martes, 18 de octubre de 2016

"¿Una inocente torpeza?"

El periodista Diego Rojas publicó el 4 de octubre pasado en Infobae la curiosa noticia sobre un curso de enunciado confuso, que aparentemente tenía por objeto tratar sobre la obra de un funcionario público. Apenas transcurrida una clase, fue suspendido para que no se convirtiese en escándalo. “Se trata del director de la Biblioteca Nacional, Alberto Manguel. Las clases otorgaban puntos para ascensos. La primera conferencia fue brindada por el mismo funcionario antes de que el programa fuera suspendido”, dice la bajada de la nota.

Una insólita capacitación para empleados públicos
reseña la obra literaria de un funcionario

¿Un episodio de megalomanía? ¿Una inocente torpeza? ¿Una iniciativa inspirada por un exceso de obsecuencia hacia un funcionario importante? Cómo saberlo. Sin embargo, en los pasillos del Ministerio de Cultura una caracterización se repitió: "Es un papelón". Tales palabras resonaron al interior de la coqueta mansión de Recoleta que alberga a la cartera cultural cuando se tomó conocimiento del insólito curso de capacitación, dirigido a los empleados del área y diseñado por personal del mismo establecimiento.

La inédita formación, que además brindaba puntos para eventuales ascensos de los empleados que se inscribieran, consistía en "una introducción a los participantes en el conocimiento de la obra de Alberto Manguel". Manguel, como se sabe, es el director de la Biblioteca Nacional, es decir, un funcionario estatal. También es un renombrado ensayista y escritor. Sin embargo, resulta insólito que un funcionario introduzca al conocimiento de su propia obra a empleados que, si bien de manera no obligatoria, son invitados a cursar una capacitación que podría redundar en beneficios en la carrera administrativa. A decir, verdad, un ritual innecesario para un intelectual de la talla de Manguel, cuyo reconocimiento es internacional.

Infobae consultó sobre el curso en el Ministerio de Cultura, donde dijeron desconocer las características de la capacitación, a pesar de que un mail oficial de los encargados del área convocaba a la participación de la misma. Pablo Avelluto, a cargo de la cartera, decidió levantar las próximas sesiones de la capacitación ya que desconocía el tenor del curso. Los inscriptos ya habían, sin embargo, participado de la clase inaugural. El conferencista de ese primer curso de introducción al conocimiento de la obra de Alberto Manguel fue, claro, el mismo Alberto Manguel.

Según la convocatoria gubernamental, girada a los empleados del ministerio de Cultura a través del mail oficial de la cartera, el curso se proponía "abordar los cuestionamientos que expone (Manguel) en su obra Una historia de la lectura: ¿Qué es leer? ¿Por qué leemos? ¿Para qué leemos? La lectura por placer y la lectura por obligación. Los distintos tipos de lectura. El enriquecimiento que produce la lectura. Vivir otras vidas, otras experiencias. Destacar la íntima relación entre lectura, tipos de lectura, producción escrita a partir de lecturas y escucha de textos. La corrección y evaluación de los textos escritos producidos".

Historia de la lectura es uno de los textos más conocidos del ensayista Manguel, un hombre atravesado por esa experiencia, los libros, las bibliotecas y los significados del leer. "Se establecerá un orden cronológico, tal el recorrido que realiza Alberto Manguel en su libro y que constituye su experiencia personal de lector", concluye la convocatoria, antes de especificar que la capacitación duraría dos semanas con ocho clases de dos horas cada una, que equivaldrían a 8 horas de producción y que otorgarían 24 créditos en el sistema de acumulación de puntos de la administración pública, determinante para el otorgamiento de ascensos en la carrera estatal.La oferta de capacitaciones del Ministerio de Cultura para este mes se completaba con un curso de Introducción a la Administración Pública y otro de Estructura Organizativa Primer Nivel.

"Decidí levantar la capacitación porque no corresponde al tenor del curso que habíamos planificado, que implica otorgar nociones de sentidos de lectura a los empleados del ministerio, como una forma de brindar contenidos de formación culturales a los trabajadores que se inscribieran. Estoy seguro de que Manguel no usó esta capacitación para promocionarse, te darás cuenta de que no lo necesita, seguramente intentó participar de un curso para transmitir la pasión por la lectura, que lo caracteriza", dijo a Infobae Pablo Avelluto, ministro de Cultura de la Nación, ante la consulta sobre el carácter de la capacitación.

Cuando Infobae llamó a las oficinas correspondientes de la cartera del área para preguntar sobre las clases y su insólito programa, informaron que no tenían conocimiento de que se brindaran capacitaciones de esta naturaleza, e incluso deslizaron que se trataba de un error en el mail de convocatoria y que no se había realizado ningún encuentro todavía. Ante la constatación de que los cursos sí habían comenzado y que Manguel mismo había sido el introductor de su propia obra a los empleados estatales, llegó la decisión de levantar el programa para relanzarlo de acuerdo a su sentido original, según informaron en el Ministerio.

Alberto Manguel había iniciado sus funciones en la Biblioteca en junio de este año, seis meses después de que asumiera el gobierno de Mauricio Macri, aunque las negociaciones con Avelluto para que se hiciera cargo del puesto en el que lo antecedió el ensayista y miembro de Carta Abierta Horacio González habían comenzado bastante tiempo antes. Manguel, que vivió en Francia desde su partida del país en 1969 (con un breve regreso entre 1972 y 1974) y que luego se instaló durante unas décadas en Montreal, Canadá, se encontraba residiendo en Nueva York, Estados Unidos, ya que cumplía funciones académicas en la Universidad de Princeton, y el traslado de su residencia se convirtió en uno de los ejes para que meditara la decisión de aceptar el puesto que le ofrecía Avelluto. Uno de los pedidos que Manguel había realizado a las autoridades para aceptar el cargo consistía en el otorgamiento de dos pasajes ida y vuelta por año en primera clase a Nueva York, aunque luego desde la cartera de Cultura señalaron que no se había efectivizado el pedido.

Su gestión comenzó de manera conflictiva, ya que se habían producido 240 despidos en la institución. Sin embargo, el delegado de ATE de la Biblioteca Nacional, Diego Martínez, informó a Infobae que habían tenido "un buen índice de reincorporaciones" de los trabajadores despedidos y que se encuentran en una situación de normalización de las relaciones laborales. Las actividades de la Biblioteca son también incesantes y forman una marca de la gestión del nuevo director.  

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