“Los libros y bienes culturales sólo existen en tanto alguien les da sentido con el uso”
Con el desafío de “recuperar la
disponibilidad plena” y la mira puesta en la federalización de su acervo y en
la producción propia –desde libros, pasando por programas de TV, hasta ciclos
culturales–, la Biblioteca Nacional (BN) despide el 2021 con El
mito gaucho, la primera muestra presencial e indoor en mucho tiempo,
“la reactivación” y “rediseño” de su editorial y la publicación de una docena
de títulos, explica su director, Juan Sasturain, en tanto se prepara para
lanzar una serie que emitirá la TV Pública, La otra aventura,
totalmente autogestionada.
”Si durante la
pandemia aprendimos saludablemente a optimizar nuestro trabajo en modo virtual,
hoy nuestro compromiso ineludible es el servicio. La Biblio debe
ser de nuevo ese lugar público donde la gente entra a leer, a pasear o a
estudiar”, dice Sasturain, durante una entrevista en la que repasó el año y
medio de gestión durante la pandemia dura y en la que adelantó las novedades
que llevará adelante el organismo que aspira a instalarse como nave insignia de
todas las bibliotecas del país. ”Ahora todos nuestros gestos tienen que estar
en función de la apertura y la disponibilidad plena, que la Biblioteca
cumpla su tarea primera de poner los libros, las publicaciones y los documentos
al servicio del público en general y los investigadores, sin salirnos de las
pautas que nos propone el Estado –insiste–, porque los libros y los bienes
culturales sólo existen en tanto y en cuanto alguien les da sentido con el
uso”.
En febrero de 2020 el escritor Juan
Sasturain (Buenos Aires, 1945) asumió al frente de la Biblioteca Nacional
con la idea de avanzar en la digitalización de su acervo y la intención de
recuperar el intenso movimiento cultural que caracterizó los 11 años de gestión
del intelectual Horacio González, entre 2005 y 2015, debilitada en los
siguientes cuatro años por recortes macristas, pero a un mes de ocupar el cargo
los decretos de aislamiento ante la emergencia sanitaria mundial por el virus
de covid obligaron a posponer planes y trabajar en modo virtual.
A un año y ocho meses
de aquel momento, la BN avanza en un apertura progresiva que aspira a “cambiar
el chip”. “Si durante la pandemia aprendimos saludablemente a optimizar nuestro
trabajo en modo virtual, hoy nuestro compromiso ineludible es el servicio”,
asegura Sasturain. El tránsito fue arduo, pero la pandemia también llevó
cambios a la Biblioteca que persistirán. Dice Sasturain: ”Para compensar el
abandono de las puertas cerradas activamos al máximo nuestro sitio web y
en pocos meses multiplicó mil por ciento las visitas. Y generamos contenidos
audiovisuales que fueron un boom, un cambio cualitativo que llegó para
quedarse. Así como la instrumentación virtual de la histórica Escuela Nacional
de Bibliotecarios, fundada en 1956, a la que se inscribieron más de tres mil
aspirantes de todas las provincias y del exterior, una cifra que nos excedió
larguísimamente”.
”Pero recién ahora podemos aspirar a
acercarnos lentamente a nuestros números habituales, de 1.500 a 2.000
visitantes diarios –subraya–. El primer lunes de septiembre se habilitó el
edificio con protocolos y saludables pies de plomo para los usuarios, el 20 de
octubre abrimos sin turnos y funcionó bien, sin cuellos de botella, en
noviembre recuperamos nuestras 12 horas, de 9 a 21, y podremos decir que
volveremos, como todo el país, a la ansiada normalidad”. ”A lo largo del año y
pico de pandemia rigurosa vino mucha gente a trabajar, a poner el cuerpo
regularmente –añade–. Este espacio físico estuvo cuidado, protegido y
funcionando en una especie de estado latente”, que ahora recupera su vitalidad.
A días de haber
recuperado la Feria de Editoriales en el playón de Agüero y Las Heras –que
llegó luego de una prueba piloto con la muestra Hijxs en la planta
baja del edificio–, Sasturain anticipa la recuperación competa de la
presencialidad con la muestra El mito gaucho, que se inaugurará entre
fines de este mes y principios de diciembre en la Sala Leopoldo Marechal, del
primer piso, y estará abierta hasta el próximo otoño. Esta primera exposición
indoor cuenta con un catálogo ilustrado de más de cien páginas, que reúne
una decena de artículos escritos por críticos y especialistas de la gauchesca
como Guillermo David o Jorge Dubatti, “ese es el tipo de
muestras que tenemos la intención de hacer circular por nuestras sedes a partir
de 2022″, enfatiza.
Por otra parte, “en
estos días terminarán de seleccionar a los finalistas del concurso que concibió
la directora del Museo del Libro y de la Lengua, María Moreno, y recogió
el Ministerio de Cultura: el Premio Nacional de Cuentos de Amor Silvina Ocampo
‘Me enamoré 18 veces pero recuerdo sólo tres’. Llegaron más de tres mil
cuentos. El veredicto se dará en diciembre y se editarán los ganadores el año
que viene”. Además, “estamos en vísperas de tener nuestro propio programa
en la TV pública, un viejo anhelo –asegura–. Se llamará La otra aventura,
un título que le pedimos prestado (o le afanamos) a Bioy… ‘La otra aventura
–dice Bioy Casares, citando no sabe a quién en el prólogo a su propia
obra– son los libros’. Terminamos de editar el primero de una primera serie de cuatro
programas, sobre un total de 12, que tendrán formato de una hora. Seguramente
serán para el año que viene”.
“Sacando el título,
es todo absolutamente nuestro: idea, guión, dirección, producción y medios
técnicos –enumera el autor de El último Hammett–. Serán entregas temáticas que
incluyen elementos ficcionales, entrevistas y testimonios: “Futuro y Fantasmas
de la Biblio”, las primeras. La idea es trabajar con nuestro patrimonio y
enfatizar su sentido federal, representativo de la totalidad cultural del país
y memoria viva de la nación”. Cuando en febrero de 2020 Sasturain asumió,
nombró a María Moreno al frente del Museo que reabrió sus puertas el
29 de septiembre del año siguiente, su décimo aniversario, con un lúcido texto
donde la escritora explicaba la paradoja de tener dislexia –una secuela del ACV
que sufrió en julio último– y dirigir un Museo de la Lengua.
Cuando asumió el día 12 restituyó a González al frente del sistema de publicaciones que había ideado siendo rector de la Biblioteca. Hubo tiempo para un solo rescate editorial, virtual, de Alberto Szpunberg, en junio de 2020. Un año después, junio de 2021, González falleció, consecuencia del covid. El área quedó a cargo de Sebastián Scolnik. ”En la Biblio se ha vuelto a poner en funcionamiento la editorial que había sido desactivada en la gestión anterior, pero también hicimos dos monumentales entregas virtuales de la revista La Biblioteca con la impronta de Horacio que contienen algunas de las mejores cosas que se han publicado sobre la pandemia en pandemia”, detalla Sasturain. Y se explaya: “Horacio tuvo tiempo para proponer los primeros títulos de una colección de narrativa argentina muy accesible de textos breves, ‘De par en par’: dos cuentos de diferentes autores (a veces muy lejanos entre sí) unidos por el tema o el tratamiento o algún factor común, presentados por los escritores que los propusieron. Hay varios títulos en carpeta, el primer volumen estará compuesto por La lluvia de fuego, de Leopoldo Lugones, y La luna roja, de Roberto Arlt, con introducción de Horacio, acaso su último trabajo como editor. Sale ahora, antes de fin de año, con el regreso de nuestra actividad editorial”.
Esto es: “la Biblioteca vuelve a papel después de seis años, con una docena de títulos que están haciendo fila para salir antes de fin de año. Veremos con cuántos llegamos, no es fácil recuperar la fluidez que requiere la producción editorial, siempre compleja desde un organismo oficial que piensa en hacer libros buenos, lindos objetos, necesarios (pero que otros no hacen), baratos y que no se queden en los estantes sino que circulen, se vendan, que sean saludablemente comerciales, capaces de atraer al público no sólo por la excelencia de su contendido sino por el atractivo y la belleza de su apariencia. Ese es el desafío de acá en más”.
A “De par en par” la seguirán las obras completas de León Rozitchner con los inéditos Memorias de la ciencia y Hacia la escritura arcaica; tres títulos de los Cuadernos de Lenguas Vivas curados por Moreno: Babel del odio, Antología degenerada y Winkul Mapu; la antología Gauchesca y peronismo; la primera entrega de una serie de entrevistas hechas por Guillermo Saavedra a escritores y personalidades de la cultura bajo el título El Banquete; la versión definitiva y en papel de Los guardianes de Piatock, que es la obra de Szpunberg comentada; y la poesía completa de Luis Luchi, a 100 años de su nacimiento, en dos voluminosos tomos. También “es importante el lanzamiento de la colección “Papel de Kiosco”, dedicada a la historieta y el humor gráfico, donde vamos a dar a conocer obras y autores del acervo de la Biblioteca que no pasaron por librerías porque usaron como soporte revistas y diarios”, cierra Sasturain. El primer título será “Las Aventuras del Negro Raúl”, de Raúl Lanteri, primer autor argentino de una historieta con personaje fijo, que apareció en 1916 en la revista El Hogar. Están en carpeta títulos de la dupla Oski-César Bruto y la obra del gran Roberto Battaglia. “Pero eso el año que viene, como tantas otras cosas”.
No hay comentarios:
Publicar un comentario