Este blog ya se ocupó largamente del desfinanciamiento al que el actual gobierno argentino y sus esbirros de cultura sometieron al Programa Sur, una de las mejores y más exitosas iniciativas culturales de los últimos veinte años. Tal es así que, el año pasado, cuando se entregaron los premios Konex, Alejandra Pecoraro, en su primer año como directora interina de la Dirección de Cultura de la Cancillería (que es donde está alojado el programa), a pesar de haber justificado el recorte presupuestario y delante de todos los presentes, se lanzó ávida a la entrega del diploma. El artículo de Daniel Gigena, en el diario La Nación del 25 de febrero, resume lo que ocurrió con los subsidios en 2024, el primer año del bestia. En la bajada se lee: "En 2023, Cancillería había apoyado la traducción de 123 títulos, con un presupuesto de 319.000 dólares; el año pasado, fue de 33.500 dólares".
En 2024, el Programa Sur solo subsidió la traducción de 17 libros de autores argentinos
El Programa Sur de apoyo a las traducciones, que depende de la Dirección General de Asuntos Culturales de la Cancillería, subsidió el año pasado la traducción de diecisiete libros de poesía y ensayos de destacados autores argentinos como Alfonsina Storni (al bengalí y al turco), Jorge Luis Borges (al búlgaro), Ernesto Sabato (al griego), Macedonio Fernández (al inglés) y Aurora Bernárdez (al ucraniano), entre otros. Se destinaron 33.500 dólares. En 2023, se habían subsidiado 123 títulos con un presupuesto de 319.000 dólares.
De un año al otro, y pese a los críticas de escritores, editores y agentes literarios, el Gobierno activó la motosierra y el programa creado en 2009 fue desfinanciado. En los libros traducidos con este subsidio debe figurar la leyenda: “Obra editada en el marco del Programa Sur de Apoyo a las Traducciones del Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la República Argentina”, tanto en español como en la lengua traducida. En 2024, el Programa Sur -que facilitó la traducción de cientos de escritores argentinos a diferentes idiomas- recibió una mención especial de la Fundación Konex.
Los subsidios fueron de los mil dólares (Árbol de Diana, de Alejandra Pizarnik, al danés) a los tres mil (La muerte es el olvido, de Felipe Celesia, al noruego). También se apoyó la traducción al árabe del último poemario de Tamara Kamenszain, Chicas en tiempos suspendidos (2000 dólares); El payador, de Leopoldo Lugones, al albanés (2500 dólares), y Por qué escuchamos a Louis Armstrong, de Sergio Pujol, al italiano (1800 dólares). El ensayo Tango y cine mundial, de Pedro Ochoa, se traduce al francés (2200 dólares) y una selección de poemas de Luisa Futoransky se leerá en italiano (1800 dólares). También se eligieron libros de la poeta Juana Bignozzi, del médico y escritor Francisco Sicardi, del político y escritor Lucio V. Mansilla (los tres al búlgaro) y de la escritora Irina Garbatzky (El entrenamiento de la mente).
El comité de selección estuvo integrado por la escritora y académica María Rosa Lojo, el investigador Alejandro Dujovne, el periodista Ezequiel Martínez (en representación de la Fundación El Libro), Susana Soto, directora de la Biblioteca Nacional Mariano Moreno, y Diego Lorenzo, de Cancillería.
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