Los debates a propósito de las bondades o torpezas de lo escrito por Edgar Allan Poe probablemente podrían ocupar varias bibliotecas. Varios de esos volúmenes deberían tratar sobre la forma en que ha sido traducido a los distintos idiomas. El hecho de que algunos escritores de primera línea lo hayan vertido a sus respectivas lenguas no hace más que oscurecer el problema. Así, por ejemplo, que un muy buen escritor como Julio Cortázar se haya ocupado de poner la obra completa de Poe en prosa en nuestra lengua lleva inmediatamente al lector desprevenido a considerar su traducción como canónica, sin considerar que la juventud del autor de Rayuela en el momento en que tradujo a Poe, probablemente lo haya inducido a cometer muchos errores como los que surgen de cotejar el original y el resultado en castellano. En el caso del francés, Poe tuvo la fortuna de ser traducido por Charles Baudelaire, lo que motivó la siguiente reflexión de T. S. Eliot, incluida en el ensayo "De Poe a Valéry", del volumen Criticar al crítico , que tradujo Manuel Rivas Corral, en 1967, en un descatalogado volumen de la colección Libro de Bolsillo de Alianza Editorial.
"Los franceses valoraron en exceso a Poe
porque conocían mal el inglés"
porque conocían mal el inglés"
Resulta ciertamente posible que, al leer algo en un idioma que sólo entiende imperfectamente, el lector encuentre algo que en realidad no está ahí; y si el lector es un hombre de genio, el poema extranjero leído, por feliz accidente, puede hacer surgir de las profundidades de su mente algo importante que atribuye a lo que está leyendo. La verdad es que, al traducir al francés la prosa de Poe, Baudelaire la mejoró sorprendentemente; transformó lo que era con frecuencia una prosa inglesa descuidada y vulgar en un francés admirable. También Mallarmé, que tradujo al francés, en prosa, cierto número de poemas de Poe, los mejoró en forma análoga; aunque por otra parte se perdiera el ritmo, donde se encierra una gran parte de la originalidad de Poe. Así, pues, la prueba de que los franceses valoraron en exceso a Poe porque conocían mal inglés tiene un aspecto puramente negativo; no podemos aventurarnos más allá de decir que no les turbaban esas debilidades que nosotros vemos tan claramente. Pero esto no explica su alta opinión del pensamiento de Poe, ni el valor que atribuyen a sus ensayos filosóficos y críticos.
Quisiera saludar a todos los integrantes del club, especialmente a Patricia Willson, de quien fui compañera de estudios. Acabo de enterarme de que existe y, por eso, espero que me reciban como otra más. Estoy entusiasmada con el simposio, pese a que hoy, por razones de trabajo, no pude concurrir, pero lo haré mañana y pasado. Hacía falta, realmente, el tratamiento de esos temas.
ResponderEliminarMaría Renata Segura
Traductora literaria y técnico-científica de francés