El 14 de diciembre pasado, Daniel Gigena, en un artículo publicado en La Nación, de Buenos Aires, hizo público el principio de desmantelamiento de algunos de los programas de la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería argentina. En la bajada se lee: "La Dicul informó que suspende el programa que entrega pasajes a artistas invitados a ferias, festivales y residencias internacionales; ahora se ocupará no solo de la la difusión de la cultura argentina en el exterior sino también de temas de comercialización"
Recortan fondos y reperfilan la dirección de Cultura de la Cancillería argentina
La “motosierra” no discrimina. Mediante un escueto comunicado que se publicó hoy en la cuenta de X de la Dirección de Asuntos Culturales de la Cancillería argentina (Dicul), se informó que quedaba suspendida la segunda convocatoria del Programa Cultura Argentina al Mundo, que había sido oficializada el 5 de diciembre por las autoridades de la gestión anterior, a cargo de Paula Vázquez, por una resolución ministerial. Este programa, cuya primera convocatoria se había hecho en diciembre de 2022, buscaba dar transparencia a la asignación de recursos (pasajes aéreos) a artistas, escritores, editores y otros profesionales que habían sido invitados formalmente a participar en ferias, festivales, residencias y otros eventos culturales internacionales.
La convocatoria de 2022 fue pública y abierta, y un jurado presidido por distintos titulares de organismos descentralizados del Ministerio de Cultura y de la Dicul seleccionó a los beneficiarios. Se entregaron 110 pasajes.
Si bien aún no fue designada formalmente, la reemplazante de Vázquez en la Dicul será María Alejandra Pecoraro, funcionaria diplomática de carrera desde hace más de 35 años. La Dicul volverá a ser una Dirección Nacional que dependerá de la Secretaría de Relaciones Económicas Internacionales, que conducirá Marcelo Cima. Hasta ahora, era una dirección “a secas” que integraba el área de Política Exterior de la Cancillería. La ministra de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Argentina es la economista Diana Mondino.
La Nación pudo saber que Pecoraro había tomado la decisión de suspender el programa para no “generar expectativas” entre los beneficiarios, porque el organismo aún no tiene asignado presupuesto alguno. También trascendió que la funcionaria pondría el acento no solo en la difusión de la cultura argentina en el exterior sino también en la comercialización, y que el envío argentino a la Bienal de Venecia estaba resuelto. La artista elegida para viajar a esa capital del arte internacional es Luciana Lamothe.
En diálogo con La Nación, la funcionaria saliente sostuvo que la suspensión de la convocatoria se debía a una “mala interpretación” del anexo de la resolución Resolución 263/2022, donde se indica que la aplicación del programa queda sujeta al presupuesto que se tenga. “Como pasa con cualquier otro programa -explica Vázquez-. Presupuesto van a tener, probablemente más que el actual, porque pasa a ser una dirección nacional. Por ende, van a entregar pasajes, pero ahora de modo discrecional, a dedo, como se hacía antes de la convocatoria que acaban de suspender. Además, no es posible suspenderla por redes sociales, sin una resolución o un acto administrativo”.
“El objetivo de estos recursos tiene que ver con la internacionalización de la cultura argentina -dice Vázquez-. Todos los países del mundo tienen programas de apoyos de movilidad a artistas y profesionales de la cultura y en la Argentina este es el único. No hay apoyos de convocatoria abierta y pública en ningún otro organismo de cultura”.
Al parecer, antes de que existiera la convocatoria abierta y pública, periodistas de medios privados viajaban a cubrir eventos internacionales con pasajes costeados por Cancillería. “Durante mi gestión varias veces me escribieron muchos periodistas para pedirme pasajes, que no otorgamos, así que entiendo que era una práctica habitual”, cuenta Vázquez, que acaba de presentar su libro Imaginación política para la diplomacia cultural.
De la Dicul también depende el prestigioso Programa Sur, que promueve la traducción de obras de autores argentinos mediante subvenciones a editores extranjeros (como ocurre en otros países). Según trascendió, Pecoraro habría anticipado en una reunión con el personal que el presupuesto de este programa se reduciría a un tercio del actual, de 480.000 dólares. En 2016, la convocatoria del Programa Sur estuvo a punto de suspenderse por una larga transición con “desajustes” presupuestarios.
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