En el blog de Javier Barreiro hay una entrevista realizada con el poeta Alberto Girri durante el verano austral de 1988. Originariamente, fue publicada en
el número 2 de la revista El Bosque, correspondiente a los meses
mayo-agosto de 1992. Si bien no es específicamente sobre traducción, hay ahí un párrafo que obra como poética y que vale la pena rescatar. Se transcribe a continuación.
Alberto Girri: un fragmento de entrevista
Traducir es, aproximadamente, intentar una casi inapresable
equivalencia del tipo de lenguaje, imágenes, detalles específicos del original,
su forma mentis. En mi caso, trato de eludir lo que llamaríamos una
traducción “personal”, una forma de interpretar el texto elegido, tan a menudo
arbitraria, que puede llegar a convertir el original en su caricatura; y trato
también de evitar la “recreación” o mera imitación poética. Mi criterio no es
brillante pero sí honesto: traduzco sin exagerar la literalidad pero a la vez
sin excesivo temor de lo literal. Ni caer en la ansiedad perfeccionista ni en
la quimera de la versión definitiva, ambas desproporcionadas.
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