Tercera y última parte del artículo de Alberto Villanueva a propósito del poeta Alberto Girri (foto) como traductor, originalmente publicado en The Romanic Review.
(viene de lo publicado ayer)
(viene de lo publicado ayer)
Alberto Girri: traducción y cambio
de modelos literarios (III)
Paisaje “de observación” que recuerda a Brueghel, el Viejo, a sus vastos paisajes limpios del peso moralizante, o confesional, precisamente en tiempos de Reforma y Contrarreforma. Y no se quiere decir con esto que tanto la poesía como la mirada de observación --porque se sabe que el ojo del pintor coincide con el de estos poetas, y viceversa--, estén exentas de vuelo místico, al contrario, pese a alguna impericia aquí, parece que este vuelo es tangible. Por lo menos, a la manera en que Cortázar asedia al “monstruo amable”, o, más bien, como ha dicho Flaubert: “soy místico y no creo en nada” (Gottfried Benn 173).[17] Similar, también, a lo que Wallace Stevens declara en The Necessary Angel:
"La teoría de la poesía, que es decir en la totalidad de las teorías poéticas, a menudo parece devenir con el tiempo una teología mística, o más simplemente, una mística. La razón para esto debe quedar desde ahora bien clara. La razón es la misma por la cual las pinturas en un museo de arte moderno con frecuencia parecen devenir con el tiempo una mística de la estética, una prodigiosa busca de la apariencia, como si encontrásemos una forma de decir y establecer que todas las cosas, así estén por debajo o por encima de la apariencia, son una sola, y que únicamente a través de la realidad, en la cual ellas se reflejan o, tal vez, se juntan, es como podemos alcanzarlas." (énfasis dado, Collected Poetry 750)
Concluye el ensayo con razones como éstas, que se aproximan a una teoría de la reflexión –como repensar(se) y como reflejar(se) en un espejo–, que parece ser la abstracción (ideal) que se busca representar en la poesía de Alberto Girri, ciertamente, tan bien anunciada por Olga Orozco en su poema y homenaje “Espejo en lo alto”. Pero el poeta busca permanecer, elaborar también entidades que resistan la erosión del tiempo: un legítimo anhelo de pertenencia a los predicados posibles de la divinidad, que tal vez no sea más que el tributo reclamado a cambio de su frecuentación. Esto último sería, quizás, el sentido externo del trabajo del hacedor, la inevitable construcción de un estilo. La cita de Girri, a continuación, podría aclarar qué es lo que se busca circundandar:
"Keats, concepto de que el poeta carece de identidad. Tomarlo, acaso, como referencia indirecta al sentido interno de su labor: despojarse, mientras el poema progresa (esto a expensas de aquello), de los incontables yoes que en él conviven, y cuya fase última, el sentimiento de nulidad, coincidiría con la culminación del poema." (énfasis dado, OP IV 71)
Así, este despojamiento de los “yoes”, este aumento del grado de anonimia (que “pertenece” al linaje de un Mallarmé, por el lado del énfasis en la materialidad del lenguaje), se logra a partir de un incremento en la intensidad de la atención, que, si bien se ejercita en la traducción, en el acto creativo significa “lo que se ve” cuando el objeto poético se presenta (todavía no se representa, aún no se ha llegado al cómo), esto es, paradójicamente, como un estilo.
No hay salida del atolladero por la vía de una síntesis, que sería un “tercer término idealista”, como decía Barthes, sino elusivamente, por medio de una “sutil subversión”, un “materialismo inesperado”, en fin, del que la risa –proponía Bataille– es epítome (74). Esto más bien lo propongo para el lector-hacedor que “utiliza” ese espejo que es el poema de Girri desde Valores diarios, campo imaginativo, puente entre mente y materia que esta poesía restituye. Una exactitud que busque una belleza en el sentido de Krishnamurti –alguien que estaba en el campo de los intereses espirituales de Girri–, en La madeja del pensamiento: “La belleza existe cuando hay una total ausencia del ‘sí mismo’” (52). Que subyugue el deseo, aquel “reinado tan triste”:
"Uno ha de comprender –dice Krishnamurti-- todo el movimiento del deseo porque, obviamente, el deseo no es amor ni es compasión. Y sin amor, sin compasión, la meditación no tiene ningún sentido. El amor y la compasión poseen su inteligencia propia que no es la inteligencia del ingenioso pensamiento.[...] Pero no vemos los estragos que el deseo causa en el mundo: el deseo de seguridad individual, de logros individuales, de éxito, de poder, de prestigio.[...] Y por eso es tan fundamental que pongamos ‘la casa’ de nuestra vida, de nuestro ser, de nuestras luchas, en orden, en completo orden." (énfasis dado, 53 y 56)
Notas
[1] Todas las versiones del inglés, francés y portugués son del autor, excepto las traducciones de libros al español que figuran en la bibliografia. OP es abreviatura por Obra poética de Girri.
[2] En Páginas de Alberto Girri, 18 y siguientes.
[3] En Cuestiones y razones informa Girri: “Los primeros poemas que publiqué –no los que escribí–, más o menos hacia 1940, coincidieron con la llegada de esa generación. Compuesta por una serie de poetas, algunos muy dotados, con quienes mi única identificación fue de orden cronológico. Trabajé de manera un tanto aislada, no junto a grupos y revistas (donde sólo colaboré ocasionalmente) de aquellos jóvenes. Los presupuestos eran distintos. La generación del 40 se destacó, entre otros rasgos, por el marcado tono elegíaco; y en lo que respecta a sus protagonistas, tuvieron una formación cuyos paradigmas estaban de preferencia en el ámbito de la poesía francesa. Por mi parte, tendí a acercarme a la poesía anglosajona, menos difundida entonces. No que no hubiese conocedores o lectores, sino que la generación del 40 (y la martinfierrista, que tanta importancia tuvo para nuestra literatura) no salió mayormente de la influencia francesa. Mientras se traducía a Michaux, Apollinaire, Valéry o Milosz [Oscar V. de L.], no se hacía lo mismo con los grandes en lengua inglesa; ni siquiera eran frecuentados poemas como The Waste Land, una de las claves de la poesía de este siglo. Tampoco se tuvo noticia (o fue superficial), de hombres como Pound, Wallace Stevens, Yeats, y tantos más” (54).
[4] El poema pertenece a la sección que lleva el revelador título “Atención que reconoce”, del libro Tramas de conflictos (OP VI 31-32)
[5] Este es el fragmento: Unreal City, 60
Under the brown fog of a winter dawn,
A crowd flowed over London Bridge, so many,
I had not thought death had undone so many.
Sighs, short and infrequent, were exhaled,
And each man fixed his eyes before his feet. 65
Flowed up the hill and down King William Street,
To where Saint Mary Woolnoth kept the hours
With a dead sound on the final stroke of nine.
There I saw one I knew, and stopped him, crying: “Stetson!
“You who were with me in the ships at Mylae! 70
“That corpse you planted last year in your garden,
“Has it begun to sprout? Will it bloom this year?
“Or has the sudden frost disturbed its bed?
“Oh keep the Dog far hence, that’s friend to men,
“Or with his nails he’ll dig it up again! 75
“You! hypocrite lecteur! –mon semblable, mon frère!” (16,18)
[6] Gérard Genette define “... paratexte: titre, sous-titre; intertitres; préfaces, postfaces, avertissements, avant-propos, etc.; notes marginales, infrapaginales, terminales; épigraphes; illustrations ...” (Palimpsestes 9).
[7] “Lutero, Voss, Hölderlin, y George, han expandido los límites de la lengua alemana”, dice Walter Benjamin (“The Task of the Translator” 80).
[8] “I believe poets are/ instruments on which/ power of poetry plays.” Denise Levertov. (Creo que los poetas son/ instrumentos en los cuales/ el poder de la poesía toca). Este es el epígrafe para la sección 3 de El ojo (OP II 67).
[9] Véase nota del autor en Hispamérica 88, y su libro Alberto Girri en el presente poético. El texto de Cortázar es el siguiente:
"La presencia del monstruo [amable] es otra cosa, algo que se impone como en diagonal o desde el reverso de lo que va sucediendo ese día y los siguientes, y él [López, el protagonista] tiene que admitirlo aunque nadie lo haya visto nunca porque precisamente ese monstruo es un monstruo en cuanto no es, en cuanto está ahí como una nada viva, una especie de vacío que abarca y posee y escuchá lo que me pasó anoche, López, resulta que mi señora."(43)
[10] Para una posición que enfatiza la inhumanidad del lenguaje, en Poetry as experience de Philippe Lacoue-Labarthe que gira en torno a la poesía espléndida de Paul Celan (frecuentada por Girri), se lee:
"La humanidad no tiene lenguaje en el sentido de posesión o propiedad; que “el lenguaje es lo propio de lo humano” significa que la humanidad ha estado constituida de lenguaje desde el comienzo; ella no es su dueña (al contrario, el lenguaje opera una extraña desposesión atrayendo al individuo –dentro de sí– afuera de sí mismo). Este es el motivo de la “prescripción” (Vor-Schrift). El lenguaje es la esencia, esencia inhumana, del individuo, es su (in)humanidad." (96)
Puede notarse una “extraña”dialéctica (derridiana) que opera en el lenguaje entre la posesión-desposesión del carácter de lo propiamente humano. Se sabe que Derrida no ha sido amigo de la dialéctica, pero sí lo es de toda (des)posesión por la escritura. Sin embargo, no parece que la escritura de Girri, que hace al hacedor en tanto deviene por sus poemas una “unidad” (“El poema como inestable”, OP III 231-32), o aunque sea en su fugaz carácter de “centelleante/ predicado de sus cantos”, tenga algo que ver, principalmente, con los juegos (y perversiones) del lenguaje.
[11] Este es el texto de Stevens:
“Infanta Marina”
Her terrace was the sand/ And the palm and the twilight.// She made of the motions of her wrist/ The grandiose gestures/ Of her thought.// The rumpling of the plumes/ Of this creature of the evening/ Came to be sleights of sails/Over the sea.//And thus she roamed/ In the roamings of her fan,/ Partaking of the sea,/And of the evening,/ As they flowed around/And uttered their subsiding sound.(12)
[12] “Men Made Out of Words”
What should be without the sexual myth, /The human revery or poem of death? / Castratos of moon-mash–Life consists/ Of propositions about life. The human / Revery is a solitude in which / We compose these propositions, torn by dreams. / By the terrible incantations of defeats / And by the fear that defeats and dreams are one. / The whole race is a poet that writes down / The eccentric propositions of its fate. (104)
[13] “Anecdote of the Jar”
I placed a jar in Tennessee,/ And round it was, upon a hill./ It made the slovenly wilderness/ Surround that hill.// The wilderness rose up to it,/ And sprawled around, no longer wild./ The jar was round upon the ground/ And tall and of a port in air.// It took dominion everywhere./ The jar was gray and bare./ It did not give of bird or bush,/ Like nothing else in Tennessee. (60)
[14] Se alude a “los gestos grandiosos/ de su pensamiento”, en “La infanta Marina”.
[15] Massimo Cacciari dice:
"...[el ser humano] para ver algo de esta tierra en ningún lugar, sin embargo, debetransfigurarse él mismo en ella. Esta es la profunda inspiración neoplatónica de toda angelología que entiende la teoría suprema como una henosis (unificación), como la desaparición de la distinción entre sujeto y objeto."(2)
[16] “The Snow Man”
One must have a mind of winter / To regard the frost and the boughs/ Of the pine-trees crusted with snow;// And have been cold a long time / To behold the junipers shagged with ice, / The spruces rough in the distant glitter / Of the January sun; and not to think / Of any misery in the sound of the wind, / In the sound of a few leaves, / Which is the sound of the land / Full of the same wind / That is blowing in the same bare place / For the listener, who listens in the snow, / And, nothing himself, beholds /Nothing that is not there and the nothing that is. (22)
[17] “Je suis mystique et je ne crois à rien”.
Obras citadas
Barthes, Roland. Le plaisir du texte. Paris: Éditions du Seuil, 1973.
Benjamin, Walter. “The Task of the Translator”. Illuminations. Ed. Hannah Arendt, trad. Harry Zohn, New York: Schocken Books, 1969. 69-82.
Broch, Hermann. “Some Comments on the Philosophy and Technique of Translating” en Geist and Zeitgeist.The Spirit in an Unspiritual Age. Ed.y trad. John Hargraves. New York: Counterpoint, 2003.115-139.
Cacciari, Massimo. The Necessary Angel. Trad. Miguel E. Vatter. Albany: State U of New York P, 1994.
Campos, Haroldo de, introd. “pound paideuma”. Cantares de Ezra Pound. Brasil: Ministerio da Educação e Cultura, s/f.
Castillo, Horacio. “Estudio preliminar” en Páginas de Alberto Girri. Buenos Aires: Editorial Celtia S.A.C.I.F. de M. y R., 1983.13-48.
Cortázar, Julio. La vuelta al día en ochenta mundos. Madrid: Debate, 1993.
Deleuze, Gilles. Diferencia y repetición. Trad. Alberto Cardín. Madrid: Ediciones Júcar, 1988.
---. y Félix Guattari. What is Philosophy? Trad. Hugh Tomlinson y Graham Burchell. New York: Columbia UP, 1994.
Genette, Gérard. Palimpsestes. La littérature au second degré. Paris: Éditions du Seuil,1982.
Girri, Alberto/(T. S. Eliot). La tierra yerma/(The Waste Land). Buenos Aires: Editorial Fraterna S.A., 1988.
—. Obra poética V. Buenos Aires: Ediciones Corregidor, 1988. (Contiene: Inéditos, 1987, Existenciales, 1986, Monodias, 1985).
—. Cuestiones y razones. Buenos Aires: Editorial Fraterna, 1987 (un arreglo de Girri a la entrevistas que se le realizaran).
---. Obra poética IV. Buenos Aires: Ediciones Corregidor, 1984. (Contiene: Lírica de percepciones, 1983, “Girri: una especie de existencia” diálogo con Pablo Ananía, 1983, Homenaje a W.C.Williams, 1981, “El hacedor en su crítico”, diálogo con Enrique Pezzoni (143-65) , Lo propio, lo de todos, 1980).
—. Obra poética III. Buenos Aires: Ediciones Corregidor, 1980. (Contiene: Árbol de la estirpe humana, 1978, El motivo es el poema, 1976, Quien habla no está muerto, 1975, Poesía de observación, 1973, Diario de un libro, 1972).
---. Obra poética II. Buenos Aires: Ediciones Corregidor, 1978. (Contiene: En la letra, ambigua selva, 1972, Valores diarios, 1970, Casa de la mente, 1968, Envíos, 1967, El ojo, 1963, “Poesía y conocimiento” por Danubio Torres Fierro, originalmente “Alberto Girri: repaso de una obsesión” en Plural (México), 1976.).
—. Cosmopolitismo y disensión. Antología de la poesía norteamericana actual. Caracas: Monte Ávila Editores C.A., 1969.
—. Poemas de Wallace Stevens. Ed. bilingüe. Buenos Aires: Editorial Bibliográfica Omeba, 1967.
Jakobson, Roman and Morris Halle. Fundamentals of Language. Mouton: The Hague,1956.
Krishnamurti. La madeja del pensamiento. Trad. Armando Clavier. Buenos Aires: Editorial Troquel S.A., 1996.
Lacoue-Labarthe, Philippe. Poetry as Experience. Trad. Andrea Tarnowski. Stanford Stanford UP, 1999.
Lévinas, Emmanuel. Emmanuel Lévinas. Philosophe et Pédagogue. Paris: Éditions du Nadir de l’Alliance Israélite Universelle, 1998.
Orozco, Olga. Con esta boca, en este mundo. 2da. ed. Buenos Aires: Editorial Sudamericana, 1995.
Sander, Volkmar, ed. Gottfried Benn. Prose, Essays, Poems. New York: Continuum, 1987.
Stevens, Wallace. Collected Poetry & Prose. New York: The Library of America, 1997.
Steiner, George. After Babel. Aspects of Language & Translation. 3rd. Ed. Oxford/NewYork: Oxford UP, 1998.
Trías, Eugenio. La edad del espíritu. Barcelona: Ediciones Destino, 1994.
Vera Ocampo, Raúl. “La condición del poeta: Alberto Girri” en Creación y poesía. Buenos Aires: Ediciones Kir, 1995. 41-58.
Villanueva, Alberto. Alberto Girri en el presente poético. College Park, Maryland: Hispamérica, 2003.
—. “Alberto Girri, poesía y objetividad”, Hispamérica Año XXX 88 (2001): 113-18.
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