El
pasado 28 de junio, el periodista Sergio
Kiernan publicó en Radar, el suplemento de cultura del diario Página 12, una nota sobre las librerías
de lenguas extranjeras de Buenos Aires y su función durante la pandemia.
Fantasmas
de lo quieto
En las ficciones de cuarentena nadie se da cuenta, tan
ocupados en pelear con los zombies o morirse por la super peste. Pero en esta
cuarentena en prosa, lo que más se percibe es la quietud, el deber de
inmovilizarse, lo pequeño que es el mundo. No dan visa para ir a Mar del Plata,
hay trincheras hasta para entrar a General Pinto y el Uruguay resulta un sueño.
Y para peor, el correo está desbordado y deja para después lo que llega del
exterior. Con lo que es un consuelo que tengamos librerías en lenguas extranjeras,
mensajes del mundo que arreglan delivery
o envíos.
Joyce, Proust & Co, pese al nombre, es básicamente
una librería en italiano y portugués, con algo de inglés que fue quedando de altri tempi. Como proyecto de
cuarentena, se puede entrar o volver a la gran Clarice Lispector, de la que hay
un buen estante, o al enorme Rubem Fonseca (están las indispensables Agosto
y A Grande Arte, entre otras). Si se quiere algo más liviano, se puede
arrancar con As Esganadas, de Jo Soares, un presentador de televisión
que resultó un novelista excelente, o con varias obras del muy original Luis
Fernando Verissimo. Y también hay varias de Chico Buarque, buena parte de la de
Jorge Amado –incluyendo el poco reconocido y delicioso A Descoberta de
America Pelos Turcos– varios clásicos de Machado de Assis y, gustos son
gustos, unos cuantos Paulo Coelho. Entre los italianos, vale la pena descubrir
al enorme Stefano Benni, una notable cantidad de tomos de la Selerio, la
editorial que nos dio al Comisario Montalbano, y lo que amenazaba ser las obras
completas de Calvino. Un tesoro son los siete tomos de Claudio Magris y para
crear proyectos de cuarentena, la librería es fuerte en diccionarios y manuales
para aprender en soledad varias lenguas. El catálogo está disponible en joyceproust.com.ar.
En San Telmo está un recurso admirable de
esta ciudad, The Walrus, una atiborrada librería que nació en el living de
Jeff, un norteamericano que se fue quedando por acá y encontró su lugar en el
mundo en Salta. Abundante en usados, el lugar tiene una sección de poesía en
inglés incomparable, unos buenos estantes de ciencias, un lindo rincón para
chicos –Dr. Seuss y siempre alguno de Maurice Sendak– y cantidades de historia.
Pero el fuerte es la ficción literaria, que es donde este Walrus se gana el
cielo. El tesoro toma un muro entero y un par de mesas grandes, lo suficiente
para animarse a quebrar la regla de que aquí uno lee lo que hay y tratar de
terminar de leer a un autor, o ir a buscar uno nuevo. Para fans, siempre hay varios Vonnegut poco conocidos, los Nabokov
centrales y una cantidad sorprendente de rusos bien traducidos. Las compras se
pueden retirar de barbijo en Estados Unidos y Perú, o combinar envíos al elegir
en walrusbookshop.com. Un detalle a recordar es que en desvanes y depósitos hay
mucho más que en el catálogo, con lo que vale preguntar por lo que no aparezca.
Y si The Walrus es el producto de Jeff, el
norteamericano aquerenciado, The Book Cellar es el de Daniel, un inglés echando
raíces que le encontró el Kafka a esta Buenos Aires. La librería también empezó
en un living, por Belgrano, pero ahora tiene una dirección en la calle
Reconquista que algunos memoriosos van a recordar. Es que The Book Cellar se
fundió con la ya mítica Henschel, la librería alemana y yiddish. La mezcla
resultante es simplemente admirable.
Librería accidental, los
interminables estantes se componen de bibliotecas privadas que entran a su
segunda vida, la de dispersarse y reformarse en otras colecciones. Por ejemplo,
recientemente los estantes reventaban en doble fila con una colección de
historia militar amasada de por vida por un perfecto civil con esa manía. La
manera ideal de recorrer esta librería sería, fuera de cuarentena, de izquierda
a derecha. La cosa empieza con el Cellar, más que nada en inglés, y entrando
aparece la Henschel, un laberinto de hermosas encuadernaciones, grafismos
extraños, alfabetos de letra gótica y algo que ya no se ve, las ediciones de
obra completa de los consagrados y los clásicos. En esos lomos todavía relumbra
el oro… Por los límites actuales, hay que ir primero a bookcellarbsas.com,
recorrer las estanterías virtuales y escribir un mail preguntando precios y
combinando entregas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario