. Ha compilado el volumen Conversaciones con la poesía argentina,La Buenos Aires ajena. La ciudad vista por los viajeros extranjeros. 1536-1999,Versiones de la Patagonia. 1536-1900,Historia de los hombres lobo y La París de los argentinos. Editó la Obra poética de César Fernández Moreno y la Poesía completa de Joaquín O. Giannuzzi. Como traductor ha publicadoPoesía francesa contemporánea.1940-1997Poesía irlandesa contemporánea, diversos volúmenes de Henri Deluy, Yves Di Manno,Peter Sirr,  Richard Gwyn, Moya Cannon, etc. Ha traducido asimismo, entre otras autores, a Gustave Flaubert, Georges Perec, Bernard-Marie Koltès, Paul Virilio, Claire Keegan, Patricia Highsmith, Richard Gwyn, Owen Martell y Jack London.  En 2009, con Julia Benseñor, creó elClub de Traductores Literarios de Buenos Aires, actualmente en actividad.

Carlos Gamerro es narrador, ensayista, traductor y guionista de cine. Licenciado en Letras por la Universidadde Buenos Aires, se desempeñó allí como docente hasta 2002. Es uno de los mayores especialistas latinoamericanos en la obra de William Shakespeare y James Joyce. Sus títulos de ficción publicados incluyen las novelas Las Islas (1998), El sueño del señor juez (2000), El secreto y las voces (2002), La aventura de los bustos de Eva (2004), Un yuppie en la columna del Che Guevara (2010), Cardenio (2016) y los cuentos de El libro de los afectos raros (2005). Ha publicado también El nacimiento de la literatura argentina y otros ensayos (2006), Ulises. Claves de lectura (2009), Ficciones barrocas (2011),Facundo o Martín Fierro: los libros que inventaron la Argentina (2015)  y Borges y los clásicos (2016). Ha traducido, entre otros, a William Shakespeare, W. H. Auden, Graham Greene y Harold Bloom.

Anne Gauthey es actriz, narradora y poeta. Diplomada en la educación popular con la especialidad escritura-lectura-oralidad, en 2012 creó Milena Paris un proyecto literario escrito y oral que relaciona la edición con la creación artística.. En 2014 crea la colección Extremocontemporaneo dedicada a los autores francófonos, como Annie Ernaux, François Bon y Lori Saint Martin. En 2016 edita a Pablo Nemirovsky traducido al francés con el editor Renaud Bouk.

jueves, 23 de agosto de 2018

Sobre los "Cuatro cuartetos" de T. S. Eliot, en vesión de José Emilio Pacheco

El 1 de agosto de este año, en la revista Letras Libres, de México, Jorge Ortega firmaba el siguiente artículo, a propósito de la traducción del poeta José Emilio Pacheco de los Cuatro cuartetos, de T. S. Eliot, que, un año antes, fue publicado en coedición por Ediciones Era y El Colegio Nacional, de México. (Ver, a manera de complemento, el comentario a la versión anterior del mismo  traductor, mencionada por Ortega, que se publicó en este blog, en la entrada del 14 de febrero de 2014)

La silenciosa proeza

En un artículo de 1987 incluido luego en Al paso y que aborda el discreto aporte de Enrique Munguía, el primer traductor de T. S. Eliot en nuestra lengua, Octavio Paz juzgaba de ejemplar la versión que José Emilio Pacheco acometía de los Cuatro cuartetos, pieza suprema del hijo predilecto, aunque tránsfuga, de San Luis, Misuri. Pacheco había ido compartiendo por entregas su traducción de ese poema que hasta 1989 hace íntegramente pública, con el apoyo de El Colegio Nacional, en la serie Cuadernos de la Gaceta auspiciada por el Fondo de Cultura Económica. La versión que ahora recoge Ediciones Era no solo permite encontrar diferencias en el texto de 1989, sino que confirma la aguda exigencia del traductor para obtener una versión más consumada, y tal vez perfecta, del poema eliotiano, y ratifica el secreto a voces según el cual Pacheco llevaba ya tres décadas y media trabajando en la traducción y glosa de los Four quartets. Su entrañable relación con dicho poema bien puede ser un símil del vínculo regenerativo que Pacheco mantuvo con su propia poesía a través de la revisión y la corrección continuas.

En efecto, la de José Emilio Pacheco es quizá la mejor versión de los Cuatro cuartetos del idioma español. Acompañada de las pesquisas de Lyndall Gordon, Rajendra Verma, Helen Gardner, Hugh Kenner y Carole Seymour-Jones, la respaldan los lustros dedicados al proyecto y la información que fue capaz de reunir y entretejer para disponer de un amplio contexto cultural que facilitara un ejercicio de traducción más confiado en sus medios y, por ende, más libertario. Me refiero, entre variadas cosas, a las licencias que Pacheco adopta para utilizar ciertos giros conversacionales que de otro modo comportarían una sintaxis rígida y poco desahogada. Julio Trujillo ofreció recientemente (La Razón, 7/iv/2018) una muestra con la línea “We shall not cease from exploration”, que si Pacheco tradujo antes como “No cesaremos en la exploración”, la trasladaría después como “No dejaremos nunca de explorar”. Asimismo, Pacheco asume decisiones tan minuciosas como la de situar una conjunción al inicio de un verso en cuyo original no la hay a fin de suavizar el encabalgamiento y evitar la cacofonía. Un ejemplo: “Towards the door we never opened / Into the rose-garden”, que se traduce como “Hacia la puerta que no llegamos nunca a abrir / Y da al jardín de rosas”.

En este sentido, la determinación a mi parecer más visible tomada por José Emilio Pacheco en su versión de los Four quartets radica en las variantes que aplica en algunos bloques de texto, ora pasando doble espacio donde no lo posee el poema de Eliot –generando de esta suerte otro módulo–, ora partiendo el verso en hemistiquios y aumentando por lo mismo, en numerosos casos, la longitud de la estrofa. Así, el pentámetro yámbico de la obertura de la sección “East Coker” transita de los trece renglones a los diecinueve en verso libre de múltiples medidas que patentan la labor de descomposición rítmica que desarrolló el traductor para aclimatar el texto a la dicción castellana. Pacheco se concedió entonces ejecutar cambios de forma o de tipografía, inclinándose desde siempre, en la traducción, como lo quería Haroldo de Campos, por una transcreación, o sea, una pasión trenzada por el gusto de la traslación lingüística y el impulso de la invención verbal. Para José Emilio Pacheco la traducción representa una conquista que desemboca necesariamente en una apropiación.

Así lo prueba la ausencia de la inequívoca advertencia del traductor en el umbral de estos Cuatro cuartetos. Pacheco considera un poema suyo, una empresa de composición personal, su versión de la pieza maestra de Eliot. No precisa justificarse porque un libro de poesía no precisa de justificaciones. Las notas tampoco exponen los motivos sobre la elección de tal o cual procedimiento de índole prosódica. No obstante, José Emilio reproduce fielmente a la vez el repertorio métrico de diversos episodios de los Four quartets, como sucede con el soneto y su correspondiente rima que destapa el segundo fragmento tanto de “Burnt Norton” como de “East Coker” –este último con estrambote–, los quintetos aconsonantados del cuarto pasaje del mencionado “East Coker”, la sextina anómala que luego se desbarata del también segundo fragmento del apartado “The Dry Salvages”, las asonantadas octavas de pie quebrado y, acto seguido, los tercetos –a la manera de la terza rima dantesca– en el segundo movimiento de la sección “Little Gidding”, tramo final de la obra y que T. S. Eliot prefería a los tres que le preceden.

Sin optar por esa traducción que aspira ingenuamente a una imposible literalidad, José Emilio Pacheco se mantiene equidistante al imperativo ético de replicar para el lector hispano los artificios del original y, a la par, aprovechar el margen de reelaboración poética que consiente la disparidad entre el inglés y el español, incorporando modificaciones que a criterio del traductor potenciarían la asunción del poema en un idioma ajeno y una época distinta.

Por otro lado, esta versión de los Cuatro cuartetos resulta doblemente valiosa por su cuerpo de notas, su entrelazada cronología y su bibliografía mínima que despliegan toda una lección de historia, espiritualidad, filosofía, botánica, ornitología, literatura y zoología marina que salta entre la sociedad medieval, el período isabelino y la edad moderna. Pacheco es un clásico iberoamericano que se ocupa de un clásico angloamericano. Ambos coinciden en la universalidad de una visión humanista del mundo atraída por verdades imperecederas, pero arraigada en un lugar y una hora concretos: “Now and in England”, escribe T. S. Eliot en “Little Gidding”. Esa universalidad los une y honra mutuamente en torno a un semejante perfil poético e intelectual, estético y moral. Los Cuatro cuartetos de Pacheco no son una edición crítica sino una traducción anotada; sin embargo, las acotaciones que aporta el autor de Las batallas en el desierto favorecen un discernimiento más fructífero del poema eliotiano y constituyen un excepcional simulacro de filología que un poeta mayor le rinde a otro poeta mayor, una tarea comparable, en nuestro presente, a las Anotaciones de Fernando de Herrera a la poesía de Garcilaso estampadas en el lejano año de 1580.

Poema o ensamble de poemas de los cuatro puntos cardinales, los Cuatro cuartetos son un destino primordial en la trayectoria literaria y vital de Eliot. El vínculo geográfico de los cuadrantes de “Burnt Norton”, “East Coker”, “The Dry Salvages” y “Little Gidding” sugiere la cruz identitaria de un poeta que trasciende el laberinto de la fatalidad para remontarse a la fuente del origen, el manantial de los ancestros, en el que anida su axis mundi y concilia los vértices de la dispersión. Es el aspa de cuatro brazos que halló y abrazó Eliot en su conversión de 1927 y que a partir de 1934, cuando empieza la redacción de los Four quartets tras el impacto que le produce una visita a Burnt Norton, lo conducirá a procurar con fervor el legado del místico Juan de Yepes, cuya Subida del monte Carmelo –traducido magistralmente al inglés por el hispanista Edgar Allison Peers– tendrá no solo un eco sino una sustanciosa paráfrasis en el tercer fragmento de “East Coker”. Sin sospecharlo, T. S. Eliot pagaba su tributo a una tradición poética –la de Berceo, Cervantes y Quevedo– que decenios más tarde le devolvería ese gesto, ese conmovedor homenaje, en la espléndida traducción de José Emilio Pacheco hecha para México e Hispanoamérica.

miércoles, 22 de agosto de 2018

“Dos premios nacionales de poesía hablan de las traducciones que influyeron en sus obras

Los poetas Jorge Aulicio y Darío Jaramillo, autores de muchos libros, son, antes que nada, grandes lectores. Y buena parte de sus muchas lecturas fueron, justamente, traducciones. Por eso el Club de Traductores Literarios de Buenos Aires los reunió para charlar sobre los libros traducidos que más importancia han tenido en su formación y en su trabajo, las razones de ello y la manera en que esas traducciones se han filtrado en lo que ellos mismos escribieron.

Acá puede verse el video de esa charla:
https://www.youtube.com/watch?v=R3KMUEJZf2Y


Jorge Aulicino (Buenos Aires, 1949), publicó los libros de poemas Vuelo bajoPoeta antiguoLa caída de los cuerposPaisaje con autorMagnificat, Hombres en un restauranteAlmas en movimientoLa línea del coyoteLas VegasLa luz checoslovacaLa nadaHostiasMáquina de faroCierta dureza en la sintaxisLibro del engaño y del desengañoEl camino imperial y Corredores en el parque. Último Premio Nacional de Poesía en la Argentina, periodista cultural y, por varios años, director de la revista Ñ, es también traductor. Entre sus últimos trabajos deben mencionarse una nueva versión de la Divina Comedia, de Dante Alighieri y sendas antologías de los poetas italianos Cesare Pavese, Pier Paolo Pasolini y Antonella Annedda.

Darío Jaramillo (Santa Rosa de Ossos, Antioquia, 1947) es, además de novelista y ensayista, uno de los más importantes poetas colombianos de la actualidad. Último Premio Nacional de Poesía de su país, su obra poética incluye HistoriasTratado de retóricaPoemas de amor: (1976-1983)Del ojo a la lenguaCantar por cantarGatosCuadernos de músicaSolo el azar, y El cuerpo y otra cosa, además de las antologías 77 poemasAntología poéticaCuánto silencio debajo de esta lunaRazones del ausente127 poemasAunque es de nocheLibros de poemas : Cantar por cantar, Del ojo a la lengua, Los poemas de Esteban, Poemas de amor, Tratado de retórica, Historias. 1974-2001Del amor, del olvido: antología temática y Treinta y dos poemas: una antologíaComo editor ha publicado Antología de lecturas amenasPoemáquinas: antología de iniciación a la poesíaAntología de crónica latinoamericana actualDel marqués a la monja. Antología del soneto clásico en castellano. Su última novela a la fecha es Historia de Simona y su último ensayo, el monumental Poesía en la canción popular latinoamericana.

martes, 21 de agosto de 2018

Antes the "shitholes" hubo "pussies"

No por viejo, el siguiente artículo de Marina Velasco, publicado en Huffington Post del 20 de enero de este año, deja de ser divertido. En él se trata la lucha diaria de corresponsales y traductores para que las palabras de Donald Trump tengan sentido en sus respectivos idiomas.

El suplicio de traducir a Trump

Hagan una prueba. Vayan al buscador Google y escriban “translate Trump“ [traducir Trump]. En 0,28 segundos aparecerán 18.000.000 resultados. El primero redirige a la cuenta de Twitter @TranslateRealDT que, según su descripción, traduce a inglés estándar los tuits del presidente de los Estados Unidos. Los siguientes resultados hablan, en su mayoría, de la dificultad de los medios para traducir la recién inaugurada expresión de Donald Trump ”shithole countries“.

Este sábado 20 de enero se cumple un año de la investidura de Trump como 45º presidente de los Estados Unidos, pero el pasado jueves 11 el mandatario marcó unos de sus grandes hitos. Donald Trump hizo estallar otra una guerra lingüística (y no sólo lingüística) al describir a El Salvador, Haití y varios países de África como “shithole countries“. Para empezar, los periodistas se preguntaban cómo debían escribir “shithole” [literalmente, agujero de mierda]: si junto, separado o con guión. Luego, la labor recaía sobre los traductores (o, en su defecto, sobre los corresponsales).

Pays de merde“ [países de mierda] fue lo que tradujo la agencia AFP, omitiendo el término “hole” [agujero]. Y lo mismo hizo en español la agencia EFE, que finalmente optó por “países de mierda”, no sin antes debatirlo mucho. Así lo contó en Twitter Álex Segura, corresponsal de EFE en Washington: “‘Países de mierda’, ‘pocilgas’, ‘países mierderos’, ‘países inmundos’, ‘países de agujero de mierda’... Este es el debate en la redacción de EFE en Washington sobre cómo traducir la perla del día de Trump: ‘#shithole countries’”.

El propio Segura reconoce que “traducir al presidente Trump es, en muchas ocasiones, un dolor de cabeza”. “En esta ocasión, supuestamente utilizó un término (shithole countries) que ningún otro mandatario en el mundo hubiera pronunciado para referirse a otros países en una reunión con miembros de otro partido en la sala. Cuando el The Washington Post lo reportó, en la delegación de EFE en Washington estalló el debate. ¿Deberíamos hacer una traducción totalmente literal (‘países de agujero de mierda’); aflojar un poco la intensidad de lo que dijo (‘pocilgas, países inmundos’); o usar términos parecidos (‘países de mierda, países mierderos’)? Tras pocos minutos de debate –teníamos que sacar una nota lo antes posible–, nos decantamos por la más literal”, cuenta a El HuffPost

Más pintoresca fue la versión que ofreció un medio croata, que tradujo shithole como vukojebina, lo que, al parecer, significa “donde los lobos fornican“ (aunque, según Associated Press, también es una forma coloquial de llamar en serbocroata a lugares muy lejanos de la civilización).

Y también pasaron un mal rato los periodistas de países asiáticos, donde no está bien visto usar términos vulgares, y menos ponerlos en boca de un presidente. De acuerdo con Quartz, en China y Japón se tradujo, respectivamente, por “países que apestan” (“Lan guo”) y “países sucios como inodoros” (“Benjo no yō ni kitanai kuni”). Pero quizás la traducción más curiosa fue la que se usó en Taiwán, donde shithole countries pasó a ser “Niao bu sheng dan de guo jia“, literalmente “países donde los pájaros no ponen huevos“.

ANTES DE SHITHOLES HUBO PUSSIES

En cualquier caso, la expresión “shithole countries” no es la única que ha traído de cabeza a traductores, intérpretes y periodistas que cubren la información del presidente. En el famosísimo vídeo en el que Trump hablaba de “agarrar por el coño” a las mujeres (“grab them by the pussy“), muchos medios matizaron ese “pussy” (que, por cierto, el Washington Post transcribió como “p---y”). Álex Segura recuerda que en ese caso en EFE “hubo un debate parecido y se optó finalmente por usar ‘coño’, la opción más literal, aunque medios chinos lo tradujeron como ‘partes íntimas”.

Para Dori Toribio, corresponsal en Washington de Noticias Cuatro e Informativos Telecinco, el mayor problema no es la traducción en sí, “porque el presidente Trump usa un vocabulario muy limitado en inglés y repite frecuentemente las mismas palabras, bastante sencillas: ‘bad’, ‘sad’, ‘beautiful’, ‘big’... Además de los motes que usa para dirigirse a ciertas personas, como ‘rocket man’ con Kim Jong-un; o ‘sloppy Steve’ para Steve Bannon“. Las dudas surgen cuando se plantean si deben modificar y corregir “lo que dice el presidente, que en algunas ocasiones contiene incorrecciones gramaticales, incoherencias o son palabras tan elementales que no necesariamente aportan algo desde el punto de vista informativo”. Al final, suelen optar por “parafrasear en lugar de repetir literalmente”, cuenta.

Marta del Vado, corresponsal de Cadena SER en Washington, alude a lo mismo: “ideas poco elaboradas” y “lenguaje vulgar, agresivo, incluso despectivo” por parte del presidente. “Por ejemplo, habitualmente se refiere a Hillary Clinton como ‘crooked Hillary’, que se podría traducir como ‘deshonesta’ o ‘corrupta’, a Bernie Sanders le ha llamado ‘comunista’ y aquí, en Estados Unidos, tiene una connotación peyorativa. Y hasta llamó ‘Pocahontas’ a la senadora demócrata Elizabeth Warren, mofándose de los orígenes nativoamericanos que Warren dice tener; lo más insultante es que lo hizo en mitad de un homenaje a veteranos Navajo que participaron en la Segunda Guerra Mundial”, recuerda.

Para ella, “el principal desafío no es tanto encontrar una traducción literal de lo que Trump dice, sino darle el mismo sentido que él le está dando”. “Lo importante es poder reflejar la intención y el tono con el que utiliza estas expresiones; que el oyente perciba el mismo mensaje que recibe el oyente en la versión original”, sostiene.

Álex Segura coincide con el análisis de sus colegas (“además de utilizar palabras vulgares y/o polémicas, sus discursos o declaraciones carecen de coherencia habitualmente”) y también menciona el dilema informativo que les plantea Trump: “Tuitea cada día varias veces, muchas de ellas usando mayúsculas o en tono agresivo. Y como es el presidente, se tiene que dar cobertura”.

Este periodista entiende el lenguaje de Donald Trump como una señal más del giro que han dado en un año la política y la diplomacia en el que hasta ahora se ha considerado el país más poderoso de Occidente. “Trump ha redefinido la presidencia de Estados Unidos en muchos sentidos, y uno de ellos es su lenguaje”, zanja.