martes, 9 de marzo de 2021

Chiques, una de corrección política y estupidez


La noticia salió en todo el mundo. La reprodujo la agencia TELAM y la terminó publicando InfoBAE Cultura, sumando de manera improcedente el concepto de “raza” para describir el color de piel de una afroamericana. Se trata de un escándalo sin precedentes motivado por el encargo de traducción recibido por la holandesa Marieke Lucas (foto de la izquierda), Booker Prize 2020, de un poema de Amanda Gorman (foto de la derecha), una joven poeta estadounidense, elegida para leer en la ceremonia de asunción del actual presidente de su país. Según la bajada de la nota, “Lucas, que se autodefine como no binaria y que ganó el prestigioso Booker Prize, abandonó al proyecto de traducir la obra de la poeta estadounidense, que ganó notoriedad tras leer en la asunción presidencial de Joe Biden, por las reacciones en redes sociales”. La carencia de límites de los progresistas políticamente correctos parece indicar que, en el futuro, el Quijote sólo podrá ser traducido por individuos encarcelados que hayan perdido un brazo durante alguna batalla naval, de preferencia contra los turcos, y que chinos y japoneses ya no podrán traducir a autores occidentales. En el caso de Julio Cortázar, claro, ningún traductor deberá medir menos de 2 metros.

Marieke Lucas debió renunciar a traducir a Amanda Gorman por su color de piel


Marieke Lucas Rijneveld, la persona holandesa que se define como no binaria y que cobró notoriedad al ganar en el 2020 el International Booker Prize, se retiró de un proyecto para traducir el trabajo de la poeta afroamericana Amanda Gorman tras las reacciones violentas contra la editorial a cargo del proyecto, generadas por la crítica de una activista para quien la traducción debía estar en manos de un especialista de raza negra como la autora.

 

Rijneveld había anunciado en las redes sociales el pasado 23 de febrero que trabajaría para la editorial Meulenhoff en el proyecto de traducir los versos de The Hill We Climb –el poema que Gorman leyó durante la ceremonia de asunción del presidente estadounidense Joe Biden– así como la primera colección de poemas de la autora. A su vez, Gorman había replicado el tuit de de la escritora holandesa.

 

Poco después, la activista cultural holandesa Janice Deul cuestionó la medida en un artículo de opinión para el medio holandés De Volkskrant. “Una elección incomprensible, en mi opinión y en la de muchos otros que expresaron su dolor, frustración, enojo y decepción a través de las redes sociales”, escribió.

 

La crítica de Deul a Meulenhoff radica en no haber elegido a una traductora que compartiera color de piel con Gorman y fuera una “artista joven, mujer y, sin duda, negra”. Para ella, Rijneveld, de 30 años, es “una elección incomprensible”.

“¿No es, por decir lo mínimo, una oportunidad perdida de contratar a Marieke Lucas Rijneveld para este trabajo?” añadió la activista y señaló que la autora que se define con una identidad no binaria “no tiene experiencia en ese tema”.

 

“Nada en detrimento de las cualidades de Rijneveld, pero ¿por qué no elegir una escritora que, al igual que Gorman, sea un artista de la palabra hablada, joven, mujer y sin disculpas, negra?”, resaltó Deul.

 

Las críticas provocaron la renuncia de Rijneveld al ofrecimiento, quien sostuvo en su cuenta de Twitter: “Estoy impactada por el escándalo en torno a mi participación en la traducción al neerlandés de la obra de Amanda Gorman, y comprendo a la gente que se siente herida por la decisión de Meulenhoff de elegirme”.

 

“El equipo de Amanda ha dicho que todavía respaldan la elección de Meulenhoff y le agradezco la confianza que se ha depositado en mí. Lo que me interesa es la riqueza del lenguaje”, acotó.

 

“Me dediqué felizmente a traducir la obra de Amanda, en la que veía como la mayor tarea mantener su poder, tono y estilo. Pero yo era muy consciente de que estaba en condiciones de pensar y sentir como ella, donde muchos no lo pueden hacer. Todavía deseo que sus ideas lleguen a tantos lectores como sea posible y abra muchos corazones”, añadió Rijneveld en su mensaje.

 

Por su parte, en un comunicado la editorial Meulenhoff dijo que entendía la decisión de la autora. “Queremos aprender de esto, a través del diálogo, y vamos a ir por un camino diferente con los nuevos conocimientos”, dijo Maaike le Noble, directora general del sello.

 

“Buscamos un equipo con el que podamos trabajar para traducir las palabras y el mensaje de esperanza e inspiración de Amanda lo mejor posible y en su mismo espíritu”, acotó.

 

Luego, Deul, satisfecha por haber logrado su objetivo, respondió en un nuevo tuit que incluía imágenes de las declaraciones de Meulenhoff y Rijneveld: “Gracias por esta decisión”.

7 comentarios:

  1. Y a Dante solo podrán traducirlo los exiliados políticos o los que hayan bajado por lo menos una vez al Infierno.

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  2. es una gran época para traducir autores anónimos...

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  3. hombre, un negro no iba a faltar, porque si la escritora holandesa no tiene ninguna experiencia como traductora, muy probablemente la editorial iba a recurrir a otra persona capaz de convertir el texto en publicable. Y esa persona es el "negro" por antonomasia.

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