Cómo se pone el título de un libro
(o Los peligros del “centeno”)
Variaciones y reflexiones sobre un tema
peregrino.
Si
usted toma la punta de un conocimiento
y
empieza a tirar el hilo
va
a sacar una sombra.
Jorge
Leónidas Escudero
Esta pregunta de
cómo se pone, o se traduce, el título de un libro, de un cuento, de un poema o
de una novela, no es fácil de contestar. A veces surge, inesperadamente,
aun antes de escribir el texto y otras veces es tema de dudas y consultas. Es
particularmente difícil para un traductor, porque generalmente el autor
pretende que sea lo más ajustado al título que él eligió para su versión en el
idioma original, muchas veces con la pretensión de que sea prácticamente literal.
También, por qué negarlo, hay razones meramente comerciales.
El libro más
famoso de Jerome David Salinger The Catcher in the Rye ahora en español El
Guardián entre el Centeno es siempre objeto de agitados y amenos
comentarios, así como los otros títulos elegidos por los traductores de los varios
idiomas al que fue vertido.
Con respecto a
las diferentes versiones de ese título, entre el castellano y el español, hay
colegas que sostienen que es la palabra catcher la que debe tenerse en
cuenta, al intentar una traducción del título al castellano/español. Si
sostenemos que el problema de la traducción del título reside en la palabra catcher
estamos en complicaciones porque es un término referido al deporte, tanto
béisbol como cricket. Sabido es que el béisbol era el deporte favorito de
Salinger, por lo tanto es entendible que utilizara esa palabra, más con la idea
del protagonista Holden, de atajar a niños chicos que podrían caerse de un precipicio.
Parece claramente relacionado al juego de béisbol y al rol del cátcher que
ataja la pelota. También, y quizás sea casual -o no- la palabra catcher y
su opuesto pitcher, tienen referencias sexuales en el slang o
jerga vulgar norteamericana.
La Profesora
Pucciarelli dice que “Los nombres ficticios de las obras literarias suelen ser
trasladados en su forma original” (1970:50). En tal caso, lo correcto sería que
el título fuera El “Catcher” en el Centeno, porque ese término deportivo
no tiene traducción.
En caso de
preferir la alusión al deporte, podríamos utilizar palabras referidas al más
popular en nuestros países de habla hispana, que es el fútbol. Entonces, en
lugar de catcher podríamos poner el golero en Uruguay y el
arquero para la Argentina, mi país, pero este último sería un título
ambiguo porque nos remitiría también al arco y la flecha. Para la versión
publicada en España hubiera quedado muy bien El Guardametas o Portero en el
Centeno, que sería una equivalencia exacta a la idea del catcher en
béisbol, considerando lo importante que es el fútbol en España. En todas estas
traducciones queda claramente afuera la alusión sexual del slang.
Pero todo esto
nos llevaría a las complicadas diferencias que existen entre el habla de España
y América. Lamentablemente, la traducción del título más aceptada por la editorial,
que lo publicó últimamente al español de España, es El Guardián entre el
Centeno. Con respecto a este título debo decir que no entiendo el
uso de la preposición “entre”, cuando Salinger utiliza “in” o sea “en”
.Tampoco entiendo la palabra “guardián” porque para nosotros, los
argentinos, es un guardián de plaza, que cuida que los chicos no pisen
el pasto, más vale los ahuyenta y no ataja nada.
Una de las
formas de dar vida y entidad a un personaje es ponerle un nombre; siendo que
todos los nombres tienen su significado, encontré que Holden refiere a hold
on, o sea, sostener, atrapar. Todo cierra sobre la buena intención de
Holden de salvar a los niños de los peligros del centeno, o del abismo. Como sostengo
que poner un título o nombre resulta ser importante, se me ocurre que los
traductores a la versión española podrían haberle dado el título El Salvador
en el Centeno, que da idea, en toda el habla hispana, de lo que quería
hacer Holden, casi un Cristo.
Pero sin
embargo, pienso que la palabra que define el título no es cátcher sino rye
o centeno.
Si aceptamos que
J.D. Salinger se inspiró en el poema atribuido al poeta escocés Robert Burns coming
thru the rye, [andando/viniendo por el centeno] veremos que, como
traductores: la palabra rye significa `centeno´, pero también existe en
Escocia el río Rye. Ahora, en el poema de Burns, esa palabra está escrita en
minúscula, así que, a mi ver, debería tenerse por `centeno´.
Holden dice:
"Anyway, I keep picturing these little kids
playing some game in this big field or rye and all”. (De dominio
publico en internet).
“ [Igual, de
todas maneras, todo el tiempo me figuro a estos chicos pequeños, jugando a
algo, en este gran campo de centeno]. O sea, él mismo considera que se está
refiriendo a un campo de centeno y no al río Rye.
Intuyo que
dentro del campo de centeno hay peligros, un algo o alguien o algunos que
cazan, como puede inferirse de todas las interpretaciones de la canción de
mentas, que pueden verse en la web.
También se puede
decir catch an illness `pescarse una enfermedad‟.
En épocas de
gran humedad crece en las ramas del centeno un hongo llamado ergot o claviceps
purpurea. En la antigüedad no se tenía conocimiento de su toxicidad. Al
moler el centeno junto con ese hongo prendido en sus ramas, para hacer harina
de la que luego hacían pan, al comerlo contraían una enfermedad terrible: el
ergotismo o la fiebre de San Antonio, capaz de producir gangrenas, espantosos
dolores y delirios mentales. Se cree que fue esa harina contaminada lo que
afectó a las pobres mujeres condenadas a morir en la horca por brujería, en los
juicios de Salem, en la Massachusetts de 1692-93 (de dominio público en
Wikipedia).
Una lectura
crítica de la Nursery Rhyme o Canción de Cuna Infantil, coming thru
the rye que nos atañe, y según se tiene entendido, inspiró el título de su
más famosa novela, nos plantea las siguientes preguntas: ¿qué le pasaba a la
pobre Jenny en el campo de centeno? ¿con quién se encontraba cuando andaba por ahí?
¿por qué arrastraba sus enaguas mojadas si no estaba en el río? La palabra weet,
en escocés, quiere decir `mojada o embriagada´, ¿Jenny estaba mojada o ebria o
la habían embriagado? ¿por qué si le daban un beso tenía que llorar o es que
gritaba para pedir ayuda? ¿por qué tenía tantos muchachos cerca? ¿sonreían o se
reían de ella? ¿cuántos años tenía Jenny?
Otra vez Jenny,
una niña dañada, como los personajes de Salinger: Phoebe, Mary Jane, Eloise,
Ramona, Sybil y el mismo Holden.
Hay comentarios
sobre versiones con groseras referencias sexuales de esta canción tradicional.
También hay imperdibles versiones musicalizadas sobre la Nursery Rhyme que
nos interesa. Pero hay dos que son las que más me confirman el doble sentido:
una de Mathew Vaughan, quien dice que creció escuchando a su abuela escocesa
cantarle esa canción y opina, claramente, que es inapropiada para chicos (de
dominio público en you tube).
Hay otra versión
que me impresiona profundamente, de Honeychild Coleman, en la que tres mujeres
negras cantan con un fondo de campo de centeno con plantas de por lo menos un
metro de alto, donde, asumo, se puede esconder alguien a la espera de una
presa. Ellas tres cantan y toman ¿bourbon? de una petaca de plata,
insinuando, como dice la canción, ¿mojadas, ebrias, violadas? La inocente
canción me hace dudar sobre lo que pasaba en el campo de rye o centeno
(de dominio público en you tube).
Como en los
paisajes del pintor argentino Carlos Alonso, algo oscuro y siniestro aparece
entre las ramas, o entre el pasto y por qué no entre el centeno del mentado
título. Como puede verse en Wikipedia y en el libro El Misterio de el Guardián
entre el Centeno (sic), algo de oscuridad se sospecha entre las
líneas del libro original The Catcher in the Rye. Es de público
conocimiento, que ese era el libro que el asesino de John Lennon, Mark
David Chapman, llevaba entre sus pertenencias el día en que lo mató a
tiros. También John Hinckley Jr., quien intentó asesinar a Ronald
Reagan, declaró que estaba obsesionado con el libro, así como el asesino
de Robert Kennedy, Shirhan Shirhan.
Axl Rose criticó
duramente la novela de Salinger y realizó su propia versión de la canción
tradicional infantil. Transcribo parte de su letra con mi recreación al castellano.
Dice Axl Rose: Ooh, the Catcher In The Rye Again/[Oh, el Cazador Oculto otra
vez] Won't let ya get away from him/[El nunca te soltará] How a body/[Como
un cuerpo ó Cómo un ser /Cómo una persona]Took the body/[Tomó el cuerpo
/ Tomó a otro ser / Tomó el cuerpo de otra persona/ se apoderó de él].You
gave that boy a gun/[ Y le diste un revólver/ le pusiste un revólver
en su mano].
En la tapa de la
Revista Viva (publicada por Clarín) del día 12 de julio de 2020
consta lo siguiente: “Una de las últimas imágenes del Beatle cuyo asesinato en
Nueva York a manos del Mark David Chapman…” En la página 15 de la misma revista
dice: “Y por eso siempre se sospechará…que detrás de Chapman, podría
estar la CIA. Cuando llega la ambulancia, el homicida está sentado en el
lugar del crimen leyendo su Salinger”. Mark David Chapman declaró “...
que su defensa se podía encontrar en El guardián entre el centeno”. (2014:531)
(Obviamente se refiere a la versión original en inglés americano The catcher
in the rye).
Las teorías
conspirativas son muy atacadas pero no dejan de tener su atractivo y quizás
algo de verdad.
Quizás inspirado
en Agatha Christie, también Salinger tenía la costumbre de utilizar nombres de
canciones o cuentos infantiles como título de sus libros. Tomando como
referencia la serie de Uncle Wiggily Longears [El tío Wiggily Orejaslargas],
Salinger le pone título a su cuento “Uncle
Wiggily in Connecticut”. [“El tío Wiggily en Connecticut”]. Es de
hacer notar que los personajes de esos cuentos son pequeños animales, como
conejos y comadrejas, que siempre corren serios peligros, entre ellos las balas
de los cazadores. Consecuentemente, la tapa de la primera edición al
castellano, que aparece en Amazon, está ilustrada con la foto de un libro, con
un círculo para tiro al blanco que muestra impactos de bala.
Hay datos (de
dominio público en la web) sobre los asesinatos de Robert Kennedy, John Lennon
y el intento de asesinato de Ronald Reagan, todos con un atacante que tenía en
su poder o reconocía haber leído el libro de Salinger The Catcher in
the Rye y un revólver como arma, como acusa Axl Rose en su canción.
En el libro El
Misterio de el Guardián entre el Centeno (sic), que leí como ebook, los
autores se refieren a la oscura vida de Salinger quien, según consta en Wikipedia,
fue agente secreto de la CIA a fines de la Segunda Guerra mundial y tuvo a su
cargo los interrogatorios a jerarcas nazis.
También en el
mismo libro se sostiene que The Catcher in the rye contenía, entre
líneas, mensajes ocultos para programar asesinos durmientes, en un programa de
la CIA de control mental.
Creo que somos
muchos los que hemos estado obsesionados de alguna u otra manera con la novela
de Salinger. Confieso que yo sigo obsesionada con la traducción del título, y
cito nuevamente a la Profesora Pucciarelli, quien dice sobre los títulos: “Sólo
en el caso en que encierran connotaciones etimológicas significativas o valores
simbólicos que a veces no se revelan sino a través del contexto, exigen un
tratamiento comprensivo por parte del traductor”(1970:51).
Entiendo que
Méndez de Andés, el primer traductor al castellano, descubrió algo oculto y,
con todo su derecho, le puso título a su traducción; es decir, no tradujo el
título, sino que le puso el título que describía lo que pudo entrever al
adentrarse en los significados del texto y lo tituló, astutamente: “el cazador
oculto”, así se ve, en minúscula, en la tapa del libro.
Si nos basamos
en todos estos datos, no creo que a Salinger, recluido y fuera del alcance de
admiradores y periodistas, le interesara demasiado la traducción al castellano
o español, y menos aun el título, por razones que, atento a las teorías
conspirativas, parecen obvias. Porque, como dije anteriormente, había muchos
cazadores ocultos en el centeno, pero quizás el verdadero cazador, oculto entre
líneas, podría haber sido el mismísimo Jerome David Salinger.
BIBLIOGRAFÍA
DE SANTIS,
Pablo, 2020: “Su Majestad Agatha Christie”, en Revista Eñe, Buenos Aires;
Clarín, núm. 873, (20 de junio), pp. 6-7.
GARIS, Howard Roger, 1998: Favourite Uncle Wiggily
Animal Bedtime Stories, New York, Dover Publications, Inc.
MORCAN, James y
MORCAN, Lance, 2017: El Misterio de el Guardián entre el Centeno, trad.
Pedro Rafael Gómez Barroso, libro electrónico.
PUCCIARELLI,
Elsa Tabernig de, 1970: Qué es la traducción, Buenos Aires,
Editorial
Columba, Colección Esquemas, núm. 106, pp. 50-51.
SALINGER, J. D., 1951: The Catcher in the Rye:
Boston, Little, Brown and
Company.
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, 1961: el cazador oculto, trad. Manuel Méndez de Andés,
Buenos Aires,
Compañía General Fabril Editora.
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, 1978: El guardían entre el centeno, trad. Carmen Criado,
Madrid, Alianza
Editorial.
SHANTON, Pablo,
2020: “Inolvidable Lennon”, en Revista VIVA, Buenos Aires, Clarín,
núm. 2.306, tapa y pp. 10-15.
SHIELDS, David y SALERNO, Shane, 2014: SALINGER,
trad. Javier
Calvo,
Buenos Aires,
Seix Barral.
DATOS DE
INTERNET
https://www.youtube.com/results?search_query=mattew+vaughn+coming+thru+the+rye
https://www.youtube.com/watch?v=TT73PTRoc-M
https://www.amazon.es/CAZADOR-SALINGER-COMPA%C3%91IA-GENERALEDITORA/
dp/B00T6Q3YNE
De acuerdo: guardián no es lo mismo que catcher. Uno vigila, el otro atrapa. Lo que siempre dije es que a Perón lo mató Atahualpa Yupanqui.
ResponderEliminarHola, amigos. Esto es muy interesante. La novela tiene algo, ciertamente. Vuelvo a leerla y a leerla y siempre siento que no la termino de cazar... Soy ingenua. Les pido que guíen mi entendimiento sobre el sentido de la novela, sobre "lo que Holden quiere ser" y cómo acaba este al final.
ResponderEliminarGracias y felicidades por el blog.