martes, 25 de mayo de 2021

"En otras cosas peores se podía ocupar el hombre"

Dos maneras de traducir, que son una

Hace muchos años, viendo que dos directores de revistas de poesía estaban celosos de un tercer director de una nueva revista que, a diferencia de las otras dos, recibía mucha atención tanto del público como de la prensa. Un
 editor amigo, consciente de la situación, se limitó a señalar que, en vez de criticarlo, los otros dos deberían estar contentos de que esa nueva revista de poesía se sumara a las anteriores, ya que el director en cuestión podría estar gastándose la plata con rubias platinadas y, sin embargo, la invertía para que más gente leyese poemas. La reflexión, sin duda fue excelente, y sigue siendo excelente que alguien piense así.

Hoy, accidentalmente, buscando materiales para este blog, el Administrador se topó con la siguiente frase: “Con todo esto, me parece que el traductor de una lengua en otra, como no sea de las reinas de las lenguas griega y latina, es como quien mira los tapices flamencos por el revés, que aunque se ven las figuras, son llenas de hilos que las escurecen, y no se ven con la lisura y tez de la haz; y el traducir de lenguas fáciles, ni arguye ingenio ni elocución, como no le arguye el que traslada, ni el que copia un papel de otro papel: y no por esto quiero inferir que no sea loable este ejercicio del traducir, porque en otras cosas peores se podía ocupar el hombre y que menos provecho le trujesen”.

El editor era el muy porteño José Luis Mangieri (foto, 1924-2008), en diferentes épocas, director de La Rosa Blindada, Ediciones Caldén y Libros de Tierra Firme.

El autor de la frase del segundo párrafo es Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) y la cita es de Don Quijote, II, cap. 62.

Sospechamos que, acaso, con varios siglos de diferencia, hablaban de lo mismo.

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